Partida Rol por web

- Bien... - Lex asiente algo nerviosa y se adentra en aquel camino, aparcando...

Cuando apaga el motor va directa como una flecha a donde se encuentra el doctor con Antti:

- Sé algo de medicina. Puedo ayudarte... - dice, encendiendo a toda prisa las luces de la habitación para tenerla lo más iluminada posible, y colocándose unos guantes de látex que ha extraído de un botiquín, situándose a un lado de Sven... Aún así parece estar demasiado nerviosa como para poder hacer nada... con lo cual decide hacerse a un lado, frunciendo el ceño bastante preocupada...

Giro la cabeza, con una ceja alzada, al escuchar la reacción de Sven. Parece que, como a mí, hay cosas que le calan profundamente, y sentimientos que no puede reprimir. Aunque su aspecto es mucho más profesional, según parece. Al ver la señal y sentir la mano de Falken en el hombro, asiento, sin demasiado entusiasmo. Cuando Alexa detiene la caravana, abro mi puerta y bajo, sintiendo rápidamente el frío del lugar. Sin embargo, por mucho frío que haya, mi envergadura es capaz de protegerme sin problemas de cualquier inclemencia del tiempo. Me acerco a la señal y miro a un lado y a otro, asegurándome de que no hay curiosos alrededor.

Me remango la camisa hasta los codos y me quito las muñequeras de cuero, que guardo en los bolsillos del pantalón. Extiendo las manos y aferro con ellas el poste, tensando levemente la mandíbula y los músculos de brazos y hombros. Sin demasiado problema, arranco la señal de su sitio y la elevo, cogiendo un extremo del poste con una mano y la placa con la otra. De nuevo tiro con fuerza de la chapa, que está bien aferrada, aunque consigo arrancarla también. Lanzo el poste entre los matojos y, tras mirar de nuevo a un lado y a otro, entro en la caravana. Dejo la placa en la parte de atrás y observo la situación. Parece que va a alargarse mientras Sven opera. Sería bueno que no nos relajásemos más de la cuenta, después de todo estamos buscados por el ejército...
-Estaré fuera, por si acaso... Digo, antes de ponerme de nuevo las muñequeras y bajar de la caravana, encendiéndome un cigarrillo. Apoyado en un lado del vehículo, observo constantemente a un lado y a otro, ceñudo (para variar).

Alice duda que pueda ayudar en algo con la operación así que decide cerrarse el abrigo y coger un gorro, unos guantes y una bufanda. Sale de la caravana y el viento helado la hace estremecer. Se apoya junto a Jonh - Si tienes siempre ese gesto se te van a quedar unas arrugas atroces - Dice intentando romper el hielo. - Que frio.... - Trata de hundirse en su abrigo.

Desvío la vista ligeramente hacia Alice, con una ligera sonrisa que parece forzada. -Me lo dicen mucho, pero las arrugas no me importan demasiado... Cuando hace mención al frío que hace, saco el paquete de tabaco y se lo tiendo, ofreciéndole un cigarrillo. -Viene bien... Calienta un poco... Y es verdad. Doy una larga calada al mío, soltando el humo hacia arriba, que al juntarse con el vaho que yo mismo desprendo al respirar, forma un humo denso e hipnótico.

Alice acepta un cigarrillo. No es que sea fumadora, pero de vez en cuando le gusta caer en la tentación y para una vez que Jonh se muestra algo sociable...- Esperemos que salga bien todo ahí dentro... - Dice mientras espera que le preste también fuego.

Acerco el mechero y enciendo su cigarrillo al ver que no tiene encendedor. No sé si la cosa acabará bien... No tenía mucha pinta, la verdad. Sven es médico y parecía bastante nervioso por no saber qué le ocurría al tal Antti.
-Mmmm... murmuro, pensativo. Sven debe ser buen médico, no tendrá problema... Comento, sinceramente. Después, tras un rato de silencio, vuelvo a hablar. -Bien hecho en la estación. Nos salvaste de una buena. No es un halago, es un comentario, no soy dado a lanzar los primeros, sino más bien a remarcar los segundos.

Pero ha costado caro...- La expresión de Alice muestra que los remordimientos la reconcomen- Aún no controlo bien mi poder...y temo que le he hecho daño a mucha gente...

-Los dones que tenemos SIEMPRE acaban dañando a otra gente... Sentencio, antes de dar una buena calada, exhalando el humo por las fosas nasales. Dos columnas que acaban entrelazadas. No es lo más alentador que he dicho en mi vida, a decir verdad... De hecho no sirve para que Alice se sienta mejor, aunque tampoco he pensado en eso... Parece afectada por lo ocurrido... Quizá un poco de apoyo le vendría bien... ¿Qué se hacía en estos casos? Nunca he tenido que hacer algo así salvo, alguna vez, de pequeño, con mis hermanos... Agacho la cabeza, pensando de nuevo. Al final acabo dando con una resolución. -Pero tampoco merecemos ser tratados así... También somos personas. Sí, eso está mejor, y es justo lo que pienso. A veces una mentalidad simple da buenos resultados.

Cuando empieza a hablar John, Alice se hunde aún más* pero parece reaccionar ante el intento del fornido joven - Si...supongo...aunque no creo que a algun pobre sujeto que le haya caido un trozo de granizo en su cabeza hoy piense que somos personas también - Rie forzosamente para después darle una calada a cigarro.

Felicidades, Rewie, has vuelto a hacerlo... Cada vez que hablas con alguien o salen huyendo o acaban deprimidos. Claro, que no es que eso me incomode demasiado... Soy así y no puedo evitarlo, e intentar fingir algo que no soy... Francamente, me resulta imposible de hacer, e indigno, además. A ver... Piensa un poco... Tampoco te gusta ir por ahí jodiendo a nadie. Ya sabes, tú a lo tuyo, los demás a lo suyo, nadie se mete en los problemas de los demás... Por eso vives solo y trabajas en un lugar con poca gente... Pero ahora estás metido en un follón grande con seis personas más. Intenta, al menos, animar un poco a la chica... Parece buena gente. -No... No creo que piensen nada raro de ti... Pensarán que el tipo de las noticias que retransmite el tiempo es un hijo de puta tamaño monstruo por no haber previsto la granizada de hoy... Esbozo algo que, con imaginación, podría ser una sonrisa. Se nota que no estoy acostumbrado a sonreír. Nadie se va a morir por una granizada, no te des mal...

En fin....tal vez tengas razón...- Dice pensativa para después cambiar el gesto por no más risueño - Bueno, cuentame algo sobre tí - Mira a su alrededor - Aquí lo único que parece quehay que hacer para pasar el rato es tirar bolas de nieve y me temo que somos ya mayorcitos para esas cosas.

Respiro, algo aliviado en verdad, al ver que la chica se calma. Puedo sentirme orgulloso de no haber provocado su rápida huída, sobre todo teniendo en cuenta que ya llevamos... ¿Cuántos minutos de conversación? Y ya me está pareciendo larga... Aunque claro, tampoco es que tal cosa sea apreciable, porque mi gesto no varía an absoluto. Sin embargo, como era de esperar, llega la pregunta mágica, aunque sea de forma pasiva... "Cuéntame algo sobre ti". ¿Por qué la gente siempre quiere saber más? Nunca he sabido reaccionar bien ante este tipo de situaciones, joder...
Tiro la colilla a la nieve y saco un nuevo cigarrillo, que enciendo con cierta tranquilidad. Suspiro, finalmente. -Soy mecánico... Me encantan las motos... Y me gustaría saber dónde está la mía. Respondo. Bueno, ya le he contado algo sobre mí... ¿Tendría que preguntar yo ahora? Quizá sí, pero yo no soy ningún cotilla... Ella tendrá su vida y ya... ¿no? Joder...
Pasados unos instantes en los que, parece, la expresión facial cambia ligeramente, como si estuviera habiendo algún tipo de batalla en mi interior, vuelvo a hablar. -¿Y tú? Nunca estas dos sencillas palabras resultaron tan difíciles de pronunciar...

Sven entra en el dormitorio quitándose la chaqueta luego de haberse lavado las manos, abre el maletín que portaba consigo y ordena:

- No quiero dentro a nadie que no sea médico o enfermero mientras le opero.

Herkus, aunque algo esquivo, sale de la caravana, cogiéndole la cintura a Lex para llevársela fuera mientras se sostiene la bolsa de hielo contra la sién, no obstante, al ver que graniza fuera, impide que Alexa salga, coge un cubo y lo deja fuera, recogiendo las piedras de granizo...

- Agua para sisterna - les explica a Lex y a Falken, algo nervioso por los últimos acontecimientos, justo antes de que un par de piedras impacten contra las cabezas de Alice y Rewell* y sus cigarros se apaguen por la lluvia.

Cuando Falken escucha las piedras impactar contra las cabezas de Alice y Rewell, sale de su estupor por los hechos y les reprende:

- ¿Acaso somos preescolares, mis queridos londinenses? No es el mejor instante para salir a destrozarse los pulmones... Hagan el favor de entrar y tener un mínimo de decoro con nuestros anfitriones, que en éste instante lo han de estar pasando mal... - se vuelve hacia Herkus y Lex y hace un asentimiento a modo de disculpa justo antes de coger una alfombra y salir con ella a tapar el cristal delantero. Piedras de granizo del tamaño de un puño impactan contra él, pero no parece inmutarse ni detener su avance, de hecho el hielo se rompe al tocarle. Al volver, se sacude y escurre la ropa antes de entrar para no manchar nada, y se excusa - Dispensen por la alfombra, pero me pareció oportuno, al menos amortiguará los golpes...

Lex sale histérica junto a Herkus, mordisqueándose una uña. Observa la puerta de la habitación de forma contradictoria...

No se opera a familiares o amigos, Lex, no se opera... Mejor fuera que dentro... Él parece un profesional...

Se abraza con un brazo a Herkus a la altura de la cintura y apoya la cabeza en su hombro, tragando saliva... - Esta bien, gracias... - asiente a Falken con gesto cansado, pero igualmente sonríe de forma amable... Parece más afectada de lo que debería.

Sven sale de la habitación con las manos llenas de sangre, se lava las manos y vuelve a entrar. Al rato de espera ansiosa sobre todo para Herkus y Lex, sale de nuevo e indica silencio.

- Ha perdido bastante sangre, tiene que dormir y descansar, nada de movimientos bruscos ni de estresarse... ¿Es alérgico o asmático? No debe forzar la respiración... Pero está bien, tranquilos - notifica, serio y profesional - No le despierten, podría sobresaltarse y no sería bueno... Además, está anestesiado...

Gracias a Dios...

Cita:

- No lo sabemos... - niega Alexa con la cabeza, más tranquila - Muchísimas gracias, de veras... - Mira a Herkus alzando la mano en dirección a los invitados... - El taxi en el que viajaban colisionó con nuestra caravana. Son a quienes debíamos de recoger, él es... Adrian Caylan Falken y él... - mira a Sven, alzando las cejas como quien acaba de darse cuenta de algo - No nos han presentado. Me llamo Lex Czigany... Él es Herkus Reisel.

- Doctor Sven Sebastian Lockhart - estrecha la mano de ambos - Encantado de conocerles. Gracias por permitirnos subir - dice sin mucho entusiasmo y ninguna molestia en su voz - ¿Les importa si duermo? - pregunta, señalando uno de los sillones individuales.

- Grande plaser - asiente Reisel asintiendo, aún algo achantado - ... No, no importa, siéntase y dormido, tenido que ser duro curar a persona tan grave - se pone en marcha en seguida y saca una almohada que entrega diligentemente al doctor - Si quiere algo por comer, tenemos comida, ¿usted quieres, senior Falk...? - al volverse hacia Falken, pestañea un par de veces, impactado, traga saliva y con un gesto más apenado, concluye - ¿...ken...?