Partida Rol por web

En la oscuridad

Encuentros

Cargando editor
26/08/2016, 23:32
Luna

No oigo nada al otro lado por lo que abro la puerta y empiezo a investigar el interior como hice con la anterior puerta.

Cargando editor
01/09/2016, 16:43
NARRADOR

Al cruzar al otro lado ves que se trata de un pequeño salón para tomar el té. Desde luego una zona para la mujer de la casa y sus acompañantes, ya que la decoración tiene de todo menos un toque masculino.

Hay varios sofás tapizados en colores pastel, alrededor de una mesa circular auxiliar, así como hay varias por la habitación. Las cortinas son largas, blancas y vaporosas, y en uno de los laterales ves toda una serie de libros, juegos de entretenimiento y utensilios para hacer punto. Lo que cualquier mujer de clase media-alta desearía.

Sin embargo, hay algo que capta toda tu atención nada más entrar... Warren...

Lo recuerdas perfectamente.

Es el hijo de uno de vuestros "encargos". Por desgracia para vosotras, juró venganza y podéis asegurar que lo ha intentado en más de una ocasión. 

El muchacho, de unos veintipocos años y pelo plateado, se encuentra sentado en uno de los sofás. Lleva una taza de té en una mano y un libro en la otra.

Para tu beneficio, no lleva la pesada armadura que suele llevar normalmente en vuestros encuentros. Para esta ocasión ha escogido algo más ceremonial y ornamentado.

- Vaya... - Comenta sin levantar la vista del libro. - No esperaba verte aquí... - Aunque no detectas el más mínimo ápice de sorpresa en su voz. - Desde luego eres atrevida viniendo a una fiesta con una Alta Inquisidora y un Templario. Espero que tengas suficiente sentido común para no intentar ninguna tontería...

Justo al decir esto último levanta la vista del libro para depositarla sobre ti, al mismo tiempo que sus labios se curvan ligeramente en una sonrisa. 

Cargando editor
11/09/2016, 02:11
Luna

Cuando veo a Warren me pongo tensa de inmediato ¿que hace él aquí. Por suerte no parece que lleve su armadura aunque yo tampoco lleve la mia y no me interese una pelea aquí.

No pudiste ser tu... Lo digo sin pensar pero es cierto aunque no es un mal peleador no esta al nivel de mi madre y de lo que vi al salir de la mansión no hay manera de que haya mejorado tanto desde que lo vi por última vez.

 

Cargando editor
12/09/2016, 23:57
NARRADOR

- ¿No pude ser yo?

Repite tus palabras con escepticismo.

- ¿El causante del hambre en la tierra? ¿De las guerras? ¿De los monstruos?

Pregunta de forma seguida.

- Pues claro que no... Aunque iluminame. ¿Qué se supone que he hecho que no podía hacer? 

En ese momento bosteza.

- La verdad que la fiesta está siendo más aburrida de lo que esperaba... Pensaba que habría algún inconsciente que hiciera algo para llamar la atención del Templario o la Inquisidora... Pero nadie parece animarse... Aunque quien sabe, tal vez seas tú la escogida...

Notas de juego

 no es un mal peleador no esta al nivel de mi madre y de lo que vi al salir de la mansión no hay manera de que haya mejorado tanto desde que lo vi por última vez.

Lo poco que pones de él es que casi te mata a ti y a tu amiga. Sabes que luchaba con espada y escudo. Más que eso no sabes. 

Y que post más corto jajaja Yo aquí super impaciente para que contestaras a ver qué decías... ¿Te esperabas que apareciera aquí?

Cargando editor
18/09/2016, 12:30
Luna

No puedo decidir si esta jugando conmigo o realmente no sabe de lo que hablo lo cual me cabrea aun más. Tengo que controlar mi fustración se lo fuerte que es y ni siquiera es mi terreno. Ademas por fuerte que sea mi madre lo era todavía más esta claro que no pudo ser él pero no descarto que sepa algo así que debo tirarle de la lengua si quiero tener alguna pista que seguir.

Tsujiyomi me dará fuerzas para enfrentarme a este nuevo reto aunque por desgracia su mano no sea suficientemente fuerte todavía para una ayuda directa se que no dejaré sin venganza la muerte de una de sus sacerdotisas y por la noche todavía se puede sentir su fuerza. Sonrío levemente sabiendome al amparo de mi diosa.

Si no lo sabes eres tan insignificante como pensaba. Digo intentando picar en su orgullo. El templario y la inquisidora no son de mi incumbencia tendrás que buscarte otro divertimento. Solo persigo mis objetivos las muertes no pagadas son un despilfarro innecesario... Digo tratando de enfadarlo por la muerte de sus padres.

Mientras hablo reviso la habitación tratando de averiguar que hace él aquí.

¿Yo vengo por "trabajo" pero que haces tu aquí? Pregunto ya que no creo que sea una coicidencia.

Cargando editor
18/09/2016, 14:49
NARRADOR

El hombre sonríe.

- ¿Nunca has matado sin que tu madre te lo dijera? 

Pregunta con sorpresa.

- Vaya... Con lo mayor que eres y aún bajo las faldas de tu madre...

Hace un leve silencio.

- Deberías probarlo. No sabes lo gratificante que puede llegar a ser matar a alguien... Por placer. La libertad de poder escoger tu blanco... Tus objetivos... La sangre que manchará tus manos... Tal vez solo por placer... Tal vez por venganza...

Al decir esto su sonrisa desaparece y su mirada se hace fría y penetrante.

- Deberías pedirle permiso a tu madre. Con un poco de suerte te lo dará... Aunque bueno, al fin y al cabo, eso tampoco sería hacer lo que quieras, ya que tu querida mamá es la que te ha dado el permiso... Como suelen decir, es mejor pedir perdón que pedir permiso... Es una pena que las asesinas como vosotras no sepáis qué es la libertad... 

Notas de juego

Por echarte un capote: cuando luchasteis contra él fue hace tiempo. 

Ya decides tú si hace un par de años o más. Pero te quiero decir que tú eras menos fuerte. 

Cargando editor
18/09/2016, 23:34
Luna

No se si nombra a mi madre solo para irritarme o desconoce lo sucedido... pero me parece demasiada casualidad. Lo miro fijamente evaluándolo. De todas maneras empiezo a concentrarme en un escudo telequinetico para poder formarlo en caso de que me ataque.

Ahí te equivocas tu eres el único que nunca dejo a su madre atrás...  Digo con deliverada malicia. Yo solo sigo los designios de mi Diosa. Creo que te clavó bien las garras después de nuestro primer encuentro. No en vano el reino de Tsujiyomi era el reino de las pesadillas.  siempre es un orgullo para una sacerdotisa saber que esta haciendo bien su trabajo... Digo con satisfacción. 

Miro los alrededores de la habitación en buscas de posibles rutas de escape, como ventanas ya que no me quiero enfrentar a los guardias y a él al mismo tiempo.

Mi Diosa no es de otorgar perdones... ni permisos. Si lo que hacemos en su nombre le place nos otorga sus dones si no... mejor no provocar sus irás como tarde o temprano averigüa todo el que osa enfrentarse a ella... o sus sacerdotisas.

Observo sus reacciones no se cuanto sabe de mi aunque si se que es más de lo que debería.

Notas de juego

Ya lo suponia pero para mi alguien de su nivel no puede alcanzar el nivel de mi madre ni en un millón de años :P xD

Cargando editor
19/09/2016, 11:53
NARRADOR

- Una Diosa... Una Madre... Al final todo es lo mismo. ¿No te parece? Una madre al menos puede expresar si lo haces bien o mal, ¿pero una Diosa? 

Se acerca la taza de té a los labios y da un pequeño sorbo.

- Y no sé a quien clavaste vuestras presuntas garras, desde luego a mí no. En todo casi fui yo a vosotras, ¿o tengo que recordarte el final de nuestro último encuentro?

Aunque sus palabras pueden resultar amenazadoras, sus ojos regresan al libro que estaba leyendo.

 

Cargando editor
23/09/2016, 00:02
Luna

Le sonrio negando cuando niega que mi Diosa haya clavado sus garras en él aunque no lo sepa es más que evidente.

Por suerte mi Diosa no premia la fuerza, la violencia o el asesinato. Creeme que he hecho un buen trabajo contigo para mi Diosa, es más que evidente. Digo con un tono de suficiencia. Dudo que estes aquí siguiendome ya que ni no sabía a donde iba hace un par de días... ¿Que haces tu aquí? Le pregunto para intentar corrobar que su estancia aqui no tiene nada que ver con el asesinato de mi madre.

Lentamente me acerco a una ventana por lo que pueda pasar, se que en cualquier momento me puede atacar y prefiero estar cerca de una posible salida aunque disimulo como si simplemente estuviera viendo distraidamente por ella sin perderlo de vista por el reflejo del cristal.

Cargando editor
23/09/2016, 00:20
NARRADOR

EL hombre mantiene la vista fija en el libro.

- Lamento que discrepemos. Si tu Diosa es de las que prefiere los trabajos a medias... 

Se encoge de hombros.

- No será una Diosa a la que dedicare mucha atención.

Vuelve a dar un pequeño sorbo a su taza de té, tras lo que centra su mirada en ti de nuevo.

- Y los asuntos que me traen aquí no son asunto tuyo.

Es frío, duro y cortante. Por su tono ni siquiera plantea la opción de preguntarte.