Partida Rol por web

Una chica vestida de ropa muy ancha se vuelve hacia vosotros, estaba sentada en los asientos de delante, no se la veía nada bien, pues llevaba una capucha que le ensombrecía todo el rostro y parecía ocuparse de una niña de aproximadamente un año que se sentaba junto a ella, susurrándole de forma inaudible... Pero a miraros, descubrís en ella una belleza avasalladora, aunque tiene la piel perlada de un sudor que lejos de hacer su aspecto desagradable, casi la hace más exhuberante y sensual... No es mucho más joven que tú...

- ¿Infectados...? - pregunta entre susurros.
Se retira de nuevo sobre su asiento. Un par de azafatas llegan para limpiarlo todo y le dan toallas húmedas a Arthur, que parece haber cambiado de prioridad... Se vuelve hacia tí, jadeando de nuevo...

- Dios... Es... Preciosa... Demasiado... - en ese momento, vuelve a desmayarse...

La pequeña que se sentaba junto a esa belleza, se asoma para veros, poniéndose de pié torpemente.

- ¿Tai maítos?

Morty pone los ojoscomo platos al ver a semejante belleza - wow - expresa al verla sin poder decir nada mas. Le da lentas palmadas sobre la espalda de Arthur mientras no deja de mirarla como se retira con la boca abierta.

Luego una niña monisima lanza una inocente pregunta - u..n...po...co... - dice intando ver a la madre

- Mami, tan maítos como nosotas... - le dice a la chica preciosa, que la coje cariñosamente, para volverse de nuevo con ella en brazos.

- ¿A qué vais a Londres? - pregunta la joven, de nuevo volviéndose hacia vosotros - ¿Qué tenéis que hacer ahí...?

Abre y cierra la boca como un completo "Immmmbecil" sin saber muy bien que responder - vamos a ver.. a mi... tio... el padre... de mi amigo... que es.. como mi primo... nos conocemos desde la infancia y tal.. y bueno pues, que bonita dia ¿No? - ni mira la ventana, no le quita el ojo de encima

- Disfrutaría más del día si no tuviese miedo a que mi hija y yo, que somos metahumanas, muramos por culpa de éste puto virus... - susurra, acuclillándose, poniéndote un dedo en el mentón - Vais muy tranquilos para estar tan enfermos... - clava una mirada penetrante de súplica en tus ojos...

Una lagrima cae del ojo de Mortymer al verla tan mal, tan triste... tan tan... tan necesitada... - Mi tio tiene contactos... un hotel en suecia o o por ahi - otra lagrima cae - que nos pueden curar... Vente... no se si costara dinero, pero te ayudaremos, a ti y a la niña ¿Vale? - y mas lagrimas caen, se le ve triste, desolado...

Jolene abre sus hermosos ojos dorados, sonríe mostrando las perlas que tiene por dientes...

- ¿Un remedio...? ¡Dios mío! - se le saltan las lágrimas de emoción - ¡Dios mío...! ¡Pensaba que íbamos a morir... - llora de emoción - Volvía a Londres para despedirme de mi familia... ¡Qué suerte...! - abraza a su hija, que parece contagiarse inocentemente de su optimismo - Nena, dale un besito a éste chico tan bueno y tan guapo, ¿eh? Nos va a ayudar a no estar malitas... - sonrie, estirando los brazos con la niña cogida hacia tí.

- ¡Asia, migo! - sonríe la niña, cogiéndote la cara para darte un dulce besito en la mejilla - ¿Co te llama?

ME HA DICHO GUAPO... ME HA DICHO TAN GUAPO - se queda asombrado mirandola como antes sin pestañear - me llamo Mortymer... y tu... - responde a la niña sin poder apartar la mirada de la mujer mas bella que ha visto nunca

Jolene acoge de nuevo a su pequeña en un abrazo esperanzado antes de contestarte.

- Jolene, Jolene Dryden... Pero no digas mi nombre en alto, ¿de acuerdo? Y ésta preciosidad se llama Amber Daelyn - agita el vientre de su pequeña, que se ríe. Luego te mira de nuevo - ¿Qué edad tienes, Mortimer? - pregunta sonriente, con su hermosísima y aterciopelada voz.

dididiecisiete - sonrie un instante - pero aparento mas de la edad que tengo - y pone cara de interesante. La tristeza anterior ya se le paso con este nuevo giro de conversacion - tranquila señorita de incognito, yo no se como se llama - y la sonrie nuevamente

Jolene se ríe divertida. Parece realmente alegre.

- ¡Vaya! Sólo nos llevamos un año, señor desconocido... - sonríe - Yo tengo dieciséis - se pone en pié, con la pequeña en brazos, que le toca la cremallera de su abrigo con curiosidad... - Ésta tiene un añito y dos meses... Es toda una mujer - frota la naricilla con la de su pequeña. Se nota que está encantada con su hijita, a pesar de ser tan joven... Mira a Arthur - ¿Cómo se llama tu primo? ¿Desde cuándo está enfermo?

mira como se rie... waaaaaa... - piensa encandilado al verla reir de esa manera tan natural y perfecta - no pareces tan - busca la palabra - no aparentas tu edad - termina por decir - Se llama Arthur... y no lo se desde cuando, hoy mismo me recogio en alemania despues de mucho tiempo sin saber nada uno del otro - sus hormonas saltan en colchonetas elasticas volviendolo loco... ¿sexo? ¿contemplarla cuan obra de arte? no se deciden y a Morty lo estan desquiciando

- Señores pasajeros, abrochense los cinturones, les rogamos que no se los desabrochen hasta que toquemos tierra. Aterrizaremos en diez minutos.

El caos ordenado y perfectamente coordinado que es el aeropuerto de Londres muestra su ajetreo habitual, surcándose el cielo de aviones...

- Vaya, ya llegamos - sonríe - Hay que abrocharse los cinturones... Vuelvo a mi asiento, nos vemos cuando éste trasto aterrice - te guiña el ojo y se lleva a la pequeña al asiento delante vuestra, abrochándole el cinturón a ella primero y después el suyo propio.

- ¡Mami, mami! ¡Mión! - avisa Amber, señalando la ventanilla.

- Sí cariño, ¡un avión! ¿Has visto cómo vuela? ¿A que mola?

- ¡Moa! ¡Mía como vela...!

Se deja caer sobre el asiento como si fuera una mullidita nube - me ha guiñado un ojo... - se susurra a si mismo en voz alta mientras lentamente le abrocha el cinturo a Arthur y luego a el mismo

Tras el cosquilleo del aterrizaje, los motores se detienen y de nuevo se oye por el altavoz a la azafata:

- Señores pasajeros, el vuelo 18-40 con destino a Londres ha llegado a su destino, bienvenidos a Inglaterra y esperamos que hayan tenido un buen viaje - tras decirlo también en alemán, las puertas de embarque se abren. Jolene se levanta muy encogida sobre sí misma, forzando la postura a máximas cotas para que no se le vea. Parece esperar que salgáis...

¿Arthur? - le da un par de suaves golpecitos en la mejilla para reaccion - despierta, hemos aterrizado ya

Abre los ojos cansadamente. Al ver a Jolene cerca te sonríe de lado, levantándose.

- Menos mal... Qué calor... - se acerca a Jolene y le coge la mano para besársela - Siento que hayas visto mi mal trago con los aviones... Soy Arthur Jonathan, pero puedes llamarme como quieras... - al ver a Amber, como todo buen Hayes que se precie, se queda prendado: Ésta familia adora a los niños pequeños, y si son rubios, mejor - ¡Oh, Yahvé! - pierde la concentración para acuclillarse ante Amber - ¿Has visto qué muñeca, tío? Joder, es una monería... ¡Hola, pesiosísima! - le dice con esa estúpida voz con que se le habla a los niños pequeños, mientras Jolene te mira interrogante.