Partida Rol por web

GELUS VIRICA

[ICEHOTEL] - Hab. 01

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30/10/2008, 00:05
John R. Dryden
Sólo para el director

Entramos en la habitación al tiempo que me aseguro de que está vacía (caso contrario se busca otra y fiesta, que tiene que haber alguna vacía a la fuerza). Cierro a nuestras espaldas y fijo la mirada en la española, cuya sorpresa tampoco me pilla desprevenido. Aún debe estar decepcionada por lo que pasó ayer... Y si a eso le sumamos que ya parece estar bastante jodida... En fin... Al lío. Pedir perdón es algo bastante frecuente y, a veces, cuesta menos que otras. Esta, por suerte, es de las veces que cuestan poco. Comienzo a hablar lentamente y procurando usar frases simples para ayudar a que María me comprenda mejor, igual que ocurrió la primera vez que hablamos.
-Bueno, María... La verdad es que quiero pedir perdón. Por lo que hice ayer. Perdón por asustarte, no quería hacerlo, pero... -llevo un dedo a la sien, moviéndolo en círculos sin llegar a tocarla-. Se me fue la cabeza. Es que... Ya lo sabes... Esta situación es cada vez más jodida y... En fin, cuesta mantener la calma. Pero, lo más importante: ¿Cómo estás? No mola verte llorar... -confieso, con el rostro ligeramente contraído por la preocupación.

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30/10/2008, 11:19
María Ortíz

María pone los brazos en jarras al ver de qué va el asunto, escuchando la disculpa de Rewell entre preocupada y severa. Suspira al final y niega con la cabeza.

- Es Hugo y yo - hizo un gesto de tijeras cerrándose valiéndose de sus dedos índice y corazón - justo cuando yo echar de menos a Marcos - se pasó una mano por la cara - Es que si Hugo es mal en desayuno, yo peor, porque Lex cerca. No quiero odiar a Lex, pero... - se mordió el labio y bajó la mirada, tras lo cual de nuevo la levantó y le dijo - Te perdono si prometer no pegar a nadie de aquí. Tú grande y fuerte, ¡no puedes pegar gente! - de nuevo con los brazos en jarra.

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30/10/2008, 11:26
John R. Dryden
Sólo para el director

Sí, Hugo... También yo sé bien lo gilipollas que puede llegar a ser Hugo, más sabiendo que puede llevar a la pobre María a este estado. La conclusión que podemos sacar de todo esto es que María no debería llorar por ese capullo integral. Por eso frunzo el ceño ligeramente al escuchar esa parte de la historia, aunque se relaja visiblemente al pedir la española que prometa no volver a pegar a nadie por aquí. Eso puedo prometerlo, creo. Sí, qué cojones... Tampoco es cuestión de seguir jodiendo a la pobre mujer, que ya bastante tiene con lo que tiene.
-De acuerdo: te lo prometo -y una cosa que no ha cambiado es que una promesa de John Rewell Dryden vale su peso en oro, maldita sea. Por eso asiento con determinación-. No pego a nadie aquí, te lo prometo. Y, oye... te entiendo con lo de Lex. Pero... -frunzo el ceño nuevamente, recordando lo ocurrido en la misión. Tenía intención de contárselo a María, pero creo que ahora mismo no es el mejor momento de hacerlo-. No quiero ofender, pero Hugo es un gilipollas que no te merece, María. Y alguien como tú no debería llorar por alguien como él -y la convicción con la que salen dichas palabras da a entender que no es una simple intentona de consolarla.

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30/10/2008, 11:41
María Ortíz

- "Único hombre por el que hay que llorar es el que no hace llorar" - la sabiduría popular española daba mucho de sí en éstos aspectos, parecía mentira que un lugar cuyos dichos enseñan tanto fuera el país más culebronero de Europa junto con sus vecinos Francia e Italia. Sonrió entonces y encogió un hombro, natural como era ella, sin pretensiones - Pero soy gilipollas y siempre equivocar hombre... Chica como yo... ¿Hugo? ¿Donovan? ¿Michael? ¿Balaguer, Sven...? - los guapos del hotel. Negó con la cabeza, sonriendo resignada - No soy Lex, Madison, Dale... - se encogió de ambos hombros ésta vez - Además: Más guapos, más tontos - reía.

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30/10/2008, 11:53
John R. Dryden
Sólo para el director

-Uy, uy, uy... Nononono, Michael no, nunca... -corrijo, sin poder aguantar una pequeña sonrisa traviesa que se me escapa. Sería lo peor que podría pasar: que María acabara con semejante elemento. Aunque la verdad es que el resto tampoco es que sean especialmente estupendos... Una cosa está muy clara: la chica necesita tomarse unas copas y pasarlo bien. Y como también yo necesito unas buenas dosis de ambas, el consejo de Dale se resuelve como estupendo. Quizá incluso podría terminar haciendo el plan que tenía para Dale... Aunque me parece mala cosa, porque sería como convertir a María en un sustituto de la australiana, y eso ni hablar. Es una chica diferente, y es estupenda, además, así que hay que hacer algo diferente con ella y no hay más que hablar. Le gustaba bailar, recuerdo... Y la escuché canturreando Moby... Tal vez pueda hacer algo para que se divierta. Y eso que tampoco soy el tipo más indicado... Soy de los más tontos, pero dudo que de los más guapos-. No, no eres Lex, Madison ni Dale, claro. Eres María, y María es "supah cool"* -y realmente lo pienso, la chica vale su peso en oro. Incluso esbozo una atontadilla sonrisa-. Fijo, yo lo pienso de verdad. Y ademássss... Bueno, igual no te apetece, pero... -llevo una mano a la nuca, ladeando un poco la cabeza-. Había pensado que esta noche después de cenar igual querrías... en fin, tomar algo -llevo la otra mano a la boca, simulando una botella-. Después de cenar, cogemos cosas en el bar y nos vamos al hobby room. Lo pasamos bien, bebemos un poco y nos olvidamos de toda esta mierda. Ah, y ponemos música, claro. ¿Te mola la idea?

Notas de juego

*Dios... es tan blandito... xDDDDDDDDDDDDDDDDDD

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30/10/2008, 12:46
María Ortíz

María se rió un poco, aunque cansada, al oír el "supah cool" tan "fashion" de Rewell. Pareció pensarse un momento la oferta... Pero finalmente sonrió, viendo que Rewell tenía ganas de evadirse un poco. Eso estaba bien, hacía falta.

- Vale, me gusta. Llevo música y tú también - no podía quedarse sola y pensando en Hugo por mucho que le hubiese calado. El hombre ideal para ella estaba en alguna parte, y no lo dejaría pasar por estar llorando por el equivocado. El cuento de hadas aparecería, y nadie podía saber desde dónde llegaría...

Miró a Rewell algo vergonzosa, volvió a sonreír y metió las manos en los bolsillos del vaquero, lamiéndose las muelas.

- Pero a ti gustar Madison y Dale - le dijo, agitando un dedo en el aire a modo de fingida regañina.

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30/10/2008, 13:57
John R. Dryden

¡Cojonudo, eso es un sí! Vaya... Es curioso que me emocione tanto... ¿Por qué he me emocionado tanto? Si esto no es nada formal ni una cita ni... ¿O sí es una cita? No lo sé, cojones, todo esto es un puñetero lío... Y además tiene razón... ¿A mí quién cojones me gusta? ¿Dale, Madison, María o quién coño? A ver, Madison fue verla y ponerme nervioso. Dale fue la primera vez que nos vimos que pasó algo realmente extraño, y luego ese jodido recuerdo de cuando éramos niños y... Qué sé yo, se me fue la cabeza... Aunque realmente tiene una actitud verdaderamente peculiar. Pero es cierto que María fue la primera chica con la que hablé largo y tendido en actitud más o menos seria. Y fue de lo más curioso, porque ninguno nos entendíamos, pero hicimos esfuerzos por intentarlo... E incluso me enteré de algunas cosas de su vida y ella, en cierto modo, también de la mía, cosa que no había hecho antes con nadie. Además, María siempre me ha caído de maravilla, es una chica estupenda y, desde luego, el tonto del culo de Hugo no la merece.

Durante unos instantes mantuve la mirada a un lado, con una ceja alzada, pensativo por su fingida regañina. Ciertamente sería feo si... Bueno, qué coño, espera un momento. Sonrío, algo divertido, volviendo a mirarla.
-Bueno, pero si tú sigues cabreada con Lex será porque Hugo te sigue gustando... Aunque sea un poco... -hago el gesto universal de "algo pequeño" con el índice y el pulgar-. Pero ni Hugo te merece, ni a mí me gusta en realidad Madison, ni debo estar con Dale -porque, en efecto, creo que se ha convertido en algo fundamental, dado el estado de ambos-. Además... Chica, no sabría decirte qué me pasa por la cabeza, porque es la primera vez en mi vida que estoy en contacto con mujeres... -río mis propias circunstancias, sin sentirme avergonzado por ello. No veo que haya nada malo en ello-. Así que es normal que esté hecho un lío. Pero vamos... que no sé... Es que siempre me has parecido estupenda y me caes de maravilla... Creo que podríamos pasarlo bien, ¿no?

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31/10/2008, 10:28
María Ortíz

Cita:

Es que siempre me has parecido estupenda y me caes de maravilla... Creo que podríamos pasarlo bien, ¿no?

Mara alza las cejas, entendiendo otra cosa, dadas las circunstancias. Traga saliva y se relaja para decir las cosas con tacto. Normalmente abriría la boca, se reiría y le pegaría un empujón amistoso a la voz bromista de "¿¡Serás guarro...!?". Carraspeó y justo cuando iba a abrir la boca, la volvió a cerrar, mirando a Rewell. ¿Alcohol, bailes y descartando una oportunidad de echar un...?
Ponerle delante semejante oferta a una mujer despechada era algo verdaderamente peligroso, sobre todo cuando una "criatura australiana" le había estado convenciendo de que los hombres eran incapaces de enamorarse. Quizás iba siendo hora de pasarse al bando de "las chicas malas". Ya lo descubriría esa noche.

- Sí... - sonrió de nuevo, entre dudosa y halagada de alguna manera - Seguro, Rewell, lo pasaremos bien - acabó sonriendo con naturalidad, lo que tuviera que pasar, pasaría, y al día siguiente, quizás Dale se hubiese equivocado - ¿Cómo que la primera vez que contactos con mujeres...?

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31/10/2008, 10:46
John R. Dryden
Sólo para el director

-Sí, eso mismo... -confirmo, como si no pasara nada. En realidad para mí no significa demasiado, simplemente otra de las extrañas circunstancias que han rodeado la mentira que se ha demostrado que ha sido mi vida: un aislamiento prácticamente total de la sociedad-. Con doce años me enviaron a un internado sólo para chicos... Y ahí había que ser muy duro para que no te mataran... Joder, yo era un niño de lo más normal, me dejaron hecho un cromo... -me levanto la camiseta, con una sonrisa amarga, mostrando el torso colmado de pequeñas cicatrices de cortes, mudos testigos de lo que era conocido cruelmente como "la habitación de los espejos". Sin embargo, aquello es agua pasada, de forma que no me afecta demasiado-. Escapé con dieciséis años y tuve que aprender a moverme rápido para ganarme la vida. Yo pensaba que mi padre quería matarme, porque mi abuelo me estuvo intoxicando la cabeza durante mi niñez... Era un crío, y era gilipollas... Así que me pasé los diez años siguientes trabajando sin parar. No tuve tiempo para conocer gente y, la verdad, tampoco quería hacerlo... Tenía mucho miedo de... -suspiro levemente-. Bueno, de Emmerald Skull: como llamé a mi poder. Pensaba que era un monstruo... Pensaba que podía controlarme, cuando realmente yo tengo pleno control sobre mi poder... Así que, en realidad, esta es la primera vez que estoy cerca de mujeres y me paro a pensar en lo que le pasa a mi cuerpo cuando estoy cerca de ellas... -sonrío nuevamente, algo tímidamente ahora, volviendo a dejar caer la camiseta y cerrando la cremallera de la chupa-. Por eso estoy un poco desorientado...

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31/10/2008, 11:01
María Ortíz

María observó confusa a Rewell mientras hablaba. Lo miraba concentrada, a los ojos y a los labios como si intentase leerlos (puesto que sabía el idioma de los sordomudos, ésto era algo que probablemente utilizaría mucho dada su empatía natural, al margen de su poder mutante, con la gente. Hasta que se dio la vuelta y mostró sus cicatrices. Ella las observó con el corazón encogido... Le bastaba saber que a los doce años empezó todo, que a los dieciséis huyó de ello y que se había aislado del mundo...
Lo contaba sin tener en cuenta que ella apenas sabía inglés... Como aquella vez en el bosque de Estocolmo... Hablaba, contando cosas que le importaban, por simple necesidad de poder hablar sin que apartasen los ojos de él... Quizás se sentía un monstruo, quizás le hicieron sentir así... Y ella sabía por experiencia que el que se cree un monstruo por el motivo que sea, acaba siéndolo...

Con o sin su poder, la española lo daba todo por entender a la gente, por comprender lo que ocurría más allá de las palabras, éstas solo eran la puerta por la que salía el aire... Desahogaba, pero lo que había dentro se quedaba ahí si nadie le ayudaba a salir o se asomaba siquiera...

Levantó una mano y tiró de él hasta que ambos se sentaran en el borde de la cama. Entonces volvió a alzar las manos y le abrazó, atrayéndole hasta su pecho y acariciándole el pelo, depositando un beso sobre el negro cabello con ternura...

- No monsters around, Rewell... Neither in you... You are as lovely as any other... - sonrió, apoyando su mejilla en el cabello de él mientras le abrazaba - No matter how big are you. I will always listen... Okay, dear? - susurraba con un tono cálido y aquel dulce acento español... Y tanto sus palabras como su actitud le decían a Rewell que ni las chicas mordían ni era menos merecedor de ser escuchado que cualquier otro...

- Tiradas (2)

Tirada: 1d100
Motivo: Inglés - ¿Lo pilla todo?
Dificultad: 20-
Resultado: 28 (Fracaso)

Tirada: 1d100
Motivo: Inglés - ¿Lo pilla todo?
Dificultad: 20-
Resultado: 28 (Fracaso)

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31/10/2008, 12:02
John R. Dryden
Sólo para el director

Me hago un poco más consciente de que me he dado demasiada prisa al hablar cuando termino de hacerlo y reparo en que la española se esfuerza visiblemente por captar todas las palabras una vez me he dado la vuelta. Pero, de cualquier modo, me da la impresión de que no ha entendido todo lo que quería decir... Sin embargo no esperaba esa reacción por su parte. De la sorpresa, casi no me da tiempo ni a realizar un único gesto. Totalmente desprevenido, me dejo llevar junto a ella a los pies de la cama y, después, como un corderito, la cabeza a su pecho. Con los ojos abiertos como platos fijos en la pared azulada, recibo con un escalofrío enternecido sus palabras y su cálido beso.

"You are as lovely as any other..."; "No matter how big are you. I will always listen... Okay, dear?" Por mucho que ella no haya terminado de entender lo que quería decirle, esas palabras suponen para mí toda una respuesta. Inesperada, sí, pero maravillosa en un momento como este, cuando todavía mi cabeza está hecha un lío. Y los brazos de María consiguen tranquilizarla notablemente. Los pensamientos, que fluían de un lado a otro con rapidez, parecen detenerse momentaneamente y darse algo de tregua. Mis nervios, en tensión, se relajan trayéndome una sensación de tranquilidad que recorre mi cuerpo de pies a cabeza. Trato de recordar cuándo fue la última vez que me sentí así, sabiendo que fue mi madre, seguramente, la que me estaría abrazando y dando cariño de una forma tan plena y completa. Sin embargo soy incapaz de recordarlo, torpe de mí...

Pero es cierto que, abrazado por María, encuentro una increíble paz y sosiego que me llevan a acomodarme en su regazo, llevando una de mis manos hasta unas de las suyas, para aferrarla con ternura. Es posible que ambos necesitáramos ternura y protección en momentos como este. Es casi seguro. Y era cierto: las chicas no mordían... No había ninguna razón para tenerles miedo... ¿Cómo algo tan maravilloso como esto podría ser portador de miedo? No, eso no es posible. Hacía mucho que no me encontraba tan bien.

-Gracias, María -susurro, emocionado y sincero, ya los ojos tranquilos-. Quiero que sepas que yo también estaré aquí para todo lo que necesites... -y comienzo lentamente a incorporarme, posando al final la mirada sobre la suya. Una mirada esmeralda y agradecida. Y esta vez soy yo mismo el que la toma entre los brazos y la abraza con ternura, pues no olvido que ella también necesitaba afecto... más aún después del desencanto de Hugo y todo lo ocurrido estos días. En un sencillo abrazo, me vuelvo completamente sobre la española, de forma natural, sin ningún tipo de nervio en el cuerpo. Es probable que haya alcanzado otra de mis epifanías...

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31/10/2008, 14:19
Dale Lantana (Slang)

- ¡¡REWELL TIENES QUE...!! - la voz apresurada de Dale que venía desde el otro lado de la puerta murió al abrirla de golpe y encontrarse la tierna escenita del abrazo en la cama, Rewell con el pelo revuelto por los cariños de Mara.

Sacudió la cabeza un momento, tragando saliva. María se había quedado completamente bloqueada al ver la expresión de Dale... Y ésta se dio demasiada prisa en hablar tras carraspear. Cargaba con una carpeta y unos cuantos papeles llenos de lo que parecían listas, subrayadas en verde algunas cosas, con tachones de bolígrafo y demás.

- Rewell, me dice Isenhall que te nombra subcapitán y que hable contigo. Espero fuera, date... - señaló la nada en el suelo, dando vueltas al dedo en el aire - Date prisa con lo que sea. Ea.

Con las mismas se fue por donde había llegado.

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31/10/2008, 14:38
John R. Dryden
Sólo para el director

Alzo la vista, desconcertado, al escuchar el grito inicial, aunque reaccionar a tiempo es imposible. Supongo que no debería sentirme culpable, ya que no ha pasado aquí nada extraño... Y tampoco es que fuera a pasar. Y, después de todo, sólo he hecho lo que Dale me sugirió: invitar a María a tomar algo. Y, sin embargo, por la mirada de la australiana lo único que puedo encontrar es precisamente eso: culpabilidad. Pero no estoy haciendo nada malo... ¿no? Sólo estaba mostrando mi afecto a la española y ella me ayudaba a... Bueno, simplemente me ayudaba. Lo grave de todo el asunto, sin embargo, es el repentino nombramiento, cuya información me deja pálido como un muerto. ¿Subcapitán yo? Madre mía, ¿pero en qué cabeza enfermiza cabe algo semejante? Si yo soy un... No, cojones. No soy un nada. Puedo ser subcapitán y puedo ser lo que sea, si es necesario. Esto es una prueba más, y tengo que llevarla a cabo a la perfección. Tras la salida de Dale, me separo de María algo lentamente, pero mirándola un último instante antes de salir de la habitación.
-¿Qué tal estás? ¿Un poco mejor? -esbozo una leve sonrisa.

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02/11/2008, 03:30
María Ortíz

Mara se tapaba la cara con las manos. Esa misma mañana la conversación había sido clarísima, la recordaba a la perfección por haber sido de las pocas cosas normales que se habían hablado en aquel lugar...

- ¡Hey...! - miró a Dale sonriendo pícara - ¿Es que haber problema que mister Rewell gustar Madison, Miss Lantana?
- Mister Rewell está MUY bueno, Miss Ortís. Es una verdadera pena perderse a un hombre que lo tiene todo: Guapo, fortachón, bueno y tonto, con todo el cariño - un brillo de preocupación apareció en los preciosos ojos de Dale mirando su té.
- ¿Rewell...? - lo cierto es que a María le caía bien el mayor de los Dryden. Miró a Donovan, confusa - Poner la ropa que yo decir y Rewell se olvidar Madison - le guiñó el ojo a la australiana.
- Nah, para nada... No le conviene alguien como yo ni de coña - rió amargamente Dale - Además... Es pronto para ponerse celosa de nada, ¿no? ¡Y no soy tan gilipollas de liarme con un tío que me cuenta a la primera de turno que le gusta otra! - se carcajeó.
Donovan pareció tener un extraño acceso de rivalidad fraternal...
- No funcionaría. ¿Los has visto? Como tu dices, mi hermano es demasiado tonto. Necesita una chica algo mas... activa que Madison. No se, me parece una mosquita muerta, en el buen sentido de la expresión, claro - se encogió de hombros el joven, mirando a Dale de nuevo - Tú hazle caso a María que sabe lo que dice. Tú ponte lo que te diga por la mañana y tendrás al bobo de mi hermano en bandeja esa misma noche. Y sino... siempre puedes repetir con el hermano guapo, listo, menos bueno y algo menos fortachón pero mucho mas divertido y elegante ¿eh? ¡Qué será por falta de ganas u oportunidades...! - alzó las cejas y sonrió lobuno, antes de desvíar la mirada hacia María - [Fr]¿De verdad crees que podás juntar a Dale y Rewell...?[/Fr] - había una nota discordante en el buen humor con que hacía esa pregunta. Una nota que a María, perceptiva como era, no se le había escapado. El follón que se estaba granjeando en el Icehotel era gordo a todos los niveles...

- Sí, sí... - respondió María - Ya hablo yo con Dale sobre... Bueno, ya le hablaré... Nos vemos ésta noche, ¿no? - sonrió.

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22/07/2009, 05:43
Acólito de Isenhall

Para algunos la sensación punzante que el frío les provocó, sumado al sobresalto por oír súbitamente el megáfono, fue un verdadero alivio: Significaba que seguían con vida. Para otros, quizás ese mismo empezara a ser el problema. La última misión había resultado peligrosa para cada uno de ellos...

John recordaba aquella escena surrealista en casa de Milo, ¿cómo había llegado al Icehotel de nuevo? ¿Qué habría pasado con Jolene, Amber, Vicky, Taylor...? ¿Y Dorian...?
Volvía a llevar aquel pesado pijama polar, y volvía a estar solo en la cama, donde debería estar su hermano menor...

Sin embargo la cama frente a él tenía a sus inquilinos habituales sobre ella: Un Hugo que se despertaba con hastío en principio. Había dormido demasiado poco para lo que necesitaba después de un día como el anterior, en el que vio morir a un compañero y casi ve morir a su novia... Todo porque algunos gustan de hacerse los héroes o ignorar órdenes perfectamente meditadas. Pero la rabia del despertar pronto se convirtió en nerviosismo... Creía recordar haberse dormido en la enfermería, junto a María... ¿Dónde estaba ella?

Mortimer también debería haber dormido más. La tarde anterior su mente dio un vuelco bastante inesperado, y su cuerpo sufrió de formas que nadie (salvo quizás Sanuye o Lady Lior) serían capaces de comprender. La música entró en sus oídos como chillidos desagradables y estridentes...

Ahí estaba el maldito megáfono. Quien fuera que se hubiese encargado de poner la música aquel día, desde luego no era Milo, porque la elección no era muy al estilo de Mike Oldfield de la vez anterior...

Notas de juego

Veamos, gente: No vamos a esperar eternamente a los que están de vacaciones o trabajando, pero si no os importa voy a darles "vacaciones" a los pjs, es decir: No habrá misiones, lo que no significa que no se puedan investigar cosillas por cuenta y riesgo de cada quien. Si vais a tener vacaciones en algún momento, os pediría que vuestros pjs se retiraran a la vida "contemplativa y ermitaña", que ya sabéis que de todos modos no pasaría demasiado tiempo para ellos :)

Recordar que en partida estamos a 6 de Diciembre. Perdón por la demora, al final tendremos que empezar con un par de pjs de menos, pero ya volverán (espero por Dios XDDDD pero mientras tanto no marquéis a Donnie). Bienvenidos, y ya sabéis: Para cualquier cosa, la sección [DUDAS Y QUEJAS] :)

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22/07/2009, 12:37
Mortymer Lagoon (Kamau)

Mortymer se desperezó con calma y parsimonia... esa canción le había entrado por el oído dando una sensación de paz inicial que se desvaneció tan pronto como había llegado al recordar todo lo que le destrozaba el corazón. Se incorporó cabeza gacha y una lagrima se le resbalo por la mejilla pero la secó con rapidez serenando esas ganas de llorar... la música, sus emociones...

A los pocos minutos se levantó y se vistió - ¿Vamos a desayunar? - preguntó con voz ronca, ajada... triste y los miró con los ojos vidriosos, pero no de llorar, un extraño e inquietante brillo había aparecido en sus ojos...

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22/07/2009, 14:07
John R. Dryden

De forma irremediable, aquella música me recordó a mi padre. Hasta donde sabía de él le encantaba la música clásica, y más ese tipo de melodías... ¿cómo decirlo? ¿Siniestras, melancólicas? Pero la música no era importante. Y hasta cierto punto tampoco lo era quien la había puesto... No era el peor despertar que se podía tener.

Me incorporé lentamente, llevando la mano al pecho, extrañado, con una fuerte resaca de las sensaciones que ayer pasaron por mi cuerpo. Fue algo desagradable. Demasiado. Pero, ¿la causa? Era la mejor. Por eso no sentía pesar o remordimiento... El recuerdo fugaz de unos ojillos tiernos que recobraban algo de vida fue suficiente pago para mí. Por eso sonreí levemente, recordando.

Tampoco duró mucho. La pregunta de un extraño Mortymer me sacó de esos sencillos pero profundos pensamientos, obligándome a mirarle, algo desconcertado en principio. Sobre todo porque yo estaba en casa de Milo. Parpadeé sin dejar de mirarle. Nunca había tenido demasiada relación con el chaval pero lo cierto era que, si ya me parecía antes un poco extraño por su retraimiento, ahora aquella sensación se vio acrecentada al observar sus ojos.

-Ya, buenos días... -digo, apartando por fin la vista y estirándome ampliamente, sintiendo las fuerzas y el vigor renovados gracias a un sueño reparador-. Antes de desayunar me iré a dar una ducha... Pero sí, después os alcanzo, Mortymer -esbocé una leve sonrisa mientras me ponía en pie y echaba mano de ropa limpia y de mis útiles de aseo para, acto seguido, salir de la habitación en dirección a los baños.

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23/07/2009, 02:44
[Arthur Dryden]

Alguien tocó al otro lado de la puerta, pero sorprendentemente, a ésta persona se le olvidaron sus modales y entró directamente en la habitación: Se trataba del señor Dryden. Observó algo apresurado el interior de la habitación, y parece que solo entonces se dio cuenta de su mala forma de irrumpir. Carraspeó un momento y dijo:

- Buenos días. Mortymer: Renka está con Jolene en la enfermería. Señor Seras: María está en los baños, a salvo. Rewell... -se aproximó a su hijo, casi se diría que con cierta ansiedad reprimida de abrazarle, cogiéndole los hombros y mirándole ceñudo pero sin evitar cierto brillo de emoción- Me alegro de verte de vuelta, hijo. Tu... ¿Has visto a tu hermano...?

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23/07/2009, 12:05
Mortymer Lagoon (Kamau)

Sobraba, esa era la sensación que tenía Mortymer en esos momentos. Saludó al padre con un ligero asentimiento - gracias... entonces iré para allá - dijo con aquella voz atona y rota. Salió por donde había entrado el padre de Donovan y encaminó sus pasos hacía la enfermería...

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23/07/2009, 15:04
John R. Dryden

-Ah, papá... Imaginaba que el de la música eras tú -saludé a Arthur con una sonrisa al tiempo que levantaba la mano tan pronto le vi entrar-. Yo también me alegro de verte -increíble, pero cierto... Me resultaba extraño teniendo en cuenta cómo habían sido nuestras vidas. Sorprendente cómo en el Ice Hotel las cosas podían dar un giro de 180º en apenas unas horas. No todo era malo en aquél lugar helado.

Aunque, por supuesto, cuando se recibe una ración de cal viene seguida de una de arena... ¿Donovan no había vuelto con el otro grupo? Fruncí el ceño, extrañado y repentinamente preocupado.
-¿Cómo, no ha vuelto con Hugo, Mortymer y los otros? No sabía nada... Acabo de despertar y... Bueno, no me acosté aquí, no sé bien qué está pasando, papá... Espera -acto seguido me cambié de ropa con rapidez, poniéndome una cazadora de cuero para detener el frío y sujetando el pelo mediante una coleta. La ducha podía esperar cuando había asuntos más importantes entre manos-, te ayudaré a buscarle o a saber qué está ocurriendo