Partida Rol por web

Cuando subes la calefacción, María empieza a sudar rápidamente, su rostro palidece y parece agobiarse...

- ¡No! - su acaloramiento ha resultado casi inmediato... Quita la calefacción y abre un poco su ventana - No, Marcos... - jadea - Abrígate, hay una manta en el asiento trasero... - echa la cabeza hacia atrás, luego empieza a mirarse el cuerpo, los brazos, el vientre, como si buscara algo... Algo que al no encontrar, parece aliviarse... Pero te mira con tristeza - Marcos... Tengo que decirte una cosa...

La primera reacción de Marcos al escuchar el primer no, es de protegerse con sus manos y al instante se relaja y te mira... Que... que pasa yo no he... no hice nada...

Asiento un tanto preocupado por la reacción de María y busco tras los asientos una manta, con la que me cubro... no dejo de mirarte, te ofrezco un trozo de la manta, pero tras lo de la calefacción ya espera que no vaya a quererla, así que simplemente la enrolla al rededor suyo y se encoje un poco para que el calor no escape...

Giro mi cabeza lentamente y te miro, esperando eso que tienes que decirme... Que... que ocurre... porque está así... que... que pasa mama?? mi mirada refleja bastante preocupación, quizás algo de tristeza...

María suspira, bastante contrariada, cabizbaja ahora...

- Marcos... Hay un virus que sólo afecta a los mutantes... - solloza un poco, pero no llega a derramar lágrimas - Los mata lentamente... Yo... Nunca te lo he mostrado, pero soy mutante... Y... No me dí cuenta de que lo tenía... Lo siento... Quise decírtelo pero... Me preocupaba por hacer que te lo pasaras bien... Se me iba el santo al cielo... Y ahora ésto... - se echa las manos a la cara - Seguramente estarás infectado por mi culpa... Lo siento... Lo siento, cielo... - apoya su frente en el volante y entonces sí: Se permite llorar...

Casi ni me inmuto al escuchar tus palabras, parece como si no te hubiera escuchado, y prosigo mirándote durante unos segundos, viendo como lloras sobre el volante...

Un virus?... mama estás enferma? pero... pero se podrá curar... seguro que si... te sonrío, mientras apoyo mi mano sobre tu pelo... te cojo de los hombros y pongo tu cara frente a la mía. Puedes ver una sonrisa de amor hacia ti, tras lo cual me acerco y te beso en la mejilla, tras lo cual apoyo tu cabeza sobre mi hombro... parezco no tener miedo al contagio, o que no me importara...

Tras abrazarte fuerte, y desahogarse en tu hombro, María se hace atrás, un poco más sonriente...

- Hay esperanza, no te preocupes... Si éste chico viene con nosotros, nos abrirán las puertas en un lugar en que nos curarán... Pero para eso tenemos que llevar con nosotros a ese tal Hugo a Estocolmo... Dios mío... Va a ser muy difícil... - se muerde los labios, mirando al techo, apurada, pero te devuelve la mirada y sonríe, revolviéndote el pelo con la mano - Pero no te preocupes. Somos muy fuertes, lo lograremos...

Cuando agitas su pelo, puedes entrever sus fríos ojos y las ojeras que bajo ellos permanecen casi de continuo desde que lo conoces.

Asiento con la mirada, ahora mucho mas feliz al ver que si que hay cura y que ella ya se encuentra feliz... Se cubre un poco mas con la manta que se le había destapado al abrazar a María... Me pregunto si será normal que tenga tanto calor... de todos modos no creo que sea bueno que tenga la ventana abierta con este frío...

Doy una mirada a la pizzería... Entonces esperemos que ese chico venga rápido para poder irnos cuanto antes... pero me pregunto porque tendrá que venir el... Te devuelvo la mirada y y me señalo con la mano y luego a la puerta de la pizzería, afirmando con la cabeza, Quizás estaría bien si lo fuera a buscar para irnos rápido...

"Que pareja mas extraña. Me pregunto si seran hermanos." Aun confuso y extrañado de tal conservacion, decido olvidarme por el momento del papel y de Maria. El jefe estaria detras mia y no me dejaria en paz, asi que era mejor esperar hasta que tuviera un descanso y pudier leer la nota en privado.

Y sinceramente, me vendria de perlas no pensar por un rato. Cuando descubres qu tu vida no es como la de los demas, necesitas tiempo para convencerte de que no estas loco. Sobre todo en mi caso.

Pasan las horas: Preparas las pizzas del expositor, las que se lleva el repartidor (que no es más que otro pobre esclavo como tú), algunas de las que piden esos excéntricos que quieren una pizza de anchoas con patatas fritas... Llega la hora del estrés, que es la de la comida, y después del tirón por fin sabes que tienes tu ratito libre para comer y echarte un rato antes de tener que volver a las cinco de la tarde para trabajar de nuevo en las cenas de la gente...

"Viva, ha pasado el mediodia y no me he muerto. Tal vez logre llegar a casa vivo despues de todo." Pense con sarcasmo mientras me comia un par de manzanas y pensaba sobre si ir al medico o no. No estaba seguro si el jefe me iba a perdonar que perdiera mas horas.

"Pues mientras lo pienso, podria ojear la nota de aquella misteriosa mujer." Aburrido y despreocupado, saco la nota de mi bolsillo y leo su contenido.

Abres la nota y comienzas a leer:

Cita:

Despues de haber leido esa nota, solo pude pensar en una cosa. Sacar una moneda de un euro."Bien, Destino, siempre me has hecho por ir caminos que cualquier persona normal diria que es mala suerte. Pero esta vez voy a darte una segunda oportunidad, si sale cruz, me largo con la chica y veremos que demonios es eso que me han inyectado o transmitido, si sale cara, voy al medico e ignoro a la chica asi negandome a reconocer que soy especial."

Lanzo la moneda y sale cara. Estaba claro lo que eso significaba. Tenia que salir a buscar a la chica y me explicara quienes sabian de mi estado y que era el Ignea."Creo que despues de todo, prefiero confiar en una cara bonita que en una moneda y una deidad bastante cabrona."

Me guardo la nota, me despido del jefe sin hacerle mucho caso y luego salgo a la calle, buscando a la pareja por lo alrededores."No creo que se hayan ido, no si de verdad necesitaban mi ayuda."

Cuando Marcos iba a salir del todoterreno, luego de una larga, tediosa y a la vez tensa espera aparcados en la acera de la pizzería, Hugo sale del local buscándoles. María le hace un asentimiento a Marcos para que salga si quiere, y ella sale también, sentándose en el capó cruzada de brazos, llevando de ropa tan sólo los vaqueros y una camiseta de tirantes mientras alrededor caía fría llovizna... Tanto ella como Hugo no parecían notar el frío que hacía, aunque Marcos sí...

- Hola de nuevo - saludó ella - ¿Has... leído eso?

Salgo del coche tras María, y me coloco a su lado. Visto con unos vaqueros de color gris claro, y un jersey de cuello alto blanco. Unas deportivas negras, y cubriendo su cuerpo encima de toda la ropa, una manta que le llegaba desde el cuello hasta casi las rodillas... Mi cabello mojado cae por mi rostro, tapado casi por completo mis ojos.

Escucho las palabras de María, y miro a Hugo, trato de sonreírle, aunque se nota que es un poco forzado...

Vaya hace mucho frío... porque ellos no lo notarán... joder estoy helado... Un escalofrío me recorre, y poco a poco la manta se va empapando poco a poco de la llovizna...

-Si, lo he leido.- Dije acercandome a la chica, sorprendido de que ambos pudieramos hablar con toda tranquilidad bajo la lluvia como si esta fuera falsa e ilusoria.Pero no lo era, o al menos eso pense, cuando salude con una pequeña sonrisa al hermano de Maria, el cual parecia pasar frio- Y sinceramente, tengo muchas preguntas y sospechas sobre esta nota. No es que me parezcas mala persona, pero sera mejor que me des una razon convincente para creerte y acompañerte en tal sospechoso viaje.- Empeze a recordar el triste y catastrofico el viaje que me llevo aqui.- O por lo menos, darme una paga mayor que la de mi jefe a cambio de ser temporalmente tu guardaespaldas o como lo quieras llamar. Aunque eso, la verdad es que es muy facil de cumplir.

- Si quieres razones... - traga saliva, apurada - ¿No ves qué bien estamos los dos a dos grados de temperatura...? ¿No sabes nada del mal de Leah Roe...? - suspira - Mira... No soy rica, pero te daré todo el dinero que me quede cuando lleguemos a Estocolmo, te daré lo que quieras... - mira apenada a Marcos, y le devuelve la mirada a Hugo - Por favor... - musita, con mirada suplicante...

"Por favor, no me pongas esa cara." Aparte la mirada discretamente, intentando mantener el porte ante tal cara de gatito abandonado en una caja en mitad de la calle y lloviendo a cantaros.

-Vale, vale, ire contigo y tampoco hace falta que te arruines. Maldita sea, se nota que no conoces a mi jefe.- Dije suspirando y encogiendome de hombros.- Bueno, ¿Ya tienes compradas los billetes de viaje o hay tiempo para que pueda coger el equipaje y dejar una nota a mis conocidos?

"Supongo que ya no hay vuelta atras, me voy de viaje a salvarme de... Ahora que lo pienso, ¿Que es el Ignea, mal de Leah Roe o como lo llamen?" Es cierto que me sonaba que habia rumores sobre una enfermedad que mataba mutantes llamada IGNEA, pero no le preste mucha atencion a los detalles ya que me sonaba a tipico rumor maligno y fantasmal para asustar a los mutantes. Hasta ahora.

El mal de Leah Roe??... que, que es eso? es la enfermedad que tiene mamá? acaso también la tiene este chico?

Mis pensamientos se ven sacudidos de mi mente por una tiritona, al parecel el agua ya está calando la manta y lejos de abrigarme tan solo hace que traspasarme humedad para nada beneficiosa... Sonrío a María cuando me mira, y escucho sus palabras de súplica...

Que pasa... porque estás así nunca te había visto asi... me acerco a María y me siento muy cerca de ella, apoyando mi cabeza en su hombro, sin dejar de mirar de vez en cuando al chico que tenemos frente a nosotros, y que al parecer, nos va a acompañar...

María sonríe y suspira tremendamente aliviada.

- Gracias... Muchas gracias... En cuanto a lo de salir... Ésta noche como muy tarde, a ser posible... ¿Te da tiempo? Puedo ayudarte con lo que quieras... - ofrece, solícita.

-Bueno, si me llevas en coche a mi casa, podria hacer unas llamadas en el camino para pedir unas vacaciones anticipidas a mi jefe y llamar cualquier familiar cercano lo bastante fiable para que se encarge de que por lo menos, si van a quitarme el piso alquilado, que no sea con los muebles y demas cosas incluidas.- Ahora que lo pensaba, lo facil de irme de casa era que no tenia que preocuparme de que no estuviera cuando regresara, al contrario de la actualidad que podia perder mi pequeño monton de posesiones por solo faltar un dia al trabajo.- Ademas de eso, lo unico que necesito es media hora y tengo el equipaje hecho y preparado para largarnos.

Siento como las gotas de agua resbalan por mi rostro, pues el cabello que cubre mi rostro ya no es capaz de retenerlas mas... Quiero meterme al coche, pero no voy a dejar a María sola afuera... así qeu finalmente y tras dudar unos segundos, permanezco a su lado, mirando a Hugo...

Bueno parece que finalmente todo saldrá bien... eso es bueno...