Partida Rol por web

GELUS VIRICA

[ICEHOTEL] - Dr. Lockhart

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22/07/2009, 19:55
Sven S. Lockhart

Sven sabía que el optimismo es una hoja de doble filo: Hay enfermos que le ponen empeño a seguir mejorando, hay otros que se despreocupan. Mejor ser profesionales, como siempre.

- No, Madison. Has pasado de estadío a uno muy peligroso. Si lo llevas mal empeorarás y empezarás a parecerte a Falken, que en paz descanse -tragó saliva. Primera noticia de un estímulo, cualquiera que fuera éste- Haz caso de lo que te he dicho, ¿de acuerdo?

La miró durante unos instantes. Quién sabe qué pasaría por su mente, pero terminó por apartar la mirada y posarla sobre el vendaje, comprobando que estuviera bien.

- Puedes salir a desayunar. Es casi la hora. A la nueva chica le vendría bien algo de compañía, me consta que está sola con su hijo en tu habitación.

El estado en que se encontraba Madison podía tener todo tipo de efectos sobre los demás. En cierto modo, Greens era el ancla del resto a la normalidad, al equilibrio. Su silenciosa aportación, a menudo eclipsada por las excentricidades de sus compañeros, se había convertido en algún modo en una piedra angular para un devenir un poco más correcto de los acontecimientos. Era como si esa muchacha tuviera la capacidad de hacer que los otros, más desbocados, se serenaran y reflexionaran... Al menos mucho más de lo que lo harían de no estar ella. Pero Lockhart, por desgracia, era incapaz de mostrar ese tipo de opiniones con gestos, miradas o actuaciones.

- Eres importante, Madison. Ten cuidado. De verdad -un verdadero esfuerzo contra su propia frialdad.

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23/07/2009, 09:19
[Madison Greens]

El esbozo de sonrisa, que prometía ser amplia por la seguridad en lo que he dicho, se esfuma en cuanto comienza a hablar de nuevo el atractivo médico. Una punzada de intenso dolor al recordar a Falken, un recuerdo que siempre irá ligado a mi Alice, mezclado con una expresión de preocupación y perplejidad por lo que dice ¿De verdad? pasando inmediatamente a culpable… Disculpa, no era dudando de ti… Bajo la mirada, con sentimientos muchos mas frecuentes en mi que el que he experimentado al amanecer en esta sala.

Pero…. ¿Será verdad? Es que.. es irreal que pueda serlo, con las ganas que siento de arreglar las cosas, de encontrarme bien, es raro pensar que en mi cuerpo pasa justo lo contrario a mi espíritu… ¿Y si se equivoca? Me pierdo en sus bonitos ojos, unos segundos en silencio, deliberando la seriedad y el sentido de sus palabras…. Más vale prevenir que curar, Madi…

Asiento, todavía serena por lo que ha dicho, poniéndome lentamente de pie, y mira que me hubiese levantado de un salto. Suspiro profundamente mientras continúa hablando frente a mí, un tema más agradable y práctico, quizá sea mejor que me centre en eso…. si no tuviese lo que tengo entre manos…

Cuando acaba, un rubor en mis mejillas, escuchar ese cumplido, de un chico tan mono, casi podría decirse que de mi misma edad... y bueno, aquí, los dos, no sé, es como… excitante…

Céntrate, Madison, ¡Por dios!

Ir... Iré a ayudarla en todo lo que pueda, enseguida, es que,… tengo una última pregunta… Carraspeo, sin tener por qué, pues todos saben lo que hago, lo que tengo que hacer es acostumbrarme yo, y bueno, hoy parece más sencillo. Si…. uso mi poder... que pasote decirlo en voz alta ya delante de cualquiera… ya me entiendes… las manos retuercen la camiseta con gesto nervioso…¿Eso hará que me ponga peor? Eso sí que sería malo, aquí me curan por tenerlo y estar dispuesta a usarlo en misiones… y debo entrenar, eso lo tengo claro, misteriosamente, también hay ganas de hacerlo. Sería irónico que fuese malo precisamente ahora que no me importaría, tanto, realizar ese esfuerzo.

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23/07/2009, 22:45
[A.J. Hayes]

Sven suspiró levemente, asintiendo profesional.

- Hay un porcentaje muy alto de mutantes con capacidades pasivas, es decir, perpetuamente activadas, que empeora antes que los que tienen capacidades activas, como tú. Puede ser debido a que son incapaces de suprimir el uso de su poder, como Lex con su belleza o Dale con su inteligencia. Quizás su código genético es distinto al nuestro y son otro tipo de mutantes que se ven más afectados por el virus de forma natural, pero por si acaso... No lo uses mucho en ésta fase.

En aquel momento, otra figura de bata blanca entró entre los paneles de Madison, desperezándose y bostezando sonoramente, depositando después una maceta de orquídeas a los pies de la cama de la canadiense, con una sonrisa propia de un recién despierto e ignorante de muchas situaciones.

- No me había dado cuenta, pero estamos en pleno Hannukah. Sé que no eres judía, pero también sé que te mereces éstas flores -miró a Sven- ¡Y tú llevas toda la noche aquí! ¡Ve a ducharte, ya me quedo yo con Jolene y con Madison!

Sven, como si el joven Hayes hubiese pulsado un botón, le dio una palmada en la espalda y se marchó, sin más. El chico alzó las cejas. No se esperaba que fuera a darse tanta prisa en dejarle a cargo de la enfermería, pero un brillo orgulloso se encendió en los ojos, retomando la conversación con la canadiense, ya que estaba.

- Uno de los primeros métodos que desarrollamos aquí para combatir la enfermedad era observar las orquídeas. Las teníamos en un invernadero, y por casualidad descubrimos que al seguir la frecuencia de riego que requieren las orquídeas bañándonos nosotros mismos en el agua de Isenhall, mejorábamos más rápido. Sven dice que es una tontería. No lo tenemos muy estudiado, pero los que estaban pendientes de éstas cosas mejoraron, es un hecho. Espero que no seas alérgica, ni nada de eso...

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24/07/2009, 09:46
[Madison Greens]

El ceño se frunce cuando Sven continúa… aunque malas noticias no son totalmente, da a entender que pasa lo contrario, que es “bueno” para este estado mi tipo de poder, madre mía, lo que son las cosas… guau, mola eso de “capacidades activas”… están puestos aquí dentro de eso de los poderes… mensaje recibido, sólo en misiones, o algún día para entrenar un poquito, que no quiero llevarme a nadie por delante con lo que hago….

Me giro cuando entra el joven y guapo Hayes, umm… recuerdo que me cayó mal, en su momento, por algo, pero es mejor no pensar en eso, su halago parece sincero, así que sonrío y susurro un Buenos días cordial, si es que, como no nos llevemos bien aquí dentro no vamos a ningún lado…

Y Sven se pira inmediatamente, jope, estaba deseando librarse de mí… muy bien no indica que le caiga… pero venga Madison, que ha ayudado un montón, y el pobre toda la noche aquí…. ¡Gracias, Sven! espero que el grito haya llegado hasta el pasillo, y si sonríe al escucharlo, ya, me daría totalmente por satisfecha.

Lo que sigue comentando el que se queda conmigo atrae mi atención ipso facto, parpadeo escuchándolo atentamente, después de lo que ha dicho el guapetón del médico como para que no fuese así. De repente, un plan, o planazo, llega a mi mente, cubre varias de las necesidades que creo que voy a tener aquí. No, no lo soy, sonrío amigablemente, me ha hecho gracia a nada, creo. Carraspeo con un poquito de timidez por lo que voy a decir, pero misteriosamente no dudo, me apetece intentarlo, madre mía, el día promete ser de locos, más que raro... con las cosas que se me pasan por la cabeza desde que desperté.

Oye, que interesante. Con la sinceridad de siempre en lo que digo y claramente motivada por el tema, sigo, ¿Seguís con esos experimentos? Es que… Sven me ha dicho que he empeorado…Hago un ademán con la mano, quitándole importancia, parece que evitar que los demás se preocupen por mi no ha cambiado…sólo un poco. Y… me ofrezco a participar, si es posible, en lo de los baños. Espero que no sean algo así como comunales o supervisados por el médico, porque me puedo morir de la vergüenza… deja de ahogarte en un vaso de agua, te colocas un bikini y listo, sino, pues nada, estamos hablando de salud, Madison. ¿Tenéis archivos o algo así sobre esas pruebas? O… sobre cosas de los poderes… Es que no tengo ni idea de nada, hasta hace una semana pensaba que era la única que hacia estas cosas, y ya que tenemos de vez en cuando tiempo libre, me gustaría mucho aprender… todo lo posible. Sin contar con que estar centrada en eso me quitaría de estar viendo como se apuñalan los unos a los otros verbalmente, o peor, darse puñetazos directamente. La calidad de vida aquí dentro mejoraría bastante.

Anda que no estás charlatana hoy, vaya tela, las palabras brotan casi sin pararme a pensar… Por cierto, ¿Cómo se encuentra Jolene?… lo dicho, totalmente irreconocible.

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27/07/2009, 22:53
[A.J. Hayes]

- ¿Jolene? -el gesto de Arthur se hace más serio, ladea la cabeza con desaprobación- Curada del Ígnea milagrosamente por Balaguer. La mala noticia es que está embarazada de él. Una peor es que Balaguer ha sido asesinado durante la misión de ayer... Y la peor de todas es que Jolene se desmayó ayer, sus constantes son mínimas, y aunque no ocurre nada más y las alarmas no han pitado en ningún momento, no se ha movido ni se ha despertado aún... -Se pasa las manos por la cara, suspirando- Hemos visto reacciones parecidas cuando un mentalista ha hecho algo en la cabeza de alguien... El resultado suele ser que la persona se quede autista o pierda muchos rasgos de su personalidad... Pero es pronto para confirmar eso... Puede que hoy, simplemente, se despierte -sonríe, algo optimista, y asiente finalmente- Por supuesto que tenemos archivos sobre esos experimentos. Yo me paso la vida leyéndolos y estudiando sus posibilidades... En cuanto Sven pueda reincorporarse te los enseñaré. Están en mi caja fuerte.

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03/08/2009, 18:57
[Madison Greens]

La expresión pasa a lo que se denomina “a cuadros” con el cúmulo de malas noticias que dice el joven, mano en el pecho, arrugando la camiseta, Dios mío… espero que se recupere pronto, hoy. El corazón palpita mitad aprensión, sinceramente apenada de la muerte de Balaguer, mitad brincos porque sí. El día promete.

Intento sonreír, darle un poco de ánimo que también me ha brindado él Si necesitáis que la cuide algún rato, no dudéis en pedírmelo. Estaré encantada de hacerlo. Asiento, transmitiendo sinceridad en que de verdad quiero que cuenten conmigo, ya es hora de participar y ayudar a que toda esta situación mejore, no mirarla desde la barrera o hacerlo sólo en lo que me interese, no señor, eso no estaría bien.

Lo de después viene de repente, los ojos se abren como platos ante tal demostración de confianza, las manos se van a la boca, me reprimo de saltar de alegría únicamente por lo que ha dicho Sven de mi estado, porque desde luego me apetece mucho hacerlo. ¡Gracias, gracias…! nunca he dicho su nombre, no sé como llamarlo, ea, rubor a las mejillas. Trago saliva, tranquilizándome, sonriente como pocas veces. Es que… ay, significa mucho para mí... Te lo agradezco mucho. No voy a ser una ignorante de lo que me rodea, de lo que tengo, y quien sabe, a lo mejor ayudo a descubrir algo.. jope, eso estaría genial. También, a lo mejor, un nuevo amigo. O más bien, el primero. Alice era chica.

Miro un segundo hacia la puerta, la actividad me llama a gritos, tengo que hacer cosas, ahora tengo muchos y buenos motivos. Aunque no esté segura de estar asimilándolos como corresponde, pero bueno, luego lo pensaré… Debo irme ahora, a ver como se encuentra Nadra y su niño, los nuevos. Sonriente, me toco con cuidado la venda, sigue sin dolerme la frente. Me voy, muchas gracias por todo, de verdad… Ar… adiós.- Un amago de salir corriendo que se reprime con esfuerzo, ahora que no tengo ganas es cuando voy a tener que ser pausada, que vida ésta. Nos vemos luego… si puedes. Me despido con la mano y me encamino a las duchas, expectante al reencuentro con mis compañeros. Por primera vez con ganas de que ocurra.

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04/08/2009, 21:50
Director

Al llegar a la enfermería, Mortymer pudo ver a Jolene echada inconsciente sobre una de las camillas, monitorizada aunque sin señales de lesiones, parecía estar perfectamente. A su lado, sentada en un taburete, Renka cruzaba los brazos sobre la cama y descansaba sobre ellos, dormida, al otro lado, también encamado, inconsciente y con algunas vendas, Donovan. Más allá, Arthur parecía inmerso en la lectura de unos informes clínicos...

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05/08/2009, 11:15
Mortymer Lagoon (Kamau)
Sólo para el director

Miró a Renka y a Jolene con algo de preocupación pero con aquel brillo mortecino en sus ojos. Torció un poco el gesto habiéndose parado bajo la puerta hasta que decidió entrar acercándose a su primo aunque manteniendo la distancia, dejando como si un gélido viento pasara entre ellos - Buenos días - dijo roto... pero ¿Por cortesía? ¿Por que quería a su primo? Ni el propio Mortymer lo sabía con certeza, aún estaba en otro mundo.

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21/08/2009, 05:15
[A.J. Hayes]

AJ miró a Mortymer. Ni le había visto llegar, y al verle parecía exactamente lo que había oído: Un fantasma. Frunció el ceño. Se había perdido muchos años de la vida de Mortymer, pero aquello era demasiado, creía reconocer esa mirada... La había visto en un hombre antes que en él: Idebaru Lagoon. Se acercó a él y le puso ambas manos en los hombros, aferrándolos.

- Mortymer... ¿Estás bien...? ¿Qué ha ocurrido? Ven, échate -dijo acompañándolo hasta una camilla, empujándole suavemente a ella mientras sacaba una linternita con la que comprobar el reflejo de sus ojos...

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21/08/2009, 05:21
Director

Confuso... Embotado... Así fue el camino de vuelta a la habitación después de que aquella muchacha se marchara. Nadie sabe qué le esperaría como mutante y como persona en aquella situación, pero el hecho es que el joven actor volvió, prácticamente tambaleándose, a la cama, donde durante unos instantes pudo ver los ojos de Dale mirándole. Su silueta, mal recortada por lo borroso de su lacrimosa visión, se movió incorporándose de la cama. Le retiró los rizos de la frente mientras él no podía ni decir "no ha pasado nada". Aquel cansancio sobrevino de golpe después del estallido de adrenalina sujetando el atizador, como un mareo que se cernía en una dolorosa espiral atrapando su cuerpo.

Estrés, pasos de entornos cálidos a entornos fríos, pánico, la donación de su propia vida, la euforia de la noticia de su próxima paternidad, el temer por la australiana a punto de morir despeñada, la muy probable muerte de su amiga María, el segundo embarazo de su hermana con ese asesino...

Cuando despertó sentía como si su sangre se hubiera espesado y le quemara los vasos sanguíneos... La sed era insoportable y tan desesperante que todo cuanto deseaba el actor era llorar, pero ni siquiera tenía fuerzas para eso mientras despertaba. El mero hecho de abrir los ojos resultaba cansado, la luz entraba como un puñal en sus ojos y aquel entorno blanco no era en absoluto favorable. Recordaba hechos puntuales, poco a poco, como si su cerebro se hubiese vuelto perezoso y su subconsciente le estuviera presionando para recordar...

- ¿¡DONOVAN!? ¡¡JODER, DONNIE!! ¡¡DONOVAN, MÍRAME!! Mierda... -habría jurado que Lantana había dicho eso, angustiada, en un momento en que estuvo despierto pero no abrió los ojos. Demasiada luz, lo intuía incluso con los párpados cerrados.
- Agua... -sus labios permanecían entreabiertos, apenas se movieron.

Luego recordó movimiento, le levantaban de mala manera, unos brazos finos y unos dedos que se le clavaban en las axilas cuando se derrumbaba sin siquiera poder quejarse o enfurruñarse. Finalmente pudo volver a ponerle en la cama y cogerle la mano tras poner su brazo en torno al cuello de ella, mientras Dale le sujetaba la cintura.

- Venga, cariño... No te dejes caer, vamos a bajar las escaleras, ¿eh? No te dejes caer... -le decía ella jadeando del esfuerzo. Donovan era de complexión fina, pero tenía varios kilos de fibra. Por un momento Dale tuvo que sentarse, pasada la mitad de la escalera, en uno de los peldaños. Él se quedaría desplomado, como una marioneta, la mejilla apoyada en el hombro de la muchacha. El torso no se le iba hacia delante porque ella le sujetaba. Dale jamás decía "cariño" a menos que fuese una burla, pero en ese momento sonó dulce, alentadora.

Terminaron de bajar y finalmente pudo sacar al chico a la nieve, donde le tendió. Mientras la australiana llamaba a gritos a Isenhall, el joven inglés, sin levantarse de la nieve y temblando a pesar de tener un calor sofocante, pudo mirarse la mano y el antebrazo. Lo tenía salpicado por una horrible erupción en la que se observaban pústulas verdosas. Cerró los ojos, unos cuantos movimientos violentos más de alguien que le levantaba, y de nuevo se vio en aquella habitación, bañado en hielo. La experiencia volvió a ser angustiosa, sobre todo porque ahí no había nadie... Uno de los actores jóvenes más aclamados por el público europeo se encontraba totalmente abandonado en ese fatídico momento... Pero no lo sufriría mucho hasta volver a quedar inconsciente.

Se habría despertado una vez más cuando le sacaron de ahí y le pusieron sobre una camilla. Era el doctor Lockhart quien le pasaba una lucecilla por los ojos, comprobando su reflejo. Volvió a levantar débilmente la mano y se tocó la cara, descubriéndola rugosa en la mejilla, parte de la barbilla y la zona de las ojeras... Sven le quitó la mano de la cara.

- No las toques o empeorarán. Se irán solas.

Un nuevo desmayo, y un último despertar. Al fin parecía poder pensar con claridad, ser consciente de su entorno y, quizás, comer y hablar... Pero aunque tenía un suero en cada brazo, se sentía absolútamente deshidratado. A su lado había otra camilla, donde Jolene descansaba tan irrealmente hermosa como siempre. A su lado, en una silla, dormía Renka. Más allá, AJ Hayes intentaba tumbar a Mortymer en una camilla... Imposible: Lo había visto caer y destrozar sus huesos sobre el suelo, con dos tiros que dejaron un charco de sangre horrible... Sangre que, con el primero, incluso le salpicó...

Por otro lado... ¿Qué hacía Jolene en la enfermería? ¿Qué habría sido de María...?

¡Hijo de puta! ¿Ibas a dejarla que se muriera y no decirme nada? ¡Joder, ibas a callártelo y dejar que María se pudriera en una pradera, con tal de salir de aquí!

¿...y dónde estaba la cabeza de Lior...?

- Tiradas (1)

Tirada: 3d10
Motivo: Puntos de APA perdidos temporalmente
Resultados: 6, 6, 10

Notas de juego

Has perdido 28 puntos de APA por las pústulas y el mal aspecto, te quedas en 72 (sigues siendo atractivo por dos puntitos XDD la gente te va a ver como un neo-Falken habiendo perdido la super APA y todo XDDDD), pero tranquilo: Ésto solo dura una fase, se te irán curando en cuanto pases a la siguiente/remita :D Pero de momento... Donovan está fatal XDDDDD

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21/08/2009, 15:10
Mortymer Lagoon (Kamau)

Al principió miraba a un punto perdido más allá de la piel de su primo, con unos ojos lejos de este mundo, como si estuviera por encima... Solo los que han atravesado el manto de Isis y visto lo que hay comprenden exactamente que sucede por su mente. Vació, miseria, dolor, destrucción... la esperanza, el amor, la amistad... todo mezclado en una malgama fusiforme que de tan solo mirarla te hace sentir que tu mente es arañada por dentro por uñas llenas de mugre que solo logran acumular materia gris en ellas... olor nauseabundo, gritos y llantos mezclados con risas... Perdido en el horizonte y tan solo siendo un ser infinitesimal...

Se dejo arrastrar por AJ y fue ahí cuando lo miro, sin vida pero pidiendo ayuda a voces... su rostro languidecido se contrajo en una mueca de molestia al notar la luz de la pequeña linterna asediando sus pupilas, dilatándolas y siguiendo el movimiento de la luz con los ojos entrecerrados... - Estoy bien Arthur Hayes... - le respondió con aquella misma voz aún sin comprender ni él mismo que demonios le pasaba... el shock, el miedo, la perdida de parte de su alma... tan traumatico como la primera vez.

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22/08/2009, 04:06
Donovan Dryden (Pretty Boy)

Donovan Dryden, joven promesa del cine europeo, adolescente portada de las revistas del corazón de docenas de países, hijo multimillonario de un empresario farmacéutico con influencia internacional. Donovan Dryden... Enérgico, entregado, amante, libre, hermoso, caprichoso, generoso, ingenioso, inteligente... Donovan Dryden, enamorado... Donovan Dryden, enfermo de muerte... Donovan Dryden, convertido en aventurero a la fuerza, arrancado del seno de su cómoda vida por una fuerza mas allá de la comprensión humana llamada por algunos Destino. Empujado a vivir horror tras horror en una espiral que le llevaba de cabeza a un abismo que carecía de fondo. Herido en todas las facetas de la existencia. La mente arañada por la desesperación y el dolor, por un trauma tras otro, por la muerte y la vida que, de forma imposible, se sucedían la una a la otra sin sentido alguno de la realidad. El cuerpo destrozado por el Ígnea, que se extendía por cada rincón de su organismo, convirtiendo su propia sangre en su enemigo mortal, haciendo que él mismo se rechazara a sí mismo... Borrando la belleza que un día le había hecho famoso. El alma arrinconada, entre la espada y la pared, entre la mas brillante de las esperanzas y la mas profunda y oscura de las desesperanzas.

Todos esos Donovans estaban ahí tendidos, unos superpuestos sobre otros, en una camilla de la enfermería del hotel de hielo. Todos aquellos jóvenes solo tenían una cosa en común, una vez que se llegaba al fondo de cada uno: Querían vivir a costa de lo que fuera. Querían vivir por ellos, vivir por sus familias, vivir por sus amores y vivir por sus futuros. Todos ellos miraban a través de los párpados resecos de Donovan Dryden y todos ellos veían, al final del túnel, la luz de unos ojos que se parecían a los suyos pero que en realidad no lo eran. No, no eran sus ojos... Eran parte de ambos... Mitad y mitad... Y parecía que sonrieran...

Empecinado, el joven trata de levantarse, pero las fuerzas le abandonan al instante, luchando contra su voluntad. Él quería moverse, quería levantarse y caminar, como el proverbial Lázaro que ocupaba una camilla un poco mas allá. Mortymer estaba ahí. Pero Mortymer estaba muerto. Si, Donovan pensaba con claridad. Con una claridad que daba miedo incluso. Pero su mente no era capaz de proyectar la película que les había llevado hasta ese momento. Esperaba un flashback en blanco y negro, o quizá en sepia, que le ayudara a encajar las piezas adecuadamente. Pero, por desgracia, el especialista en aquella materia era un rockero pasado de vueltas que podría encontrarse en cualquier lugar en cualquier momento. Donovan no entendía cómo era posible que Mortymer hubiera hablado. Pero tampoco entendía otras tantas cosas... Como Lior.

Entrecierra los ojos mientras la luz blanca y cegadora le daña las pupilas y trata, por todos los medios, de volver la cabeza para enfocar a su hermana pequeña. Su dulce Jolie, su pequeña muñeca de porcelana. Hecha pedazos con la mente rota. Lo hubiera cambiado todo por haberle evitado tantos años de dolor y sufrimiento, por haberla alejado de los horrores por los que había pasado, sola. Ahora lo sabía, sabía cuánto amaba a aquella hermana suya y sabía cuánto podría llegar a dolerle el sentimiento de culpa que atenazaba parte de su corazón.
Si aún tuviera el poder... Si pudiera sanarla... Si pudiera sanarlos a todos...

Donovan, agnóstico por naturaleza aunque protestante en apariencia, no puede evitar entornar los ojos y pensar, para sí mismo, que le encantaría ser creyente en ese momento y tener un Dios al que rezar para acudiera en su ayuda. Un Dios todopoderoso y benevolente... Un Dios que le diera el poder que necesitaba. Pero, por desgracia, todo cuanto tenía aquel joven era una diosa de hielo, tan fría como los glaciares a los que daba vida. Y no iba a perder fuerzas rezando a una diosa en la que no creía. Prefería sentirse solo y desprotegido que atrapado en las redes de agua helada de aquel monstruo con cuerpo de mujer.

Aún derrotado, malherido y roto, Donovan seguía siendo indomable.

- Ahora... Ahora vendría el proverbial: Dadme un espejo, malditos... Un espejo que yo miraría durante unos segundos, preguntándome, en voz baja, quien es el desconocido que me contempla desde aquella superficie de cristal pulido... Y cuando mi mente aguda revelara el misterio de mi propia identidad, lanzaría al cruel testigo de mi desdicha contra el suelo, huyendo de mi imagen marchita y deformada atrapada en cientos de esquirlas de vidrio...
- Hace una pequeña pausa para tragar una bocanada de aire que le quema los pulmones como la brisa seca del desierto. Su voz, antes hermosa y viva, quedaba apagada por los estragos de una sed que nunca se saciaría - Pero no voy a hacerlo. No voy a comenzar algo cuyo final ya conozco... Ya no... - Niega tristemente con la cabeza y suspira entre labios, emitiendo un sonido mas cercano al expirar de un moribundo que a la respiración de un vivo - Tengo demasiadas preguntas por formular y muy pocas respuestas a mi alcance... Tengo muchas cosas que hacer también, y muy, muy poco tiempo para hacerlas todas. Tengo mensajes que entregar, amigos a los que visitar, familia a la que amar, enemigos a los que rendir un póstumo homenaje... Pero me siento tan débil... - Por unos instantes cierra los ojos, inyectados en sangre, sintiendo como se esfuerzan en producir unas lágrimas que nunca van a llegar - Curad mi cuerpo, os lo suplico... Dadme fuerzas para poder moverme y valerme por mi mismo que yo haré el resto. ¿Me oís? ¿Lockhart, Hayes? No os estoy pidiendo nada del otro mundo, solo un pequeño favor... Atiborradme de drogas, de sueros o de lo que haga falta... Pero por piedad, ayudadme a levantarme. Si hoy no me levanto de esta camilla, no creo que tenga voluntad para hacerlo mañana... Soy Donovan Dryden, soy maravilloso, increíblemente rico y talentoso. Podría tener cualquier cosa que deseara si me lo propusiera... Pero os estoy suplicando... Y no me siento humillado por ello. Necesito vuestra ayuda... Hasta yo soy capaz de reconocerlo...

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26/08/2009, 11:30
[A.J. Hayes]

- ¿Cómo que "Arthur Hayes", primo? -preguntaba con una sonrisa familiar y, en parte, comprensiva. Guardó la linterna en el bolsillo de la bata blanca- "Arthur Jonathan", ya que estás... -¿cómo quitarle hierro a un asunto que no conoces?- Me vas a explicar qué ha pasado, ¿de acuerd...? -pero una voz débil le interrumpió, y se giró a ver el dramático discurso de Donovan, tragando saliva. Dryden le traía una sensación paramnésica del difunto, también británico, Adrien Caylan Falken... No cuando quedó destrozado por la explosión, sino de cuando estuvo en la misma fase que Donovan.

En aquella época no se sabía gran cosa de las fases, sería Stern el que recopilara aquella información intentando restaurar la web de Leah Roe. Esperaba que el rubio no corriera la misma suerte que el escocés. Suspiró mientras se afanaba en quitarle los zapatos a Mortymer, era evidente que iba a quedarse en observación, tenía un shock importante a su inexperto ojo.

- Lockhart no está, Donovan, tiene el día libre a menos que alguien se ponga muy mal... -hablaba con serenidad, intentando transmitírsela- No vas a morir, solo estás débil. Es el final de la primera fase, sé que es una putada y que parece el fin, pero la única forma de hacer que te levantes es empeorarte, ya que la segunda fase empieza con euforia y todos los síntomas remitiendo... Pero en realidad lo que haces con esa euforia es quemar las grasas de tu cuerpo y consumir el doble de rápido el calcio que te estamos administrando -señaló una de las bolsas conectadas al chico- Esas yagas que tienes se curan. Las que vendrán luego te dejarán marca toda la vida. Si quieres levantarte para andar, ahora pediré que alguien te ayude, no te vendrá nada mal el frío de fuera... A Dale la he echado por... Bueno, ya sabes por qué. Éste sitio no es bueno para ella. Pero puedo llamar a cualquier otra persona, traerte a Amber... Lo que quieras. Te aseguro que dar un paseo contigo no es ningún castigo, colega.

Le empezó a retirar el pijama a su primo, preparando la bata para ponérsela también. Gracias a la dinámica de aquella pequeña mafia en la que se crió, no parecía tener muchos problemas enfrentándose a una situación así a sus tiernos diecinueve años...

- A ver, primo: Quítate eso y ponte esta bata, que vamos a hablar de eso de "estoy bien, Arthur Hayes".

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26/08/2009, 12:26
[A.J. Hayes]

Hugo y Rewell se encontraron dirigiéndose al mismo sitio. Los jefes de ambos equipos entraron en la enfermería y desde ahí oyeron, entre las pantallas que separaban cada cama, a Arthur Hayes (tan joven como Madison, Hugo y Donovan) ocupándose de la enfermería:

- ...No vas a morir, solo estás débil. Es el final de la primera fase, sé que es una putada y que parece el fin, pero la única forma de hacer que te levantes es empeorarte, ya que la segunda fase empieza con euforia y todos los síntomas remitiendo... Pero en realidad lo que haces con esa euforia es quemar las grasas de tu cuerpo y consumir el doble de rápido el calcio que te estamos administrando. Esas yagas que tienes se curan. Las que vendrán luego te dejarán marca toda la vida. Si quieres levantarte para andar, ahora pediré que alguien te ayude, no te vendrá nada mal el frío de fuera... A Dale la he echado por... Bueno, ya sabes por qué. Éste sitio no es bueno para ella. Pero puedo llamar a cualquier otra persona, traerte a Amber... Lo que quieras. Te aseguro que dar un paseo contigo no es ningún castigo, colega.

Una pequeña pausa...

- A ver, primo -decía de nuevo- : Quítate eso y ponte esta bata, que vamos a hablar de eso de "estoy bien, Arthur Hayes".

Al entrar, por otro lado, pudieron ver a Jolene inconsciente, con Renka desperezándose a su lado y frotándose los ojos. La quinceañera japonesa tenía la piel descamada y bastante mal aspecto...

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26/08/2009, 12:37
Renka

Con los tres muchachos hablando, la sempiterna guardiana de Jolene pareció despertarse, desperezándose y frunciendo el ceño nada más abrir los ojos, pasándole la mano por el pelo a su amiga, que aún seguía inconsciente. Echó luego un rápido vistazo a su alrededor. Las descamaciones de su rostro empezaban a abrirse en yagas, y cada vez tenía un aspecto más cansado. No eran yagas iguales a las de Donovan, cuyo color era de un amarillo verdoso debido a la acumulación de pus... Las de la chica eran rojas, resecas. Miró a la puerta y levantó una mano, saludando. Parecía más tranquila. Aunque desde su posición no veía a Mortymer, sí que vio a Donovan y a los recién llegados.

- Hola Rewell. Hola Hugo -miró entonces a Donovan... Esa fase era asquerosa, pero no tanto como otras. Lo que es cierto es que uno se asustaba mucho cuando estaba en ella. Cogió una botella de agua de su lado y le echó un largo trago. Miró al mayor de los Dryden- ¿Te quedas con tus hermanos? Todavía no he visto a Mortymer y quiero ver a Ambery...

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27/08/2009, 21:54
Mortymer Lagoon (Kamau)

Mortymer miró confuso al maltrecho Donovan pero no pareció dar muestras de que le importara en exceso... aunque en cierto modo empatizaba con su dolor... pero su rostro no reflejaba nada en absoluto... nada más allá del trauma patente en esa cara ausente de expresión.

Se dejo hacer por su primo mientras este le desvestía, e incluso colaboraba de vez en cuando pero con una lentitud desquiciante - cierto, Arthur Jonathan Hayes - le respondió tras un rato de mutismo en sus labios dándose cuenta, de manera inconsciente, del error que había cometido...

Su nombre resonó por la sala y una vez llego a sus oídos fue como un eco sin vida atravesando un bosque podrido... recordó el parentesco, en una parte de su ser sabía que Mortymer era él mismo, pero en otra parte se sentía muy distante a lo que fue una vez ese chico.

Sus ojos se movían curiosos por la enfermería vislumbrando a todos los presentes como si un niño curioso se tratara... pero no un niño adorable, un niño que ha visto horrores inimaginables. Al final se posaron en su Arthur y otra vez saltó el brillo de "ayuda"

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28/08/2009, 04:00
John R. Dryden

En ocasiones se puede y en otras no ocurre con tanta facilidad. Esta, en concreto, era una de esas que requerían sentido de la responsabilidad y, lógicamente, un deseo evidente porque el estado de un ser querido mejorara. Podía pasar de Donovan y Jolene e irme de cervezas y a comprar regalos para las niñas... Pero no. Ver a mi hermano en el estado en el que se encontraba era algo que me partía el alma con suma facilidad. Mucho más que cualquier golpe o misión, por dura que fuera. Mucho más que cualquier insulto o menosprecio... Ahondar más en ello era una tontería. Sencillamente me dolía y no me era fácil soportarlo. Pero tenía que hacerle frente, y ya había quienes lo habían hecho antes sin esperar a cambio nada. Como era el caso de Renka.

No me detuve a pensar en qué podía ocurrir entre Mortymer y su primo. Bastantes problemas había ya en mi familia como para concentrarme en los ajenos... Así que, sin poder despegar los ojos -cargados de preocupación y temor- del cuerpo de mi hermano, contesté a Renka:
-Claro, Renka... Tómate el tiempo que necesites y muchas gracias por todo... -no podía darle nada más a parte de mis agradecimientos pero, al menos, ya era algo...
De este modo tomé una silla y me coloqué entre ambas camillas, pasando (igual que hiciera Renka) una mano por el cabello de Jolene, aún inconsciente, a buen seguro, a causa de la visión que pareció tener la noche pasada. Cuando despertara se horrorizaría de ver a Donovan en su estado. Papá no sería menos.

Después, aunque no sin dificultad, volví a mirar a mi hermano pequeño. Había sido el chico más guapo del mundo... Pero ahora... Ahora poco importaba su belleza... Lo verdaderamente importante era que se pusiera bien a toda costa, a cualquier precio. Pero yo no tenía ese poder. Acaso lo tendría Dorian, y eso sólo si la suerte estaba de su lado. Pero también en poco tiempo había aprendido a no contar con que la suerte estuviera de nuestro lado.
-¿Cómo estás, hermano? -estaba mal, eso estaba claro... Mas, cuando nada puedes hacer... Al menos te puedes consolar diciendo algunas palabras sin aparente sentido...

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29/08/2009, 18:50
Hugo G.Seras (Carroñero)

Vale, creo que esta es la tercera escena mas triste que he visto en mi vida, justo a punto la de ganar la de la embarazada en la iglesia con pistola en mano y mis camaradas semi-muertos. Por suerte, al parecer no tendria que meterme ahi, Morty tenia a Arthur y su novia para hacerle entrar en razon, Donnie tenia a Rewell para animarle y decirle sobre Balas, y Jolene no creo que se despierte antes de que todo se vaya al carajo. Asi que lo mejor seria irme, reunirme con Maria y consolarla... "Cuando tienes parte de la culpa de una muerte y ésta no ha sido honrosa o natural, siempre es duro." ...!No me jodas, Sanuye¡!Yo no pedi esto, no veo ninguna parte de mi formulario que pusiera psiquiatra o psicologo¡ Sigh, a quien quiero engañar, estaba a punto de hacer lo mismo que hice con Maria, y si no lo arreglo, ella tendra que involucrarse con la locura guardada aqui.

-Buenos dias, Renka.- Dije despues de dar el suspiro mas largo de este dia, y poniendome al lado de su cama serio y formal, no me sentia nada comodo teniendo que volver hablar con ella, y seguro que ella tampoco.- Tengo que hablar contigo de algo importante, relacionado con Lior y su poder.

Empezaria arreglando primero lo de Mortymer, ya que Rewell aun tenia que hablar en privado con Donnie, y lo haria comprando tiempo a Arthur para hablar con el lunatico de su hermano y explicandole la situacion a Renka, iba a descubrirlo de todos modos, pero la diferencia es que en caso de entrar modo furia, se calmaria un poco dandome una paliza y no le afectaria tanto a su estado actual.

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31/08/2009, 02:23
Donovan Dryden (Pretty Boy)

Donovan alza una ceja, incrédulo a la vez que arrogante, mientras niega con la cabeza levantando un muro de autosuficiencia entre él y Arthur. Trata de incoporarse sobre los codos para tener una mejor perspectiva de la habitación y tratar cara a cara con el único de los chicos del hotel con el que podría llegar a tener algún tipo de conexión al margen del virus y todo lo que ello conllevaba. Al fin y al cabo los dos eran jóvenes hijos de importantes y millonarios personajes del mundo de la medicina y la farmacia. Y los dos triunfaban donde el resto solo podía soñar con llegar alguna vez.
Fuera como fuera, la seriedad con la que el joven Hayes trataba de meterle a Donovan en la cabeza que, aunque su estado era grave no se iba a morir, resbala contra una barrera de egolatría y optimismo.
- Pero... ¡Claro que no voy a morir! ¡Soy Donovan Dryden! ¡Parece mentira que no sepas que siempre me salgo con la mía, Arthur Jonathan Hayes! - Exclama entre airado y bromista, sacando a relucir su bien conocido sarcasmo a flote - Solo necesito hacer... no se, mil cosas antes de que se acabe el día ¡Y ni siquiera se qué hora es! - Y aunque pretendía parecer lleno de vida y determinación, la realidad era que estaba lleno de dudas y miedos. La mayoría de las cosas que tenía que hacer eran realmente desagradables y molestas. Por no decir que eran tristes. Quizá demasiado tristes para soportarlas.
- Y ahora que eso ha quedado claro... Sigo necesitando esa ayuda que he pedido... - Una idea cruza rauda la mente del actor. La cara de Luc, su representante, aparece en primer plano, tan sonriente como siempre pero con ese aire de control sobre todo que tanto le caracterizaba. Nunca dejaba un detalle al azar y tenía los cien próximos años planeados al dedillo. Si Donovan era un adolescente alocado que navegaba a la deriva, Luc representaba todas las cartas de navegación del mundo. Necesitaba a Luc... Aunque, como bien sabía, le sería imposible contactar con él. Y aunque lo hiciera, el francés no podría ayudarle en esa situación. Necesitaba otra mente preclara con la capacidad de planear su día para que pudiera llevar a cabo todas las tareas que le rondaban la mente. Necesitaba a Dale. Con urgencia.
- ¿Podría alguien traerme un teléfono? Tengo que hablar con Dal...

La irrupción de Rewell y Hugo corta su línea de pensamiento y le hace fruncir el ceño, sabiendo que esos dos solo le traerían nuevos y peores problemas. Hugo le guardaría todo el rencor del mundo, y con razón, por lo sucedido en la iglesia de aquel pueblo perdido de la mano de Dios. Y con Rewell no había tenido mas que roces en los últimos días. Iba a ser un momento algo violento. Para todos.

- He tenido días mucho mejores, te lo aseguro. - Responde casi de mala gana, fastidiado por el tiempo que iba a perder y que no se podía permitir el lujo de malgastar. Pareceía que iba a añadir algo más, a intentar una conversación con su hermano mayor, por lo menos para averiguar el porqué de que la pequeña de los Dryden estuviera también en la enfermería, pero las palabras de Hugo logran llamar su atención y turbar su estado mental. Lior... La última imagen que vió de la mujer regresa para atormentarle al ritmo de aquella canción de gramola...

- Me tengo que ir. Tengo que ver a Isenhall... - Son sus últimas palabras antes de intentar, sin fuerzas ni demasiado éxito, bajar de la camilla.

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31/08/2009, 09:47
[A.J. Hayes]

Los ojos de AJ brillan confusos al ver a Mortymer, aquella mirada que le alejaba un solo paso de la de un moribundo. Su primo se moría y nadie lo estaba viendo. De pronto hay demasiada gente en la enfermería, y ninguno ayudando, eso desde luego.

- Renka, Hugo, Rewell -comenzó, dándose la vuelta y colocándose en un ángulo en el pasillo de camas desde el que todos pudieran ver quién llevaba la bata blanca y levantaba el dedito de la razón mientras apretaba los labios- : Jolene tiene que despertarse, y tengo que encargarme de Mortymer y de Donovan. ¿Entendido? Hugo: Crees que tienes que hablar de algunas cosas aquí. Y tú, Rewell, crees que tienes que estar aquí, igual que tu hermano cree que tiene que levantarse... Pero no -rotundo, sereno como un volcán la semana antes de entrar en erupción. Deja que Donovan ponga los pies en el suelo e intente levantarse, con la consecuencia de que las piernas, llenas de esas repulsivas erupciones verduzcas, le fallen y caiga al suelo aparatosamente- Le he dicho que puede andar y caminar si alguien le ayuda -ilustra- pero él ha querido darse el batacazo antes de que me deje decirle que su novia me ha dado un teléfono de contacto, porque ha salido, no está en el Ice Hotel si es a ella a quien busca, y de cualquier forma, Isenhall no recibe hoy a nadie -gira entonces hacia él y alza las cejas, sonriendo con toda la simpatía de la que es capaz- Así que, Donovan Dryden, tienes dos opciones: O te curas de verdad de esa mierda, o se te quedará la cara picada. Pero si eso es lo que quieres bastará con que te tomes un delicioso té calentito. Sentirás que te abrasa la garganta, empeorarás y pasarás a la fase dos del virus, en cuyo primer estadío experimentarás una falsa mejora, como ya te he dicho, y no sé para cuándo empezarás a estar, después de eso, enfermo de verdad. Ahora el que no vaya a...

Taylor había abierto la puerta en el momento en que la arenga del joven sanitario había comenzado, y estuvo ahí, entre los paneles que separaban las camas a la entrada de la enfermería, cuando Milo Notara apareció con aquella pequeña explosión que caracterizaba sus entradas.