Partida Rol por web

Anankaia completa su transformación y se lanza en persecución de Trasgo. Lanza un ataque invisible contra el aerodeslizador aunque parece no tener efecto al activarse el campo de fuerza que protege al villano y su peculiar montura. Parece que el villano está protegido por una especia de campo energético que emana del propio deslizador.

Trasgo no parece percatarse todavía de la presencia de la superheroica y lanza dos bolas esféricas con pinchos contra la carretera. Estas detonan al entrar en contacto con el suelo provocando una gran explosión que abre la calle a la mitad. Varias personas salen volando debido a la explosión y se pueden apreciar varios cuerpos inertes tirados en extrañas posturas en la calle.

Ogro sigue su carrera hacia la tarima donde se estaba dando el discurso. Dan Adams permanece inmóvil de momento aparentemente sin poder reaccionar siquiera. A tan sólo unos metros lanza un tremendo puñetazo hacia la cara del magnate. Este arquea su cuerpo hacia la derecha para esquivarlo, si movimiento es grácil y tremendamente efectivo.

Dan aprovechando que acaba de esquivar el golpe de Ogro le propina un rodillazo en el estómago. Impacta de lleno en el cuerpo del gigante de tres metros pero su golpe es totalmente inefectivo. La dura piel de Ogro impide que note el daño que acaba de recibir.

Viendo que su ataque es inútil se aparta rodando unos dos metros del villano y adopta una posición defensiva.

Mis propios titubeos y el bombardeo aéreo me han demorado, y ahora el gigante lleva pegadas gran parte de las entrañas del vejete en una de sus plantas, mientras trata de alcanzar con sus puños al muchacho, un adinerado sui generis a todas luces.

A pesar de que hace tiempo que no practico, mis piernas me proporcionan un buen salto sobre las cabezas del gentío; mi blanco, la espalda de ese monstruo atolondrado, queda al final de una parábola, y hacia él desciendo con los pies por delante dispuesta a quebrarle el espinazo.

Y tiene suerte de que los tacones de mis zapatos café sean bajos y no de aguja.

Felicia se abalanza sobre Ogro pero este la esquiva dando un paso largo hacia atrás. La forzuda ha estado demasiado lenta de esta vez.

En tierra Ogro tiene delante a Felicia y a unos metros a su izquierda a Daniel Adams que está adoptando una actidud defensiva.

En el cielo Trasgo sigue volando sin darse cuenta de que Anankaia vuela detrás de él.

-Nooooooo -grito mentalmente- esa gente, ¡los ha volado en pedazos! ¡Maldito maníaco! No más sutilezas, tiene que tener un blanco que le distraiga... y esa voy a ser yo.

Acelerando por encima de la velocidad del deslizador y aprovechando que todavía no me ha visto, centro mis capacidades en imprimir celeridad a mis movimientos y, ahora, a mi golpe. Según mis cálculos la potencia del golpe sería equivalente a la del impacto de un lanzacohetes, aunque sin radio de explosión. Veamos si aguanta su campo de fuerza y si aguanta él encima de su deslizador.

Anankaia coge velocidad y se lanza contra Trasgo. El choque entre ambos es impresionante. Trasgo y su aerodeslizador salen volando en una dirección alejándose de la calle. Anankaia retrocede también unos metros tras el impacto pero por suerte al ser ella la atacante no se aleja mucho. Mientras se aleja volando se escucha una especie de lamento - insulto por parte del villano.

- Hija de la graaaaaaaaaan...... - grita desconsolado.

De todas formas no parece demasiado afectado por el daño por lo que en cuanto estabilice su montura volverá a la carga.

Trasgo vuela unos ochocientos metros en dirección al Hudson son control alguno. Por suerte logra controlar su montura y estabilizarse en el aire aunque algo mareado tras las vueltas que acaba de dar. Su campo de fuerza es efectivo pero a veces lo hace actuar como una maldita pelota de pinball.

Activa un mecanismo en el aerodeslizador y apunta a Anankaia. Lanza dos misiles buscadores que se lanzan a toda velocidad contra la superheroína pero que fallan por bastante y siguen su camino hacia Queens por lo menos.

Ogro mira a Felicia y decirle darle una caricia de bienvenida.

- Te voy arreglar la cara muñeca... - grita mientras intenta golpearte

Su puñetazo es lento y Felicia logra esquivarlo con facilidad aún estando en el suelo. La verdad es que Ogro hasta este momento ha demostrado ser más lento que el caballo del malo.

Daniel mira a Felicia y le dice:

- Intenta entretenerlo un poco...voy a por algo que nos ayudará.... - dice mientras sale hacia el interior de la todavía no inaugurada librería.

Parece ser que va a buscar algo que os pueda ayudar a detener a la bestia parda esa. Aunque no sabes qué puede ser.

Todavía con una rodilla en la tarima, he echado hacia atrás el cuello y un puñetazo capaz de tumbar a un cachalote ha resoplado en mi mejilla. Estoy oxidada y así, no he podido aplastar al tipo. Claro que ahora se trata de replicarle a este con un buen gancho y al asombrosamente ágil señor Adams con el verbo:

-¿Qué lo entretenga? ¡Maldita sea, voy a estropear mi mejor traje sacando a bailar a este payaso!

El escenario cruje con mi esfuerzo. Mi puño quiere dejar muesca en el rostro grotesco.

-¡Muy bien, villano, has fallado, mi turno! -exclamo con seguridad y enfado en mi voz. Los misiles han pasado tan lejos de mi que ni siquiera me he tenido que preocupar demasiado en mi integridad, pero me sigue preocupando que los daños colaterales afecten a personas inocentes... Esos misiles no van a llegar a Queens, de eso me ocupo yo. Con un rápido movimiento de mi cabeza sigo con la mirada la trayectoria humeante de los artefactos y con un gesto de mi mano tomo posesión de su dirección. Mis capacidades telequinéticas tienen que ser más que suficientes para atrapar, controlar y dirigir un misil mucho mayor, incluso dos... Y eso es lo que hago. Y su nuevo objetivo no es ni más ni menos que su anterior propietario. Veamos qué tal aguanta el ataque de sus propias armas. Además, aunque su Campo de Fuerza aguante, veremos qué tal le sienta saber que cualquier cosa que lance puede ser vuelta en su contra. A lo mejor así se piensa el seguir con esa actitud tan destructiva...

Felicia falla su ataque y Ogro sonríe. Estaba medio vendido y la fuerza de Felicia lo habría mandado a unos cuantos metros de distancia.

Anankaia logra controlar ambos misiles que marchaban rumbo a Qeens y empieza a dirigirlos hacia su "dueño" que no parece preocuparse lo más mínimo y activa dos misiles más que lanza con mayor éxito hacia la heroína. Se dirigen hacia ella directamente y sólo un milagro podría detenerlos.

Así que "mis" dos misiles no le preocupan y sigue con la misma actitud hostil, ¿eh? Se ve que no conoce de los efectos aditivos de las explosiones. Puede que una explosión no te afecte, pero dos simultáneas o una que "hace hueco" seguida muy de cerca de otra que aprovecha ese "hueco" sí que pueden afectarte. Y tanto. Y ahora mismo le voy a dar una lección de física aplicada a Trasgo. Puede que hasta le borre esa sonrisa mácabra de su cara...

Con maestría Anankaia logra dirigir los dos misiles que controla contra los que venían peligrosamente hacia ella y evitar un daño seguro ya que no contaba con su campo de fueza activo en ese momento.

Trasgo se lamenta por haber fallado esa oportunidad y de momento la lucha queda en empate.

Ogro lanza un directo a la cara de Felicia que sorprende a la heroína. Su golpe la levanta del suelo y la lanza contra la librería atravesando un escaparate y aterrizando encima de una librería de revistas.

La heroína ha quedado aturdida y tiene difícil levantarse en el próximo asalto, sólo un milagro lograría salvar de que Ogro no la volviese a golpear.

He subestimado a esa masa de esteroides. Estoy viendo las estrellas, sorbo por la nariz los caños de mi sangre. Manoteo enloquecida para levantarme, debo escapar con un salto formidable, estoy segura de que viene en mi dirección para rematarme.

Pero es imposible, estoy noqueada, todo me da vueltas, he quedado a merced del tipo. Si alguien no interviene pronto, me temo que, como mínimo, voy a pasar unas semanas en el hospital.