Partida Rol por web

5 = Hugo G. Seras y Erick

6 = Art Connor y Taylor Hawkins

Abre la puerta de la habitación luego de deambular por los gélidos pasillos del lugar.

- No se puede dormir sin la preparación que os daremos cuando estéis todos, de manera que ni penséis en una siesta. Si dormís sin precauciones en éste lugar, lo mejor que os puede pasar es que os despertéis ciegos, porque se os congelarán los ojos, ¿he sido clara?

Muestra dos grupos de maletas y cajas.

- Hemos traído lo que hemos considerado lo más importante para cada cual. Maletas, ropa... Lo esencial. Eso es de Art y eso de Taylor - toma asiento en el pollete que hay junto a la escultura de géminis - Muy bien... ¿Qué queréis contarme? - alza las cejas. Parece aburrida, pero espectante.

Maletas, ropa, precauciones...Taylor asiente con impaciencia. Todo eso es, a su jucio, secundario en este momento. Su mano tiembla. Eso sí que es importante...y jodido.

Extrañamente acogedora, la habitación se ilumina con Lior en ella. Parece una escultura viva, a juego con la estancia. Taylor toma aire para hablar, pero duda un instante: el gesto aburrido de Lior es tan...sensual.

No voy a hacer un drama de esto. Bastante hemos tenido ya en el pueblo.- dice al fin, sonriendo a Arty con un deje de melancolía. Se pone en cuclillas y junta las manos.Quiero disculparme por mi comportamiento. Me porté como un mierda y me gustaría decirte que todo irá bien a partir de ahora. Pero no puedo. De eso precisamente quería hablarte.

Sus visiones, cómo llega hasta ellas, la terrible adicción que le provoca y lo que es peor, la válvula de odio puro que se llena gradualmente tras las precogniciones...y que estalla convirtiéndolo en un ser absolutamente abominable. Lo cuenta todo, con el gesto torcido por la impotencia. Y lo hace con una dolorosa calma.
Art y tú sois los únicos que sabéis esto. Puede conmigo, Lior...no controlo lo que hago o digo. ¿Crees que no me arrepiento de aquello que le dije al judío? En aquel momento, le habría reventado la cabeza a pedradas, sólo porque decidió obedecerte.

Agacha la cabeza.

Creo que sé cómo logro...calmarme. Siempre ha coincidido con algún tipo de...shock. En ese momento la...Rabia...desaparece y vuelvo a ser yo mismo: un chulo arrogante, sí, pero no un montón de basura. Entonces me arrepiento de todo cuanto recuerdo haber hecho mientras el odio me comía por dentro.

Avergonzado, relata el espisodio de Renka y todo cuanto después ocurrió. Y lo hace sin rencor hacia el grupo porque, de haber estado en su pellejo, yo habría hecho lo mismo. Me quieren muerto...y en parte lo entiendo. Si no fuese por este tío- dice señalando a Arty con el pulgar - ya estaría fiambre. Él me propuso hablar contigo...y creo...espero que sea buena idea: por lo poco que sé, La Dama es poco "piadosa" con nuestras debilidades.

Se quita los guantes y se levanta. Hace frío en la habitación.

¿Ves esto?- dice extendiendo la temblorosa mano derecha - Es la Rabia. Quiere "tocar para ver". Y no sé cuanto tiempo podré resistir.

Sus labios agrietados tiemblan. Ojos, boca y corazón hablan ahora el mismo idioma. Atrás quedaron los tiempos en lo que anhelaba la muerte. El Ígnea ha despertado en él un instinto olvidado: el de supervivencia.

Ayúdame, por el amor de un Dios.

Lior escucha a Taylor con el gesto completamente neutro. Parece como si ya supiera lo que el californiano tenía que decirle antes incluso de que abriera la boca y se pusiera melodramático.

Ni se movió.

Observó un instante a Taylor mientras con una mano, sin apartar la vista, sacaba un paquete de Silk Cut de su abrigo negro, la abría y con una pequeña sacudida, extraía un cigarro con los labios.
De nuevo la cajetilla al bolsillo, y de éste, un zippo plateado y sobrio, cuya llama asomaba tímida prendiendo el cigarrillo. Una vez dada la primera calada, sin moverse de como estaba y mirando a Taylor apenas sin pestañear, dice mientras el humo surge lento con sus palabras:

- He visto ésto otras veces... Para algunos mutantes, su poder es su vida... En más formas de las que se podría uno imaginar - se levanta. La gente suele inclinarse y hacer un leve impulso con las rodillas cuando lo hace, pero a ella parece que el cuerpo se le mueve como si no pesara en absoluto o ningún movimiento le costara lo más mínimo - . Un shock, ¿eh? Espléndido, porque casualmente tu compañero - señala con el cigarro a Art - posee una fuerza más que suficiente sin siquiera tener que usar sus poderes para quitarte la tontería... Empezaremos con una bofetada (no lo mates) cada vez que la Rabia te inhunde - no parece de cachondeo, parece decirlo peligrosamente en serio - ... hasta que hayamos profundizado en el problema lo suficiente como para tratarlo debidamente. No es cuestión de que estés a base de shocks. Y... Se lo voy a comentar a la psiquiatra que tenemos con nosotros, Victoria Kramer. Ella sabrá qué hacer... Por el momento no te angusties. Si estáis en una situación peliaguda y tienes que "calmar el mono" para mantenerte lúcido, mírale los recuerdos a la mosca más cercana. Voy a hablar con Kramer.

Así lo ha dicho, y va enfilada hacia la puerta para buscar a la tal Kramer... Parece como si cada decisión que tomaba fuese una sentencia.
Curiosamente y tras su discurso, Taylor empieza a notar una sensación de tranquilidad pasmosa... La rabia y todo el efecto provocado por sus poderes se esfuman... Pero Lior parece aún así resuelta a eliminar un problema que aparentemente ya no existe...

El sitio me asombra a cada paso que damos, aunque el frío que hace es acojonante, y la habitación supera con creces mis expectativas, tan grande como mi apartamento, y esa iluminación, con esos reflejos, tiene algo de inquietante también, como salido de un cuento de esos que siempre terminan mal.

Lior habla y es difícil apartar la vista de ella cuando lo hace, ¿Qué dice de quedarnos ciegos?, joder, no debería fumar, eso la va a matar, si puede morir, un escalofrío al recordar las palabras de Falken, ¿serán ciertas?, no tengo muy claro donde sentarme, así que finalmente opto por permanecer de pie observando con suspicacia la cama.

La voz de Taylor desprende un ligero eco, creando un extraño matiz, asiento cuando es necesario durante su narración, desde luego son las palabras de un hombre desesperado, y por lo menos algo consiguen, o a mi me lo parece cuando escucho la respuesta de la mujer, hasta que veo que su solución consiste en que le arree guantazos a Taylor, interesante.

Muy delicado el tratamiento que propone la señora de los hielos digo cuando ha salido en serio tío, te juro que es una especie de fantasma, no es normal con la punta del dedo toco la parte superior de la cama por debajo de las mantas no sé yo esto de dormir aquí desisto de mi intento y me vuelvo de nuevo a mi compatriota, Lo mismo la tal Kramer te puede ayudar, y pido que no este buena por Dios sonrío y hago ademán de remangarme un brazo, Cuando quieras empezamos…

La expresión de Taylor es exageradamente seria al observar a Arty. Con el ceño fruncido, se hace crujir la manos.
Esa solución es una mierda.- dice entre dientes, viendo como su compañero se remanga.

En un segundo, cambia el gesto. Saca la lengua y sonríe.
¡Un tipo grandote y lentorro como tú nuncá podrá alcanzarme! ¡Mira este juego de piernas, mamonazo! Hey, hey...te veo mareado... Dando saltitos imitando a Cassius Clay, Taylor "baila" alrededor de "Power Man" con la guardia baja y marcando golpes que se quedan a escasos centímetros de impactar.
Soy amigo del "Terror del Garden", ya te lo dije. Ese puto delincuente me enseñó dónde golpear para que duela. Mira, mira, mira,...Umpff! ¡Golpe en la zona de flotación! Te quedas sin aire, perra!

Lior se ha marchado llevándose un fardo de cuarenta toneladas. Despejado, ligero y fresco, Ty casi no siente el dolor en el hombro que Balaguer provocó...y el temblor de sus manos ya es historia.

Supervelocidad.- dice jadeante mientras continúa soltando "golpes".Es su...poder. Joder , que rara me resulta esa palabra!. Sonríe al hablar como lo haría un enfermo crónico que se recuperase subitamente.Al menos hasta donde yo sé, pero...debe haber algo más. Me ha hecho algo, ¿sabes?. Algo...acojonante. No sabría explicarte la movida, pero me siento...como cuando eché mi primer polvo a los 15!".

Poco a poco, va perdiendo fuelle hasta que para de moverse. Tampoco está la cosa como para alardes.
...aunque, no pareció muy interesada en arreglar el "pleito" con el resto.- farfulla resoplando, con las manos sobre las rodillas.Igual quiere que me gane el derecho a que no me maten, jejejeje!.

Un tupido gargajo empieza a gestarse en sus fosas nasales y acaba en el inmaculado suelo de la habitación. Como si apagara una colilla, lo "limpia" con la suela.

Ya en serio, tío. Hazlo cuando me veas jodido. No te pases, ya sabes, tampoco quiero acabar como la puerta de la caravana...Una colleja servirá, o una bofetada. ¿Controlas tu fuerza o las hostias te salen como panes sí o sí? Esa es una buena pregunta, creo.

Su mano se posa en el hombro de Art. Con la mirada de alguien, por fín, algo más seguro de sí mismo, declara su intención: no va a hacer uso de su poder aquí y ahora. Milagrosamente, ya no lo "necesita".

Predigo...- bromea fingiendo un trance.-...que la tal Kramer es un puto cañón y que nos vamos a marcar un trío con ella. ¡Cuidadito con los rocetones! Jajajaja!!

No entiendo a lo que se refiere cuando habla de lo que le ha hecho aquella mujer, pero si que comprendo el problema que va a suponer “enfrentarse” de nuevo al resto de aquella particular reunión.

Le sigo el juego durante unos instantes con una sonrisa, Tío, tú aún no me has visto pelear, y reza porque así sea después me siento en el lugar que antes había ocupado Lior, no sé, es algo extraño, como si quisiera asegurarme de que el sitio es sólido Si, controlo mi fuerza, desde luego, y te daré encantado una colleja, por eso no te preocupes ahora me pongo mucho más serio, mirando a los ojos de aquel extraño hombre.

El maldito hijo de puta de Michael, cuando me ha controlado, me he sentido obligado a usar todos mis recursos, aquellos soldados, y podía haber matado a Herkus, y eso en cambio no pareció importarle aprieto mi puño derecho y una expresión de rabia acude a mi rostro Te juro que como me controle otra vez más le vale matarme, pero me preocupa que lo haga, ya me entiendes, puedo causar auténticos destrozos simplemente me limito a exponerle la situación Se necesitarán más que una calavera recubierta de llamas verdes para detenerme quizás exagero, pero más vale ponerle sobre aviso.

Suspiro incorporándome de nuevo, Mierda de sitio, todas las tías son la ostia sonrío por suerte hace mucho frío, y con frotarte un poco con la pared se te pasarán las ganas, anda, vamos a dar una vuelta por el hotel, quiero hacerme una idea de cómo es siempre es de utilidad para usar mi poder.

Tocan un par de veces a la puerta desde el exterior...
Una voz que podría identificarse como el silbido del viento, habla tras ella.

- La Dama Isenhall pide que se vistan con sus mejores galas para su primer encuentro con ella en veinte minutos. No se preocupen por el frío a la hora de vestirse. - sin más, la voz se esfuma con pasos huecos en el pasillo.

Taylor gira la cabeza hacia la puerta, escuchando lo que a sus oídos parece una puta psicofonía. Cuando la voz se desvanece, escoge los hombros y mira a Arty.

Hora de salir al escenario, tío.- dice forzando un sonrisa. Sus manos tamborilean nerviosas los muslos. Se le nota tenso. Con nuestras mejores galas y sin preocuparnos por el frío, ¿no?. En ese caso, yo debería ir en bolas.

Dando una palmada y frotándose las manos, se agacha para examinar las cajas y maletas, buscando en ellas algo realmente especial. El cambio debería empezar por su imagen: probablemente al resto del grupo se le haría más duro lincharle si fuese vestido como un tipo elegante. ¿Por qué no probar?.

También he pensado en lo de ese cabrón engominado.- dice con voz apagada mientras revuelve entre sus pertenencias - Y, no sé, se me ocurrió algo: al hijoputa no le hace falta hablar para meterse en nuestras cabezas...pero cuando te obliga a hacer algo, una frase, una orden te taladra la sesera. Vale. Y digo yo, ¿por qué no ser...escrupulosos con esa orden?

Taylor parece divagar al tiempo que trastea en busca de ropa incómoda, hortera e impersonal: un traje de chaqueta o un esmoquin. Sería la primera vez desde el funeral de Victoria que se enfundase uno. Agita la cabeza tratando de alejar esa idea.

Quiero decir...el mierda ese nos mandó al matadero con aquellos soldados, cerca del aeropuerto. "Pelearos con ellos", ¿te acuerdas?. Nuestro primer impulso fué darnos de hostias a muerte pero...¿y si hubiésemos hecho un esfuerzo por controlar el rollo y darle la vuelta?.

Se puede pelear con los puños,...pero también con las palabras. Iniciar una discusión con ellos, salir por patas con aquellos tíos detras intentando echarnos el guante,...en cualquier caso estaríamos "peleando. Así, ninguno de esos tíos hubiese acabado metido en una bolsa de plástico - cosa que la verdad, me la trae un poco floja - y, lo más importante, ponemos nuestro culo a salvo y...cumplimos la orden.

La voz al otro lado de la puerta me pilla por sorpresa, pero miro a Taylor cuando habla, arrancándome una sonrisa al principio, luego más serio, No sé si eso funcionaría, ya te he dicho que mis impulsos fueron usar mis mejores argumentos para pelearme con ellos, y las palabras no son mi fuerte, pero de todas formas, si ese hijo puta vuelve a intentarlo, lo mataré digo con solemnidad.

Imito a Taylor rebuscando en la maleta que nos han proporcionado No pienso ponerme un puto traje, ni hablar, así que vamos a ver que otras cosas han dejado por aquí sigo mirando sin demasiado orden, esparciendo parte de la ropa por la habitación, estaba demasiado ordenada, hay que darle un toque más humano, parecen diseñadas por Lior joder.

Pasa de esos tíos, ellos no tienen ni idea, se creen mejores que nosotros, dejémosles que lo piensen en realidad me preocupaba más la reacción de las chicas, ya que eso era algo que el batería tendría más problemas para controlar, Y recuerda que tengo tu autorización para soltarte una buena leche en caso de que sea necesario bien, unos vaqueros y venga, me pondré una camisa, elegante.

Taylor desvía la mirada de la maleta cuando Art promete hacer pulpa con el gominas si le dá por hacer aquello de nuevo. El tipo habla en serio.

No sé si animar al chuloputas ese para que vuelva a intentarlo contigo. Me quitabas un peso de encima.- bromea volviendo la cara para seguir rebuscando. Entre los dos dejan la habitación hecha una mierda, con todo por medio. Más acogedora, desde luego.

Esto servirá.- dice por fin, dudando un instante cuando decide cambiarse: no por quedarse en pelotas, eso fijo. Más bien porque hace un frío de tres pares de cojones. Valor, vaquero. Siempre has estado caliente por dentro, pero como ahora...nunca.

Se quita la ropa y se queda como su madre le trajo al mundo, muerto de frío.Joooder, colega. Soy una mezcla entre Mohammed Alí y Michael J. Fox.- dice tiritando a rabiar. El tema es serio, pero no puede parar de decir estupideces.
Espero que no me manden robar panderetas.....

Los labios aún agrietados se menean espasmódicamente, recuperando el tono azulado. Con rapidez, se pone las prendas escogidas, encontrando verdaderas dificultades para abrocharse la puta cremallera de los pantalones.

Bueno, qué...¿Cómo voy?

Suelto una carcajada al ver la nueva imagen de Taylor, Vaya pinta colega, no te agaches mucho cerca mía guapa parece increíble que aún tengamos ganas de reír después de todo, sorprendente la naturaleza humana a veces.

Parece que desecho la idea de la camisa, he visto algo que me resulta mucho más cómodo, así que procedo también a quitarme la ropa con rapidez, Puta ostia, que frío hace aquí, no tengo ni idea como vamos a dormir aquí hablo también mientras me cambio, como si sirviera de algo, de todas formas aguanto mejor el frío que el californiano, lógicamente.

Bueno, con esto creo que será suficiente, aunque parecemos un par de nenas pasando modelos

Hace frío,...¿eh, maricona?- ríe señalando los pezoncillos de Art.- Mira, mira...¡has puesto las largas!.

Taylor se descojona. Hacía tanto tiempo que no reía así...Todo el sufrimiento, la rabia, el dolor y la ira acumulada explotan a carcajadas. Se le caen un par de lágrimas, pero no son de angustia ni aflicción. Es una novedad.

Poco a poco se calma, escapándosele alguna risilla. Cogiendo una prenda tirada en el suelo, se suena los mocos. Y, como suele ocurrir en estos casos, la cruda realidad regresa y los ojos miran sin ver...mientras uno se pregunta ¿ dónde coño te has metido, Ty? ¿qué has hecho para llegar aquí?.

Pete Foreman vuelve a su memoria: Lior se fué demasiado pronto, sin responder a sus preguntas. ¿Qué habrá sido del Porsche? ¿Activarán las tarjetas de crédito? ¿Quién está más buena: Lex o Jolene?...

¿Cuando dejará Victoria de atormentarle?.

Me la pela lo que dijese el puto "botones fantasmal": yo me muero de frío, macho.- dice de repente dando una palmada, obligándose a salir de la burbuja. Muda nueva, un traje elegante (que le tira de pernil y le pica en los muslos), y el anorak encima. Ya habrá tiempo para quitárselo.

¿Has mirado si hay algo por ahí aparte de trapos?- pregunta a su compañero, mientras se agacha para examinar con detenimiento lo poco que aún queda ordenado en las cajas y la maleta.

Pero el puto botones fantasmal nos dijo que nos diéramos prisa, así que ya miraremos luego tiro ligeramente de su brazo, No querrás que empecemos dando una mala imagen delante de aquellos que se suponen nos van a ayudar, no ayudaría

A pesar de las reticencias de mi compañero, finalmente parece que encuentra el valor suficiente para afrontar un nuevo encuentro con los demás.

Una vez llegado a mi cuarto, asustado y nervioso como un conejo. Empiezo a buscar el cuarto de baño, hasta que recuerdo que no hay."Genial, lo unico que pido de un hotel decente y ni siquiera existe.¿Se puede saber que clase de idiota fue el que construyo este hotel?" La respuesta era clara, un idiota esclavizado por una diosa de hielo, pero no estaba de humor para pensarlo. La verdad es que ni siquiera sabia que pensar. Me siento un momento en el borde de la cama, con los brazos cruzados y rostro pensativo.

"Bien, pensemos por un instante. Es verdad que estoy encerrado en una jaula de prision con una especie de diosa o semi-diosa que es el vivo retrato de la reina de las nieves.¿Pero por que tendria que tener miedo?¿Solo por que es capaz de partirle la columna vertebral a una persona por que le ha mirado mal?" Paro un momento el monologo interior, me acabo de dar cuenta de que algo falla en ese razonamiento."Vale, puede que si tenga razones para temerla. Pero tampoco puede ser tan malvada, si ha escuchado mi peticion y ha dejado vivir a Lior, Mortimer, Renka y Marc..." Otra vez me paro, pero esta vez me llevo una mano a la frente, incredulo."Espera... ¿Acabo de salvar Marcos?¿Se puede saber en que demonios estaba pensando? Ah, es verdad, en estacas heladas cruzando mi cuerpo."

Frustado por la idea, de que otra vez tengo la preocupacion de alguien va morir a manos de un cubierto movido por la telepatia asesina de Marcos, me equipo con lo mas abrigago que haya en mi repertorio y me marcho al comedor, a buscar a Marcos o a retirar toda la cuberteria a la vista. Cualquiera de las dos opciones me era igual de valida.

Echaba de menos a Mary, nunca imaginé hasta que punto, ella, siempre ha estado ahí, aguantaba mis enfados, los cabreos con los demás, pero por encima de todo, me comprendía, sabía como me sentía, era capaz de leer en mí corazón. El agua de la ducha no me limpia, no me proporciona consuelo alguno, un acto mecánico, ella sabría decirme porque me encuentro así, sé que las cosas que he presenciado no deberían existir, pero sé que hay algo más, algo que alcanzo a comprender.

Y sino sé cual es el problema, ¿Cómo solucionarlo?, quería volver a hablar con ella, lo deseo con todas mis fuerzas, y sin embargo sé que no lo haré, no puedo llamarla y decirle que probablemente nunca más nos volvamos a ver, no soy nada bueno en las despedidas, tengo ganas de llorar, pero sé que tampoco las lágrimas me aliviaran.

El sonido del agua, el silencio, eso es, eso era lo más aterrador de aquel lugar, no se oía nada, la sinfonía de la muerte, aquellas sirenas nos rescataron, ¿o fueron las personas que habían sobrevivido?, no lo sé, ellas causan muerte, pero ellas dan vida, la confusión se apodera mi mente, no debería pensar, pero sé que en ellas está la respuesta.

Hugo y Erick se despiertan con el pitido de un despertador. Cuando logran localizar que el despertador es uno de los que se encontraban en las cajas, ya están más que despiertos...
Y entonces viene la confusión: ¿¡Qué hace éste tío a mi lado... EN MI CAMA!?
No obstante, al vestirse y abrigarse para salir, descubren que la puerta de la habitación está cerrada a cal y canto...

No...murmuro al oir el despertador y los busco a tientas en la mesilla, esta fria podria decirse congelada, por fin lo paro y me giro enrollandome en la manta a un lado. Entre las rendijas de mis parpados mediocerrados veo una sombra a mi lado y abro los ojos al ver quien es.
¿Que coño haces tu a mi lado? digo mientras me levanto con un resorte en la espalda y busco con la mirada la ropa que yo recuerde estaba en aquella especie de enfermeria durmiendo, creo que... la encuentro enseguida y me cambio todo lo deprisa que puedo. Camino a la puerta y cojo el pomo girandolo para abrirla. No se puede, lo intento un par de veces sin mucho tino. Pongo cara de circunstancias y miro a ver si esta echado el pestillo por dentro para quitarlo Dime que tienes la llave de esta puerta, necesito comer algo, tengo el estomago que me pide que le eche algo.