Partida Rol por web

Exaltado. - Episodio Uno: Los veintidós demonios.

Reino de Wu: 1) Hsien Wu, Palacio de los Reyes Muertos.

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06/03/2011, 23:54
Dulce Loto.

Inclino la cabeza a la hija del posadero en señal de agradecimiento y tomo en mis manos un cuenco y unos palillos, para servirme, un poco, nada más, saboreo las verduras, antes de escuchar lo que pasa a mi alrededor, había notado la punzada del hambre, pero con el baño parecía que había pasado, ahora vuelve, con mayor intensidad, pero como lentamente, saboreando cada trozo que me llevo a la boca.

Mastico el trozo y lo trago, antes de mirar al Lord Carroñero.

Mejor, gracias.

Miro un momento el kimono.

Este color me parece más adecuado.

Ahora que me están presentando, miro uno a uno a los que están sentados a la mesa, haciendo una ligera inclinación de cabeza a cada uno de ellos, mis ojos se posan en el automatón, mis ojos se abren ligeramente, casi sorprendidos, tan sólo un momento, mis palillos tiemblan entre mis dedos, el superior resbala y cae al suelo, con un ligero sonido de madera sobre madera. Bajo la mirada, casi siento el calor del sonrojo en mis mejillas.

Oh, qué torpeza, lo lamento, pero... Respiro hondamente, levanto de nuevo la vista. Pero nunca había visto uno... creo... Ladeo ligeramente la cabeza, volviendo a mirarlo. Parece muy... antiguo. Abro y cierro los ojos, dos veces, antes de volver mi mirada al Carroñero. Mi nombre es Dulce Loto.

Me agacho para coger el palillo que ha rodado un poco, lo dejo encima de la mesa y suspiro, dejo el otro a su lado, al igual que el cuenco, supongo que debería pedir que me trajeran otro par, miro a Emisario del Dragón, parece un monje, sonrío ligeramente.

Entonces a vos debo dar las gracias por esta comida, no se cómo pagaros, mi dinero lo llevaban mis criados... los perdí cuando atravesábamos el mercado, pensé... que tal vez estarían aquí.

Me traen más comida, miro al posadero.

¿Serías tan amable de traerme otro par de palillos? En mi torpeza se me ha caído uno al suelo.

A mi olfato llega el olor del guo-tie, decididamente, tengo hambre, mucha, casi estoy tentada en coger una con la mano, pero sería una terrible falta de educación, ya no soy una niña.

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07/03/2011, 12:25
Posadero.

Al poco llega el posadero con un nuevo juego de palillos, que deposita en la mesa junto a Dulce Loto con una reverencia.

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07/03/2011, 19:31
Patán Sabio.

Patán Sabio contemplaba complacido. Todos comían a gusto salvo el Maestro Garra de Halcón que aún no había aceptado la invitación de Emisario. Y la joven, Dulce Loto, exhibía una delicadeza tan entrañable para él...

Patán interrumpió su historia para unirse a la conversación.

- Oh, sí, señorita Dulce Loto. Fui construido en la Primera Edad, así que soy bastante antiguo, sí, pero aún recuerdo muchas cosas de aquellos maravillosos días. Hoy... es difícil encontrar piezas de automatón para hacer un buen mantenimiento, ¿verdad, Riqueza? Así que disculpad mi envejecido aspecto. Otro día os contaré mi historia, si queréis escucharla. Pero ahora, concentraos en comer y coger fuerzas.

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08/03/2011, 00:24
[RIP] Mazo.

Mazo comía mientras bebía directamente de una botella de shochu.

Ya iba por su segunda botella desde que se encontró con estos extraños personajes, pero, aunque podría sentirse incómodo ante tanta parafernalia, estaba mucho más interesado en escuchar la historia de la doncella más que nadie.

Como era de esperar, necesitaba un poco de combate antes que su arma y su armadura se terminen oxidando y mientras bebía, hacía memoria de cuánto tiempo había pasado desde su último combate.

En ese momento, las palabras del automatón lo sacaron de sus pensamientos y se giró hacia él, pensando que iba a relatar una historia. Sin embargo, el robot se quedó en eso, simplemente en unas palabras.

Continuó comiendo tranquilo, sin dejar de beber, mientras esperaba una historia interesante.

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08/03/2011, 00:29
[RIP] Maestro Garra de Halcón.

Con la mirada posada en la madera ya casi recordaba todas y cada una de las vetas. Con mis dedos las seguía y repasaba intentando alargar con ello los tragos que tardaba en vaciar el vaso. No tenía intención de dar al Emisario la satisfacción de mirar la comida que ofrecía, de que por un momento confundiese mi deseo de justicia con uno por simple comida. No, ni el mayor de los banquetes saciaría el tipo de hambre que sufría.

Había pasado un buen rato y no había conseguido lo que quería. Era una prueba de que lo que me había llevado a retarle no era tan solo la ira que el paso del tiempo o la sensatez hubiese aplacado, o las palabras de un ebrio parroquiano que se hubiesen olvidado; era una razón de mayor peso, con más significado, la posibilidad de obtener algo de justicia, una satisfacción minúscula en comparación con todas las desgracias sufridas. Y si tan solo heridas obtenía de aquel combate por lo menos esperaba que el dolor por ellas causado me hiciera olvidar por un momento el que ya padecía.

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08/03/2011, 15:31
Hija del Posadero.

La doncella le trae una nueva botellita de sake tibio al Maestro Garra de Halcón.

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08/03/2011, 17:46
Riqueza Efímera.

Riqueza observa a la muchacha y le sonríe con una sonrisa alentadora, aguardando a que ella continúe desgranando su historia.

Notas de juego

*DM*

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08/03/2011, 17:48
Posadero.

El Posadero se va a la mesa de los Secretarios del Regente, que ya se marchan, al parecer algo molestos porque Emisario del Dragón les dejase tan repentinamente.

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08/03/2011, 17:49
Hija del Posadero.

La doncella regresa a la cocina.

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08/03/2011, 19:37
Dulce Loto.

Termino de comer, no mucho, la mitad de lo que había en las bandejas ha terminado en el estómago de mis acompañantes, pero por lo menos dejo de tener ese vacío en mi estómago, no el de mi pecho, no ese dolor lacerante, pero sí el otro. En mis manos tengo una taza de té, aún caliente, la mitad ya ha sido bebida.

Suspiro de nuevo, supongo que quieren saber qué me ha pasado. Levanto la vista al automatón, sonrío ligeramente, el miedo que siento se difumina un poco.

La Primera Edad, eso es muy lejano, quizás quiera escuchar tu historia.

Bajo la mirada a mi taza, al líquido verdoso que hay en ella.

Las tierras de padre están a un día de camino de aquí, más o menos. Hablo en voz baja, tan baja que apenas se escucha más allá de la mesa donde estamos. No debería haberme ido, pero no podía quedarme allí, el fuego… la casa ardió como una gran antorcha, mi casa, donde nací, donde he crecido, el único hogar que he conocido. Arrugo ligeramente el entrecejo. Alguien tiene que recoger el arroz de los arrozales, alguien tiene que sacar a los bueyes, dar de comer a los animales. Pero me aconsejaron que viniera aquí, para hablar con el Regente, para informar… de la muerte de padre y madre, de… Cierro los ojos, callo, respiro, uno, dos, no puedo volver a llorar. De que han sido asesinados… Abro los ojos, noto cómo pican, bebo un poco de té. Bambú siempre fue cruel, siempre… me pegaba cuando éramos pequeños, cuando padre y madre no miraban, cuando ningún criado podía hacerlo, una vez me tiró del almendro del patio, porque él quería estar allí arriba, en vez de que estuviéramos los dos. Hago una pausa, niego ligeramente. Bambú es mi hermano. Una lágrima solitaria rueda por mi mejilla. Entré en casa, estaba… era… Callo, mis manos tiemblan, sus miradas, las de hoy, las de ayer, sus susurros, todo, no puedo, no es cierto, no me creen, no se si lo hacen, da igual, sigo escuchando esos susurros. Siento cómo las lágrimas mojan mis mejillas, pero no puedo evitarlo, la sangre, ayer, siento que mis manos siguen llenas de sangre, aunque me he bañado, me lavé, ayer, esta mañana, en el río, en el estanque, en un arroyo. Sujeto fuerte la taza. Niego. No puedo seguir hablando, así que bebo un poco más, aunque mis manos tiemblan ya visiblemente.

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09/03/2011, 00:20
[RIP] Emisario del Dragón.

Las palabras de la muchacha estaban llenas de dolor y de pena, sentimientos reales que se habían sentado a la mesa con ellos. Invitados no deseados en aquella sobremesa pero, sin embargo, esperados después de la primera visión de la muchacha al entrar en el local.

-Muchacha, aquí estas segura. Quienquiera que hizo eso no llegará hasta ti aquí, no te hará daño. Tranquila...

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10/03/2011, 21:16
Riqueza Efímera.

- Deja esa taza, muchacha - dijo Riqueza tomando entre sus manos las temblorosas de Dulce Loto y obligándola con suavidad a depositar la taza de té sobre la mesa -. Emisario - comentó sin apartar la mirada de la joven, a la cual parecía cubrir con un halo paternal -, ese quienquiera es su hermano. Su misma carne, su misma sangre. Pedirle tranquilidad es una ilusión que no debemos potenciar. Es como ser mordido por un áspid y pedirle que no se preocupe por el veneno que corre por su sangre. No, es mejor sajar la herida y dejar que purgue lo que puede acabar matando. Dulce Loto, Bambú es tu hermano. Y puede que siempre haya sido cruel. Está en la naturaleza humana el poder serlo. Pero la crueldad no conduce siempre a algo tan terrible como lo que acabas de relatarnos. Dime, hija, ¿qué ocurrió realmente? ¿Qué pasó cuando entraste en la casa?

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10/03/2011, 22:54
[RIP] Maestro Garra de Halcón.

Las palabras de Riqueza Efímera eran sabias, en la naturaleza del hombre está la crueldad. Lo que parecían no entender es que mientras consolaban a la pobre joven compartían mesa con alguien que había defendido las crueldades de otros, seguramente también compartidas por él. Pero ese era el problema, que no siempre el mal tomaba la forma de un áspid, muchas veces aparenta ser tu propio hermano o un miembro de una orden que finge hacer el bien.

- Hoy en día lealtades y amistades no duran más que el dinero que las alimenta.- musité pensando en los sirvientes que la habían dejado tirada a la menor señal de problemas, aunque ciertamente podía extenderse al corrillo que se había formado alrededor de ese “bienhechor”.

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11/03/2011, 09:29
Patán Sabio.

Patán Sabio, que había dejado su historia cuando Dulce Loto decidió empezar a contar la suya, se quedó escuchando. Además, a nadie le interesaba ahora una vieja leyenda. Ya terminaría la historia de Flecha Relampagueante en otro momento.

Se fijó en los platos ya terminados de los comensales. Ni siquiera el frugal Riqueza Efímera había perdido la oportunidad de cenar dos veces. Propio de él el nunca desaprovechar nada. Llamó a la hija del posadero para que recogiera los platos de comida terminada, y él mismo ayudó a retirar estos platos de la mesa.

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11/03/2011, 12:18
Hija del Posadero.

La doncella recoge los platos y agradece a Patán Sabio el gentil gesto de ayudarla en la tarea.

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11/03/2011, 18:07
Dulce Loto.

He empezado a bajar la taza para no derramar su líquido, miro al monje, ¿segura? No, no lo estoy, no siento que lo esté, pero antes de que pueda responder unas manos tocan las mías, mi respiración se detiene un segundo, casi un respingo, están llenas de sangre, las miro a través de mis lágrimas, no, están limpias, guiadas hacia la mesa, para posar allí la taza, contemplo un momento esas manos, que tienen unos brazos, y al final de ellos una cara, el Lord Carroñero.

Gracias.

Musito, pero aparto mis manos de las suyas, no soporto ese contacto, aunque lo ha hecho con buena intención, no se si soportaría algún tipo de contacto. Suspiro de nuevo, cierro los ojos, sigo temblando, pero levanto mis manos para limpiar mis lágrimas de la cara, para secar lo que pueda, vuelvo a abrirlos, pero no levanto la mirada, mis manos de nuevo apoyadas en mi regazo, ahí se dirigen mis ojos.

Aún no había anochecido... pero no faltaba demasiado para la hora de cenar, escuché un grito, de madre, corrí... hacia allí, y... era él, pero no lo era... Cierro los ojos, niego, la voz me tiembla, al igual que mi cuerpo. Ví sus ojos, amarillos, no negros como siempre, era más... grande... no se... sus manos parecían garras... estaban... estaban llenas de sangre, madre seguía gritando, o quizás también gritaba yo, no lo se... no lo se... en el suelo había un bulto, más sangre, no, no era un bulto, era el kimono de padre, no, era padre, como si... las manos de Bambú, sus manos... no eran manos, eran otra cosa, tenía sangre, habíaa sangre por todos los lados, madre estaba a un lado, arrodillada, fue hacia ella, y... y... Me llevo las manos a la cara, me la cubro, no puedo dejar de hablar, de verlo en mi cabeza. La mató, como acababa de hacer con padre... quise correr hacia ella, no se si me vio o no, no lo se... pero no podía andar, no podía moverme... entonces... me miró... tiró algo al suelo, fuego, creo, empezó a oler a quemado... Callo un momento, le hice huir, pero no se cómo, no lo se, no puedo contar eso, no puedo... Bajo las manos, suspiro. De repente pude moverme... corrí, salí de la casa que ardía, hacia mi escondite, donde... donde me escondía siempre de Bambú. Me encontraron horas más tarde, creo que... me desmayé, no lo se... todo estaba quemado, todo...

Callo, no he llorado hasta ahora, tenía demasiado miedo, o quizás demasiada impresión, no lo se, pero no he dejado de hacerlo mientras explicaba, ni puedo hacerlo ahora que he terminado de contarlo.

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11/03/2011, 20:51
Director

RIQUEZA EFIMERA, PATAN SABIO:

- Lo que la chica está describiendo es alguna clase de criatura transformista, capaz de adoptar forma humana.

- Un espíritu maligno o un no muerto tal vez podrían hacer eso, del mismo modo que algún raro tipo de Raksha, sin embargo un demonio parece el sospechoso más probable.

- Primero porque el medallón mágico de Riqueza Efímera ya ha revelado tenuemente alguna clase de presencia demoníaca hacia el Este (de donde vino Dulce Loto). Segundo por la descripción que la muchacha hace de su hermano, Bambú, como alguien más bien malvado desde siempre (lo que lo convierte en un candidato ideal para ciertos tipos de posesión o pacto demoníaco).

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13/03/2011, 13:21
Riqueza Efímera.

A Riqueza no le pasó por alto la renuencia de la muchacha ante el contacto de sus manos, de modo que las retiró para retomar su taza de humeante té y escuchar el resto de la historia. La trágica historia relatada por Dulce Loto dibujó en su expresivo rostro, la pena y el temor. Pena por las muertes y temor ante la mención de garras y ojos amarillos. Inconscientemente, sus manos dibujaron gestos para conjurar a los malos espíritus.

- Terrible, terrible - dijo negando con la cabeza -. Y pese a ello, hay que dar las gracias porque sigas viva. Creo que cuando me reponga iré al templo a hacer una ofrenda. Muchacha, nadie debería pasar por algo tan terrible como lo que has pasado. Pero dime, ¿tienes familia a la que acudir? ¿Alguien que pueda cuidar de ti en estas trágicas horas? Y ciertamente, hay que informar a las autoridades. Y no estaría de más que alguien pudiera acudir a tu hogar y ver si algo se ha salvado de la destrucción. Dulce Loto, ¿a cuánta distancia y en qué dirección está la casa de tus padres?

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13/03/2011, 13:34
Riqueza Efímera.

En medio de su representación, la mente de Riqueza trabajaba rápido. Bambú, el hermano de Dulce Loto, mostraba todos los síntomas de haber sido poseido o haber firmado un pacto demoníaco. Su propensión a una declarada crueldad desde su infancia, lo hacía un perfecto candidato a tal cosa. No ignoraba cómo su amuleto había mostrado señales de una presencia demoníaca al este de la ciudad. Tan solo esperaba que la joven confirmara ahora sus sospechas con una respuesta en aquel sentido. El principal problema sería determinar la verdadera naturaleza del ser que había poseído a Bambú. ¿Un espíritu maligno? ¿Un no muerto? ¿Un rashka? ¿Un demonio? La mención de unos ojos ambarinos y unas garras no bastaban para pronunciarse por uno u otro candidato. Lo mejor sería investigar y de ser posible, llevar a cabo un exorcismo.

Pero algo había quedado claro para Riqueza, quien había mirado a Patán por un segundo consciente de que él también habría caído en la cuenta. Dulce Loto no había hecho mención alguna de haber sido atacada por su hermano. Riqueza no dudó de que tal hecho había ocurrido, igual que había podido leer más allá del silencio de la muchacha. Esta, de alguna forma, había conseguido rechazar a Bambú y salvarse milagrosamente. Su verdadera naturaleza había despertado.

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13/03/2011, 18:08
[RIP] Emisario del Dragón.

Emisario escuchó con atención las palabras de la muchacha. Conforme estas iban siendo pronunciadas su frente se iba arrugando al conocer algunos de los detalles, porque estaba seguro que allí donde vivía la muchacha y esta había sido testigo de aquello que relataba, más cosas, que sus inocentes ojos y su sabia decisión de esconderse le habían impedido observar, habían sucedido.

¿Un hermano que provoca tal dolor a su propia familia? No, ese concepto no encajaba en la forma de ser de Emisario, en sus creencias, pero la descripción de la muchacha había sido clara. Ojos amarillos, un tamaño más grande de lo normal, garras, fuego...aquel no era Bambú, o por lo menos no el mismo que ella y su familia habían conocido. Algo le había sucedido...algo lo había suplantado o corrompido. Algo terrible.

Desvió su mirada hacia su jarra con agua y bebió. La intranquilida flotaba en el ambiente, y las dudas. Había muchas en el relato de Dulce Loto y muchas más que se le planteaban a él, a cada cual más negra y peligrosa. Pero no solo para la muchacha, sino para todos los habitantes de aquel lugar...por lo menos.

Bebió de su jarra lentamente, pensativo y preocupado.

-Las palabras de Riqueza Efímera son sabias. Dulce Loto,  cuéntanos, necesitamos saber para ayudarte.