Partida Rol por web

- Seguro que si pero tu no te preocupes por eso ahora.
Le doy la mano a Sven y le saludo a Falken con la cabeza
- Notaras algo raro... Es que no se hacerlo de otra forma. Me suelo marear y caerme despues de esto, asi que si por favor pudiera usted sujetarme
Sven o Falken, me da igual, el que me escuche me vale. Le cojo entonces la muñeca a Art y se la muerdo. Antes, usando la boca cerca de las venas ha funcionado de puta madre, a ver si ahora sale igual...
Como el mordisco de un vampiro pero dando vida en vez de quitarla, dando una sensacion de placer indescriptible que entra por las venas y llega a todo el cuerpo. Cuando veo que me mareo lo suelto, habiendole dejado una marca en la muñeca que se ira en menos de una semana, me mareo, espero que alguien me sujete.

Se gira y mira a su primo, algo confuso; creia que era él el que mas podria comprenderle - [Arb]Arthur... a ti te parecera una tonteria... pero a mi me esta costando la puta cordura... Es verla, a ella o a Jolene y caer bajo... su, su lo que sea, don, poder... como quieras llamarlo... Me tienen dominado sin que ellas hicieran nada... entiendeme por dios, necesito despejarme[/Arb] - su aspecto jovial y alegre se habia desvanecido en tan solo unos segundos

- ¡TENEMOS QUE FUNCIONAR COMO GRUPO, MORTYMER! - le coge de los hombros, hablándole en inglés ésta vez - Vas a tener que convivir con ellas y con Herkus te guste o no. Empieza a acostumbrarte... ¿Crees que a mí no me desquicia ver a Jolene? ¡Claro, joder! ¡Pero es cuestión de autocontrol, son personas al fin y al cabo, y te joda o no, Herkus estaba primero...! - traga saliva cuando se da cuenta de que todo el mundo se ha enterado... Menos María, qué bien, su presencia es cojonuda porque nunca se entera de nada - Venga tío... Y perdona, pero no debería hablar árabe en pleno Shivé, ya lo sabes...

Ya... mejor que todos se enteren - dice un tanto molesto... ya es la tercera vez que rompe la confianza y confidencialidad que creia tener. Le habia ocultado que sabia de que iba esto, no comprende su situacion y ahora, de repente no quiere hablar en arabe despues de un dia habiendolo hecho. Lo mira aun molesto - si... supongo que tendras razon - dice a regañadientes - pero te recuerdo que el cerebro lo tienes tu, el autocontrol no es tan sencillo... bah, olvidalo - y se vuelve a donde estan todos, algo apartado pero sin estar demasiado lejos. No mira ni a Alex ni a Herkus, aunque se muere de ganas por hacerlo hace acopio de toda su maltrecha voluntad y mira a los demas o a una pared o algo, lo que sea... Era increible, un autentico por culo de vida, se habia levantado con el mejor animo despues de tantos años y todo se va a la puta mierda... Si, un bonito grupo si señor, pero se sentia muy solo... antes creia tener a su primo, pero ahora parece que solo le queda un desconocido con el que comparte apellido materno y parte de sangre... - puta vida - y se queda al margen jugueteando con la cremallera tratando de calmarse.

El torrente de energía y vida se traspasa desde Balaguer hasta Art con aquel mordisco que le había amoratado la muñeca. Resultaba un placer y una armonía tremendas... El color volvía al rostro de Connor mudándose del español, y la herida, aunque no sanó del todo y dejó una fea cicatriz, no fué tan grave como para no poder colocar una venda sobre ella o quitarle la capacidad de caminar. Ahora sólo "escocía", pero con un par de semanas mejoraría... Incluso se había regenerado el tejido muscular, era algo asombroso ver como los pequeños cilios nacían de la nada y se reestructuraban sobre la terrible herida...

Balaguer en cambio se desplomó hacia atrás sujeto por Antti, mareado y jodeante, pálido a su vez. Inmediatamente, el doctor lo tumbó en una de las literas bajas, la que no estaba ocupada por el neoyorkino.

- Magnífico, señor Balaguer...

Falken no podía sino mirar la pierna, ahora visible y llevadera, sin salir de su estupor.

María no parecía muy cómoda con la situación. No entendía nada y salvo honrosas excepciones contadas con los dedos de una mano, nadie se esmeraba en hacerse entender con ella... ¿Para qué enterarse de nada? ¿Para tener más preocupaciones? Ni hablar... Se sentía dichosa esa mañana por haber dormido y no tener que preocuparse de si Marcos estaba despierto o no, aunque no podía evitar preocuparse un poco por cómo estaría... Esa Lior parecía muy capaz.

Miró a Hugo desde su posición y le guiñó el ojo a modo de saludo, sonriente, pero al reparar en su nariz, tapada con algodones, volvió a adquirir un gesto preocupado.

- [ES]¿¿Qué te ha pasado?? ¿Te han pegado...?[ES]

Se acercó a él, pero se detuvo poniéndose colorada al recordar el episodio de haberse guardado a Hugo en forma de gato en el abrigo.

- [ES]Oye... Eh... Lo siento por lo de ayer... Iba un poco aturdida y atontada con todo el asunto y...[ES] - encoge un hombro, sonriendo con gesto comprometido de disculpa. Ya era la segunda vez en ese día que sentía una situación algo incómoda (y encima delante de compatriotas)... Pero al menos se lo tomaba con cierto humor.

Lex frunció el ceño con la aparente discusión en árabe, desconcertada. Pero cuando Arthur soltó aquello en inglés, y Mortymer parecía incomodarse, ésta se quedó mirando al resto, lamiéndose las muelas y tragando saliva ante la situación...:

- Heeey, eemm... Supongo que esperaremos a que el resto despierte para desayunar, claro, ¿pero hay otra habitación más grande? Es que empieza a haber una aglomeración en el pasillito que agüita... - ríe un poco, aportando un poco de salero a la situación - Pobre María, me da cosa ver a la gente morir de hambre... - Por cierto, ¿a quién pertenece esta casa? U hostal o lo que sea... Es monísima - añade echándole un vistazo a la chimenea.

Herkus se lamió las muelas estrechando a Lex contra él, mirando ceñudo a Mortymer.

Ahora éste se pondrá celoso porque agarro a MI novia (tiene cojones), me intentará pegar, me cabrearé, claro, y seguramente muera alguien, como suele pasar cuando me cabreo... Calma, Herkus... La calma siempre ha sido uno de tus dones... Aunque nunca había tenido novia, y menos una rodeada de moscones con super poderes... ME CAGO EN TODO.

Carraspeó.

- Ah... Eh... - intentó sonreir, pero se notaba forzadísimo e incómodo - Vamos a conoser a ésto persona que dises, Lex, os esperamos ahí... Os guardamos lugar.

Coge a su novia de la mano y se la lleva de ahí hacia la puerta del final del pasillo, escaqueándose vilmente.

La pareja salió al comedor. Era un comedor común, al viejo estilo nórdico, con un hogar en el centro que naturalmente no estaba encendido. Había dos puertas con su rellano particular. Una de ellas parecía la de la cocina, la otra era la de fuera... Aún olía a que la comida se estuviese haciendo... No había nadie... De manera que Herkus sonrió pícarto y corrió con Lex de la mano hacia la salida.

(...)

El impacto climático y visual fué TREMENDO, sobre todo para el lituano, que jamás había visto tanto blanco junto... Ni mucho menos unas montañas tan altas. Hacía un frío paralizador.

- ...Ahhjjj... - se quejó débilmente cuando logró reaccionar.

Alexa se despidió, sonriendo amablemente para seguir a Herkus hasta la gran sala, y de ahí al exterior:

- ...HAH - exclama, paralizándose del frío cual igüana - OH... OH, DIOS... OH DIOS...- abre los ojos y la boca, impactada - Hace un poco de... frío... ¿De veras es... necesario helarnos...? - se ríe mientras se pega al lituano. Sí, todo eso era muy bonito... Espectacular, blanco, lo nunca visto, pero el frío se colocaba por encima de aquellas cosas... - Nos van a matar por salir, ya lo verás... - ríe, expulsando una importante cantidad de vaho. Echa un vistazo al paisaje... - Ostras, hay renos... Y perros. Qué monadaaaas...

Herkus reaccionó cuando ésta se le pegó al cuerpo. Sacudió la cabeza y la cogió de la mano, llevándosela corriendo rodeando la casita del posadero al que ni conocía. En éstas cosas era un maestro.

Al llegar a la cuarta ventanilla de las que debían pertenecer a las habitaciones, levantó en peso a Lex, con los brazos temblorosos pero seguros.

- Tienes que... Coher el pomo y tirar ariba... Después tiras hasia tí... Se abrirá... ¡Abre, Lex...! - rió, emulando desesperación, con los dientes castañeándole.

Tras seguirlo, sin saber muy bien qué le rondaba por la cabeza al lituano, se llevó una mano a la boca, deteniendo una carcajada al coscarse del tema:

- ...PPppfffff... - rió en voz bajita, con los hombros temblando, haciendo caso a Herkus - ¡¡Estas fatal, Herk!! ¡¡Estas... FFFATAL!! - tras hacer pericia con la ventana y conseguir abrirla con un poquito de esfuerzo, se frotó las manos del frío - ¡Ya está! - se ríe.

Empieza a levantarte más para que te vayas colando por la ventana. La habitación está gloriosamente vacía.

Una vez has entrado, Herkus se agarra de un salto al marco de la ventana y entra precipitándose contra el suelo pero dando una voltereta sobre éste y cayendo bien. Una vez a salvo, cierra las ventanas e inmediatamente se quita la camiseta de manga larga y arrincona a la húngara contra la pared, cogiéndole la cara y devorándole el cuello y los labios.

- Puedo soportar bien el hambre, y tú... - informa entre el arrebato, hablando en voz bajita - Tú no tienes más remedio que aguantarla... - ruge casi entre dientes, con la voz honda, ansiosa y pícara, hundiendo las manos en la espalda de su novia, atrayéndola hacia él. Finalmente la tumba en una de las camas y la mira sonriente, esperando la ansiada aprobación...

- Je... - sonríe traviesa, acorralada contra la pared. Seamos sinceros: aquella reacción le hacía muy feliz. Desvía la mirada a su torso desnudo, alzando una ceja, mordiéndose el labio...

Cita:

- Lo veo justo... - sonríe, para abalanzarse sobre él, mientras éste la tumba en la cama... No podía contenerse, y la maravillosa actitud de su novio tampoco ayudaba... Y es entonces cuando la húngara se mete la mano en el bolsillo, en busca de algo que no parece dar señales de existencia... - ¡¡...MIERDA!!

- Me he dejado los... condones en... el bolso... - comunica al tiempo que le besa los deltoides... - No me hagas esto... - añade con tono suplicante, riéndose por lo bajini mientras le mordisquea...

- ¿Los...? - por un momento se queda perplejo, pero al final reacciona buscando en sus bancos de memoria que es lo que hace falta para una situación como esa... Se levanta apuradísimo y empieza a revolver en maletas ajenas... Hasta que entre las pertenencias de Fänrik encuentra el bendito profiláctico. Mira al cielo llevándoselo al pecho, se santigua y lanza un beso al techo. Luego se pone el envoltorio entre los dientes y vuelve a echarse sobre su chica, levantando las cejas un par de veces sonriendo como quien dice "¿Has visto qué fiera soy?". Empieza a tirar de los pantalones de Lex hacia abajo. Está claro que el chico no aguanta mucho más sin "lo suyo"... - Vamos a empesar bien el día... - ríe, aún con eso entre los dientes.

- Hey... Que no me voy a ir a ningún lado, Herk... - dice cuando lo ve tan desesperado buscando entre las maletas, echándose a reir con la boca tapada cuando se santigua. Ya encima, sonríe al ver lo fiera que es, removiéndose un poco para echar la manta sobre ambos y apartándole un instante la goma en cuestión para hundirle un profundo beso, mientras coopera en deshacerse de la indumentaria...

Herkus no da tregua ésta vez de ninguna manera. No se detiene ni por un segundo, y en vez de cansarse, parece tomar cada vez más energía de Dios sabe dónde sin haber comido. Sus manos no dejan de acariciar, sus labios y lengua de besar y su cuerpo de moverse. En pocos minutos aquello se convierte en una verdadera locura sensorial en la que incluso uno olvida respirar o lo hace demasiado rápido. Mantener el silencio resulta algo terriblemente difícil, pero al fin, aquel mar embravecido de tacto queda en calma tras un final que deja destrozados a sus dos protagonistas... Perfecta, fantástica y maravillosamente destrozados.
La ducha del día anterior no ha servido de nada. El frío de fuera tampoco... Ambos están empapados de sudor... Pero... ¿A quién le importa cuando tu pareja te rodea completamente desnuda con sus brazos, mientras recupera el aliento, incapaz de borrar aquella estúpida sonrisa de su cara?

Herkus no puede evitar reírse contento tras acariciarle la cara a su chica. Muchas intentonas y ninguna salió bien. Ésta había sido como si le fuesen a quitar el momento... Y es que no habría tardado en ocurrir, con la suerte de ambos.

Se incorpora.

- A vestirnos... ¿No...? - jadea.

Tras seguirle el ritmo de una forma notablemente más enérgica que la vez pasada y con completa capacidad de movimiento y lucidez mental, Alexa no deja centímetro de su cuerpo sin explorar, besar, lamer o arañar ardientemente... aferrándose a su cuerpo con pasión, como si Dios, Alá o quien fuera fuese a robarle ese momento...

Cita:

Se ríe con el comentario, tumbada a su lado y extenuada, y asiente tras volver a besarle en los labios, deslizando la mano por su cuello, acariciándole el pecho, el vientre... Coge aire, jadeante - ...Si por mí fuera saldría como voy... ¡Tengo calor...! - ríe, recogiendo la ropa de ambos, entregándole a él la suya para luego volver a vestirse, resoplando del gusto...

La reacción de sorpresa inicial me incita a iniciar una protesta acallada de inmediato por aquella placentera sensación, boquiabierto y recreándome en este maravilloso efecto, estoy obnubilado de tal manera que no consigo reaccionar cuando el cuerpo del español se tambalea teniendo que ser Antti quien se encargue de acomodarlo en una de las literas.

Cuando el contacto cesa, despertando de un dulce sueño mis sentidos regresan a la realidad, estupefacto ante lo que acabo de presenciar, Joder tío, ¿has visto eso? pregunto retóricamente a Sven, ya que es obvio que si. Me vuelvo y por mi propio pie, aún dubitativo ante sus primeros pasos me desplazo hacia el lugar donde yace el español y lo miro con admiración.

Gracias digo con voz queda, realmente sincera.

Desvío la vista de uno a otro de los contertulios, especialmente de Arthur a Mortymer, que mantienen una pequeña gran disputa. Observo con la ceja en alza a un lado del prominente ceño. Parece que el chaval está en medio de la adolescencia... Una edad muy puta. Todos están contra ti, nadie te quiere, vas a lo tuyo y tus hormonas te la juegan día sí, día también. Pasé por ese periodo, pero no le presté mucha atención... Me concentraba más en buscar trabajo y un lugar en el que dormir, pero todos los aquí presentes sabemos por lo que está pasando el muchacho. De cualquier modo, no llego a preocuparme por él. Después de todo no es un problema solucionable: sólo la edad puede curar eso. Observo seguidamente, en silencio, cómo Herkus y Lex se marchan de escena. Están muy unidos y acaramelados, eso está bien, digo yo... Más le valdría a Donovan sentar así la cabeza con María o con Renka...
-En fin... Ya que el tabaco está prohibido voy a ir a por un café... Además es verdad, el pasillo va a reventar con tanta gente... No lo ofrezco, pero espero a ver si alguien quiere venir también a la cafetería. Miro a María quién, una vez más, no entiende nada. Hago un par de gestos: me señalo a mí mismo y después a la parte de abajo, seguido de un gesto con la mano y la cabeza haciendo ver que estoy bebiendo algo.