Partida Rol por web

Aunque María no deja de sorprenderse de la soltura y calma con la que las dos adolescentes están llevando la situación (ni que fuese el patio del instituto) opta por pensar que Jolene y Renka son chiquillas inocentes y rebosantes de energía y optimismo.
Sonríe al ver la escena, mira a Marcos y le dice algo en español. Luego se gira hacia Hugo para decirle algo a él. Incluso se permite una risilla. Parecía que la chica había optado por no complicarse el viaje más de lo que ya lo estaba...

- Eso es bueno, y ha sido muy caballeroso cogerle la maleta... Ve con ella, anda... Es una chica muy guapa, y tiene una sonrisa muy bonita, ¿verdad? - dice sonriente - Yo me quedo justo detrás, no te preocupes.

Mira a Hugo y le dice:

- ¿Has visto qué gusto de quince y dieciséis años? Parece mentira tanto optimismo con la que llevamos encima... - se permite una risilla. Parecía que la chica había optado por no complicarse el viaje más de lo que ya lo estaba...

Me quedo un poco por detrás de Jolene tras cogerle la maleta, mi pálido rostro ya no lo parece tanto totalmente avergonzado por la situación y las risas de las muchachas... Se... se estarán riendo de mi?... seguro... no se para que le coges la maleta, pareces ton...

Las palabras de María hacen que me detenga a escucharlas... De... de verdad? bu... bueno... no me alejaré mucho por si acaso... Aprieto el asa de la maleta con fuerza, mientras noto como el frío de nuevo comienza a penetrar en mi cuerpo, haciendo que me entre algún temblor que otro, de mi boca sale algo de vaho, y mi rostro comienza a volver a su palidez habitual...

Así pues y haciendo caso a la llamada de Jolene, aprieto el paso casi tropezando con un poco de barro del camino al golpearme con la maleta en las rodillas... Finalmente y sin mayores percances, llego a su lado, trato de decirla una sonrisa y no tardo en agachar un poco la cabeza bastante avergonzado... Es... es imposible que le guste... ella es tan... podría tener... O deja de pensar eso... Doy un suspiro del que sale todavía mas vaho, lo que me hace volver a la realidad del frío que hace y de que parece que poco a poco me voy helando mas...

Sven, que sujeta el paraguas sobre Amber y Jolene, mira a Marcos. Sus ojos no dicen nada... Pero ayudándose con la mano que le queda libre, abre su bandolera y extrae un jersey de lana bien gorda de ella, tendiéndoselo. Mira después, a John Rewell y a Donovan...

Veo como Sven que cubre tanto a Jolene como a Renka con su paraguas, parece ofrecerme algo, un abrigo... lo cierto es que me vendría bien... Como?... te doy pena verdad?... no necesito la caridad de nadie, seguro que piensas que soy un débil niño... te sentirás muy bondadoso ayudándome, seguro que crees que eres una gran persona por ello...

Retiro la mirada de Sven, se que me vendría bien, pero no voy a aceptarla... antes me congelaré hundido en el barro... su mirada no me gusta, su cara no me gusta, el no me gusta... Procuro seguir la marcha disimulando mi frío en la medida de lo posible, y dando en todo momento la espalda a Sven... sea como sea no lo necesito para nada... Ella cuida de mi y yo de ella, no necesitamos que nadie mas lo haga...

-No te preocupes por la señal, yo me encargo. También lo hice con otra que había antes... Respondo a Donovan. -Uhm... Así, en estado normal mi límite son algo más de 500 kilos... Si lo dices por la señal, no tendré ningún problema... ¿O es que has pensado otra cosa? Así es Donovan, supongo... Ahora que se ha puesto serio, me da incluso la sensación de que es capaz de elaborar los más complicados planes y estrategias. Desvío la vista hacia Sven, entonces. -No te preocupes, Sven, no tardaremos. Dejo todas las maletas que llevaba al lado de Donovan, para recogerlas luego, y salgo corriendo hacia el lugar donde estaba la señal. Ya he hecho esto antes, así que no veo problema. Bueno, hay uno... Que esta vez la señal está mojada... Así que en lugar de arrancarla directamente, pues está vertical, y así es difícil agarrarla. La cojo de la parte superios con ambas manos y la doblo hacia abajo. Prácticamente como si fuera chicle, la barra de hierro se dobla sin problemas formando un ángulo de 90º con el suelo, como quería. Ahora, con las manos bien colocadas, sólo tengo que ejercer una ligera presión hacia arriba yyyy... Adios. Ya la tengo.
En lugar de destrozarla como la última vez, salgo corriendo en dirección a la caravana, ya chipiado y con el pelo rizado empezando a alisarse un poco. -Aquí está la señal... ¿Quieres hacer algo con ella o la hago desaparecer, hermano? Pregunto, servicial.

Distraido en mis cosas, por que sinceramente tampoco estaba en mi mejor momento de espabilado, escucho como Maria me habla y luego me giro a ver el trio formado por Marcos y dos mujeres cuchicheando entre si.

Con una media-sonrisa y un suspiro de resignacion, le comento una palabras en español a Maria.

-Mejor asi.- Dije con esa sonrisa cansada pero intentando asomarse.- No soportaria ir durante todo el viaje, oir lloros y lamentos al mas puro estilo funeral.- Luego, sutilmente, señalo con la mirada a Marcos.- Ademas, no creo que tu hermano la soportara verla llorar, bueno, el y todo los demas que se han enamorado de ella, que no son pocos.

María suspiró con resignación también, mirando a Marcos...

- No es mi hermano... No estamos emparentados - miró entonces a Hugo de nuevo - Él cree que soy su madre... Y yo no lo he hecho bien. Era muy joven y muy tonta cuando entré a hacer el voluntariado en aquel psiquiátrico... - traga saliva y mira al suelo, luego de permanecer un instante en silencio, sonríe de nuevo y se encoge de hombros - Qué le vamos a hacer. Ya te contaré con más tranquilidad, si es que te interesa... Porque bien mirado, debe haber muchas cosas más interesantes y agradables que escuchar cosas raras... - rió un poco, con cierta melancolía o nostalgia en el tono... Un sentimiento que no parecía querer alargar, pues rápidamente alzó las cejas y dijo: - Como por ejemplo que me enseñes a hacer pizzas, la que nos hiciste en Barcelona estaba buenísima y tengo mono de comida... ¿Cómo lo llamaban a eso? ¿"Hambre"? - ríe - En fin... A ver si se ponen en marcha ya... - echa un vistazo a los que aún están parados.

Al ver que Rewell se encarga de coger las maletas de Falken, decide coger rápidamente sus cosas. Se cuelga una gran mochila al hombro y coge una maleta con una mano. Con la otra coge un par de mantas ya que Arthur aun tiene que entrar en la hipotermia. Lo deja preparado junto a la puerta y vuelve a entrar ara ponerse su abrigo, una bufanda y unos guantes. Mientras vuelve a salir se echa la capucha del abrigo sobre la cabeza.

No sé si me explicado con claridad, tío. No nos conocemos. No tenemos por qué confiar el uno en el otro, aunque...reconozco que me caes bien. Tienes cojones, y siempre he valorado eso.

Tómatelo como una simple..."transacción comercial". No le des más vueltas.

Mira, desde hace mucho tiempo mi única obsesión era encontrar los huevos necesarios para quitarme la vida. Eso se acabó. Ahora me muero de Ignea..., y de curiosidad. No puedo diñarla sin llegar al fondo de esto. Ya es algo personal.

Te diré lo que sé:
Uno, estamos jodidos: el rollo del Ignea es tan real y chungo como el olor de mi entrepierna. Y hay un montón de gente implicada.

Dos: todos tenemos..."algo", eso ya lo sabes.
Pero aunque yo he visto lo que puedes hacer, tú aún no has visto de lo que soy capaz...y hasta hace bien poco ni yo mismo era plenamente consciente de ello.

Veo cosas, Arty. Cosas que han pasado y otras que pasarán. Aún no controlo esos "sueños", pero...joder! Es un subidón de la hostia! Me deja...hecho polvo, shockeado, con ganas de más. Mejor que el sexo y el caballo juntos.

Sólo tengo que...tocar a alguien. No he perdido el tiempo. Sé cosas de muchos de vosotros. Tú tampoco te has escapado, colega.

Así que, de momento, y como prueba de mi buena voluntad, aquí vá un anticipo:

A la gente que guía nuestros pasos hasta la cabaña no le tiembla el pulso.
Buscan a los mejores. Y el que la caga, o el que no parece "apto"...lo despachan. No me preguntes cómo, pero lo hacen.

Su objetivo? Buscar una cura.
Sus instrumentos? Los tienes delante: viente cobayas.
Su método? Pues...en realidad parece un juego. Pistas, misiones...que debemos llevar a cabo.

Si te acojona, da la vuelta. Aún puede que estés a tiempo. Pero una vez en la puta cabaña, no hay vuelta atrás.

Ah! y no te preocupes por si "doy demasiado el cante". No puedo prometerte nada, pero procuraré reprimirme...

por la cuenta que me trae.

Acompañado por Art, en Taylor se adivina una cierta mejoría.
Puede que fuese teatro, puede que el simple hecho de abrigarse le haya salvado la vida...o puede que a un tipo hipocodríaco sólo le haga falta dejar de mirarse el ombligo para sanar.

Lo cierto es que habla en voz baja con Art, mirando de soslayo al resto del grupo, haciendo aspavientos con las manos.

Comienzo a andar con verdadera cara de fastidio en cuanto reparo en el barro

joder, no podia haber montado el escondite que sea en una ciudad, mira que hay barrios donde nadie conoce a nadie, pero no, tenia que ser en mitad de este sitio con este tiempo de perros

Reprimo el gesto de cerrarme el abrigo

por si acaso mejor un poco de fresquito, si han dicho que es bueno para el ignea y tienen razon, cojonudo y si no la tienen con esta mierda encima no me voy a preocupar de una gripe

Alguien toca el hombro de Art justo delante tuya, y al volverse podéis verle de nuevo, se trata de Michael, el "rubito", una vez más... Con una sonrisa amable y encantadora, mirando a los ojos a Art, le exige:

- Haz el favor de llevarme las maletas.

Acto seguido, Art obedece, gruñiendo por lo bajo sin posibilidad de negarse...
Empezáis a caminar todos los de la comitiva luego de algún que otro intercambio más o menos fuerte de palabras, cuando llegáis hasta un lugar en que un cartel en uno de los árboles, reza:

Junto a él hay un joven con un paragüas... Un tipo tan hermoso como siniestro...

La comitiva, encabezada por Falken, se detiene alerta y desconfiada... El muchacho sostiene en sus manos un cuaderno negro, contra su pecho...

- ¿Quién eres...? - pregunta el siempre encapuchado Adrien Falken.

- Balaguer - contesta, justo antes de que vuelvas a tener delante a Art, junto a la caravana...

Como si una descarga eléctrica reecorriese su cuerpo, Taylor tensa súbitamente los músculos y abre los ojos de forma exagerada. Al poco, logra relajarse, suspira y, sumido en un sedante placer, dice con voz de nuevo pastosa:

Sólo una cosa más, Arty... y con con esto quiero que creas definitivamente en mí. Recuerda esto:

"Near the tree, a man stays on.
He´s Balaguer. No less, no more."

Y, por cierto, si alguien te "obliga" a llevar sus maletas...aseguráte de que no especifica si "llenas" o "con su contenido esparcido por el barro"...

Ai! dios, compre estos zapatos hace nada y se van ha echar a perder - digo por lo bajo, poniendo cara de sufrimiento a cada paso que doy - ¡dos kilómetros! seguro que a esa caravana no le haría pasado nada, y... - continuo renegando entre dientes, jurando obligar a pagar los desperfectos al que puso esa señal ahí.

La revelación de Taylor me sorprende menos de lo que debería, claro, que visto la gente que forma este grupo, es lógico, ¿cobayas?, ¿un juego?, vaya puta mierda, ya veremos lo que pasa al llegar allí.

Si, ya sé, ¿quieres que te firme algún papel?, para sellar el puto trato, jódete Taylor, porque más te vale fiarte de mí, y más te vale que tu seas de fiar…más nos vale todo esto me pone nervioso, sueños y visiones, ¿no será un mal viaje?.

Cuando parece que ha terminado vuelve a hablar, extrañas palabras, supongo que alguna vez las entenderé, pero una sonrisa franca aparece en mi cara.

Lo haré tío, lo haré

Las palabras de Eva hacen activarse un interruptor dentro de mi

Joder, los zapatos, de puta madre tras un par de pasos con cara de cabreo y a los pocos pasos me voy acercando a Eva y le comento algo en frances

El camino continúa en mal estado, miro divertido las dificultades de Eva, podría llevarla sin problemas, pero más le vale que se curta un poco, niego con la cabeza mirando a Taylor, y luego echo un vistazo a los más rezagados, que continúan bajando cosas de la caravana.

A este ritmo, tardaremos mil horas en recorrer los putos dos kilómetros, sólo faltaría que la lluvia apretara, o tal vez nieve, en este país debe nevar, si, tiene toda la pinta.