Partida Rol por web

Erebus

Escena I: Se acerca el invierno

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21/10/2012, 17:47
Jacques Goubert

Goubert asintió al escuchar las sabias palabras de Tres Alces, pues el Hurón volvía a hacer gala de su sabiduría al aconsejar prudencia al grupo. No debían precipitarse, debían caer sobre la víctima propiciatoria con el máximo sigilo posible. El soldado sabía que los indios eran unos auténticos maestros en el arte de la ocultación y que lo más sensato sería seguir sus consejos. Sin embargo, Jacques se incomodó al notar en Ojo-de-Cuervo la sombra de la duda. Si llegaba el momento de decidir ofrecer la sangre de uno de los desdichados tripulantes del Erebus deberían primero asegurarse de que todos estarían dispuestos a llegar hasta el final.
“Ojo-de Cuervo, piensa que la única forma de salvar a estos desdichados es ofreciendo sangre al que llamáis Wendigo. Sé que tú también has visto a ese espíritu, sé que has visto sus terribles ojos…ahora mira a tu alrededor, mira a mi pueblo negando la evidencia ¡La mayoría negará el haberlo visto! ¡Dirán que es fruto de nuestra imaginación, fruto del frío y del hambre! Pero tú y yo sabemos que a Danton no lo mató ni el frío ni el hambre, ni tampoco lo mató nuestra mente ¡A Danton lo mató ese demonio! Mi pueblo no hará nada por salvarnos. Esos idiotas no aceptarán realizar un sacrificio, pues lo calificarán de superchería y de ritual demoniaco…y con ello nos condenarán a todos. Si no actuamos moriremos todos en este mísero barco”.
El soldado tomó aliento y miró en derredor para asegurarse de que nadie más les escuchara antes de proseguir su alocución, ahora dirigiéndose a Tres Alces.
“La vida es el bien más preciado que un hombre puede ofrecer, mas no todas las vidas son igual de preciadas para los hombres… en el barco hay determinadas personas que podrían sernos útiles si Wendigo nos deja ir…por ejemplo el médico. Sin embargo hay otras personas cuya utilidad a bordo es cuestionable…personas que llegado el caso serían más útiles ofrendadas en sacrificio y, por lo tanto, muertas que vivas. Tenemos a unos cuantos marinos inútiles cuyo trabajo puede ser fácilmente reemplazado…por no hablar de la mujer. Mi pueblo dice que trae mala suerte llevarlas a bordo…y no sé si es eso lo que pudo atraer al demonio. Independientemente si es suya la culpa o no, lo único que hace es dibujar en ese estúpido cuaderno y pavonearse delante del doctor, del capitán y de ese jovenzuelo del perro…sin embargo, su muerte podría despertar las iras del Sachem…tal vez lo mejor sería empezar por uno de los inútiles marineros”.

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22/10/2012, 01:00
Iqanuc

-¡Un hombre no debe matar otro hombre! ¡Es prohibido! -se escandalizó Iqanuc, abriendo como platos sus ojos rasgados-. Las gentes que siembran son ignorantes y bárbaros. Os he dicho: El Que Camina con Vientos Helados escoge. Además, no todos mueren. El hombre gritaba cuando Ethakee le llevó. Él aún vive, quizá.

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22/10/2012, 12:33
Jacques Goubert

 “El Que Camina con Vientos Helados escoge”, la frase del hombrecillo se repetían una y otra vez en la mente del soldado al tiempo que un repentino escalofrío recorría su espina dorsal.
“Bah…tonterías. Esa cosa escogerá entre lo que le ofrezcamos y me da igual lo que haga después con los elegidos. Lo único que me importa es poder volver a casa ¿A ti no, Iqanuc?- dijo mirando a los ojos del inuit sin apenas respirar para así evitar marearse por la mezcla del olor a grasa y pescado podrido de éste- ¿No deseas poder volver con los tuyos? Además, si ese demonio no los mata ¿Cuál es el problema? Y aunque acabase con sus apestosas vidas no podríamos considerarlo como asesinatos ¡Son sacrificios! ¡Ofrendas realizadas para aplacar la ira de un ente superior! La mayor parte de los tripulantes de este barco no llegarán a viejos, créeme. La mayor parte de la tripulación acabará sus días en un tugurio, alcoholizados y aprovechando la más mínima ocasión para meterse en una pelea. Vivirán como animales, pensando solo en comer y en aparearse,  hasta que un botellazo les abra la cabeza o hasta que su cuerpo diga basta tras llenar el buche en demasía de alcohol. Son más útiles como ofrenda que vivos…además, si esa cosa no nos deja marchar moriremos todos…debemos pensar en el bien del grupo…y somos los únicos que podemos pensar de tal forma en este barco”.
 

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24/10/2012, 11:05
Director

Iqanuc miraba al soldado europeo como si fuese un diablo, el rostro severo y visiblemente preocupado. En ese momento, intervino Tres Alces:

-¡Ugh! -asintió-. Lo importante es regresar. Si el Caminante de los Vientos aparece de nuevo, debemos estar preparados. Debemos decidir a quiénes arrojar a sus brazos entonces. Cuando reciba suficiente se marchará y los demás nos iremos.

-¿Y si nos quiere a todos? -terció de nuevo el esquimal-. Sólo ayudaremos al mal. Bárbaros, no os ayudaré en eso.

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24/10/2012, 12:01
Jacques Goubert

El soldado agarró con fuerza al esquimal y acercó la redonda cara de éste a la suya. Con los ojos inyectados en sangre y el rostro rojo de ira, Jacques  zarandeó al pequeño inuit que más parecía una marioneta en las manos de Goubert que un ser vivo.
“Sachem Tres Alces, creo que ya tenemos a nuestro primer candidato. Después de todo los franceses no echarán de menos a un esquimal quejica que huele a pescado podrido”. Dijo al tiempo que dejó escapar su estúpida y chillona risa.
 

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24/10/2012, 19:01
Ojo-de-Cuervo

-Alto, Jacques -pidió el algonquino adelantando la mano y saliendo de su mutismo-. Esto es lo que quiere Wendigo: dividirnos a través del miedo y saciarse de nuestras almas temblorosas. Iqanuc nos está ayudando a comprender al espíritu.

Se giró hacia el inuit para intentar entender más del asunto. No podía olvidar aquellos instantes de terror. No se creía capaz de condenar a más gente a esos horrores. Aunque fueran esos bárbaros marineros.

-¿Cómo se le combate, amigo Iqanuc? ¿Cómo se combate a ese mal?

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24/10/2012, 21:14
Jacques Goubert

Jacques resopló y abrió sus manos dejando caer al pequeño esquimal al suelo, que se apresuró a alejarse del francés todo lo rápido que sus cortos pies le permitieron una vez se vio libre. El soldado meneó la cabeza de izquierda a derecha y volvió resollar, ahora con más fuerza, intentando así calmar su ira.
“Está bien, Ojo-de-Cuervo. Dejemos que “bola de sebo” cuente todo lo que sabe sobre Wendigo, pero sigo pensando que lo mejor es aplacar a ese demonio con sangre, pues si no lo hacemos nos llevará a todos …y yo no pienso quedarme de brazos cruzados esperando a que ese ser reclame mi alma. Así que si ese esquimal no me da una buena razón para no realizar los sacrificios que sean necesarios será él el primero en ser arrojado al Caminante de los Vientos”.
 

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26/10/2012, 10:49
Capitán Louis Bourmont

Ante la ausencia de nuevos comentarios, el capitán dio por terminada la reunión dando unas últimas instrucciones.

-Caballeros, eso es todo. Monsieur Rigaud, dé las órdenes oportunas al contramaestre Chabrillane. Monsieur LeBrun, para confortarle asignaré a su grupo al doctor y la señora baronesa. No nos iríamos sin ellos, ¿no cree? –algunos disimulan una sonrisa desdeñosa-. Antes de marcharse, doctor Tessier, le agradecería que echase un vistazo al joven Charriere, por si puede calmar sus nervios de alguna manera.

Los hombres salen del atestado camarote, comentando las órdenes. Acuerdan que los cadetes Jacquin y Grandet capitanearán las otras dos partidas, y se retiran para prepararse y dormir lo que puedan.

La última en dejar el camarote es la baronesa D’Uberville. Antes de que traspase la puerta, el capitán la detiene mostrándole un sobre abierto. Sus palabras, audibles desde el pasillo, llaman la atención de algunos, que intercambian miradas curiosas.

-Madame, ¿desea usted que conserve esta carta o prefiere recuperarla ahora?

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26/10/2012, 10:51
Director

Visiblemente incómodo, Iqanuc respondió mirando fijamente a Ojo de Cuervo para ignorar las amenazadoras palabras del francés.

-Ojo de Cuervo, no creo que se pueda combatir al Que Camina con Vientos Helados. Los chamanes inuit conocen medicina poderosa y hechizos, pero yo no soy chamán. Sólo podemos vigilar y escondernos.

El potente vozarrón del contramaestre Chabrillane se abrió paso por entre las entrañas de la nave, aproximándose al lugar en que se apiñaban los conspiradores.

-¡Tres Alces! ¡Ojo de Cuervo! ¿Dónde diablos están los indígenas? ¡Iqanuc!

Sus pasos pronto se acercaron al escondite tras los barriles. El esquimal, casi aliviado, salió al encuentro del capataz.

-¡Ah, estás aquí! Prepárate, Iqanuc. Al amanecer se formarán tres grupos para ir en busca de Danton. Avisa a los otros guías que se preparen también.
 

Notas de juego

Si lo deseáis, podéis intercambiar un par de rápidas impresiones aún a escondidas.

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26/10/2012, 10:52
Director

Notas de juego

Daré un tiempo por si alguien desea añadir algo más, preguntar a otros miembros de la tripulación, consultar el equipo a transportar, protestar enérgicamente, realizar algún ritual protector (incluyendo sacrificios humanos) o lo que sea.

Abriré la siguiente escena en cuatro días.
 

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26/10/2012, 11:38
Jacques Goubert
Sólo para el director

“Sólo podemos vigilar y escondernos”, repitió en voz baja el francés y esperó a quedarse a solas con Tres Alces para hablar con él.

“Ja, está loco este esquimal si piensa que voy a esconderme como una rata a esperar que esa cosa acabe con todos nosotros…pero tampoco cometeré la estupidez de ir a buscar al necio  de Danton, de meterme en la boca del lobo por un holgazán que posiblemente a estas horas esté ya muerto. Tres Alces, Chabrillane no es digno de ser Sachem, pues nos condena a morir ¿Es lícito obedecer a un jefe que no escucha a todo el grupo? ¿Deben los exploradores obedecer a un Sachem que no se molestó en pedirles consejo? Yo creo que no, que debemos actuar rápido y por nuestra cuenta si queremos sobrevivir. No confío en el inuit…pero tampoco en Ojo-de-Cuervo, es un buen tipo, sí, pero creo que la relación con mi pueblo ablandó demasiado su corazón y reblandeció sus sesos. Tracemos un plan antes de separarnos ¿Sacrificaremos a alguien antes de la partida? ¿A quién? Yo voto por el inuit, pues podría delatarnos y dar al traste con nuestro plan…pero tendríamos que asegurarnos de que Ojo-de-Cuervo no se entere…o al menos deberíamos hacer que se mantenga callado…algo habitual en él, por otra parte… la siguiente cuestión es ¿Cómo lo haremos?¿Qué pasos son necesarios seguir en el ritual para que funcione? Instrúyame, Sachem Tres Alces ”.
 

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27/10/2012, 23:50
Catalina d'Uberville

- Consérvela, capitán. 

Con gesto lacónico, sin añadir nada más, Catalina se marcha.

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28/10/2012, 19:34
Ludovic Tessier

-Por supuesto, capitán -comentó el médico. Tenía real interés en ver el estado de Charriere: nunca se sabe demasiado. Además, su natural empatía apenaba a Ludovic, capaz de ponerse en el lugar del joven-. No se vayan sin mí -concluye, guiñando un ojo a sus compañeros de andanzas.

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28/10/2012, 23:17
Tres Alces

Tres Alces pestañeó, algo sorprendido y quizá preocupado.

-Soy cazador y guerrero. No sachem, ni tampoco hombre-medicina. Iqanuc es un cobarde pero no un estúpido, y Ojo de Cuervo es Hurón y a él confiaría mi propia vida. Hermano blanco –añade en un susurro-, apacigua tu corazón o te veré ahorcado. Bourmont es jefe y debe ser obedecido, y Cara de Muerto es su voz. Por ahora debemos aguardar y vigilar.

Y levantándose, se alejó en busca de sus pertrechos.

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28/10/2012, 23:19
Contramaestre Pierre Chabrillane

Los rotundos pasos de Chabrillane se aproximaron, y el soldado no tardó en verse frente al contramaestre. Le dirigió una mirada de suspicacia al encontrarle junto a los indígenas, pero nada dijo al respecto.

-Monsieur Goubert, al fin la escolta armada tendrá algo de actividad. En cuanto haya suficiente luz saldrán a explorar los alrededores junto a los guías indios y algunos oficiales. Disponga lo que le sea preciso.

Chabrillane era un hombre severo, conocedor del valor de la disciplina, acostumbrado a mandar y a hacerse obedecer. Saludó a Goubert con una brevísima inclinación de cabeza y sin decir más dio media vuelta y desapareció por la escotilla de la bodega.

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29/10/2012, 10:45
Jacques Goubert

El francés quedó contrariado al escuchar la respuesta de Tres Alces ¿Cómo podían hacer caso del apestoso inuit? ¿Esconderse y rezar era la solución que proponían los indios? Jacques pensó que había sido un estúpido al confiar en un pueblo de espíritu volátil e indeciso.
“Tres Alces tan pronto se mostró partidario de realizar sacrificios como de esconderse como una rata. No puedo fiarme de nadie, tendré que actuar solo si quiero salir con vida de esta”, pensó al tiempo que veía aproximarse al contramaestre que, altivo y con rostro serio, le indicó que debía prepararse para la búsqueda de Danton. Goubert esperó a que Chabrillane desapareciera por la escotilla para descargar su ira, en forma de puntapié, sobre uno de los fardos que se amontonaban en la bodega.
“¡Idiotas! ¡Son todos unos idiotas malnacidos!”, enfurecido y dando puñetazos al aire Jacques continuaba descargando su ira contra enemigos imaginarios mientras su frente palpitaba y parecía una olla a presión a punto de reventar.
 

Notas de juego

Querido master, usted dirá que equipo y armas tengo a mi disposición                                             

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30/10/2012, 18:13
Ojo-de-Cuervo

Notas de juego

Llevaré mis armas, claro, y los utensilios para cargar el mosquete. Ropa de abrigo y el extraño amuleto del inuit. Si tengo raquetas, estupendo, si no me fabrico unas con madera y cuerda.

Además habrá que llevar cuerda, piquetas, comida desecada, yesca y pedernal, mantas, lonas y algo de equipo médico.

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01/11/2012, 13:51
Catalina d'Uberville
Sólo para el director

Notas de juego

Veamos, llevaremos el típico Kit Básico de Aventurero con doble de yesca/pedernal y aceite. A mayores, el médico llevará toda la historia de medicinas y tal (intuyo que con un extra de morfina y piernas amputadas), así que en ese aspecto no llevaré nada. Sí arramplo con mi Pack del Naturista Sensato, con cazamariposas... bueno, igual eso no. Pero vamos, sí lo básico que se suela llevar a climas de mierda como este; bisturíes, botecitos para especímenes, lupa, punzón, guía de campo... ya sabes. En vez de fenol como conservante, llevo ginebra, que tiene más usos y no te autodestruye si se te cae encima.  Como nota excéntrica, llevo un pequeño hornillo  con un poco de combustible -ni idea de cómo serán en este siglo, supongo que irán a carbón y serán de hierro forjado-, té, y una taza+platillo. Como buena madre, Catalina está convencida de las cualidades del té.