Partida Rol por web

Cada vez que habla alguien es para anunciar una nueva jodienda, menuda mierda, me separo de Eva ante la suplicante llamada de Taylor, debería no haberse metido toda esa mierda por el cuerpo, si es que hay que ser capullo, Si tío, estoy seguro de que me voy a alegrar de todo esto debería decirle algo sarcástico, por lo de mantener el estilo y todo eso, pero sinceramente, no estoy para muchas tonterías yo tampoco.

Sonrío nuevamente ante el carácter explosivo de la húngara, no me gustaría estar en el papel de Herkus cuando se enfade, vale, lo admito, es bastante atractiva, pero no se yo si compensa el asunto, aunque es seguro que no te aburrirías a su lado, niego con la cabeza apartando a Lex de mi mente.

No tengo mucho que recoger, más bien nada, aparte del músico claro esta, Si queréis que lleve al que esta enfermo no será ningún problema, deberíamos preparar algo que me permitiera llevarlos a los dos a la vez digo con tranquilidad Y si alguien más necesita ayuda, que me lo diga digo mientras voy ayudando a Taylor.

Atento a Arthur cerca de el, despues de haber rodado un centimetro y medio en el pequeño espacio en el que estaba se queda cerca y espera a ver que dicen y comentan, por un lado prefiere llegar con la caravana por su primo, pero como se metan en el barro y se atasque la caravana va a dar lo mismo e incluso sera peor porque la caravana se quedara ahi atascada... aunque claro, por poder la puede sacar, se le enciende la bombillita - Si, seguid con la caravana, despacito pero con buena letra

Digo yo que si vamos en busca del que nos tiene que curar y no quiere que metamos un veiculo en su casa, seria cosa de hacerle caso, por cortesia mas que nada

Miro a Lex un momento, sintiendo que ella merece algo mas amable, la miro un momento antes de hablarle directamente, en un tono mas bajo, mas personal

No te preocupes, veras como de aqui no se mueve y esta lista para seguir en cuanto se arregle esto en un par de dias

- Tíos, no lo vais entendiendo (bueno, el rubio pijo parece que sí), pero... En éste puto bosque no se puede conducir una caravana más de lo que lo he hecho para "ponerla un poco a salvo". No se si habéis dado cuenta de los putos trozos de hielo que han llovido, las ramas que han quebrado, el barro... Además del hecho de que si ya es jodido conducir en medio de un bosque un coche o una moto... Imagináos una puta caravana. Que yo sepa, no tenemos al Michael Schumacher de las caravanas aquí... Y francamente, me estoy cansando de hablar. Lex: A la puta calle con las maletas, venga. Herkus, tú también, y las crías inglesas y el chiquillo español, que prefiero ver críos embarrados a críos muertos, joder. El resto, por mí como si os vais todos a la mierda - no sonaba a que lo dijera totalmente en serio, pero sí que sonaba a un esfuerzo de paciencia por su parte...

Jolene levantó una ceja al escuchar a Antti, y entró corriendo al dormitorio, donde cogió a su pequeña, le cambió el pañal, la abrigó bien, le puso un chubasquero y se la colgó mediante una curiosa bandolera. La pequeña no parecía impresionada por el ajetreo, sólo se limitó a decir "cold" antes de volver a dormirse sobre el pecho de su madre, mientras ésta se cargaba la mochila de necesidades básicas para niños pequeños del lado contrario a donde tenía a su hija y con las otras manos cargó dos de las tres maletas que había traído. Tenía cara de esfuerzo, pero no dijo una palabra. La pequeña sujetaba entre sus manitas, protegidas por manoplas polares, un peluche:

- Pues venga, vámonos, joder... - no podía ni mirar a Arthur al pasar por su lado, y no se le borraba el ceño fruncido de su precioso rostro. Renka le siguió cargando con el resto del equipaje.

- Las condiciones están claras, yo he andado ese camino hace unas horas y una mujer llamada Lior me habló de vosotros, diciéndome que no podíamos seguir si no éramos veinte... Yo os guío - aunque Sven había soltado a Arthur de forma fría y despreocupada, Falken aún lo llevaba - Alice, John... ¿Alguno me hace el favor de llevarme las maletas?
Sven por su parte se colgó su bandolera, único equipaje que llevaba, y de él extrajo un paraguas con el que cubrió a Jolene ya fuera del vehículo.

Por su parte, María estaba completamente desconcertada aún. Se acercó a Marcos para abrazarle y darle un beso en la frente cuando éste tiró de ella, para luego echarle un brazo por encima y frotarle el hombro, conciliadora... Luego movió las manos, parecía hablar el lenguaje de los sordos con ellas...
Tras eso, se acerca hasta las que parecen sus maletas y las coge.

- Parece que tenemos que salir, coge tus maletas y no te acerques ni al que echa peste ni al musculoso del pelo corto, creo que son peligrosos. Tampoco te arrimes mucho al que va tapado y de negro o al chico enfermo, no quiero que te contagies. Camina un poco por delante de nosotros, te sigo a un paso.

Atiendo a los gestos de María con atención, asintiendo con la cabeza... sonrío cuando me besa y abraza... Extrañaba esta sensación... es tan cálida... permanezco abrazado a ella todo el tiempo posible...

Cuando por fin salimos, lo hago bajando primero y ayudando a María a hacerlo después, luego miro al resto que como si de un peregrinaje hacía tierra santa se tratara caminan... Veo a Jolene, y no tardo en comenzar a correr hacia ella... Me pongo a su lado y la sonrío tímidamente, sin poder evitar ponerme colorado como cada vez que me acerco a ella... Coloco mi mano, sobre el asa de la maleta que lleva, demasiado cerca de su mano, casi puedo notar incluso su calor... esperando que me permita llevar su equipaje... Ya tiene bastante con esa pequeña, no debe llevar mas peso...

Recoge sus cosas y mirando a Falken - yo cojo tus maletas - le comenta - dime cuales son por favor - le pide amablemente sin dejar de mirar a Arthur, no le da importancia a que Sven lo suelte con frialdad, visto lo visto de esa persona es asi de especial... pero no le gusta eso.

Es imposible evitar una sonrisa al ver a Jolene y a Amber. Las observo, desde cierta distancia, siguiendo cada uno de sus pasos. Prefiero hacerlo así, por miedo a que ella se aviolente... Posteriormente asiento a las palabras de Falken y cojo sus maletas, colgando la mía al hombro. -Cuida de tu primo, chaval, no te preocupes por esto... Digo a Mortymer. El "chaval" no es despectivo, sino más bien apreciativo. Después espero a que salga Donovan antes de llegar a salir yo.

Hey!... Tío, cuidado! Creo que ese tipo me partió una costilla o algo...- se queja al incorporarse sobre Art.

No es (sólo) el alcohol lo que le tiene "colocado". Son esos efectos secundarios...que ahora, al abrigo de las mantas y la ropa, parecen remitir poco a poco. Desde luego, Arty merece un premio...o dicho de otra forma, todo tiene un precio y Taylor sabe cómo pagar la deuda.

Me apetece comer algo de...fruta. Si, esa manzana verde del frutero, en la habitación. Tiene una pinta tan...cojonuda. - dice con una fatigada sonrisa.
"For the Zoo". Una frase al pié de la fotografía enmarcada.

"For the Zoo"...

Si, lo he decidido. Ése será mi "despacho" en la jodida cabaña.

Sus ojos cansados se vuelven hacia Falken, cargado con un purulento fardo.

El número veinte, Arty.- dice sin apartar la vista de Falken.
Él es quién faltaba en mis sueños...

Y, bajando la voz, susurra algo al oido de su compañero, mientras le invita a apartarse lejos de oídos extraños.

Lex, por su parte, responde al abrazo de su pareja, besándole la mejilla cariñosamente...

Qué idiota... Tienes toda la razón... Qué te voy a contar a tí, cielo...

- Tienes razón... - le susurra, asintiendo tras ser golpeada por la piedra de la razón - Lo siento. Te ayudo a recoger... - añade, cogiéndolo de la mano, dispuesta a entrar en el dormitorio para ir recogiendo sus cosas. Mira a Michael y a Rewell tras sus comentarios:

- Gracias... Pero valen más veinte vidas que un trasto a pilas. O a ruedas, o a lo que demonios vaya... Olvidad la caravana - sentencia, poniéndose manos a la obra junto a Herkus, recogiéndo sus pertenencias más valiosas... No sin antes abrir los ojos con los comentarios del delirante Taylor, porque tenía que estar delirando...

"Hola señal misteriosa, subrealista y aparecida de la nada. Adios, dulce y bonita caravana." Y asi, sin atreverme mencionar que deberiamos quemar la caravana para eliminar pruebas, por si acaso Lex me estrangulaba furiosa, asi que me fui silenciosamente de la caravan cargando con mis maletas. No digo nada en especial, pero me mantengo al lado de Maria y miro a Falken con atencion, para ver si necesitaba ayuda o alguien que le sustituyera.

"Quid pro quo", ¿recuerdas?. Así funciona esto. Tú me das, yo te doy...y no me tomes por parguela, que veo que te estás poniendo tierno.

Hay que dejarse de gilipolleces pero ya, si queremos llegar al fondo de esto.
No me interpretes mal, sé que todo fué culpa del rubito cabrón ese...y espero ocuparme de él más tarde, con tiempo. Estaba pensando en rebanarle los huevos y cocerlos a fuego lento, sin prisas. Ya me las apañaré...y espero contar contigo, pero hay que tener cuidado con él. Es, con diferencia, el más jodido de todos.

A lo que iba, Arty. Tú pones el músculo, yo el cerebro. Y no te fíes de las apariencias, estoy más cuerdo que todos estos mierdas.

Información por protección. Ésa es mi propuesta...y créeme, de aceptar, vas a firmar el trato de tu puta vida.

¿Qué me dices, soldadito?

Donovan retrasa el momento de la bajada de la caravana hasta límites insospechados. Parece ser que está concentrado en algo en particular, porque tiene el ceño fruncido y su eterna sonrisa se ha esfumando, sustituida por una fina línea formada por los labios, completamente neutra.
Quizá le esté dando vueltas a los síntomas del Ígena que tan rápidamente ha desarrollado Arthur, quizá piense en la mejor forma de desplazarse por el barro sin hundirse hasta las rodillas o que hacer con la caravana una vez todos la hayan abandonado... O quizá sea incapa de borrar de su mente la imagen de una hermosa Lex con cara de sueño -cosa que le perturba sobremanera, porque hasta ese instante había evitado todo contacto con la húngara-.
Dos kilómeotros... Unos veinte minutos a pie. En condiciones normales, claro... que poco apetecible paseo...
Murmura aún pensativo cuando muchos de sus compañeros de ciaje ya han bajado del vehículo.
Se quita el cinturón de seguridad que momentos antes le había salvado de ser despedido hacia el cristal delantero durante el traquetreo de la caravana, y se dirige a la parte posterior para hacerse con sus maletas. Parece pensativo todavía cuando, sin salir al frío bosque, se sienta sobre una de ellas y se dirige a Rewell.
Hermano... ¿puedes ir hasta la carretera y recuperar esa señal de tráfico apañada?... las huellas de la caravana al final serán arrastradas por la lluvia... pero la señal sería una pista perfecta para nuestros amigos los militares si se decidieran a perseguirnos...
Alza una ceja al tiempo que se lleva una mano al mentón en gesto pensativo.
¿Cuanto peso crees que podrías llegar a levantar?

En vista de la autosuficiencia de la gente me dirijo afuera ayudando solo a Taylor, sus palabras me suena a chino, pero en fin, es lo que hay, el resto va poniéndose en marcha así que me adelanto un poco en el camino con el famoso batería, ver para creer.

El camino no tiene demasiada buena pinta, desde luego será complicado para algunos andar dos kilómetros en estas circunstancias, no puedo evitar dirigir una mirada a las chicas que parecen más débiles, aunque tomé por costumbre no fiarme demasiado de las apariencias.

Escucho las palabras de Taylor, lejos de ser las de un tipo que no piensa, ya me imaginaba que no estaba todo lo mal que aparentaba, pero bueno, tampoco esperaba que estuviera de esta manera.

Tampoco tu te fíes de ellas Taylor, de momento he decidido comportarme, pero como tu dices, el rubito no se librará así como así, debe pagar por lo que hizo, es un hijo de puta redomado, no dudes por instante que contarás con mi ayuda realmente odio a esa cabrón, sus formas, su actitud, temo de lo que sea capaz.

Puedo protegerte pero si no llamas demasiado la atención, ese tío es capaz de controlarme, y eso es un problema, pero ya veo que lo sabes algo en todo esto no me gustaba, tanto altruismo gratuito no me cuadraba.

¿Qué sabes de ese Falken y del lugar adonde vamos?, ¿y qué cojones dices de tus sueños?

Se sorprende por la buna fe de John, al que se lo agradece con una sonrisa y un - gracias -

Escucha a Donovan

Cita:

No pensara en coger la caravana y llevarla hasta donde vayamos ¿No? - piensa ante esa cara tan pensativa que tiene el Rubio de oro

Jolene observa la acción de Marcos y le regala una sonrisa amplia y hermosa... Cálida, sincera, de las que iluminan el mundo... Sus dientes eran blancos como las perlas, y sus labios tersos, abultando graciosamente unos pómulos perfectos. Parecía una criatura tan pura e inocente...

- Gracias - pronunció en español con un remarcadísimo acento inglés, dejando que Marcos le llevara la maleta.
Miró a Renka y cuchicheó algo con ella... Parecía ser que las adolescentes tenían energías para eso en plena tormenta, en pleno barro.

- How sweet, pity he's mute - le comentaba Renka, enternecida hasta el punto en que bailoteó los hombros de un lado a otro ladeando la cabeza.

- He's latin anyway... - respondía Jolene de forma un tanto más pícara, girando de nuevo la cabeza hacia Marcos para guiñarle el ojo y echar a andar detrás de Falken riéndose con Renka. A los pocos pasos gira de nuevo la cabeza hacia el jovencísimo español y le hace un ademán de invitación con la cabeza.