Partida Rol por web

Me había quedado alejado de los sacerdotes cuándo el grupo se acerco a hablar, por evidentes razones además del desprecio hacía Khenta.

Lo miré de reojo pero no hice nada más, había que acostumbrarse aunque los prejuicios fuesen injustos, uno no elegía ser lo que era.

Me acomodé los lentes y estiré el cabello hacía atrás, esperando a que los demás comenzaran a moverse.

-Yo les dije que no era buena idea, si quieren me puedo ir adelantando al pueblo y pedir una posada-

Los monstruos, según el dogma de Yevon, eran encarnaciones de espíritus que no aceptaban su muerte y no podían avanzar hacia el Etéreo. Igual que los invocadores podían enviar esas almas al Etéreo, tal vez existiera un proceso inverso para atraer monstruos, y que Velfire hubiera hecho algo así contra un invocador era bastante perturbador.

Pero un brote de Sinh... eso sí que no lo podía comprender. Tal vez en la biblioteca pudiera encontrar antecedentes de algo parecido, de una relación entre personas concretas y brotes de Sinh.

Mientras estáis decidiendo qué hacer o cómo, veis que Jumai aprovecha para ir a la biblioteca y buscar entre algunos libros. 

Shin... Los pecados de los humanos que toman forma... Destrucción y muerte creada a su paso... Los brotes son pequeños pecados liberados por Shin para seguir creando la destrucción y la muerte, aunque, al ser algo pequeño de algo más grande, Shin vuelve a por ellos para que vuelvan a formar parte del pecado original...

Sí... Eso es algo que ya sabes... Sigues revisando la documentación, buscando relación entre Shin y las personas... Pero todo lo que encuentras son cosas que ya sabes... No hay información sobre personas que hayan tenido relación con Shin... Solo aparecen los Invocadores, siendo los únicos capaces de derrotarle...

Es... Raro... Extraño... No hay el menor dato al respecto, ni entre líneas, ni nada parecido... Con el paso de tantos años, debería haber algo... Pero nada... Es como... Si no existiera... 

Acompaño a Jumai a la biblioteca y una vez alli comienzo a buscar todo lo relacionado con los eones y los templos que pueda encontrar

Acudes junto con Jumai para buscar información...

Encuentras que hay 5 templos y sus 5 Eones. Sin embargo sí encuentras que existieron 3 oradores más... Uno fue robado, mientras que un segundo se encontraba en la llanura de la calma... No se sabe nada del tercero...

Por lo que encuentras, geográficamente el siguiente templo que deberías visitar es el Djose, aunque hay un gran trecho hasta llegar hasta él. 

Mientras Khenta y Jumai acuden a los libros a buscar, el resto os quedáis por el templo, esperando... Dejando pasar las horas... 

Entrecierro los ojos ante aquella información nueva, nunca lo hubiera esperado, aunque los textos eran bastante imprecisos, sin duda en el Oraculo de Bevelle podria extraer mucha más información puesto que era el centro de la Iglesia de Yevon y ademas estaban los venerables...

Cojo el libro y voy de nuevo ante el sumo sacerdote.

---Perdone...pero me gustaria saber sí tiene alguna información acerca de estos tres Oradores...- digo mientras le muestro la página donde lo he leido.

Las horas pasan. En el templo sin embargo me siento como en casa, a pesar de que los monjes parecen bastante más distantes de los de mi hogar. Aprovecho el tiempo para meditar, orar, recuperar energías. Conozco un poco más a Azazel al cual con paciencia y dedicación ayudo a sanar transmitiéndole parte de mi energía vital. Y Dynamo me saca unas carcajadas de vez en cuando. Me encanta conversar con él. Sin embargo, estoy impaciente por seguir el viaje. 

El trato frío le hizo pensar en cambiar de opinión, pero que iba a hacer, ¿malvender su casa? nadie le iba a comprar la forja. Por lo menos vaciaría la despensa y las herramientas que necesitara.

Cuando Urumi se acercó a tratar sus heridas, se lo agradeció efusivamente. No sabía que la fuerza interior pudiera ser usada de esa manera.

Muchas gracias urumi, supongo que ya ves por que quiero irme, le doy casi todo lo que tengo y tan solo asiente, ni siquiera una palabra...

Bueno, en fín, mientras esperamos, dejadme echar un vistazo a vuestras armas y armaduras...

Nadie me dijo que no o que si, por lo que me quedé conversando con Azazel y Urumi un rato hasta que me empecé a sentir sofocado en aquel lugar, tal vez mis compañeros no se hubieran dado cuenta pero no me agradaban demasiado los templos que adoraban a Yevon.

-Bueno, los esperaré afuera- les dije a ambos- me urge fumarme un cigarrillo-

Cuando fui a dejar otro libro en el montón de los ya vistos, noté que estaba empezando a formarse una pequeña torre ¿Cuánto tiempo había pasado? Dentro del templo no podía ver el sol, pero ya debía estar bajo. Había estado horas buscando una respuesta y sin encontrar absolutamente nada. Khenta se ha levantado hace un rato, espero que haya tenido más éxito que yo. Salgo de la sala hacia la entrada del templo y veo a Urumi charlando tranquilamente con Azazel. Es verdad que nos ha ayudado mucho, tanto en la selva como en la prueba y ahora es un guardián más y debemos cooperar entre nosotros. Pero sin embargo, no puedo evitar pensar en su relación con el templo. 

También veo a Khenta hablando con el sumo sacerdote con un libro en la mano. Hasta que acabe, voy a acompañar al resto.

-Perdón por haceros esperar. No vamos a pisar otro templo en un tiempo y tenía que aprovechar esta biblioteca, pero me temo que no he podido averiguar nada sobre... el viaje a Besaid, ya sabéis- les comento buscando con la mirada a Urumi y a Dynamo, pero a él no le veo -Nos falta un guardián ¿no?

- Lo siento. - Te dice el sacerdote de forma seca. - No sé nada más.

Su respuesta es seca, concisa y cortante, algo a lo que por desgracia estás acostumbrado. Dada tu procedencia nadie te lo ha puesto fácil nunca, y parece que eso no iba a cambiar a pesar de ser un invocador. 

Por lo que has visto en el combate contra el Eon y con los materiales que tienes en el taller...

La lanza de Khenta es una obra muy buena, fina, elegante y ligera, aunque con una gran resistencia... Podrías mejorarla, pero tardarías un mes tranquilamente en hacerlo...

Urumi ataca con su cuerpo, y ahora con el regalo de Ifrit, mientras que Jumai, al ser un hechicero, no usa armas que puedas mejorar.

Por último, Dynamo usa una daga, la cual sí podrías mejorar en un par de días aproximadamente...

Suelto un suspiro decepcionado y vuelvo a dejar el libro en su sitio para despues reunirme con mis compañeros.

---Yo ya estoy listo, siento haberos hecho esperar...

Una vez la curiosidad de Khenta y Jumai son saciadas, o al menos eso parece, el grupo decide ponerse en marcha. 

Ya que no hay sitio disponible en el templo, el grupo baja hacia el pueblo a pesar de que la noche ya ha caído y no es el mejor momento para cruzar la selva... Las opciones que tienen son claras: o dormir al raso en el duro suelo de la plaza que hay ante el templo, o bien arriesgarse a la selva y buscar alojamiento en una posada de Kilika o incluso en la casa de Azazel.