Partida Rol por web

Perdido entre kilómetros de blanca nada, oculta ésta por montañas y árboles imposibles de derribar, se encuentra el tan admirado como exótico y legendario ICE HOTEL de Jukkasjarvi... La joya de la ingeniería de Laponia, que éste año se ha cerrado al público, alquilado entero por la caprichosa hija del magnate y presidente de la empresa Absolut Vodka, Hanne Lundquist.

Al acercarse, únicamente pudiendo llegar tirado por trineos de perros o por snow-bykes desde Kiruna, el frío se percibe absolútamente inclemente, avasallador, hundiéndose en los huesos de todo aquel que no haya sabido bien cómo vestirse...

Pero para los enfermos de Ígnea, es tanto una tortura como un alivio el vislumbrar las gélidas puertas del inmenso templo de hielo...

Al entrar, lo primero que puede verse es la recepción, sorprendentemente bien equipada...

De ahí, unos arcos de aspecto ojival, conducen a las habitaciones, comedor y bar, pero el central lleva directamente al impresionante salón...

... Éste desciende la esctructura de su techo para resguardar un ambiente más lóbrego y respetado... El lugar en que la actual propietaria gusta de recibir a sus invitados en un trono de hielo, rodeándose siempre de las personas que gozan de su confianza...

Más allá se accede al patio exterior, rodeado por robustos muros de hielo que tapan un cubículo del que sale vapor...

Emma Kastehelmi había resultado ser una muchacha joven, pero dura y de pocas o más bien ninguna palabra. Parecía reacia al trato con los extranjeros más allá de transportarles en su trineo de huskies...

Una vez os dejó en la puerta del gran lugar, dejó que los perros comieran y bebieran en una caseta apartada y se marchó, dejandoos ad portas de la colosal e impresionante construcción...

Falken parece algo reacio a entrar. Pasa demasiado tiempo alargando el momento de atravesar el enorme portal, y antes de hacerlo cree necesario hacer una advertencia:

- ¿Podrías entrar y avisar a quien veas de que he llegado...? Ahí dentro se anulan las capacidades mutantes... Y tan sólo dispondré de unos segundos de vida para que me lleven a donde deben...

Herkus se queda totalmente petrificado con la grandiosidad del lugar... No imaginaba que con el hielo pudiese hacerse cosa semejante...

Al entrar tímidamente de tu mano en la recepción, comprueba que no hay nadie... Resulta algo estremecedor... Realmente hay algo en ese lugar que emana poder... Un poder amedrantador e inmenso...

- ¿Hola...? - el eco resuena en las gélidas paredes del gran recinto... Herkus no puede sino agachar un poco la cabeza y permanecer atento...

Nada más pisar el recibidor abre los ojos maravillada, paseando la vista por el imponente lugar - Qué pasada... - contempla con la boca abierta el techo, las columnas, las lámparas... por dios, tenía delante una recepción de hielo, con ordenadores... ¿Cómo demonios lo hacían? ¿Quiénes podrían trabajar ahí, Superhappys de Camy?

Entonces, en el vergel del edén estremecióse Lex... El eco obligaba a uno a encogerse de hombros, intimidado... - O venimos en mala hora... o seguimos estando gafados - bromea en voz bajita...

¿Cómo puede una mujer llevar tacones en un recinto de hielo con una acústica tremenda y no ser escuchada al andar...?

- Buenos días, pareja... ¿Habéis dormido bien? - Lior parecía de renovado humor. Ésta vez vestía con lo propio para el lugar y llevaba la larga melena negra suelta - ¿Os ha tratado Valdemar como Dios manda?

A Lior se le hacía difícil apartar la vista de Reisel... A éste también se le hacía complicado, pero parecía más extrañado que otra cosa...

La húngara se sorprende al no haberla siquiera escuchado venir. Qué habilidad con los tacones...

- Buenos días, Lady Lior... - sonríe - Todo bien. Estamos curados y con la tripa llena. Valdemar nos ha tratado de maravilla... - Noto cierta sensación de no deber estaaaar* - ¿Usted bien? ¿Tenemos que dirigirnos a alguna sala en especial o... firmar algo o...? No sé - ríe un poco, encogiendo un hombro.

Lior sonríe al oir a Lex.

- Por favor... Acompañadme, os presentaré a la Dama...

Lior camina en línea recta hasta pasar por el enorme receptáculo de hielo, hasta llegar al lugar en que se encuentran los tronos... Ahí, sentada con una pierna cruzada sobre otra, se encuentra una mujer de belleza inquietante...
Al mirarla da la sensación de estar observando un paisaje como el de Kiruna: Helado, inclemente, pero hermoso... Su mirada cala hasta en los huesos al igual que el frío de Laponia... Azul e irreal, apenas con betas en sus iris... Viste un traje blanco y zapatos y anillos de cristal... Su cabello, rubio platino, está recogido en un lujoso tocado que bien fuera un mar de rizos bien controlados...

Sonríe al ver aparecer a Lior, y su sonrisa tiene algo que no es humano, algo que hace estremecerse el ambiente...

- Lior... - su voz resuena como si un eco inaudible ateriera las paredes... Como si el propio hielo le hiciese la réplica...

Lady Lior se arrodilla ante ella, y no se levanta hasta que ésta le tiende la mano para que se la bese, retirándose entonces a un lado del trono...

Entonces la muchacha de aspecto irreal se acerca a los jóvenes... Observándoles con cuidado si eliminar su críptica sonrisa de la cara... Les tiende una mano a cada uno. De cerca se acierta a ver que su propia piel parece congelada...

Nada más entrar en aquella sala, Alexandra simplemente no puede evitar apartar la vista de la mujer que descansa en el trono... Por su aspecto simulaba a un ser mitológico, y claro estaba que desbordaba un poder desmesurado por cada poro de su congelada piel... Si es que tenía poros, claro.
Por todo esto y por los modales que demostraba Lior con dicha mujer, ésta debía de ser la Dama a la que se había hecho referencia un par de veces durante su viaje... Sí... Debía de ser ella... pero daba una sensación escalofriante... Como si estuvieras jugándote la vida con solo tenerla delante...

Coge aire y lo traga, sin atreverse a mirar a la Dama a los ojos... No recordaba dónde, pero había leído que no se debía mirar a altas personificaciones como aquella a los ojos. Y más vale pasarse de cortés que tocarle las narices...
Finalmente, al tender ésta su mano, repite el mismo proceder que la hermosa británica, arrodillándose y sujetando con delicadeza su mano para besar su suave y gélida piel...

Tocar su piel es como tocar la primera nieve del año... Suave y fría...

Herkus imita los movimientos de su novia besándole también la mano y rehuyéndole la mirada, fijando la vista en la nieve del suelo...
La dama no da señales de querer hacer que la pareja se levanté de sus rodillas...

Acaricia los rizos de Herkus, luego la mejilla de Lex...

- Tu verdadero nombre brilla intensamente en tu historia, muchacho... Has escogido como lo habrían hecho tus familiares varones a tu compañera... - sonríe mirando a Lior - Con salvedades, por supuesto... Poneos en pié.

Desconcertado pero incapaz de desobedecer, Herkus se pone en pié, tragando saliva un tanto nervioso...

Alice observa el lugar, el cual le parece realmente curioso, aunque sabe que va a pasa más frío que en toda su vida. Siente un escalofrío en la nuca solo de pensarlo. Al menos...bonito es...

Las palabras e Falken la sacan de sus pensamientos... ¿Se anulan? ¿Qué tipo de lugar será éste...?. Se muerde el labio, sin saber muy bien a lo que se refería con unos segundos de vida...pero aun así le preocupa. - Ahora vengo...- Entra en el lugar y lo observa ahora desde dentro, buscando la recepción.

El recibidor, amén de estar completamente vacío, sin que nadie atienda el lugar, tiene algunas obras de arte escultórico en hielo, como caballos encabritados, cisnes con las alas abiertas, incluso estatuas de figuras humanas...

El eco de tus pasos resuena en el gélido y gran lugar, y una voz que más bien parece el silbido del viento, resuena detrás de tí...

- Señorita.

Pero sólo hay una estatua de mujer... Que justo cuando vas a ignorarla, da un paso hacia delante...

- Señorita... No se asuste... ¿Puedo ayudarla?

¡¡JODER!! ¡¡ESA ESTATUA HABLA!! ¿¡ QUE PUTO DERECHO TIENE UNA ESTATUA QUE HABLA DE DECIRME QUE NO ME ASUSTE!?

Alice abre mucho los ojos y carraspea observando la estatua. Cuando consigue articular palabra pregunta algo alterada - Pues...emmmh - Estás hablando con una estatua... al puto manicomio directa... - Estoy buscando al de recepción... - Falken dijo "a quien veas"... Una estatua no es persona por tanto no es un "quien"... ¿no? ¿o sí...? Jodeeer...

De rodillas, Lex echa una miradita de reojo al lituano cuando la Dama hace mención de su familia... Qué emocionante. Había optado por no decir nada con lo de Lior, pero igualmente estaba deseosa de que se produjera el esperado encuentro que tanto había ansiado el muchacho... y no puede evitar esbozar una leve y sincera sonrisa.

Cuando la mujer lo ordena, obedece y se incorpora de nuevo, firme. Traga saliva, algo menos inquieta que Herkus, y se mantiene espectante sin decir nada.

Tengo que reconocer que el viaje en este trineo es de lo más estimulante, en realidad es una auténtica maravilla, tengo que pedirle a la tía esta que me enseñe a conducir un trasto de estos, aunque no parece muy por la labor.

Si el trayecto ya me ha gustado mis ojos se abren como platos al ver la impresionante estructura que se alza ante nosotros, ¡Ostia, vaya pasada de sitio! le digo a Taylor visiblemente emocionado, Entremos y preguntemos por Lior sin parar de mirar a todos lados apremio al californiano a penetrar en aquel edificio de hielo.

¿Nunca te has preguntado cómo sería el Iglú de un especulador inmobiliario esquimal?. La pregunta es retórica. El chiste, fácil. Con la cara congelada y el estómago revuelto por el puto viaje en trineo, a Taylor no se le va de la cabeza el cuerpazo y la carita de Emma. Durante el trayecto, imaginaba cómo podría lucir desnuda...trance del que salía cada vez que el trineo pegaba un bache.

De todas maneras, el edificio es impresionante...,nada que ver con los ostentosos hoteles-casino de las Vegas, cuya opulencia rozaba el mal gusto. A Taylor eso nunca le importó demasiado: había drogas, chicas y boxeo. ¿ Qué más se podía pedir ?.

Prefiero la entrada del "Caesar´s Palace", qué quieres que te diga...- le comenta a Art, simulando la desidia del que está "de vuelta de todo". Pero sus ojos no mienten: está tan maravillado como su compatriota.
Espero que seamos los primeros...- comenta entre dientes mientras Art le apremia, convencido de que sus plegarias no van a ser escuchadas.

¿Qué más da que seamos los primeros?, tío, no me esperaba que te intimidara una panda de europeos, estás perdiendo perspectiva le digo mientras le doy una palmada en la espalda y entramos en recepción. Esta sigue respondiendo a las expectativas del exterior, ciertamente es espectacular.

Sin importar que haya otra gente del grupo allí, mi objetivo primordial es acercarme a algún recepcionista y preguntar por la monja, que su historia también es para echarle de comer aparte, aquí parece que no hay nada normal, luego dicen de Nueva York.

Cuando consiga ser atentido pregunto por Lady Lior con toda la educación de la que soy capaz de hacer gala.

- No hay recepcionista, señorita Doyle... Pero yo puedo ayudarle en las labores de cualquier recepcionista, para eso fuí creado entre otras cosas... - hace una leve inclinación de la cabeza. Realmente era una estampa de lo más tétrica y surrealista...

- ¿Buscáis a alguien...?

¿Que como puede esa mujer no hacer ningún ruido al caminar? Quién sabe... Pero el hecho es que ha aparecido detrás vuestra, y no tiene una cara demasiado amigable en ese momento... Más bien atraviesa a Taylor con la mirada.

- Me alegro de que hayáis llegado. Pediré a un acólito que os acompañe a vuestra Suit de Luna de Miel...

Je....y sabe mi nombre.... : D

Ah...pues....Vengo con Adrien Falken, y me ha pedido que avise de su llegada... - Dice sin terminar de creerse que esté hablando con una estatua...pero en fin...ultimamente su vida estaba perdiendo todo el sentido que tenía.