Partida Rol por web

Tranqui Michael, no digas nada, no te comprometas con nada, espera y observa

Recojo las cosas, quedandome algo retrasado, prestando especial atencion a las reacciones de los que parece que conocia esta mujer de antes

Escuchar y callar, escuchar y callar, tengo que ser un esfuerzo para mantener la boca cerrada, Donovan habla, se le da bien, es su especialidad, pero la puta monja no parece muy satisfecha con el resultado y se pavonea con aires de superioridad bastantes irritantes, siempre he pensado que no pasaría de los treinta, y mientras más datos empiezo a conocer sobre damas y pruebas, infiltrados, gente que nos vigila, más seguro estoy de que no me queda demasiado tiempo por estos lares, y no va a ser el ígnea precisamente lo que me va a matar.

Dejo que Herkus cargue conmigo, a ver si se le quita esa cara de capullo que ahora mismo tiene, curación si, pero no a cualquier precio, esa idea sigue firme en mi mente, miedo al dolor, miedo a la muerte, nada de eso, los he vivído demasiado cerca durante muchos años, son conocidos compañeros de viaje.

Odio a la gente como Lior, claro, que no esperaba que la cura la tuvieran unos yonquis del Bronx, pero joder, esto ya es pasarse. Bueno, a veces hay una oportunidad, pero no se porqué, siempre se me escapa.

Jolene baja de los brazos de Balaguer envuelta en la manta, tragando saliva y completamente ceñuda. Mira a Renka y a Arthur. La primera le aguanta la mirada, el segundo suspira y se vuelve para caminar junto a Sven.

- Vale... Supongo que conseguiste lo que me prometiste... - asiente echándole el brazo por encima a la japonesa, que coge la otra parte de la manta y a su preciosa amiga de la cintura, sirviéndose ambas del abrigo. Aún así, Jolene no relaja el ceño...

Por su parte, Antti camina tambaleándose entre Arthur y Sven, que parecen atentos a que se caiga éste o no.

- ¿Dónde coño está Kramer? - pregunta de nuevo Antti.

- Seguirá en España, o estará con... - Arthur se ríe débilmente, coreado por Antti. Sven sigue indolente, caminando.

Falken por su parte se mantiene constantemente cerca de Alice y pendiente de ella.

Alex traga saliva al ver que va a ser llevada por la comandante, cogiendo una buena postura desde el principio para evitar la incomodidad y, por consiguiente, el movimiento que puede perturbar el temple y la impasibilidad con la que aquella mujer podía partirle el cuello como a un miserable conejo...

- Muchas gracias... - agradece cuando ésta la lleva, ya flipando entre el frío y el dolor de la herida - Siento ser una carga que llevar... - sonríe enarcando las cejas, comprometida - Dios mío... Díos mío, qué tensión... Se puede cortar con un cuchillo... - se fija en el medallón que lleva esta, ahora desde más cerca.

Es el mismo... ¿Qué edad tendrá esta mujer? Se parece a Herkus en cierto modo... Los ojos... La forma cuadrada de la mandívula... Además de que son guapos y miden exactamente lo mismo... Esta mujer lo mira con ojos distintos a los de cualquier otra mujer que viera a Reisel... De forma tierna... ¿Será un familiar suyo? ¿Quizás su hermana? Es muy joven para ser su madre... Aparentemente, claro. El caso es que de alguna forma conectan...

En ocasiones echa la vista hacia el grupo que las sigue...

Lior no aparta la vista del horizonte, y su tono de voz surge neutro desde su garganta.

- Bonito medallón, ¿eh? - pregunta, sin siquiera mirar a Lex - Estás herida. No puedes andar por tí misma. Sólo espero de tí a cambio que si alguna vez la situación se invierte, seas capaz de cargar con quien lo necesite... Aunque esa persona no te agrade.

Alzo de nuevo la vista para escuchar la última parte del discurso de Lior. Es grave lo que dice... Isenhall, prueba de hielo. Sabe Dios lo que nos espera... Observo a la dama cuando se acerca a por Lex, sin apartar la vista de Herkus. ¿Le ha gustado? Eso parece... Pero lo mejor de todo es la forma en que lo mira. No aprobaría que le quitase el novio a Lex, ni de coña, pero... Joder, cómo le ha cambiado la mirada... Por un instante he podido ver humanidad en esos fríos ojos, incluso candor... Y vaya sonrisa, por pequeña que sea... Dios mío... qué preciosidad... Sin poder evitarlo me quedo prendado durante unos instantes, comenzando a sonreir con emoción, sin saber bien por qué, incapaz de entenderlo... Sacudo la cabeza posteriormente, sin dejar de sonreir. Esa mirada me ha vuelto a impactar... Ha sido como... Como si metieran un montón de fuego en una antorcha de esperanza dentro de mí. Y sigo sin explicarme el por qué... Decido finalmente ponerme en marcha, en la retaguardia del grupo. El abuelo me enseñó a moverme por bosque sin problemas, así que sus conocimientos ahora me vienen de perlas... Después de todo él luchó una guerra en la jungla. Por eso consigo moverme con cierta soltura, sin perder la sonrisa y sin poder pensar en otra cosa que lo ocurrido. Aprovecho el momento para acercarme al tándem formado por Renka y Jolene, por si tienen problemas para avanzar y para aprovechar una posible conversación.

No sabía si malinterpretar aquella última frase. Lo mejor que podía hacer era pasar de hacerlo... Con esta mujer debía de llevarse bien, o al menos intentarlo. Esto prometía ser todo un logro...

Cita:

- Puede estar segura... - asiente con sinceridad, luego vuelve la vista al colgante - Es precioso, e idéntico al que lleva Herkus al cuello... (...) Por la forma en que lo mira me preguntaba si lo conocía de antes. Ambos teneis un cierto parecido físico y... bueno... Según sé, el medallón tiene su historia... - traga saliva, prudente, y esperando la reación de la británica - Quizás piense que no es asunto mío pero... Me interesa, de veras - comenta sin titubear, manteniendo el buen discurso y una buena educación.

- Historia - asiente divertida - ... ¿Es su medallón lo que más te interesa de él? ¿O acaso el hecho de que sea... Guapísimo?

- Bueno... Es un bombón, eso no se lo niego... - sonríe, confiada. Al pan pan y al vino vino, Herkus Reisel estaba como un puto queso - Pero además de guapo tiene una extensa y nutrida lista de virtudes... Vale la pena conocerlo. Es... un encanto - sonríe con cierta ternura en su mirada, volviendo de nuevo la vista al colgante. Suspira entonces... - Me interesa el medallón porque al parecer pertenecía a su madre... Y dado que se ha pasado todos estos años completamente solo vagando por las calles, me importa el hecho de que pueda reencontrarse con su familia... - comenta el asunto con cierta seriedad, algo más relajada que al comienzo de la conversación - Es un buen chico, no merece estar solo...

El gesto de Lior va perdiendo fuerza, y se rinde débil a una sonrisa completamente enternecida y a unos ojos empañados de lágrimas.

- No... No lo merecía... Y su madre lo amaba con locura... Se la arrebataron cuando no llevaba siquiera un día en el mundo... Su padre... Era un hombre fuerte, luchó por conocerlo... Pero murió poco antes de que ella diese a luz... - parece tener serias dificultades para contener el llanto - La conocí hace mucho tiempo... Creyó que Dios le había abandonado... Era una niña de veintidos años que tan sólo quería vivir en un pueblecito inglés... Con sus amigos, su maravilloso marido y su futuro y ya amado hijo...

Sin perder la sonrisa, me coloco detrás de las dos, hablando en un tono de voz modulado, no especialmente confidencial. Poso una mano sobre el hombro de Renka.
-Hey... ¿Cómo vais? El camino es algo difícil, y me he acercado por si las moscas... ¿todo bien?

Jolene dedica una mirada esquiva a Rewell y prosigue el camino.

- Sí, perfecto, Rewell - responde Renka, sonriente, con esos mofletes de niñita japonesa hinchados bajo los pómulos al reir - Hablábamos de chicos que nos gustan... ¿A tí quién te gusta? - cuchichea.

Jolene miró a su hermano sólo entonces, con expresión de curiosidad. A las adolescentes les pueden los cotilleos, es un hecho.

Czigany no pierde detalle de la reacción de Lior, escuchándola con el gesto encogido y los ojos vidriosos, apenada...

- Yo... Lo siento muchísimo... - traga saliva, extrañada. Relataba aquello en tercera persona, pero si no llegara a ser por su aparente juventud, juraría que aquel témpano, ahora quebradizo, que la llevaba en brazos tenía que ver con aquella joven madre muchísimo más de lo que en un principio se habría imaginado...

Tras concederle un silencio respetuoso, acerca la cabeza a la suya, susurrándole - Escuche... Puede que el cuento de hadas de aquella niña acabase derruido por su propio peso... Pero su hijo esta vivo, ahí detrás... Aún sin la presencia de la familia que tanto lo adoraba, se ha hecho un gran hombre... Y el hecho de poder conocer a su familia lo haría inmensamente feliz... - posa una mano en su hombro, optimista - Su madre no lo perdió todo...

Al formular Renka la pregunta parpadeo nervioso y noto cómo el rubor me asciende por las mejillas, algo que nunca creí que pudiera ocurrir.
-Ehm... Eeeeh... -Titubeo. -¿Gustarme? Pues... Eeeehm... No sé... No me he parado a pensar en eso, la verdad... No sé... Alice y Lex son muy buenas chicas, pero no es que me... bueno, eso, me gusten... Y María... Es una chica magnífica, pero... no sé... No es mi tipo, supongo... Jeje... -Río, nervioso. -Yyyy... la verdad es que nunca he tenido muchos... ¿Cómo explicarlo? Eeeeehm... Impulsos de ese tipo... De hecho creo que... nunca... Una vez, quizá, con doce años, pero se me pasó rápido... Así que creo que no me gusta nadie... Pero aunque me gustase alguien... Bueno, sería difícil... Tengo el raro atractivo de los osos... Jeje... Ay... ¿Dónde me he metido?

Carraspea y frunce el ceño, retomando su seriedad inicial... O al menos intentándolo.

- La vida no es un cuento de hadas. Es algo que hay que aprender cuanto antes... - suspira - Pero no... No lo perdió todo... No todavía... Le presentaré a su madre y le diré cuál es su verdadero nombre... Es un nombre precioso... - sonríe.

- Le pasa como a tí, Jo, es asexual - ríe Renka.

Jolene, alza las cejas y asiente con la cabeza, dándole la razón a su amiga.

- Bueno, yo he tenido novio... - se defiende.

- William no cuenta, no durasteis nada...

- Pobrecito, mira que me gustaba, pero no podía ser... - se encoge de hombros - Pues a mí la única que me cae bien es la española, es la reina, es Kaiser Sozé, es Elvis - Renka le ríe la gracia y ella simplemente sonríe - Aunque tenga a ese baboso repulsivo pegado al culo. Pobre chavala. A esa la tenemos que arreglar y maquillar, seguro que bien apañada deja en mantilla a las pijas asquerosas y a la tonta del culo de Lex...

Coño... Esto es un bombazo completamente inesperado. ¿Mi hermana asexual? ¿Jolene, la mujer más hermosa del mundo, asexual? Joder, ¿quién lo diría? Si... Si parece como si diera coba a todos... Coño, con mi hermana, toda una caja de sorpresas... Sonrío, admirado y orgulloso. Era lo último que podía esperarme... Y mientras tanto el resto van bailando al son que ella les canta.
-Joder... Pues los tienes a todos detrás como si fueran ratones y tú una flautista, hermana... -Intervengo. -Y realmente es cierto, María es un encanto de chica... Pero... ¿Puedo preguntar por ese William? Pregunto, con cuidado e interesado. Todo lo que pueda saber sobre mi hermana es poco, y parece que éste, el camino del cotilleo, es una buena forma de romper el hielo...

Igualmente, Alexandra sonríe con la idea - Seguro que lo es... Qué bien, le hará ilusión. "Herkus Reisel" se lo puso él mismo... - enarca las cejas, sonriendo tristemente - Al final va a resultar ser el hombre más afortunado del mundo. Lleva una semana de lo más surrelista y emocionante - se ríe, echándole un vistazo por encima del hombro de Lior - ...y no se acaba ahí. Te caerá genial, es un... bollito de crema sensiblón, amable y cariñoso - ríe de nuevo - Sólo por curiosidad, ¿cuál es su nombre?

- Ah... William, William... No era guapo, pero vestía bien, era un francés residente en España... Hablaba de maravilla, era un caballero y Amber le encantaba... Intentaba dejar el sórdido mundo del robo de arte, pero ese mundo corría más que él, y no quisimos poner en peligro a Ambery. Qué pena... - se encoge de hombros - Y lo de tenerlos a mis pies... Es útil. Podría volver a surgir un William... O quizás algo mejor... Balaguer es... Guapísimo, de hecho... Igual que Hugo, Herkus y Arthur. Son calidad superior esos cuatro... Pero Hugo parece que va detrás de María... Si a ella le gusta él (que lo dudo) se lo tendré que respetar.

- Un "bollito" bastante recio... No sé de dónde habrá sacado esa complexión... En su familia son todos espigados... - alza las cejas y sonríe, mirándote finalmente a los ojos durante un instante - Christopher Andreas. Christopher porque... Bueno, tanto su madre como su padre eran cristianos, y el nombre significa "el que lleva a Cristo"... Andreas... Era el mejor amigo de ellos, iba a ser padrino del bebé, pero también fué asesinado junto a su esposa, Lillian... Aquel hombre no aguantó vivo tanto como Aaron, el padre de... Christopher... - sonrió al pronunciar el nombre - Y éste decidió honrar su memoria de ese modo...