Partida Rol por web

Traga saliva, emocionada, y acerca de nuevo su frente a la de él, enredando sus dedos en los bucles que caen por su cuello, reposando las manos sobre su pecho...

Sonríe, acariciando con su nariz la suya propia. Jamás había sentido tanto cariño en las palabras de alguien... - Gracias... - musita levemente, conmovida. Pero al instante siguiente, su rostro vuelve a ensombrecerse ante la idea de perderlo todo nuevamente; la simple idea de pensar que Reisel podría protegerla era tan alentadora como angustiosa... Al fin y al cabo - Tú y yo somos iguales. Sólo nos queda perdernos a nosotros mismos... - añade con cierta pesadumbre. Con la misma rapidez se puede ganar y perder...

Niega con la cabeza, con gesto grave.

- No pienses malo... - vuelve a besarte, ésta vez más apasionadamente, echándote hacia atrás sobre la cama para recostarte en ella con cuidado...

Lex se echa sobre la cama con Reisel encima, sin apartarse de su ansiado beso y atrayéndolo hacia ella con una mano en su nuca, deslizando la otra hacia el final de su espalda, metiéndola por debajo de su camiseta para acariciarle, arañándolo de forma que no llega a ser doloroso...
Mientras, con la otra le echa el pelo hacia atrás, apartándose un momento para deleitarse contemplando su aniñado perfil, seria... y volviendo a "atacar" a su cuello, succionando su piel...

- Si me paso, dímelo... - traga saliva al pensar que puede estar incomodándolo con la "rapidez" que lleva...

- Pásate... - se echa sobre tí con cuidado, y durante esa noche, con cuidado de no ofenderte, llega hasta donde le permitas con suma suavidad y cariño en todo lo que hace...

Sin llegar a hacerlo con él*, Czigany pasa la noche a su lado, como máximo quedándose en ropa interior y llevando la situación con el mismo cuidado que muestra su compañía...

Despiertas en brazos de Herkus, ambos estáis en ropa interior, y descansas sobre su fuerte pecho, con una sensación de relajación total... Por la puerta entra un olor dulzón, y por la ventana la pálida luz de la mañana invernal finlandesa. Cuando nota tu movimiento, Herkus despierta, pero él no se encuentra tan bien... Notas que suda, parece gruñir un poco agobiado... Se levanta con cuidado de no apartarte de súbito... En paños menores parece tener un calor agobiante...

- Susirgti liga... Estoy... Enfermo... - se mete los dedos entre los tirabuzones, ciertamente preocupado - Lo siento... Lo noto...

- Hhhmmmmm... - Lex entreabre los ojos y se incorpora tras ver que se encuentra mal... - Hey... ¿Qué te duele? - le pega la mano a la frente y a sus mejillas para ver si está caliente... pero, sorprendentemente, no lo esta - No tienes fiebre... Dime qué te molesta.

Herkus se echa de nuevo el pelo hacia atrás, nervioso, y se adelanta para abrir la ventana... Entra un frío espantoso por ella, pero el joven no parece notarlo, jadea como en el peor día del agosto africano...

- Calor... Tengo... Calor...

Frunce el ceño, preocupadísima:

- Espera... - aligera y se viste inmediatamente con su pijama - Cierra la ventana Herk, que te va a dar algo. Te traigo agua - sale rápidamente de la habitación en dirección a la cocina, en busca de una botella de agua y una toalla.

Ves a Antti en la cocina, ya vestido para la marcha, la mesa puesta para tres, huele a que esté elaborando algún dulce para desayunar... Al verte tan apurada, te sigue con la mirada frunciendo el ceño:

- Citando a la santísima virgen... ¿Qué leches pasa?

- Buenos días, Antti... - saluda en cuanto lo ve, algo inquieta, y se hace con una botella de agua - Herkus se encuentra bastante mal... Tiene los mismos síntomas que tuviste tú ayer, solo que no tiene fiebre... - traga saliva, con gesto preocupado - Voy a por una toalla... Se esta friendo de calor - se dirige de nuevo hacia la habitación, pasando un momento por el baño para recoger latoalla...

Abre los brazos y los ojos, como si la cosa fuese obvia:

- ¡Tiene el puto Ígnea! - dice, como si dijera "¡SORPRESA!" al salir de una tarta - Lo que hay que hacer es desayunar cagando leches y darse el piro a Estocolmo...

Vuelve a cocinar.

Lex deja los ojos en blanco y bufa...

YA LO SÉ, PEDAZO DE CAFRE... - nuevamente, el finlandés demostraba tener el tacto de un mimosín de papel lija... Como había supuesto, de Antti había pasado a Herk, y de Herk, en no mucho tiempo, pasaría a ella...

- Herk... toma... - se acerca a él tendiéndole la botella, después de humecer la toalla para pasársela por la cara y el cuello... - Antti esta preparando el desayuno... En cuanto comamos algo nos vamos y te echas en la cama, ¿vale?

- Vale... - cuando vuelves ves que Herkus tiene el pelo lleno de nieve, el sudor congelado, parece apoyado contra el marco de la ventana, sentado en el alfeizar, como si estuviese anestesiado... Tan sólo vestido como lo dejaste: con la ropa interior. Sonríe cuando le atiendes... - Grasias... - borra la sonrisa de su faz - Siento haber enfermo...

Lex, tiritando, le sacude la nieve del pelo, cogiéndolo de una mano y tirando para que éste se meta para dentro...

- No seas tonto. No es culpa tuya... Métete dentro, no puede... No puede ser bueno que te quedes ahí parado - dice, con la intención de cerrar la ventana y seguir tratándolo dentro...

- Pero aquí dentro es mucho calor... - se queja un poco - Bueno... Mehor que desayunamos y nos vamos rápido... No quiero que enfermas tú... - tal cual está, empieza a bajar hacia la cocina para desayunar...

Al verlo bajar, Antti se ríe.

- ¡Hombre, Nenuco...! Ya he visto que has pasado una nochecita "acalorada", ¿eh? - se sorprende al verlo - Joder, estás rajado, cabrón... Vas a ponerte gordo en cuanto te acostumbres a vivir bien...

Pone ante él y en tu sitio un par de trozos humeantes como éste magnífico pastel de caramelo y crema:

- ¡Un lakkakermakakku cojonudo para empezar la mañana y despedirse de la preciosa Finlandia!

Yo voy a enfermar en nada...

Lex sigue a Herkus hacia la cocina, un poco preocupada... Pero al ver los pasteles se acerca a la mesa, apoyando las manos, impresionada:

- ¡Woooaaah! Un lakka... ¡lakkakemataku! - se ríe al ver que no ha sonado igual y se relame los labios, sentándose y empezando a desayunar - ¡Que aproveche! (...) Puah, esta riquísimo... ¿Qué tal la noche, Antti?

- "Lakka-kerma-kakku" - pronuncia de nuevo Antti - No puedes ir por Finlandia sin saber pronunciar "lakkakermakakku" - niega, convencido, para meterse entre pecho y espalda unos bocados del susodicho pastel, entonces sonríe ampliamente, parece que le fué realmente bien - Pues la noche fué cojonuda... Hace mucho que no cazo tanto, jejeje... Pero parece que no fuí el único en sacar a pasear al pajarito, ¿eeeeh, Mimosín? - le da un puñetazo "amistoso" en el hombro a Herkus... Tirándolo de la silla al suelo, pero éste se levanta sonriendo satisfecho y sigue comiendo como si no hubiese pasado nada...

- "Lakakermakaku"... - asiente digna - Yo no tengo la culpa de que tengais un idioma insufrible de pronunciar... - se excusa, sonriente - Me aleg... ¡¡BUUUURRO!!! - exclama cuando tira a Herkus al suelo, levantándose del susto y ayudándolo a volver a sentarse - ¡¡PERO SERÁS CAFRE!! ¡No le pegues, pedazo de animal, que no se encuentra bien! - bufa, negando con la cabeza - No todos somos un monte con patas como TÚ.