Partida Rol por web

Un poco más tarde y con paso algo apresurado, entro en el salón siguiendo las indicaciones de Herkus, observando que hay algunos desconocidos en el lugar. No es de extrañar, por otra parte. Saludo con un gesto de la cabeza a la gente, en general, tras lo que me acerco hasta Renka y Jolene, con las manos en los bolsillos del pantalón vaquero. No visto especialmente elegante, pero sí más que de costumbre. Una camisa blanca, una cazadora de cuero, unos vaqueros y botas negras terminadas en punta.
-Hola, ¿cómo va todo? -Pregunto al llegar tanto a Renka como a Jolene.

Hugo, despues de gastarse los 20 minutos y posiblemente mas, en admirar como un idiota el hotel, comprobar si habia calefaccion en el cuarto y si la cama era de cristal, buscar algo decente que ponerse y , por ultimo, buscar la sala del altar. Por fin llega a la sala con una ropa que mas que formal, tiene toda la pinta de ser de calle y barata. Sin embargo, Hugo no tenia ningun traje elegante del cual ponerse y no pensaba que la gente iba a vestirse de gala, asi que no le dio mucha importancia hasta que descubrio la carvanalesca verdad.

Sigiloso y con cuidado de no llamar la atencion, como si de repente todo los miembros del grupo se hubieran convertido en desconocidos aristocraticos y princesas bien vestidas y yo en un mendigo que se hubiera colado en una fiesta muy cara, empiezo a buscar a Balaguer, a Maria o algun mini-bar lleno de bebidas y licores.

María y Renka posan una mano sobre los hombros de Alice a la vez, pero María pide un segundo levantando un dedo y, saludando a Rewell por el camino, sonriente, llega hasta Hugo.

Renka por su parte le dice a Alice, con una sonrisa tranquilizadora:

- Tranquila: Ha llegado a donde debía llegar, y si ha llegado es que saldrá. Siempre lo logra, y cada vez hay menos problema en ello.

Al llegar Rewell, Renka le sonríe.

- Va bien, tu hermana ha ido a buscar a Donovan y Amber... ¿Ese hermano vuestro hace lo que le da la gana siempre? Porque eso le va a dar problemas lejos de la ciudad de las luces...

Al llegar ante Hugo, María sonríe, cogiéndole la mano y levantándola para verle mejor.

- [ES]¡Qué guapo! ¡Qué bien te queda la ropa así, casi no te reconozco vestido...![ES] - ríe.

Ella viste un sencillo vestido negro de gasa, eso sí: Con medias de rejilla y botines, todo de negro. Tampoco va demasiado maquillada.

- [ES]Por cierto, malas noticias: No hay copas. Ésto se parece más a una iglesia que a un bar...[ES]

- Me parece bien, Lex, porque además tengo que tener al rebaño controlado... como DEBERÍAN HACE ANTTI Y EL RESTO!!!

...ESTO... esto... to... o...

Tras el arranque de rabia y esperando a que el eco pasara, Arthur sonríe.

- Gracias por llevarles. Voy a ver a Jolene.

Sin más, le da una palmada en la espalda a Mortymer y se vuelve al pasillo de habitaciones...

Venga - le dice a su primo despidiendose con la mano - pobre - el autocontrol que acaba de demostrar Arthur le parece digno de admiracion. Encaro a Alex y con una timida y sonrojada sonrisa (pero con un ademan un tanto picaro) - vayamos pues, guianos

- Pues no me extrañaba si fuera eso le digo a Michael. Le contesto a Mara Nada que se ha puesto nerviosa porque el hermano esta de turismo con la hija y por lo visto no los ha visto
Que verguenza de familia pijo...
Me callo los comentarios cuando entra el gorila pero lo saludo con la cabeza. Entra Hugo vestido parecidisimo a mi, por no decir igual y me rio al verlo. Que macarras somos los españoles... ¡pero da igual porque estamos bien con lo que nos pongamos!
- [ES]¿Que pasa, tio? le sonrio y levanto la mano para saludarle No busques el minibar por que te vas a deprimir...[ES]

Asiente a Renka con expresión de gratitud en el rostro. Le ha calmado muchísimo ese gesto por parte de María y Renka, especialmente las palabras de la japonesa, renovando su confianza.

Cuando se acerca Rewell le saluda con la mano. Rie un instante ante el comentario de la chica, pero se mantiene en silencio, esperando la respuesta de Rewell.

Desde detrás sin mirar a nadie, guardando silencio como siempre Marcos observa y escucha con atención toda la conversación... Vaya, Jolene se... encontraba mal... no puedo quitarme de la cabeza lo que puede pasar cuando la vea... yo no quería... menos mal que no fue como las otras veces...

Levanto la mano hacia Lex, mostrando una pequeño sonrisa y asintiendo con la cabeza... Bueno de momento nadie me ha querido pegar ni hacer nada... espero que todo siga así.

La húngara apretó los labios para evitar reirse con el arranque de Arthur, alzando la cabeza a modo de despedida:

- ¡Okey! Hasta luego pueees... Ale, venid conmigo - sonríe a los chicos y los acompaña hacia la sala, acomodándose la piel sobre los hombros... - Aquí hace un frío que pela, pero en cuento entremos en la sala dejareis de sentirlo...

Alexa dejó la piel sobre uno de los bancos antes de entrar, frotándose los hombros nada más volver a la cálida estancia, suspirando... - Uuuuffff... Tanto cambio de temperatura no puede ser sano... En fin, ya estamos aquí - anunció a Marcos y a Mortymer, volviéndose a éstos - ¿Qué tal las habitaciones? ¿Con quien os ha tocado? - desvía la mirada al joven Serlen, quien curiosamente medía exactamente lo que ella, y parece ir dispuesta a comentarle algo cuando entonces se detiene...

Este chaval no sabía español, ¿verdad? No... Si no ha dicho nada desde que llegó... Pero no estoy segura

- ¿...English? - se señaló los labios y luego a él, con gesto interrogante.

Entro en la sala detrás de Lex y de Mortymer, lo primero que hago es buscar con la mirada a María... Donde estas?... no parece que la vea, entonces Lex se le dirige... Sonrío ante su pregunta negando... No debe saber que me está traduciendo la extraña mujer... afirmo entonces con la cabeza, pero mi atención se desvía cuando ante mi aparece mi madre...

Mis ojos se agrandan, mi sonrisa se amplía de oreja a oreja abriendo hasta la boca... MAMA !!!!!! salgo corriendo hacia ella olvidando al resto de la sala y me abrazo como si hiciera años que no la veía... mi felicidad es tremenda... le beso en la mejilla, incluso llegando a soltar alguna lagrimilla, me separo unos centímetros y parece que le sigo algo con gestos...

Lo siento mama, de verdad, lo siento mucho mi rostro parece afligido por el hecho de que puedas estar enfadada, y preocupado por que lo dejes...

Sonrojado por el halago de Maria y en parte feliz por ver a Balaguer. Sonrio cordialmente mientras examino el nuevo look de Maria, que por cierto estaba preciosa y radiante.

-Buenos noches, Balaguer. Es una pena que no haya alcohol, creo que mas de uno lo va echar de menos esta noche.- Dije sin pensarlo mucho y bromista.- Buenas noches, Maria.- Dije volviendome alegre hacia ella.- Te veo esplendi...

Algo interrumpe la conservacion. Una sombra veloz que abraza a Maria y se apega a ella como un pulpo. Al instante que me convezco que eso no es una cucaracha gigante, ni un emo desconocido que acababa de chutarse algo en el cuerpo, sino el desaparecido Marcos Selen, me pongo de brazos cruzados y con una mirada de furia contenida e inquisitiva.

- Vaya, sigues vivo.- Dije friamente y con una preocupacion claramente falsa.- ¿Se puede saber donde te han tenido secuestrado todo este tiempo?

"Tal vez pueda convencerlos para que te encierren de nuevo y escondan la llave." Pense amargamente, sin poder aun perdonar el chico por lo ocurrido en la cabaña.

María recibe el abrazo cuando ni siquiera había soltado la mano de Hugo aún. En un principio se asusta pero al comprobar que era Marcos, ese brillo en su mirada, esa fuerza juvenil que encendía sus ojos castaños, desaparece y pasa a ser una mirada somnolienta y paciente. Observa de brazos cruzados a Marcos mientras le expone sus disculpas en el idioma de los sordomudos. Ella suspira y niega, su gesto es de decepción.

- Me gustaría poder perdonarte, pero... No puedo.

- Has estado a punto de matar a una niña pequeña y a un chico, por un simple berrinche, unos estúpidos celos... No pensé que fueras así. Yo siempre pensé que eras buen chico... Eso me demuestra que no te conozco. No te perdonaré hasta que vea realmente qué tipo de persona eres, Marcos... - María tenía la expresión de quien no gusta de lo que está haciendo, pero aún así lo ve necesario. Traga saliva y se aleja, sentándose sóla en uno de los bancos.

Tal y como se temía, Marcos se lanzó inmediatamente a abrazar a "su madre", haciendo que Alexa se cruzara de brazos, suspirando...

Dios... No hay derecho ya, ¿eh? Esto es abuso...

Observó cómo María parecía reprocharle en su idioma. No tenía ni idea de qué había ocurrido entre ellos, así que lo único que se le pasaba por la cabeza era que Marcos la estaba acosando, porque vamos... Ni las compresas de Ausonia tenían tanta sujeción como la tenía Serlen para pegársele cual babosa a la pobre española.

- Perdona un momento, Mortymer... - se disculpó al libanés, acercándose a María con expresión preocupada... Cuando se sentó a su lado ladeó la cabeza para sonreirle, pasándole una mano por la espalda. Se encogió de hombros, interrogante, sin entender qué había pasado:

- ¿...Fine? - preguntó, inocente - ¿Marcos... bad? You... ggrrrrrr - arrugó la nariz, bajando las comisuras de sus labios, con cara de enfado. Frotó de nuevo su espalda, intentando animarla... - Don't worry, María... - tragó saliva. Parecía inquieta y no se le ocurría otra forma para intimar con la simpática Ortíz...

Dios, ¿qué puedo decirle? ¡No me va a entender un carajo! Lo mismo me toma por imbécil y me larga a tomar viento...

Las viejas necesidades de Taylor ocupan el puesto de las nuevas: se muere por un buen copazo de whiskey on the rocks y siente cómo la boca seca y pastosa le pide un cigarrito de la risa, para relajar el ambiente.

De todas formas, está más tranquilo. Una gota de sudor apareció en su frente tal como Rewell entró en la sala. No parece al tanto de las últimas novedades y, si lo está, no se le vé demasiado furioso. El caso es que le ignora. Mucho mejor así.

Recordando dolores en hombro y entrepierna, ve a Jolene abandonar la estancia y a Balaguer haciendo buenas migas con Michael: la gota de sudor, renovada, se desliza por su mejilla.

Algo desorientado, busca refugio en las atenciones de un "especialista".
Cuando me hablaron de la psiquiatra del grupo pensé en una mezcla entre Jodie Foster y la Señorita Rottenmeier.- dice a Victoria Kramer, enarcando una ceja.Siempre he sido un hombre muy intuitivo.

Incómodo, se revuelve dentro de la chaqueta. Le pican los muslos. Puta mierda de traje.

Quizá Lior te haya hablado de mí. El gesto cambia tras el "chiste". Ahora es más serio y su voz, casi un susurro. Te diré la verdad: no soy un paciente fácil. Ya he estado bajo tratamiento y no voy a volver al Prozac ni a esas porquerías con las que tus colegas me han atiborrado.

Bupropion, Viloxazina, Fluoxetina, Milnacipran...me han enchufado de todo,...pero mi cabeza tiene ahora un problema añadido y estoy harto de placebos.

Ante la llegada de Marcos no puedo sino evitar arquear una ceja

No se por que cada vez me hace mas falta una copa comento a Balaguer, sin bajar el tono por si por un casual alguien que pudiera solucionar eso decidiera que ya es momento de dejar la bromita y sacar la botella

Despues observo como Taylor habla con la psicologa y no puedo evitar añadir en un susurro a Balaguer (y posiblemente Hugo que andaba cerca)

Todavia puede que sirva para algo y todo, ¿crees que se presentara voluntario para ver si le alegra un poco el caracter?

Kramer observó la situación entre María y Marcos, preocupada. Miró también a Hugo unos instantes... Pero algo la interrumpió antes de hacer nada. Taylor le hacía comentarios sobre Jodie Foster y la señorita Rottermeyer, y además también cuestionaba el proceder de sus compañeros de profesión...

- No te preocupes, Taylor. Yo soy diferente: Atiendo a todas horas y de verdad que puedo entrar en la mente de mis pacientes para entenderles - esbozó una sonrisa - Soy contraria a las drogas, legales e ilegales, de manera que no te preocupes por el asunto de los placebos... Lo mío es distinto y más rápido.

La psiquiatra parecía muy segura de su técnica...

Lior entraba en la habitación enfundada en un hermoso traje negro con escote de encaje...

Con su temple habitual, repasó cual sargento de filas la situación y el aspecto de cada uno, sin una mueca de aprobación o desaprobación.

- Buenas tardes - se cruzó de brazos, junto al trono que había a la derecha del altar.

Inmediatamente después, entró Herkus Reisel. Algo había pasado con ese chico: Su piel ya no estaba deslustrada, ya no tenía un aspecto enfermizo y maltratado... Estaba magnífico. Su pelo había crecido incluso lo justo para recogérselo en una coleta, y parecía como si llevara cuidándoselo meses. Su gesto era sonriente y su mirada despreocupada, al entrar con un traje gris sobre camiseta negra en la sala.

Hizo un saludo general y su sonrisa bajó al ver a Lex tan preocupada con María, y la española tan seria...

Se sentó junto a la húngara dándole un discreto beso en la mejilla, poniéndole una mano en la espalda y después sentándose de forma correcta, pendiente de la puerta.