Partida Rol por web

Me quedo...quieto, cuando veo que el suelo se abre y hay un tobogan, dejo que Michael se haga cargo de lo de asomarse y tal. Despues cuando veo que no hay muco peligro y Jolene esta abajo, me tiro sin pensarlo.

De vuelta al hotel...
Habíais llegado casi de noche y Mortymer no estaba en la habitación. Una jaula había sido instalada en el lugar, y tu madre te mostraba cómo echarle una de las mantas por encima para que Azazel no pasase frío...

Después caminó hasta tí y te miró muy seria, pero acariciándote la cara.

- Cariño... Mañana tendrás que hacer algo muy importante. Creo que saldrás de viaje con Alice, Erick, John, Lex, Madison, Michael, Mortymer y Taylor. Tenéis que rescatar a Donovan, y después a Jolene y a Art. Están en peligro... Y tienes que ayudar a tus compañeros de viaje a traerlos de vuelta aquí, ¿de acuerdo? Si quieres convertirte en un héroe como papá... Hazles caso, ayúdales en todo lo que puedas y mi corazón no cabrá en mi pecho del orgullo. ¿Podrás hacerlo, tesoro mío...?

Tal y como madre me había mostrado, meto a Azazel en la jaula y lo cubro con la manta según las indicaciones, luego me giro y sonrío ante la caricia... obviando la seriedad de Victoria, aunque consciente de que algo me iba a decir si estaba así.

Asiento con la cabeza, tras lo cual la abrazo... Si mama digo separándome de ti y sin perder la sonrisa. Los ayudaré y así seré tan fuerte como papa, y seré un gran superhéroe... y... y lo haré por ti mama.

Fantástico, cariño...

Le devolvió el abrazo a su hijo, depositando un beso en su mejilla.

- Algunos de ellos son muy conflictivos, hijo... Tendrás que controlar que no se hagan daño también entre ellos, confío en tí, hijo... Cuando estés en esa misión, si dudas en algún momento, pregúntales a Madison y a Alice, sólo a ellas... Ellas tienen un alma maternal, el instinto que nos guía a las mujeres. Ellas siempre querrán lo mejor para todos. Si se derrumban, deberás animarlas e incentivarlas... Confío en tí para que lo hagas, tesoro mío...

Doy un suspiro entrecortado, me estoy poniendo nervioso por momentos con las palabras de mi madre... Espero que, que no me guarden rencor... yo... yo hice cosas malas, pero ahora las arreglaré y, y estarás orgullosa de mi mama, pero no se como podré animarlas... no se si podré.

Junto mis manos en mis rodillas y las miro directamente, Como sea, haré lo mejor que pueda, para que papa también este orgulloso. De nuevo te abrazo. Te quiero mama...

- Y yo a tí, mi vida... - Kramer correspondió al abrazo y sonrió afectuosa, pasándote la mano por la espalda maternalmente - Vamos con los demás, ¿si? - con la mano en tu espalda, Victoria te acompañó hasta la puerta de la sala del altar, cogiéndote los hombros y diciéndote finalmente y sonriendo: - Haz que me sienta orgullosa.

Despiertas en tu habitación, enfundado en tu saco de dormir y ésta vez con una compañía mucho más menuda que Michael: En tu mismo saco, metida en su pijama, está Amber abrazada a tí, que te tira del pelo un momento buscando tu atención, con aire muy triste. Cuando al fin abres los ojos, ella dice con un tono suplicante:

- Tengo caca, Ale...

Efectivamente el entorno no huele a rosas...

- Amber?
La cojo con uno de los brazos para salirme del saco con ella. La pobre cria esta acojonada...Que coño hago aqui? Lo de la coca...Maldito gilipollas, me las va a pagar,pero me alegro tanto de que la niña este bien...
- Claro, te limpio ahora mismo amor
Me levanto y salgo para la habitacion de Jolene y Donovan. No hay huevos a abrirla pero bueno, salgo a buscar a algun acolito de esos para que me abra la puerta.
- Solo tengo que coger un pañal para la cria, se ha ensuciado...

Un acólito que esperaba órdenes en la entrada del pasillo de habitaciones asiente con la cabeza ante tu petición y se fusiona con la pared que corresponde a la habitación de Jolene. Cuando sale de nuevo, porta entre sus manos un paquete de pañales y todo el kit completo de aseo de la niña...
Amber empieza a patalear y a impacientarse, haciendo pucheritos.

- Noooononono mi amor no pasa nada, te limpio ahora mismo.
Le acaricio la espalda con suavidad, llevandola a un baño y bañandola y cambiandola perfectamente como lo haria un padre experto.
Joder al final resultara que estoy hecho para esto...
- Ves como ya estas limpica amor?
Le sonrio aunque me cueste porque sigo sin saber donde esta Jolene...

Amber parece más tranquila mientras la estás bañando... Llegado un momento incluso abre la boca para llenarse los carrillos de agua y hace la fuente hacia tí, empapándote de agua y riendo con aquella risilla que parecía de una muñequita traviesa. En ningún momento se queja de la temperatura del agua ni de cómo la bañas o cambias, hasta parece disfrutar del baño y la sonrisa que fuerzas parece tranquilizarla un poco.

- Pero bueno si que eres mala!
Me rio cuando me echa el chorrico de agua...Esta cria llena a uno de optimismo, es tan mona que me hace pensar lo equivocado que he estado juzgando a la gente en general...Ella y su madre me hacen ser mejor persona lo confieso.
Le hago cosquillicas pero no muchas, que dicen que los crios se quedan pequeños cuando les haces cosquillas.
Necesito saber donde esta Jolene, quiero decirle lo mucho que deseo ser padre de Amber y de...Taylor dijo que era un niño...Mi novia esta secuestrada y embarazada y yo estoy aqui...Pero porque?
Cojo a la niña y la envuelvo en una toalla y luego le pongo la ropica y un abrigo con capucha para que no se congele la cabecica. Recojo todo y lo llevo a mi habitacion...Luego voy con la cria a la sala aquella del altar.

Tras la llegada y consiguiente marcha del guerrero, Taylor se percató de un detalle: No estaba en ningún puto coche, sus pensamientos volvían a tener forma de palabras, su cuerpo agradecía el frío aunque llevara el pijama y el saco puestos y alguien había decidido hacer reparto de habitaciones nuevo, ampliando éstas eliminando un muro entre dos de ellas, pues había dos camas dobles...

Entro rapidamente en la habitacion y cojo la chaqueta, asegurandome que las granadas van en los bolsillos, pero sin sacarlas para que no las vean por ahora, son solo por si acaso

El despertar fué semejante al que se tiene cuando uno ha pasado la noche anterior en una pelea de borrachos en algún bar de mala muerte tras haberse bebido "hasta el agua de las macetas", como se diría vulgarmente...

El golpe de Sanuye había dejado una marca que dolía como una jaqueca en sus víctimas, pero alguien había creído conveniente dejarles en las camas que les correspondían, con una bolsa de hielo que no vino nada mal...

Taylor pudo darse cuenta de algo incluso en aquel estado: Había desaparecido un muro, y ahora las habitaciones eran de dos camas dobles. Actualmente, cada uno estaba en una.

Abro los ojos, confuso, no tenía ni idea de donde estaba, tenía frío, y el recuerdo de lo sucedido se va tornando nítido en mi mente, desde luego que podría estar muerto, y más viendo lo veo, solo maldito hielo, pero el terrible dolor de cabeza me recuerda que aún sigo por aquí.

Me incorporo poco a poco, para que el martilleo no me termine por destrozar, palpando mi rostro, una buena hinchazón, agradezco la bolsa de hielo, aunque pegarme a un pared habría dado el mismo resultado, aunque eso si, menos comodidad, la cantidad de tonterías que se pueden llegar a pensar, y también a hacer, ¿en que coño estaba pensando?, agarro la bolsita y la aplico sobre el dolorido pómulo, ese tipo podía habernos matado, y sin embargo, desde luego que el código moral de ese hijo puta escapa a mi comprensión.

Miro al tipo que está a mi lado, supongo que le pasaría algo parecido a mí, lanzarme contra ese cabrón, pero es que lo que hizo, aún así, debería haberme controlado, no me gusta perder el control así, joder, tantos años para nada, pero no es lo mismo enfrentarse a esta locura que a lo vivido hasta ahora, aunque Tom ya recibió un adelanto, lo que me preocupa es que se supone que somos aliados.

Soy Andrea, creo que no nos hemos presentado ni este parece el mejor lugar o la mejor situación pero es lo que hay y bueno, visto lo visto, parece que el poder hacerlo, ya es un pequeño triunfo intento sonreír, recuperándome poco a poco, o eso creo, porque dudo mucho de que lo haga después de lo que acabo de ver.

Un clinic de batería con Mike Portnoy, Igor Cavalera, Nicko McBrain y Vinnie Paul: hijos de puta. Aquellos cuatro cabrones estaban ahora dentro de su cabeza, confundiendo las maltrechas neuronas de Taylor con timbales,...aporreando el encéfalo, machacando algo que ya estaba bien jodido de por sí. Llueve sobre mojado.

- Puta mierda...- balbucea poniéndose una mano en la frente, notando cómo las sienes palpitan. Aquello era, en efecto, una puta mierda: ni luz al final del túnel, ni angelitos asexuales tocando el arpa, ni las jodidas Puertas de San Pedro. Sólo hielo: estaba vivo, con los huevos como dos pasas, arrugados por el frío.

Vivo, golpeado, entumecido, con un dolor de cabeza que reconoce y saborea: el regusto amargo de la bebida mal meada y peor sudada.

VIVO, cuando debería estar ya junto a Ella...y no aquí, en esta habitación ahora doble. La pereza se le posa en los hombros, como un par de cuervos negros, cuando por fín comprende que le queda un esfuerzo más.

- Puta...mierda...

Se sienta en la cama, apartando las mantas con rabia. La bolsa de hielo acaba contra la pared. ¿Qué clase de cabrón quería...ayudarlo? ¿Para qué? ¿Para mantenerlo en las mejores condiciones posibles y así seguir divirtiendo a la Puta?. Taylor escupe al suelo, incapaz casi de mantener los ojos abiertos cuando se gira hacia quien le habla: el nuevo, el de los cojones cuadrados, el que se lanzó a la malabestia de Isenhall persiguiendo quién coño sabe qué...

Lo escucha presentarse y lo observa con desidia, como quien va por la quinta hora de un discurso de Fidel. Sin inmutarse, pero sin dejar de mirarlo, se inclina ligeramente a la izquierda una vez el tipo ha acabado. Cierra un ojo y enseña los dientes...y una extraordinaria flatulencia llena con vigor el silencio.

- Escucha, novato. Esto es..., es una...una "realidad alternativa". Sí, eso es...- sonríe, cansado. Al levantarse, la habitación parece aquella puta atracción de feria con forma de barril gigante. - Aquí no tienes que esforzarte en ser agradable. Nadie te lo va a agradecer. Así que, y éste es el mejor consejo que puedo darte, cierra el jodido agujero que tienes debajo de la nariz...

Trabajosamente logra mantener una vertical más o menos decente. Se dirige a la puerta: casi ha llegado al umbral cuando se detiene. Apoya una mano en el muro y con la otra se rasca la barba. Tras unos segundos, se gira y arquea una ceja, mirando a Andrea:

- Voy a reventar este negocio, novato. Será divertido. ¿Te apuntas?.
 

Aguanto con un más que aceptable estoicismo las palabras y sonidos que provienen de aquel tipo, borrachos de segunda fila, que se creen capaces de cualquier cosa, este parecía jodido de verdad, era evidente que no era su primera borrachera, y encima si la aderezaban con una buena hostia como la que habíamos recibido, probablemente no regía demasiado bien, o tal vez fuera todo lo contrario.

Aún sosteniendo la bolsita de hielo, sentado en la cama, observo con expectación, tres contra uno a que se cae antes de llegar a la puerta, hubiera perdido unos pavos, pero se ve que el tipo está acostumbrado a moverse en ese curioso y casi imposible equilibrio, no dejo de mirarlo en ningún momento, y son mis ojos lo que encuentra cuando se gira y me hace su proposición.

No puedo negar que una parte de mi siente curiosidad por la absurda idea que puede tener, pero buscarse más líos no parece la mejor solución, pasar y esperar otra mano, eso es lo recomendable en este caso, me empieza a joder lo de novato, pero no dejo que nada de eso sea visible, Creo que pasaré de la diversión, ya he tenido bastante por hoy, me pongo de pie despacio, consciente aún del dolor de cabeza, pero te agradecería que de camino a ella, me dijeras de algún lugar para conseguir ropa, si es que lo hay o lo conoces, el tono sigue siendo correcto, ha perdido gran parte de su cordialidad,

Me coloco detrás de él, esperando a que salga para seguirlo, dudo mucho que me eche una mano, pero bueno, lo máximo otra respuesta desagradable, nada que no pueda superar, ¿Cómo he podido ser tan gilipollas antes?.

- Lo hay y lo conozco - responde, seco, quizá algo contrariado por la sensatez de aquel tipo. Algo, por otra parte, poco común en el Hotel de Hielo. Prudencia, mesura: eso, piensa Taylor, es un rasgo inequívoco que cataloga a Andrea como inquilino reciente. - El lugar donde puedes encontrar ropa se llama...tienda de ropa.

Bufa una risa floja, negando con la cabeza. Lo malo es que por aquí no hay ninguna, ¿sabes?.

Tras un chiste que a nadie hace gracia, Taylor resopla. Mira a su "nuevo compañero de cuarto" con los ojos entornados y suspira.

- A ver cómo te digo esto...¿sabes esas pelis en las que si te cuentan el final te la joden?. "El sexto sentido", ¿la has visto?. La hostia, ¿verdad? El niño de los cojones...¡su puta madre qué miedo!. Pues bien, si un tío vá y te destripa el final...¡joder! ¡A la mierda el factor sorpresa!. A esa metedura de pata de cualquier gilipollas que te revienta una buena peli se le llama Spoiler. Esto - dice extendiendo las manos - es el escenario. Nosotros, los protas. Y aquí, novato, viene el spoiler:

Se acerca a Andrea hasta que la distancia entre las caras de ambos no supera el tamaño de un bolígrafo. La saliva reseca se acumulan en las comisuras. Los labios, carnosos y húmedos, no sirven de barrera ante un aliento que recuerda al de una cabra después de vomitar. Taylor lo mira...y sonríe.

- Vamos a morir todos.

La yema del índice dá ligeros golpecitos en el pecho de Andrea, remarcando unas palabras que no suenan tristes ni melodramáticas.

- Si quieres esperar a que pase lo que TIENE que pasar..., allá tú.- se encoge de hombros- , pero si lo que quieres es poner patas arriba este tugurio mientras Ella decide el cuándo y el cómo...entonces, novato, firma aquí porque estoy reclutando una buena panda de hijos de puta...
 

En ese instante tocaron al otro lado de la puerta.

- Soy Lockhart - se presentó desde fuera, justo antes de abrir la puerta.

Venía acompañado, e hizo pasar a su compañía con un suave empujón en la estrecha espalda. Una niña de aspecto demacrado entraba en el cuarto, con expresión vacía en sus grandes ojos, que quizás recordaran a los de su madre de no estar perpetuamente inyectados en sangre...

- Antes de que reclutes a todos esos "hijos de puta", Hawkins - procedió Lockhart con su habitual expresividad nula, a saber cuánto tiempo llevaba ahí - creo que deberías decidir qué hacer con ella. Ya no es mi responsabilidad. Balaguer era el único que podía hacer algo por ella. Le dijo que se llamaba Polly, por si te interesa. Un sólo vaso de agua al día, o vomita y tiene convulsiones.

Con las mismas, el doctor cerró la puerta.