Partida Rol por web

 La brisa nocturna del mar golpea en mi cara y el olor a agua salada me trae toneladas de recuerdos. Desde los veranos pasados en Biarritz en los años de vástago tras el abrazo hasta las noches de amor y risas de mi juventud mortal.

 Al contemplar la superficie del mar. Aquel mar de ébano, que resplandecía a la luz de la luna como obsidiana pulida, con su mágica negrura y el cálido abrazo de sus oleaje. Unos versos vienen a mi cabeza en ese momento, ésta vez no de un tango, aunque bien podría serlo, sino de un cantautor español de mediados de siglo.

Cita:

 Desde luego éste no era aquél mar, pero eso poco importaba ahora.

 Mi cara es reflejo de la felicidad que embarga mi alma en aquél momento de contemplación. Entonces, como en un eco lejano, llegan poco a poco las palabras de Mariana.

 - Sí. Lo es. - La rodeo con mi brazo y la aprieto suavemente contra mi cuerpo, inhalando su perfume - Pero palidece al contemplarse contigo.

 La excitación del momento hace que mis manos, indecorosas y lascivas, se pierdan por su talle, bajando hasta donde encuentren resistencia.

¿pero qué..?  digo al ver que esa mujer toca mi rostro, alejate... alejate. Digo asustado, eso me pone nervioso, miro al rededor como buscando algo... Puede ser inofensiva ¿pero porque me toca la cara?

Jajajajaja  me rio al ver eso parece que le gustas.... digo en tono de burla a Andrew

Clau se aleja de Andrew, un poco confundida por su reacción, evidentemente, ella parece no comprender nada de la realidad, y sólo vive en la de ella. Muchos de ustedes no pueden dejar de preguntarse, ¿cómo fue que se quemo la cara?, y ¿cómo es que llego a ese estado tan lamentable?...

Clau se hace en una mesa cerca a Everet, y como ha hecho con todo, comienza a tocarla con sus dedos.

La locura tiene muchos rostros, la mayoría deformes, pero a veces son literales. Desde donde estan, las figuras de Julio y la chica se han perdido, muchos imaginan que estarán haciendo...

Sin embargo,  no pueden dejar de notar un poco de tensión, esta vez, no viene de los pacientes, sino al parecer del personal. ¿qué habrá pasado para que se genere esta situación?

La enfermera jefe no se ve en ninguna parte, sólo esta el enfermero moreno que mira a todos de manera más tranquila.

De repente la enfermera joven, de apariencia oriental llega con una bandejas de medicinas. Comienza a arreglarlas.

Poco a poco otros internos comienzan a entrar a la sala.

Oh Julio... esto es perfecto. Digo con una hermosa sonrisa mientras permito ese acercamiento y siento como sus manos sobre mi ser, y sus labios recorrer los mios, me siento realmente exitada.

Sientes como basicamente ella no opone ninguna resistencia a tu acercamiento, es más, parece disfrutarlo. Poco a poco las manos comienzan a juguetear unas con otras, mientras no tienes ningun reparo de tocarle el tracero y su busto, y posiblemente algo más. La piel fria de ella, poco a poco se va calentando, así como la tuya.

Me acerco a los caballeros en la mesa. Podrían contribuir a la causa, estamos recolectando fondos para evitar el fin del mundo. Dice mostrando un sombrero.

Conforme va llegando mas gente a la sala voy hundiéndome dentro de mi chaqueta y voy hablando cada vez menos, totalmente ajeno al nerviosismo del personal

"demasiada gente, hay demasiada gente en este sitio. No me dijeron que habría tanta gente"

En esto estoy pensando cuando llega alguien diciendo la típica tontería del fin del mundo, era de esperar que hubieran algunos de esos en un manicomio

-largate- murmuro con brusquedad aunque aun mirando a la mesa

Kavi alzo la mirada ante la pregunta de Eduardo, cuando se disponia a contestar los otros unternos y la interrupcion de la Television le dejaron nuevamente en silencio; sus ojos volvieron al cuaderno en el cual solo escribo algo * De donde vengo *, si esa frase fue la que le llamao la atencion de sobremanera haciendo que dejase todo de lado por comprenderla.

Luego alguien dijo algo sobre el fin del mundo y la mirada del Joyero se dirigio hacia alli aunque no dijo nada hasta qeu lo penso un par de segundos mas - Soy de todas partes y de ningun lado - Si asi era su vida aunque se habia establecido en nueva York hacia algunos meses.

- Pero mis origenes son tan variados que si dijera un punto en comun seguro me equivocaria y no es bueno inventar algo -

¿El fin del mundo?

¿Un ángel? ¿Aquí?

La situación lo confunde, realmente es todo muy extraño. Todavía permanece de pie, temblando y nervioso por aquel contacto. Sus dedos en el rostro lo habían dejado perplejo. Y el ambiente tiende a ponerse más tensa

Demasiada gente aquí... Tengo que salir

Parecían haber momentos álgidos de locura, de poca claridad. Todos reunidos eran un peligro para la tranquilidad

- Bien... si me disculpan - dice mientras se pasa las manos por el pantalón - Creo que me retiraré ya... Ha sido un día agotador

Miro alternativamente a Andrew y al lugar donde el enfermero prepara la medicación, yo también desearía irme, pero si lo hago supongo que me llevarán la medicación a la habitación, y prefiero tener un lugar donde no me molesten, algo que considerar mio

-descansa Andrew-

Le digo en voz queda aun procurando no destacar mucho

 Me enzarzo en la espiral de pasión que se está desbocando.

Kavi les observo, habia respondido a la pregunta pero pareciaera que sus palabras eran como el viento... Volvio a mirar la hoja en blanco y con boligrafo en mano intento hilar ideas para poder escribir algo.... recuerdos? o simplemente algo que le hiciera vovler poco a pocoo. La pluma comenzo a trazar letras que poco a poco formaron palabras y luego frases pero ninguna de ellas tenia un sentido.

El Joyero miro sus manos y alli quedo por algunos minutos como tratando de recuperar todos esos por que que le mantenian preso en su propio ser.

Poco a poco sucede algo en ti, en tus instintos... no era el momento, no en ese jardín. Sales con la chica por la puerta, y evades completamente la toma de la última medicación de la noche, y antes de que amanezca te dejas llenar por la pasión por esa desconocida... fue extraño.

Fue así como después de esa  noche todos terminaron en ese espacio de la sala común, hablaron, aunque no mucho, en realidad, era extraño..

Sí extraño, extraño el comentar con los demás eso que es evidente, extraño ver la locura en los ojos de los demás, danzando y burlándose de cada cual, extraño sentir esa tensión que usualmente hay en los vampiros, de poder, y gestos hipócritas, pero en este medio, donde las mentiras parecen tener tenues capas transparentes, y donde las notas de la música del dolor danzan  sobre todo...

¿Quién lo diría?... la existencia de los condenados no es sólo la búsqueda del poder, sino también la de la razón.
Tomaron su medicina, y se fueron a sus habitaciones a dormir,  el amanecer es muy frio para un no vivo.