Partida Rol por web

Isenhall observa a Balaguer largamente y levanta los dedos índice y corazón de la mano derecha, a lo que Lior reacciona diciéndole a Balaguer:

- Puedes volver a sentarte, Alejandro.

Tras eso, María se levanta al igual que Balaguer y se presenta sin arrodillarse, pero con la cabeza gacha...

- María Ortíz Ferrán... Soy española, tengo diecinueve años... Soy estudiante de arte dramático y voluntaria de obras sociales...

La Dama observa más extensamente a María... Parece haberse ofendido ante el hecho de que María no se incline. Gira un poco la cabeza hacia el lado de Lior y ésta le dice algo al oído. Isenhall observa nuevamente a María y de nuevo levanta dos dedos.

- Puedes sentarte, María - informa de nuevo la monja.

Jolene por su parte intenta hacer callar a Amber entre susurros, algo agobiada...

Consigo permanecer aparentemente impasible ante la aparicion de los guerreros y el nuevo muro donde antes estaba la puerta, aunque en realidad de repente la corbata me parece demasiado apretada y la aparicion de la mujer en el trono a la que solo puedo mirar por un instante antes de bajar la mirada solo sirve para que este algo mas acojonado todavia

Visto que Balager empieza con unas presentaciones un tanto exageradas, aunque quiza si sea pertinente, entre lo que parece que puede hacer, la solemnidad del acto y que es una de las pocas posibilidades de salvacion lo cierto es que merece ese tratamiento asi que me levanto cuando vuelve Alejandro e imito su gesto de arrodillarme ante el trono

Mi nombre es Michael Fauchon, a su servicio

Al abrirse súbitamente la puerta giro la cabeza, para observar a Jolene y a Donovan en un estado deplorable que provoca que mi preocupación aumente sobremanera, no creo que la cosa vaya bien... No entiendo qué ocurre y no sé si quiero hacerlo... Esto me da muy mala espina, de hecho comienzo a tensar los músculos, empezando a sentir cómo la furia ma ataca desde la sensación más asquerosa de impotencia. No sé que hacer y lo único que me sale es liarme a hostias con todos los presentes hasta caer muerto...
Pero soy sacado de golpe de mis pensamientos cuando la sala comienza a cambiar de forma sorprendente, algo que sólo habría podido imaginar antes en películas de ciencia ficción... Miro nervioso a un lado y a otro, sorprendido y fuera de lugar, hasta que la imponente figura de la Dama Isenhall se forma sobre el trono con un aspecto siniestro y fantasmagórico. La observo por unos instantes boquiabierto antes de bajar la cabeza por completo. Si Lady Lior en su primera aparición había provocado miedo por primera vez en mí, ésta mujer es mucho peor... Es imposible que sea humana, es imposible que un ser como éste posea el menor sentimiento... Es algo fuera de toda comprensión... Es terrible, casi siento su fuerza atenazándome, constriñendo mi cuello y apretando mis arterias. Respondo de forma mecánica e instintiva a las órdenes y después de que el último se haya presentado, me pongo en pie y, pálido y cabizbajo, llevo el puño cerrado al pecho, en señal de profundo respeto. Inclino más todavía la cabeza, si cabe. La sensación que ha llegado al aparecer mis hermanos en tales condiciones desastrosas ha desaparecido ya... Ahora lo que provoca ésta mujer es mucho mayor, más poderoso...
-John Rewell Dryden, Dama Isenhall...-Digo pausadamente, con cuidado de decir correctamente y con buena pronunciación cada palabra, lejos del acento rudo y ordinario del que suelen estar provistas. -Veintiséis años, soy mecánico, milady...-Mis ojos observan en todo momento el suelo, que se me antoja seguro... Desde luego mucho más seguro que la mirada de ésa mujer.

¿Esos... Esos eran... los a... a... acólitos?

Vaya espectáculo... La "presentación" de la Dama resulta espectacular, al igual que el par de matones helados que han aparecido en la puerta... La húngara cierra los ojos un instante, controlando la respiración, relajándola...

Ya has visto a esta mujer antes... Todo va bien... Todo va bien.

Calmarse en aquella situación iba a resultar un pelín difícil, pero finalmente lo consigue, incorporándose tras de Rewell para colocarse al igual que sus compañeros de rodillas frente a la Dama, con los ojos clavados en la nieve, serena...

- Alexandra Etel Czigany... Soy de Hungría, tengo veintiún años y estudio medicina... Un honor.

Sorprendente... No entendía cómo pero parecían entenderse todos, usaran el idioma que usaran...

Alice observa maravillada todo el espectáculo de las estatuas y...

Se...¿Se está formando una figura humana?...Oh Dios mío

La inglesa comienza a ponerse nerviosa, cada vez más conforme se distinguen los rasgos de la Dama. Cuando nota que la mira se queda petrificada.
Sus compañeros comienzan a presentarse y ella hace por controlarse, buscando el momento idoneo para presentarse. Cuando le llega, se levanta y se dirige frente al trono, donde se arrodilla sin valor de mirar a la Dama a los ojos.
- Mi nombre es Alice Doyle - Dice algo nerviosa - Soy de Inglaterra y estudiante de Historia... A su servicio.

Veo entrar a toda prisa a Donovan y a Jolene junto con Amber mi corazón da un vuelco, el temor de posibles represalias por parte de los dos inunda mi mente y mi corazón... pero pronto todo eso medio desaparece... la sala comienza a tornarse fría como un cubito de hielo, haciendo que de mi boca comience a salir humillo...

De las paredes las figuras, amenazantes como guerreros que protegen celosamente a una reina de hielo, que poco a poco a poco se materializa ante los ojos de los presentes... mi respiración se vuelve acelerada, sonora, casi incluso llegando a cortar el silencio de la sala... Que... que está pasando que es eso... miro hacia la puerta quiero escapar de ese lugar, pero está cerrada, bloqueada... Que está pasando... quien es ella, nos, nos va a matar?, para que son tantos guerreros...

Mi cabeza se desvía por todos los lados, miro como si en cualquier momento de las paredes alguien fuera a agarrarme y engullirme hacia el gélido hielo... Subo mis piernas a la altura de mi pecho, comienzo a temblar, seguramente mas por la situación que por el frío...

Observo como poco a poco el resto se va presentando como si nada, como si ya la conocieran como si no pudieran ver los guerreros de los lados... Miro durante un segundo a la figura sobre el trono, acción que hace que los vellos de mi cuerpo se ericen, y provoquen la rápida retirada de la misma... No María... tu también?... es que no los ves?... Nos va a matar nos va a matar a todos... poco a poco me voy desplazando hacia la puerta como puedo... de la forma mas disimulada, no importa si no puedo salir porque está bloqueada, ya se me ocurrirá algo... trato de sentir a mi alrededor, quizás algo pueda ayudarme... pero... ¿Como?... que, que ha pasado con mis poderes... porque no siento nada...

Esa sensación casi me pone mas nervioso y temeroso, me pongo en pie pegado a la pared mirando a todos menos a la Dama Isenhall... y trato de buscar un pomo entre el hielo tras de mi que de salida de aquella horripilante estancia...

Al ver que no hay nada me giro dando la espalda a todos y comienzo a aporrear la pared de hielo... con los ojos cerrados, tratando de olvidar, tratando de liberar mi mente... el sonido de los golpes resuena en la silenciosa sala...

El hielo, el frio, los vapores... sensaciones que experimenta sin inmutarse al principio. Pero esa tranquilidad se disispo en segundos, los guerreros con hachas y su marcial movimiento hacen que abra los ojos de par en par mirando asombrado lo que hacen, pero rapidamente su atencion se centra en la mujer que aparece... mira a los guerreros, la dama, largamente la dama ... guerreros... y finalmente la dama sin parpadear. Mortymer se acaba de convertir en un pollito con todos los pelos de su cuerpo como escarpias, y los del pelo lo estarian si no fueran tan largos. Trago saliva amargamente completamente cohibido. Cuando se presentaron algunos y vio bien la posibilidad de presentarse, Mortymer se levantó inclinando la cabeza, y con voz insegura... - Soy Mortymer Kamau Lagoon, tengo diecisiete años y es un placer conocerla - dijó servicial sin enterarse de la huida de Marcos, la dama le robaba toda su atencion

A pesar de todo, Taylor siempre se ha considerado un tipo mentalmente fuerte: hay que tenerla bien amueblada para aguantar toda la mierda que taladra su cabeza desde hace aproximadamente...seis años?.

Pero esto es demasiado: se supone que estas cosas no existen, que residen en la mente enferma de los creyentes...y de los cuatro tarados que los manipulan. Pero ahora casi puede tocarla...

Con los ojos desencajados y la boca entreabierta por el impacto, Taylor siente cómo esa mirada le roba la cordura. Los labios tiritan de frío y miedo, observa al resto esperando que sólo sean imaginaciones suyas. Pero no, los demás también la ven.

Taylor F. Hawkins,...California- balbucea, sintiendo cómo arden esos ojos helados. Agacha entoces la cabeza y junta las manos, en mitad de la confusión que provocan los golpes de Marcos contra la pared de hielo....aunque desde que perdí a mi mujer no sé muy bien quién soy.
Vencido, hinca la rodilla en el suelo.

Michael, John, Alice y Lex se presentan, arrodillándose los unos junto a los otros. La Dama levanta una ceja mirándolos y mira a Lior. Ella, apurada, le dice:

- Señora... En algunos países es costumbre que todo el grupo, cuando forma, se arrodillen juntos... - explicó, tratando de salir del paso - En España no se da tal caso, por eso María y Ale... - su charla es interrumpida por los golpes de Marcos, y Lior lo observa horrorizada, tragando saliva. En aquellos ojos azules se dibuja pena... Piedad... Inmediatamente se pone ante Isenhall de rodillas, con lágrimas emergiendo de sus ojos - ¡Señora por favor...! ¡Tan sólo tiene dieciséis años, por favor señora, tened piedad... Os lo ruego...!

María parece alarmada, pero cuando intenta levantarse, Herkus la coge rápidamente y le tapa la boca, asiéndola con fuerza y sin inmutarse, mientras la chica se revuelve... El lituano cierra los ojos y aparta la mirada de la escena, sujetando a la española.

Isenhall se pone en pié y los soldados de hielo cambian de posición, poniéndose firmes.
La Dama lanza una mirada tirana hacia Marcos pero entonces Lior se interpone en su camino. Furibunda, su voz hace eco por sí misma:

- Con dieciséis años los niños arrasaban aldeas junto a sus padres y hermanos mayores... No es un niño.

Lior parece intentar recurrir a su clemencia juntando las manos y diciéndole:

- ¡Dama os suplico que seais clemente! ¡Sólo tiene miedo, mi Dama, sabed disculpad su miedo, es la primera vez que...!

- ¡NO ME INTERESAN AQUELLOS QUE NO SEPAN CONTROLAR SU MIEDO! - sentenció, haciéndose su voz un auténtico rugido, que hizo temblar el hielo...

Una estalagmita surge como un taladro del suelo a una velocidad que ninguno pudo preveer, empalando violentamente a Lior y salpicando el blanco lugar de sangre.
Jolene, instintivamente abrazó contra su pecho a Amber, haciéndose un ovillo sobre sí misma y cerrando los ojos, aguantándose el llanto. Los que ya conocían el lugar y las circunstancias sencillamente miraron al suelo, algunos con expresión más amarga que otros.

La dama, una vez ha muerto Lady Lior, pone los brazos bajo la nuca y las rodillas de ésta, y la estalagmita se retrae como si nunca se hubiese formado, dejando el cadáver en brazos de aquella tirana.
Entonces levantó la mirada hacia Marcos...

- Me has hecho dañar a ésta mujer, que goza de Mi aprecio... Mereces el que Mis guerreros te hagan el Águila Sangrienta*... Pero no quedarán en vano las palabras de Lady Lior... No morirás de momento... Pero sufrirás...

Una masa de hielo empieza a formarse a partir de la piel del chico, surgiendo de la nada y haciéndose cada vez más gruesa mientras la dama observa, sin peidad alguna en la mirada, el suceso.

Antti adelanta un paso y vacila entre tocarle o no el hombro a Isenhall, pero cuando ésta le mira, vuelve a su lugar, rígido, mirando al suelo.

Horrorizado veo como la sangre de aquella mujer se escurría por el pedazo de hielo, y seguidamente por los brazos de aquella mujer... cada vez el terror de mi cuerpo era peor... esa mirada que se clavaba en mi mente, perforando mis ojos, atravesando mi alma era destructiva... mis ojos comienzan a soltar lágrimas...

No puedo evitar una mirada hacía María... Mama... tengo... tengo mi... mis pensamientos de repente se ven interrumpidos, por el extremo frío que recorre mi cuerpo... agacho la cabeza temblando, mientras observo como mi piel poco a poco va como petrificándose, recubierta por el hielo...

Siento entonces el frío en la cabeza... penetrando en e interior de todo mi cuerpo... levanto una brazo apuntando a María, sin retirar mi mirada de la suya... Comienzo a abrir la boca como queriendo decir algo, y de la misma salen escasas palabras... Lo... lo siento mama... mi mejilla cubierta por una lágrima va tornándose de un color azulado, y se detiene en seco, quedando congelada... finalmente y antes de quedar totalmente congelado en el interior de aquel enorme cubito... Te... quier...

No termina la palabra, cuando parece que el cuerpo todavía con vida queda en el interior de lo que parece una tumba de hielo...

- L... Lior es inmortal... - musitó Herkus para todos, temblando y aún sujetando a María, que se removía en sus brazos - Es su poder... V... Volverá en menos de diez minutos... - algunas lágrimas le caían de los ojos, y era incapaz de dejar de mirar el cuerpo en brazos de la Dama Isenhall...

Jolene reacciona entonces a lo sucedido... Sujeta contra su pecho a Amber, observando con indolencia, mientras la niña llora entre sus pechos, cómo el cuerpo de Marcos se congela poco a poco. Casi le falta sonreír.

Si, sin duda esta acojonado. Se queda sentado, bloqueado, mirando a la Dama y al cadaver, nervioso... Algo iba mal, algo iba muy muy mal y no se iba a quedar ahi para verlo todo. Mortymer se levanto rapido y trato de salir de la estancia...

Isenhall observa a Mortymer irritada, luego observa a Arthur, que lo ha mirado alarmado sin llegar a alcanzarlo con la mano.

- ¿Tu primo, Arthur...?

El muchacho mira a Isenhall pero se pone en pié, marcial, y se arrodilla manteniendo el control con lágrimas en los ojos.

- Sí... Señora... Su... Inmortalidad no funciona en éste lugar... Mi Dama... Os suplico piedad para un miembro de mi familia, por mi buen servicio a vos y a vuestro templo, siempre os he pedido protección para mi familia... He perdido a mi padre en servicio a vos, señora... Por favor...

- ¿Me rezas, Arthur...? - la dama levanta una ceja.

Arthur aprieta los ojos...

- Os suplico, señora...

La Dama observa a Mortymer largamente.

- Que sea como He hecho con el muchacho español... No morirá, y tendrás que ganarte su descongelación...

El cuerpo de Mortymer empezaba a sufrir el mismo efecto que el de Marcos mientras Arthur lo miraba con lágrimas recorriendo sus mejillas... Diciéndole algo en árabe a su primo...

- Te sacaré pronto, primo... Te lo juro...

Sentada ahora junto a Herkus y María, Alexandra se lleva inmediatamente ambas manos a la boca, ahogando con un esfuerzo indescriptible las ganas de gritar cuando la monja es abatida de improvisto por la estaca de hielo mientras el joven comienza a sucumbir a la inclemencia de aquella dama...

Pero ahora es Lagoon quien también paga por no saber controlar un emoción tan humana y racional en aquella circunstancia, y Lex se inclina hacia delante, aterrada, con la larga cabellera cubriéndole el rostro... Pero gracias a su esfuerzo apenas se percibe su respiración agitada, y se retira con una de las temblorosas manos las lágrimas de la cara, luchando por reponerse...

Me voy a desmayar... No... No puedo, me voy a desmayar... - pensaba, sintiendo como el corazón golpeaba con fuerza su pecho, como si fuese a reventar...
Coge aire, lo exhala largamente, deseando que todo aquello pasara cuanto antes... ¿Dónde demonios se había metido? ¿Ante que clase de diablo se había arrodillado...?

Son sólo niños... ¡¡SON SÓLO UNOS NIÑOS...!!

Aquella cosa…esa presencia que se perfilaba junto a dos seres de imposible existencia, ¿qué demonios era?, a primera vista hubiera apostado por puro teatro, muy al estilo predicador de la tele, pero no, hay algo más, algo que no consigo explicar y que rodea, un halo que envuelve todo, otro mundo, uno donde nunca nadie parece haber estado, uno de donde nadie ha regresado, un escalofrío de terror me recorre el cuerpo.

Cuando habla parece hacerlo directamente a mi cabeza, a mi alma, autoritaria y glacial, si dilación comienza la sumisión de los allí presentes, incluso Taylor, su mujer, Victoria, maldita sea, pero ningún comentario sarcástico, un ruido de pasos que se alejan, y luego todo demasiado deprisa, demasiado. Aquella mujer había sido asesinada como si tal cosa, una mujer que se rendía pidiendo clemencia por un chaval medio loco, el miedo cede un poco, lo justo para cometer el error de levantarme de mi hasta ahora cómodo refugio.

Es inmortal, eso me dijeron Sven y Falken, pero, ¿entonces?, ¿qué significa todo esto?, ahora la confusión daba paso a la suspicacia, pero esa sensación que he sentido, que aún permanece, es imposible de olvidar, el otro chico también se levanta acojonado, y ¿por qué diablos hace esto?, ¿sólo para demostrarnos que es muy poderosa?, me doy cuenta de que estoy de pie, con la mirada fija en las nuevas estatuas de hielo, trago saliva antes de hablar, mi pulso se acelera y siento los latidos de mi corazón golpear con fuerza mi pecho.

Dama intento tranquilizarme y que mi voz resulte pausada, por lo menos algo más de lo que estoy yo Soy Art Connor, de Nueva York, aunque supongo que ya lo sabréis, y también a lo que me dedico cada palabra es un peldaño de tres metros en una escalera interminable sólo estaban asustados, su presencia es imponente, es inevitable sentirse insignificante ante usted, sólo tenían miedo después de ver lo que le ha hecho a ella, joder, sólo es eso los discursos no son mi fuerte, dudaba mucho que me escuchara, probablemente me congelaría o me atravesaría con el hielo, o el águila esa, pero de todas formas ya estoy muerto, el virus me matará, quiero curarme si, pero no a costa de mi alma, no puedo quedarme callado por mucho miedo que tenga, mis ojos no culminan el recorrido hasta los suyos, se quedan sobre la sangre que mancha la impoluta blancura de la habitación…impotencia y rabia, cuantas veces la he sentido.

El hielo avanzaba lentamente por la piel, congelando todas sus terminaciones nerviosas haciendo que fuera casi indolora... Los musculos, los tendones, la sangre, las celulas... todo poco a poco para Mortymer y rapidamente para los demas... La sangre se cristalizaba impidiendo que esta siguiera avanznado, pero la congelacion era tan perfecta que en la cristalizacion ningun organo interno se dañó en el proceso.

Cuando oyó las palabras de Arthur, Mortymer se giró para mirarle mientras andaba a buen paso hacía la salida... Era una mirada aterrada, en su mente iba a morir, todo iba a terminar todo iba a llegar a su fin ya no había salida... y no fue capaz de responder a su "hermano"... La boca se entre abrio un poco pero los musculos del cuello se helaron impidiendo movimiento alguno y la palida piel cogía tonos blanco azulados de una pureza que en pocas cumbres montañosas se llega a ver... Labios de un azul intenso aparecieron cuando mas hielo surgío del interior de la boca cubriendo ya casi toda su cara...

Sus ojos seguian reflejando la congoja que sentía. Pero hubo tiempo para que una unica lagrima escapara de uno de sus ojos justo en el momento que estos se volvieran de un gris mortecino abnegados por la escarcha que era su piel ahora... pero aun asi, esa lagrima congelada cayo, luminosa y brillante hasta llegar al suelo, donde se estrello y se deshizo... un reflejo de la vida de Mortymer Kamau Lagoon, todo en caida libre para al final desaparecer...

Marcos se muere
¡¡¡¡¡¡FIESTA!!!!!!!
Me tapo los ojos
- Ay dios mio que horror...
Me los destapo y ayudo a retener a Maria para que ella no la palme tambien, y por el camino veo que han congelado tambien al crio, a Mortymer, pobre crio no tenia culpa de nada. Ese si me da pena... ¿Pero y por eso tengo que palmarla yo? Ni de coña que yo no tengo enchufe, por mi no se va a pelear nadie mas que yo. Ademas ya le han dicho al primo que lo descongelara si hace meritos. Perfecto. Solo hay que ensartar el cubito de hielo de Marcos cuando todos esten dormidos y ya esta.
- Maria por favor controlate... Ya has oido lo que ha dicho la Dama Isenhall, puedes hacer meritos para que lo descongelen, volvera a vivir y estara otra vez con nosotros...
Para que se calme. Parece que me duele mucho la muerte de ese cadaver con patas, ya decia yo que estaba muerto y no lo sabia... JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!!! QUE SE JODA, QUE SE JODA PIJO!!!!!!!!! Al Mortymer ya haremos por descongelarlo pero ese cae esta noche...