Partida Rol por web

Entre sombra y sombra

Lo que vino después

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03/04/2018, 02:16
Enfermero

En cuanto Cosette aceptó un brillo especial apareció en los ojos del enfermero. Parecía contento. Exhaló todo el aire de los pulmones de golpe, como si lo hubiera estado conteniendo, y mientras escuchaba las condiciones de la stripper volvió a inspirar para exhalar después.

—Por supuesto, no te preocupes —dijo, y parecía cada vez más entusiasmado con la idea. Se llevó entonces una mano al pelo, pasándola de delante hacia atrás antes de volver a soplar con fuerza.

—¡Buah! —exclamó por bajo—. Joder, esto es... Mira, te juro que hasta hora lo más ilegal que había hecho había sido robar unos chicles de crío. Y ahora voy a esconder una fugitiva... ¡Jo-der!

El tipo cerró entonces la mano en un puño y se mordió un dedo, como si lo necesitase para no levantar la voz. Entonces la miró de nuevo a los ojos, calmándose poco a poco.

—Tú no te preocupes por nada —añadió acto seguido, acercándose y volviendo a poner su mano sobre la de la muchacha—. Voy a encargarme de que estés bien. No eres alérgica a nada, ni nada así, ¿no?

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03/04/2018, 02:21
Jeremy Andrews

Los minutos siguientes pasaron bastante rápidos. En ellos el enfermero la interrogó sobre qué cosas le gustaban o no le gustaban, dispuesto a comprar algo especial de comer de camino a casa. Conforme pasaba el tiempo iba siendo más evidente que esperaba que los días que pasasen juntos fuesen básicamente como una pareja dedicada únicamente a conocer sus cuerpos, aunque no llegó a decir nada que lo evidenciase. Era una cuestión de actitud, así como de las miradas cada vez más frecuentes que echaba a la muchacha.

Sin embargo no tardó mucho en quedar patente en la conversación que lo más inteligente era que se fuese cuanto antes, y también que volviera lo menos posible durante el tiempo que le quedase a Cosette allí para no ser relacionados. Antes de abandonar el cuarto le dejó a la chica las llaves, contando con que ella sabría cómo esconderlas, y aprovechó el movimiento para dejar una breve caricia en su brazo.

Y fue una suerte que el enfermero se marchase entonces, porque el detective apenas tardó medio minuto en volver una vez que la muchacha se quedó a solas. Lo hizo caminando despacio, como si no tuviera ninguna prisa. Traía las manos vacías. Al entrar miró a la mesilla directamente, y luego alrededor.

—¿Dónde están los retratos? —preguntó con tono calmado a Cosette. Sin embargo no esperó su respuesta antes de acercarse a la cama. Por su actitud uno diría que acababa de encogerse de hombros aunque ni siquiera había llegado a hacerlo—. Bueno, no importa: Noah me ha dicho que son exactamente lo que buscamos.

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03/04/2018, 14:21
Cosette Mercier

A Cosette no terminaba de hacerle gracia que el enfermero la llamase «fugitiva», aunque no llegó a quejarse por ello. Le dejó hablar y hablar, participando lo justo en la conversación para tenerlo contento, aunque no parecía que hiciese falta mucho para ello, y tan sólo pidió que lo que comprase de comer no llevase limón. Nunca le había sentado muy bien al estómago. 

Agradeció el momento en que el tipo se marchó y la dejó a solas y recostó con alivio la cabeza sobre la almohada. Le faltaba lo más difícil: ver cómo salir del hospital sin que la policía se la llevase. En teoría para eso tenía que esperar a que el doctor le diese el alta y a partir de ahí no sabía cuánto tiempo tendría antes de que intentaran detenerla, pero no creía que fuese a ser mucho. 

Dio un pequeño respingo al ver al detective entrar en la habitación, con el temor irracional de que todo su plan de escape fuese en vano y se la fuesen a llevar ya, pero al escuchar que hablaba de los dibujos hizo un gesto desvaído hacia la puerta. 

Le pedí a un enfermero que se los llevase al puesto de control hasta que vinieran a por ellos —explicó, mirando hacia la mesilla vacía—. Es que me ponían nerviosa, pero allí se los darán.

No estaba segura de qué significaba que fuesen exactamente lo que buscaban o qué podía implicar, pero sí lo estaba bastante de que prefería no saberlo. No iba a delatar a Bill ni a dar ninguna información que les llevase a él, aunque sí que pensaba ajustar cuentas con el camello en cuanto pudiera. 

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06/04/2018, 02:47
Jeremy Andrews

El detective asintió a las palabras de Cosette con desgana. Parecía que a esas alturas los dibujos no le importasen demasiado. La miró durante un instante con ojos cansados, y por primera vez pareció que la evaluase de verdad, como si quisiera ver más allá de sus ojos y de su piel y tratar de entender qué había pasado la noche anterior. Sin embargo, ese momento no duró más que un par de segundos y luego el hombre emitió un suspiro, recuperando su actitud previa. Había sido un instante tan breve que lo más probable era que la bailarina se lo hubiera imaginado.

—Entiendo —dijo antes de girarse y caminar con naturalidad hacia el armario. Una vez allí sacó una bolsa de plástico grande que acercó a la cama de la chica sin comprobar su contenido.

—Creo que si colabora con el asunto de los dibujos —enunció entonces— tendrá las cosas mucho más fáciles. Ahora espere aquí. Voy a buscar a por los retratos y a por su alta médica.

Tras esas palabras el hombre cruzó una mirada con la bailarina. Era una clara advertencia totalmente disonante con la actitud que hasta el momento había mostrado sobre el caso. Aguardó por si ella quería decir algo más y, en caso de que no fuera así, abandonó la habitación.

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07/04/2018, 22:34
Cosette Mercier

Cosette se quedó algo cohibida con aquella mirada de advertencia del policía. ¿Sabía que iba a intentar escaparse? Pero antes había sido él mismo quien le había sugerido que lo hiciese... ¿O todo eran imaginaciones suyas? No le daba mucha confianza eso que había dicho de ayudarles con los dibujos, porque tenía toda la pinta de que querrían que les llevase hasta Bill y no pensaba hacerlo, pero si se escapaba a lo mejor era mucho peor y tampoco es que se fiase a tope del enfermero. 

Envuelta en todas esas dudas, la muchacha abrió la bolsa con la esperanza de encontrar allí su ropa. De ser así empezaría a vestirse de inmediato, con toda la intención de esconder las llaves del enfermero en su sujetador y salir sigilosamente al pasillo.

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15/04/2018, 03:28
Director

Dentro de aquella bolsa de plástico Cosette encontró su ropa... O lo que quedaba de ella. Allí estaba su sujetador, sí, así como sus pantalones y su ropa interior. Sin embargo de la camiseta no había ni rastro. Por lo que podía deducir de lo que le habían dicho hasta el momento, quizá estaba manchada de sangre cuando la encontraron. Lo que sí halló la chica fueron unas botas flexibles y tan cómodas que podría caminar con ellas incluso sin calcetines. También había un abrigo que no es que le quedase perfecto, ni era de su estilo, pero le servía.

Y entre todas esas cosas había algo más. Una bolsa de terciopelo negro que contenía una suerte de objetos extraños que Cosette ya había visto antes: monedas de oro, una especie de varita de mago, aguja e hilo, un cristal fino y tres botones.

Al asomarse al pasillo la muchacha pudo terminar de entender lo deprimente que era el lugar en el que se encontraba. En el pasillo no había ventanas y la iluminación era pobre. La pintura de las paredes estaba gastada, e incluso la gente caminaba con pinta de no tener ganas de nada. Cosette pudo ver a un par de pacientes andando sujetos cada uno a un gotero y acompañados por un enfermero y un carrito con lo que parecían las cosas de la limpieza. Sin embargo el policía no estaba a la vista. A ambos lados del corredor había puertas comunicando con más habitaciones y al final, en los dos casos, el pasillo se doblaba. De lo que había al otro lado de la esquina no era posible tener idea.

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15/04/2018, 16:24
Cosette Mercier

El ceño de la muchacha se frunció de inmediato al encontrar aquella bolsa de terciopelo llena de objetos extraños. La recordaba... de su sueño, de la pesadilla. Igual que aquella ropa que no sabía de dónde había salido pero que le resultaba familiar. Chasqueó la lengua al caer en la cuenta de que debía haber estado haciendo quién sabía qué mientras estaba colocada. Puta mierda de heroína de mala calidad. Bill se iba a enterar cuando lo pillase. 

No se lo pensó mucho y se puso el abrigo y las botas. La bolsa la guardó en el bolsillo del abrigo. No tenía muchas esperanzas, pero a lo mejor las monedas valían algo en alguna casa de empeños. Se asomó al pasillo y observó ambos lados antes de maldecir entre dientes. No tenía ni puta idea de cuál era el lado correcto pero tal vez... 

Se fijó en el número de su habitación y volvió a entrar en ella. Entonces miró la puerta por el lado de dentro, con la esperanza de encontrar ahí uno de esos planos que indican por dónde escapar en caso de incendio. Con un poco de suerte ahí podría localizar su habitación y  ver cuál era el mejor camino para escabullirse sin pasar por el puesto de enfermería de esa planta. 

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21/04/2018, 18:47
Narrador

Al aspecto de Cosette una vez vestida de aquella manera llamaba la atención aunque, desde luego, era más discreto que ir por ahí con el camisón azul del hospital.

Una vez volvió al interior y consultó el plano no tardó en ubicarse. Al parecer estaba en la segunda planta, y si conseguía llegar al ascensor o a las escaleras le bastaba recorrer medio pasillo para llegar a una salida de emergencia. No era uno de los accesos principales y por la pinta que tenía probablemente fuera de esas puertas que normalmente permanecen sin usar, pero... Podría valer.

Sin embargo, el problema seguía estando en llegar a salir de la planta en la que se encontraba. Según el plano había un puesto de enfermería en el pasillo de la derecha que sería fácil de evitar en caso de tomar el otro camino... Pero justo delante de la puerta que daba a las escaleras aparecía algo marcado, ¿un mostrador, quizá? Parecía probable.

El tiempo seguía pasando, y Cosette era consciente de que cada segundo que se retrasaba era un segundo menos de cara a la vuelta del policía. Si tenía que tramitar el alta quizá tardase, pero... ¿Y si no le hacían esperar? O ¿y si el médico decidía venir a la habitación antes de autorizarla a marcharse? ¿Dónde le estarían atendiendo, en el puesto de enfermería o en el mostrador de la entrada?

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22/04/2018, 03:27
Cosette Mercier

Cosette memorizó el mapa lo mejor que pudo y cogió aire antes de salir de nuevo al pasillo. Pensaba ir por el camino largo y asomarse a la esquina con cuidado para asegurarse de que el policía no estuviese en el mostrador. Con un poco de suerte lo tenían en el puesto de enfermería y podría escabullirse por la puerta. Sin ella... Bueno, tendría que improvisar. 

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23/04/2018, 22:59
Narrador

Salir al pasillo era sencillo. Lo que no era tan fácil era caminar sin que diera la impresión de estar haciendo algo malo. De ser una fugitiva. Las consecuencias en caso de que el detective viese a Cosette fuera de la habitación eran nefastas. Como mínimo seguro que eso agravaba su situación de cara a la policía, agregando más cargos a quién sabía exactamente cuáles tenía encima ya. Sin embargo, ¿qué otra opción tenía? ¿Quedarse esperando a que la llevasen a la cárcel?

Por el pasillo Cosette se cruzó con un par de enfermeros y algún paciente, además de un médico. Algunos de ellos le dedicaron una larga mirada, pero ninguno llegó a decir nada. Caminar con la vía puesta era molesto, pero no podía perder el tiempo deteniéndose.

Tras dar un rodeo Cosette llegó al pasillo desde el que se veía el mostrador que estaba al lado de la salida. Allí había un hombre y una mujer con uniforme blanco. Él atendía a alguien, al parecer explicándole el horario de visitas, mientras que ella miraba al frente tarareando una cancioncilla con una pequeña sonrisa colgaba de sus labios. Parecía desocupada.

Al pasar por delante de ella la chica despidió a Cosette con un gesto de cabeza. Cordial, como si fuera una visitante más. La muchacha pudo ver el puesto de enfermería justo en ese pasillo, y pasando justo por delante y sin detenerse al inspector. Debía estar dirigiéndose a la habitación de la muchacha.

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23/04/2018, 23:14
Desconocida

Una vez Cosette atravesó aquella puerta llegó a una especie de recibidor con una acceso a las escaleras y al ascensor,  tal y como el plano le había indicado.

Sin embargo, para lo que el plano no la había preparado en absoluto fue para ver aquella figura esperándola unos escalones más abajo. Su cuerpo se había retorcido de una forma imposible, haciendo que mirase a Cosette al mismo tiempo que sus pies apuntaban hacia adelante.

—Al conejo blanco —dijo con aquella voz metálica que estaba cada vez más presente en la cabeza de la bailarina—. Al coneconejo blanco, sigue —Un parpadeo y entonces estaba unos escalones más abajo, haciendo un gesto con la mano para impeler a la chica a darse prisa—. Coneconejo blanco, síguelo. Síguelo. Sigue al conejo. Sigue-si-si-sigue, sí. Tú —En ese momento sus párpados se entrecerraron, clavando sus ojos blancos más en Cosette—. Tú. Sigue-sí, al conejo, síguelo.

Y tras esa visión aquella figura bajó las escaleras, como dando por hecho que Cosette la seguiría, y desapareció tras el primer recodo.

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24/04/2018, 20:38
Cosette Mercier

La muchacha hizo un gesto de saludo a la mujer del mostrador y sus labios se fruncieron en una mueca cuando, al hacerlo, sintió la vía revolverse en su brazo. Se dio prisa para salir de ahí, consciente de que había sido una salida un poco rara. Y entonces la vio. Otra vez. La maldita alucinación. «Joder, puto Bill».

Dudó por un momento. Llevó su vista hacia la puerta que había dejado atrás y luego hacia delante. No quería ir hacia el bicho, pero no podía quedarse ahí plantada y notaba la vía como una intrusa dentro de su piel. 

Mierda, mierda, mierda —dijo por lo bajo mientras abría y cerraba los dedos, intentando reunir el valor para bajar. 

Finalmente, se remangó el abrigo y se sacó la vía con cuidado pero con prisa. No podía pensar con eso ahí. La dejó caer al suelo y tomó aire antes de echar a correr escaleras abajo. Trataba de ignorar al bicho que le taladraba el cerebro con su voz metálica. Sólo quería conseguir llegar a la calle, una vez fuera del hospital sólo tenía que perderse por la ciudad. Nueva York era muy grande, no la encontrarían, iría a casa del enfermero y luego llamaría a Jack. Se escondería hasta que se olvidasen de ella. 

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06/05/2018, 01:59
Narrador

En cuanto Cosette se sacó la vía del brazo algunas gotas de sangre la acompañaron. Sin embargo, la chica puso hacerlo sin hacerse demasiado daño ni peores consecuencias. Atrás se quedó aquella pieza de plástico y metal mientras ella bajaba las escaleras a toda prisa, y al doblar aquel recodo tuvo ante ella otro tramo de peldaños. Sin embargo, no había rastro de aquella criatura.

Tal y como el mapa de evacuación le había indicado bajar aquellas escaleras le llevó a un pasillo desde el que había una salida de emergencia. Quizá la chica llamase la atención, quizá no, pero nadie le dijo nada mientras la atravesaba.

La puerta daba a una cara lateral del hospital, aún en el recinto interior, pero ya pudo sentir el aire en plena cara. Había una alambrada sólo un par de palmos más alta que ella cerca, y la salida peatonal estaba a unos cincuenta metros hacia la izquierda.

Pronto Cosette se había unido a los demás transeúntes. Caminaba por la ciudad y no parecía que nadie la siguiese. Después de unos veinte pasos se cruzó con un par de policías patrullando, pero estos ni siquiera parecieron fijarse en ella.

La casa del enfermero estaba a cerca de una hora andando, o unos quince minutos en metro. No era una zona de gente adinerada precisamente, pero sí estaba por encima del nivel del piso de Cosette. El edificio debía tener unos setenta años, pero aguantaba en pie de sobra. Era uno de esos que se habían construido durante el boom urbanístico posterior a la Gran Depresión, con la llegada de la bonanza y el New Deal. Era una de esos inmuebles con más de diez apartamentos por planta y un sólo ascensor, paredes de papel y probablemente vecinos un poco insoportables.

El piso en sí era ligeramente modesto. Tenía dos habitaciones más o menos pequeñas, y aún así un poco más grandes que la de la stripper. Una de ellas estaba habilitada como gimnasio y la otra estaba ocupada casi por completo por una cama de matrimonio. Además de eso el apartamento contaba con un salón, cocina y baño. Había algunas prendas de ropa tiradas aquí y allá, pero en general estaba bastante ordenado. Además, en la pila del fregadero sólo estaban sucios los enseres de lo que habría sido el desayuno. No era un obseso de la limpieza, estaba claro, pero tampoco un cerdo.

Por primera vez desde que se había despertado Cosette tenía tiempo para respirar más o menos tranquila.

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11/05/2018, 03:00
Cosette Mercier

En cuanto llegó a la calle se dirigió con prisa hacia la boca de metro más cercana. Estaba paranoica y quería sumergirse cuanto antes en la marea de la ciudad, ese oleaje de gente anónima en la que cualquiera podía pasar desapercibido, incluso ella. Esquivó las cámaras de la entrada tratando de ocultar el rostro y se aseguró de que las orejas estuviesen bien tapadas por el pelo antes de pasar hacia el andén. Tanto en él como ya dentro del tren se quedó en un rincón, esforzándose por no llamar la atención, no hacer ruido, prácticamente ni moverse. 

Y, por fin, llegó al piso del enfermero. Ni siquiera recordaba su nombre, pero en ese momento le daba igual. Apoyó la espalda en la puerta en cuanto la cerró y suspiró muy fuerte. Pasaron varios segundos antes de que se pusiera en movimiento. Dejó el abrigo encima de alguna silla y se miró el brazo, en el lugar donde se había arrancado la vía. No le pareció que tuviese muy mala pinta, así que tras eso hizo un reconocimiento rápido de la casa. 

Terminó sentándose en el sofá y escondiendo la cara entre las manos. Le escocían los brazos, de una forma que le resultaba familiar, pero igualmente molesta, y tenía ganas de darse una buena ducha, pero sabía por experiencia que le iba a resultar complicado durante algunos días. Maldijo entre dientes a Bill por enésima vez y buscó con la mirada algún teléfono. No quería usar el suyo por si se lo tenían pinchado y en cuanto esa idea se le ocurrió también pensó que a lo mejor podían rastrearlo y lo sacó del bolsillo corriendo para ponerlo en modo Avión. 

¿Sería suficiente con eso? ¿O debería meterlo en el WC? ¿Ya la habrían localizado por no hacerlo antes? Estaba insegura al respecto, pero no se sabía los números de nadie de memoria y no quería romper el aparato si no era necesario, así que se convenció de que serviría primero y de que al estar en el metro no habrían podido localizarla. 

Pero ya se había quedado inquieta y no tardó en levantarse e ir a la cocina, en busca de cualquier cosa de comer. Y en cuanto pilló algo volvió a buscar algún teléfono fijo. Quería llamar a Jack. 

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26/05/2018, 23:04
Narrador

En cuanto Cosette fue a por algo de comer pudo ver en la nevera un par de platos cubiertos con film transparente. Uno parecía algún tipo de estofado, mientras que el otro era de salchichas con patatas y queso. También vio cosas sin preparar, como pizzas para el microondas y algo de bebida, así como púdines y yogures. La despensa, por su parte, estaba bastante llena de todo tipo de comida, desde cereales hasta bolsas de patatas fritas.

Después, al buscar un teléfono, Cosette no tardó en localizar uno prácticamente a su lado. Era uno de pared y estaba en el espacio entre la cocina y el salón. Parecía que llevase veinte años sin usarse, pero si el enfermero tenía internet contratado debía tener una línea telefónica, como bien pudo comprobar la stripper un momento después. Daba tono.

Cuando unos momentos más tarde marcó el número de su amigo este tardó varios tonos en contestar.

—¿Diga? —dijo entonces. De fondo se oía música. Parecía que estuviese trabajando.

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26/05/2018, 23:45
Cosette Mercier

Metió el plato en el microondas y mientras lo dejaba funcionando se llevó una bolsa de patatas fritas y una birra. Se metió un puñado en la boca de pura ansiedad y aún estaba masticando cuando el tatuador descolgó al otro lado de la línea. Tragó rápido y le dio un buen trago a la cerveza. 

Jack —dijo entonces, con un tono entre aliviado y urgente—. Soy yo, Cosette. Estoy en problemas y necesito esconderme una temporada... 

Dejó la frase en el aire y se empezó a tirar de una piel suelta en el labio. 

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28/05/2018, 09:02
Narrador

La chica tardó en oír algo al otro lado de la línea en cuanto pronunció aquellas palabras. En ese momento lo primero fue cómo la música disminuía. Después llegó la voz del chico.

—Vale, espera, dame un segundo... —tardó algunos más, pero cuando volvió a hablar se oía el sonido de la calle—. ¿Qué ha pasado? ¿Qué necesitas exactamente? —preguntó, probablemente para saber de quién se escondía—. ¿Voy a buscarte a algún sitio?

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03/06/2018, 14:09
Cosette Mercier

La disposición de Jack fue un alivio para la stripper después del día que llevaba. Estuvo a punto de decirle que sí, que la recogiese ya mismo, pero era consciente de que tenía que pensar las cosas mejor. Un paso en falso podía ser fatal y no era difícil relacionarla con el tatuador. Su casa sería seguramente uno de los primeros sitios donde la buscarían. 

—Un tipo murió en el club anoche y la policía cree que fui yo —explicó, con prisa, atropellándose con las palabras—. Bueno, no lo creen de verdad, pero como no tienen a quien echarle la culpa me la quieren echar a mí —aclaró, tapándose las orejas con el pelo en un gesto automático de defensa—. No puedes venir a buscarme, seguro que se enteran de que me conoces y te preguntan. Ahora estoy escondida en casa de un tío, me puedo quedar aquí un par de noches, creo.

Se tiró un poco más de la piel del labio y notó el escozor de la herida que le hizo parar y pasarse la lengua por encima. 

¿Me puedes ayudar? ¿Conoces algún sitio donde me pueda esconder una temporada sin que lo relacionen contigo? —Entonces recordó algo más—. Y, tío, ten cuidado con la mierda de Bill. Me ha vendido un caballo chungo y he acabado en el hospital. Cuando le pille le voy a soltar cuatro cosas. 

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23/07/2018, 21:02
Narrador

Jack no habló desde que la chica empezó a explicarse hasta que terminó. Cuando intervino no fue para poner en duda las palabras de Cosette, ni mucho menos: parecía no dudar de ninguna de ellas.

—Maderos hijos de puta... —maldijo entre dientes. No tenía un odio especial a la policía, al menos no más que el de todo el que sabe que es mejor solucionar las cosas por uno mismo que pedir ayuda a las autoridades.

—Ahora no se me ocurre ningún sitio, nena —continuó tras un par de segundos—. Pero un par de días es tiempo de sobra para encontrarte algo discreto. ¿Tienes pasta para estos días? No ando muy fino, pero cien o ciento y algo sí te puedo pasar.

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24/07/2018, 02:34
Cosette Mercier

Cosette sonrió un poco. Se sentía mejor escuchando a Jack tan dispuesto a ayudarla, más segura. 

—Qué va, tío. No tengo de nada. Por no tener no tengo ni camiseta, que me la debieron tirar en el hospital —Se permitió un resoplido de risa con aquello, buscando el humor en la mierda en que se había convertido de repente su vida—. Pero me encontré un abrigo con unas cosas frikis en el bolsillo —explicó—, a lo mejor puedo empeñar algo y sacar algo de pasta. Y encima no puedo ir a mi piso así que me apañaré con lo que me pueda prestar el tío este. 

Se pasó la lengua por la herida que se había abierto en el labio y le escocía. La oferta de pasta era jugosa, con eso a lo mejor podía pillar una dosis que la ayudase a aguantar esos dos días escondida. Pero mejor guardar esa carta por si la necesitaba más adelante, así que se aguantó las ganas y lo dejó correr.

—Tú no te rayes, Jack. Con que me encuentres donde quedarme ya me haces un favor de puta madre. Tengo el móvil apagado por si me rastrean o algo chungo, pero yo te llamo mañana y me cuentas, ¿vale?