Partida Rol por web

En cierta parte del aviso de Donovan, Milo frunce el ceño, extrañado, pero le deja expresarse, asintiendo al conocer de la existencia del pasadizo.

- Tranquilo, Donovan - le dijo suavemente, sin relajar el ceño - ¿Quién dices que se peleó con Isenhall...? ¿Hemos visto a ese tal Kramer en el desayuno? ¿Es el apellido de alguno...? - al parecer, Notara no tenía ni idea de quién era Victoria Kramer... - ¿Qué es eso de que se peleó con Isenhall y tuvisteis que escapar?

"!¿Aun se conserva la habitacion de Lior?¡!¿Porque nadie me lo ha dicho?¡" Hugo contesta a Arthur de la manera mas logica posible, deja lo archivos que tuviera entre manos en el suelo y se larga a la habitacion de Lior en una marcha que podia como catalogarse "Tengo mucha prisa, pero no corro porque no quiero que te fijes en mi y sospeches que mañana vamos cazar vampiros". Lo unico que dice antes de cruzar la puerta es...

-Ahora vuelvo, trabajad y buscad mientras me ausento.

Despues de eso, portazo y un andar muy apresurado pero sigiloso, lo mas que puede un ex-pizerro español.

Observo a Hugo marcharse por la puerta sin dedicarle una especial despedida en realidad. Parece que quien más claras tiene las cosas es Arthur: vampiro-estacazo. Es una relación perfectamente comprensible, clásica y, probablemente, útil. Echo a un lado un mechón de cabello, que paso tras la oreja, tomando asiento en una de las sillas de la estancia cruzándome nuevamente de brazos y pasando ambas manos por ellos, frotándolos, para entrar en calor aunque sea sólo un poco. Entre las conversaciones matutinas y la propia temperatura no podría haberme quedado más frío. Aprovecho el pequeño momento de intimidad para interesarme por la salud de Arthur, desviando un momento la vista hacia Falken, quien está, por supuesto, mucho peor que cualquier otro.
-¿Cómo vas, Arthur? ¿Te ha atacado mucho el Ígnea últimamente? Se te ve bien...

- No, tío - Arthur esbozó una sonrisa, sentándose cerca de Rewell también, hablando con un tono de voz moderado para no molestar a Falken - desde que Balaguer "me puso la mano encima" en su casa... La cosa no ha avanzado para nada. Incluso cuando Renki y yo salimos de misión a Siberia, que incluso nos dieron. Pero todo bien: Ese tío es un milagro andante, me importa una leche lo que haya hecho o dejado de hacer antes... - se pone serio de nuevo y alza las cejas, resignado - Supongo que es bueno que esté con Jolene y con Amber...

Dale, que había inclinado la cabeza y miraba fijamente al muchacho mientras hablaba, ladeó una sonrisa entre divertida e indignada...

- Te la has tirado, ¿a que sí?

- ¿¡Qué!? - Arthur se puso inmediatamente colorado, tragando saliva e incorporándose, corrigiendo la postura en su asiento, negando con la cabeza - ¡No, por Dios...! ¿Cómo...? ¡No, joder...!

Sven giró la mirada y buscó la del joven anglo-libanés, negando con la cabeza, reprobador. Por el color de mejillas y el bochorno que presentaba Hayes, era evidente que tenía algo que ocultar.

- ¿Cómo se te ocurre? Tiene dieciséis años...

- ¡Pero...! - se intentó defender Hayes, tartamudeando - ¡Pero si sólo tengo un año más que Balaguer! ¡Además: Fue ella la que se me acercó, y sólo fué la primera noche que pasamos aquí...!

- ¡Por eso estás tan nerviosete! - rió Dale, dándole un flojo puñetazo cómplice en el hombro - ¿Ehhh...? ¿De quién será el bebé? ¿De quién-de quién? - canturreó.

-Pues sí, es verdad que Alejandro es alguien especial... -di la razón a Arthur, asintiendo con la cabeza. Balaguer había hecho cosas en el pasado de las que, desde luego, tenía que arrepentirse. Pretendía hacer lo mismo conmigo en su momento, aunque Taylor y Lior me salvaron, creo, pero todo el mundo merecía una segunda oportunidad y, al parecer, Alejandro quería cambiar y empezar a hacer las cosas bien. Pero, como tantas otras cosas durante el día de hoy, la pregunta de Dale me cogió tan por sorpresa que un poco de saliva que estaba tragando pasó por el otro lado y me provocó un acceso de tos que intenté refrenar, aunque fue imposible, y lo único que pude hacer finalmente fue golpearme el pecho con el puño cerrado para intentar calmarlo.

Mis sentidos, en el momento en que la pregunta es formulada, se activan con increíble rapidez, comenzando los ojos a posarse de Dale a Arthur, de Sven a Dale y de Arthur a estos dos últimos, sin perderme nada, ninguna reacción, ninguna clase de movimiento por parte de los presentes, buscando la verdad entre todas las palabras que se escuchan sucesivamente, con la boca y la nariz ocultas tras una fuerte mano. Arthur tenía algo que ocultar, eso seguro... Era lo que más claro había quedado de todo aquello... Y bien podía tratarse de un posible escarceo con mi hermana.
El suspiro que surge tras la mano es ahogado levemente por la misma, aunque pese a todo resulta perfectamente audible en un momento como el que sigue. No creo que Arthur me tema en absoluto... Después de todo él es un mafioso y yo, aunque más grande y, en apariencia, más fuerte que él, no dejo de ser un simple mecanicucho de barrio de una de las últimas ciudades del Reino Unido.

Así que, si lo oculta, es porque hay algo más detrás. ¿Vergüenza, tal vez? Eso debería haberlo pensado en el momento en que la sostuvo entre los brazos. Al instante, en cuanto ese pensamiento recorre mi cabeza, Hayes confiesa y una vena de mi cuello (hasta entonces tranquila) se tensa e infla peligrosamente. Pero nada estalla. Consigo dominarme una vez más. Después de todo... Seguramente no miente... Sería ella quien se acercó...
-La primera noche en el hotel... Aquí los poderes se apagan... Así que no pudo ser por su belleza sobrehumana... -ladeo la cabeza, mirando a Hayes con la mirada algo caída, pasando la lengua por las muelas de la parte derecha de la mandíbula, visiblemente tocado por la información recibida.

La verdad es que la actitud de Dale resulta de lo más graciosa... Al menos para alguien a cuya hermana no se la hayan metido hasta el duodeno con dieciséis años. Pero eso no significa que pueda reprenderle nada a ella. De hecho me resultaría muy difícil reprenderle algo a esa rubia de bote que tan pronto y de forma tan inesperada me ha llegado. De todas formas, ¿qué podría hacer yo ante algo así? Echarle una bronca a este crío de familia disfuncional (qué ironía que lo piense un servidor, por cierto) y echarme esto a los hombros, como todo lo demás. Aunque hay algo que debe dejarse bien claro, por las consecuencias que puede acarrear consigo.
-¿Hay alguna posibilidad de que el bebé que espera pudiera ser tuyo, Hayes? -involución. Haberle tratado por su apellido es lo que supone, pero espero que lo entienda. Si no lo hace tampoco me va a importar demasiado, la verdad...

Cuando Rewell apunta lo de su belleza sobrehumana, Hayes baja la cabeza con mala cara... La misma que suele poner Rewell cuando piensa en Don y Dale, por ejemplo, rascándose también la nuca.

- Ya... - concluye tajante, sin querer saber mucho del tema. Dale niega con la cabeza, alzando las cejas y sin apagar una sonrisa que habla de diversión y enternecimiento a partes iguales. Pero ante la pregunta de si el niño podía ser de Hayes, el muchacho frunce el ceño y niega con la cabeza - Uso preservativos - aclaró algo avergonzado.

- Eso está bien - apostilló la australiana - , porque Jolene no parece muy de tomar precauciones... Voy a tener que presentarle a mi amiga Diane 35...

Cuando Rewell pareció desconcertado por la mención, los dos médicos y la chica al unísono aclararon:

- Píldoras anticonceptivas.

- O sea - se desvió Dale de nuevo - que lo que escondes no es que el babybump de Jolene pueda ser tuyo... ¡Estás enamoraditooo...! - le tiró entonces de la mejilla y la agitó suavemente para disgusto de Hayes - Joder, chaval: Qué putada, lo siento - concedió la australiana, soltándole - ¿Qué tiene esa chica que sólo atrae a criminales y sólo quiere follar con ellos?

Sven parecía muy interesado (por una vez) en conocer aquella respuesta. Se comportaba como si Jolene fuera de su propia familia.

- A mí me dijo que el peligro le parecía "sexy"... - Hayes se encogió de hombros, evidentemente despechado.

- Hay que joderse con la niña... - en éste punto, a Dale parecía no gustarle lo que oía.

Continué con mi concienzudo escrutinio de expresiones y lenguaje gestual en todo momento, pensando que sería de vital importancia en un momento como este. Agradecí silenciosamente, por supuesto, la aclaración al respecto de la píldora... Diane 35, hay que joderse qué nombres les ponen a las pastillas... De forma ajena a lo que las palabras pudieran decir, sobre todo me quedé en la expresión de Hayes al hacer mención a la belleza de Jolene... No necesitaba un espejo para saber qué cara ponía yo cada vez que imaginaba a Dale y a Donovan, por eso el repentino enfado que había surgido momentos antes fue remitiendo a velocidad alarmante, para lo que estoy acostumbrado.

Niego con la cabeza, al terminar de hablar mis compañeros de almacén. Aún diría más a lo dicho por Dale: hay que joderse. Jolene y sus extraños fetiches... ¿Cómo cojones ha llegado a tal punto? ¿El peligro le parece sexy? Claro que tampoco yo puedo hablar mucho, pues ni siquiera sé qué es lo que me parece sexy... Pero estoy seguro de que el peligro no (¿lo estoy?). Sabía que las cosas con Sven no estaban muy bien (lo que no sabía era por qué), pero aún con todo le miro con cara de circunstancias alzando las cejas un momento y suspirando resignado. Mi hermana no tiene remedio, al menos no ahora, que está alejada del hotel. Poso la mano, aunque al principio con cierta reticencia pero con más confianza después, sobre el hombro de Arthur, suspirando.

-Ahora hablas mi idioma, chaval... -concedo, desaparecido todo rastro de enfado. Aunque no creo que yo esté enamorado, sinceramente, he conocido hace bien poco lo que son los celos y lo que debe sentir este chaval cada vez que ve juntos a Jolene y a Alejandro... Incluso cada vez que los imagine. Y, por suerte, el bebé no va a ser suyo (a menos que el diablo haya echado mano a un paquete de condones)-. También yo lo siento, la verdad... Es una putada... -añado, asintiendo con la cabeza. Tampoco tengo intención de hacer sangre, ni a él ni a Dale, como tampoco quiero hacerle entender a ella algo que no es (pues no estoy enamorado, aunque el hecho de que sea ella la primera chica que me hace salir de mi aparentemente eterno letargo sexual y afectivo es bastante significativo, la verdad). Bienvenido a la espiral bizarra de los Dryden, Arthur...

Eeeeemmm
Donovan tuerce el gesto en una mueca de extrañeza antes de negar con la cabeza y encogerse de hombros.
No sabes quién es Kramer. Qué raro. Vamos, no se cuanto tiempo lleva aquí, pero todo el mundo la conoce, suponía que tu también... Porque si, es una mujer. Por lo que tengo entendido, tiene poderes mentales, pero no es mutante, como nosotros. Lo que me hace pensar que tiene que ser algo como Isenhall, pero maligno.
Gira el pomo de la puerta y abre mientras sigue contándole a Milo lo poco que sabe de Kramer.
Estuvo a punto de echarme del Hotel solo porque no estaba de acuerdo con sus métodos y su forma de hacer las cosas. Creo que la puse realmente nerviosa y la enfadé hasta el punto en que, creo, pudo llegar a perder el control. Supongo que por eso se enfrentó a Isenhall.
Dicho lo cual entra en el cuarto.

La puerta del almacén se abre de nuevo, Donovan la empuja, atendiendo a lo último que le dice un tremenda e inusualmente serio Milo Notara:

- Iré a ver... De momento hacedme un favor: Id a decirles a los que estén ya en el patio exterior que no habrá entrenamiento, lo haremos después de comer, ¿si? - entró en la habitación y recogió a Falken con cuidado - Échame una mano, Sven - el médico así lo hizo, aunque sin saber muy bien qué pretendía el griego. Así, Lockhart dio su propia orden:

- Hayes, ven, síguenos con mi maletín.

Y tal cual se marcharon, dejando en la habitación a Rewell, Donovan y Dale.

Dale observa el trajín que se ha armado en un momento con confusión. Visto y no visto.

- ¿Quién coño ha echado el spray espanta médicos? - miró a Donovan. Naturalmente era una pregunta retórica - ¿Qué leches le has dicho a Notara? - empezó a levantarse de la silla, sin mucha esperanza de que Dryden le diera una respuesta.

Donovan se encoje de hombros por toda respuesta a la pregunta de Dale y se queda junto a la puerta, esperando a ver si su hermano y la australiana iban con él al patio interior. No entendía la necesidad de hacer un entrenamiento, ni ahora ni después. Y mucho menos teniendo en cuenta que debían informarse sobre los vampiros a los que tendrían que enfrentarse mas tarde.
Menudo follón ¿eh?... Vampiros nada menos...

-Ahm... Claro... -respondo a Milo de pura casualidad, pues con lo rápido que se han ido los tres, la verdad es que no ha dejado mucho tiempo para más. Miro a Donovan, igual que Dale intrigado por saber qué puede haberle dicho para dejarle de pronto tan serio. Me pongo en pie llevando dos dedos a la sien para frotarla levemente-. Desde luego... ¿Quién coño me iba a decir a mí hace un mes que iba a salir a Dios sabe dónde a cazar vampiros...? De todas formas todo parece muy fácil aquí, hablándolo con tranquilidad, pero ya veremos cómo son las cosas durante la acción... Ya podemos andarnos con ojo. Después de la última misión... -suspiro, intentando apartar los recuerdos que, inevitablemente, vuelven para tocar los cojones-. La verdad es que ya no sé qué esperar de nuestros compañeros...

De nuevo en el almacén, Hugo y Donovan tenían que compartir el ordenador para acceder a la información que tenían que entregar a Isenhall para que no les dejara tirados en medio de ninguna parte... Pero sus criterios de búsqueda eran distintos, y en seguida empezaron los dedos señalando la pantalla insistentemente con un "¡Busca aquí!", "¡Dale a tal cosa!", "No, no sigas por ahí", y lo que solía suceder cuando dos jóvenes de diecinueve años (por muy superdotados que ambos fuesen) se ponían a compartir un sólo ordenador para hacer un "trabajo de clase", aunque en éste caso el trabajo era un poco particular...

Tras un codazo y unos cuantos "¿¡Me quieres dejar a mí, que sé lo que hago!?", Donovan se hace con la situación y con la búsqueda, apuntando los tres lugares posibles de la localización del vampiro:

-Predeal, la estanción de esquí más alta de Rumanía, un pueblo pequeñito en cuyo monasterio debieron refugiarse todos sus habitantes, temiendo los paseos de un antiguo señor feudal, que a veces salía en busca de aldeanos que no le parecieran dignos de su tutelado y los hacía matar.
-Miclosvar, un pequeño y frío pueblo también en Rumanía, donde las tradiciones supersticiosas siguen fuertemente arraigadas en su gente. Se dice que a unos veinte kilómetros en la cordillera hay un castillo magnífico en el que habita un vampiro.
-Trencsen, en Eslovaquia, lugar donde muriera la llamada "Condesa Sangrienta", Erzsebét Bathory. Se contaban leyendas de que el espectro de la condesa se llevaba a las jóvenes más bellas y las asesinaba.

Los tres lugares están situados en los cárpatos, y en torno a los tres es que se encuentran a veces cadáveres: En Predeal de tullidos o minusválidos, en Miclosvar de extranjeros, y en Trencsen de jóvenes con signos de violación... El punto común entre ellos es que normalmente la víctima está totalmente desangrada.
Son casos aislados que nadie atiende, pues las mafias del este de Europa (denuncia un viajero en su blog) se valen de la superstición de los pueblos pequeños para cometer atrocidades, en ocasiones por puro placer.
En el caso de Trencsen sin ir más lejos, se dice que es donde los tratantes de blancas abandonan a las chicas que "no les sirven", y en Rumanía se dice que aún se estila un pensamiento xenófobo e intolerante en las zonas más endógenas, lo que explica las víctimas de Miclosvar y Predeal.

"Sinceramente, me esperaba algo mas util que esto, pero supongo que es bastante mas de lo que hubiera sacado yo." Pense apoyandome en un brazo sobre la mesa, casi aburrido de ver como se encargaba de todo Donnie y a mi me tocaba leer lo que clickeaba.

-Si, te interesa mi opinion.- Lo cual no lo esperaba, despues de todo no me habia ganado en vano mi reputacion.- No creo que sea Trencsen, parece obvio con todas esas jovencitas desangradas y un espectro que bien podria ser un hombre muy bello, pero los de las violaciones me parece contradictorio, Herkus no olia como algo capaz de generar ningun fluido, y aun menos semen.- Un poco mas animado, señalo las otras dos noticias.- Sin embargo, las de Predeal y Miclovar, si que parecen factibles, Herkus mejoro mucho en aspecto cuando le transformaron, asi que puede ser que Zaan este haciendo un progama de servicio a la comunidad y mejorando a la paria del pueblo, ademas que eso explicaria porque la gente pensaba que la iglesia les protegia. En cuanto a Miclovar, parece aun mucho mas factible que Pedreal.- El tono podia notar que mas que decisivo era sugerente, como si solo estuviera aportando datos hasta que Donnie me dijera un "Elemental, Hugo.".- Segun Falken, el pueblo donde vivia amaban y protegian a Zaan, fue el cura del vaticano quien le convirtio lo que es ahora, asi que no es extraño que tome su tierra natal como refugio y se libre de todo lo que representa un contacto exterior o amenaza, y aparte de que eso explicaria la presencia de la chica arabi-saudi que acompañaba a Herkus, posiblemente Zaan intento atacarla en primer lugar pero cuando descubrio que era "especial" por su rabo de un metro, se alio con ella.- Me giro hacia el y le explico desganado a que me referia, por si se habia confundido por el ultimo dato.- Y me refiero a una cola de demonio, de las que acaban en un pincho.

Donovan seguía le razonamiento de Hugo con detenimiento, pensando en cada una de las ideas que estaba exponiendo y buscando fallos o trabas en ellas. No es que no se fiara del español es que... no, es que no se fiaba del español.
Asiente en un par de ocasiones, mira directamente a Hugo a los ojos en otras y vuelve la cabeza de vez en cuando a la pantalla del ordenador, donde varias ventanas diferentes mostraban toda la información que habían ido recogiendo. Aunque no se fiara de Hugo, le prestaba toda la atención del mundo. No solo oía sus palabras, sino que las escuchaba.
Cuando el español termina y hace su pequeña aclaración, Donovan se toma unos segundos para reflexionar en los que parece realmente concentrado, mesándose la barbilla en un típico gesto de detective de película antigua.
Creo que vas a tener razón Hugo. Miclosvar parece la opción mas acertada y adecuada a las condiciones. Vamos a ver si encontramos algo mas de información sobre la región, al margen de las historias de vampiros. Ya sabes, algo como un diccionario rumano-inglés de frases hechas, algo sobre el clima de allí por estas fechas y un poco de sus costumbres. Para una vez que tenemos la opción de ir informados, me gustaría poder pasar desapercibido. Y una localización un poco mas exacta de ese castillo a veinte kilómetros del pueblo. No me gustaría perderme en mitad de unas montañas desconocidas llenas de bestias salvajes y posibles vampiros...
Se encoje de hombros y comienza a teclear, buscando todos esos detalles que le servirían no solo para ir algo preparado durante la misión, sino para combinar conocimiento y poder y hacer así una interpretación lo mas perfecta posible de un habitante de otro pueblo cercano a Miclosvar. Si odiaban a los extranjeros, mejor hacerse pasar por uno de ellos para obtener información extra.
Y para completar la búsqueda, vuelve a probar con los satélites para sacar mapas de la región... aunque de nuevo sin resultado alguno, habiendo estado incluso a punto de fastidiarla por un descuido absurdo.

"Tal vez si... No, nada, que cuando se trataba de mapas, la cosa se tornaba negra y horrible." Suitlmente con un codazo y apropacion del raton cuando este lo habia aflojado, sigo yo la busqueda que ha dejado el a medias. Ya estaba aburrido de tanto esperar mientras el se dedicaba a aporrear las teclas.

-Dejame lo de buscar informacion sobre el pueblo a mi. Te lo creas o no, tengo un familiar que era cazador y Rumania tiene una muy buena fauna de la cual masacrar y colgar de las paredes.- Dije por primera vez orgulloso en mi vida de un hecho de mi pasado.- Solo necesito revisar unas cuantas paginas, y creo que incluso pueda conseguirnos un guia o un local donde conseguir armas para la caceria.

Actualmente, no dejaba de ser una obsesion para mi lo de conseguir metodos para matar a esos chupasangres. Desde que vi Herkus levantarse de aquel suelo con medio cerebro explotado, lo primero que se me vino a la cabeza era obtener una espada muy afilada y un libro sobre como decapitar y empalar corazones.

Podrías probar a ser un poco mas sutil, Hugo. A veces puedes conseguir las cosas sin necesidad de codazos.
Donovan se levanta de la silla que se veían obligados a compartir con las manos en alto, como si estuviera siendo atracado, y le cede el puesto a Hugo con una sonrisa torcida.
Tu turno, genio. A ver si tirando de esta idea tuya sacamos algo mas en claro. El asunto de las armas lo veo un poco absurdo teniendo en cuenta que vamos a ir con Mortymer, que es tan fuerte como lo era Art. Y Art no consiguió matar a Herkus, por lo que nos habéis contado.
Iba bajando el tono paulatinamente, según el desánimo le vencía.
Así que dudo que un rifle pudiera hacer nada... Pero eso del guía sería muy oportuno
Asomado sobre el hombro de Hugo, Donovan iba mirando con renovada atención lo que este hacía, metiendo la mano siempre que podía para señalar esto o aquello y pedirle que lo copiara a un documento a parte para ir a buscar esas cosas mas adelante en el archivo del hotel.