Partida Rol por web

GELUS VIRICA

[KIRUNA] - Milo

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23/03/2009, 00:24
[Dorian A.]

- ¿Hablas para ti o para el resto? -murmuró entre gruñidos apartando la mano de su boca-. ¿Isenhall puede saber algo? Quiero verla, llévame a ella y tal vez me de algún tipo de respuesta. Sé de qué soy capaz, y parece ser que tú puedes ver visiones o tener algún tipo de señal. Cuando me has tocado has visto o sentido algo. ¿Qué es? ¿Eh? ¿Qué cojones has visto en tu puto sueño como para sudar así? Además estás agotado, cansado, como si te hubiesen usado para activar una enorme dinamo.

Silencio, gruñidos, jadeos, golpes y más golpes. Era la actividad diaria con Isenhall, y aunque ahora la fuese a ver tras tanto tiempo, sabía que volvería a ser así, por mucho que hubiese cambiado el tiempo. Sin embargo y pese a todas esas sensaciones, era la única persona a la que podría considerar su madre, pues nadie más lo había "cuidado" desde su nacimiento. Arrancado de las manos de sus progenitores y criado por bestias salvajes, como el niño lobo de la historia de Rudyard Kipling. ¿O quizá más como el hombre mono?

Las imágenes se sucedieron en su cabeza al tiempo que se adelantaba hacia Taylor con los puños cerrados. 

- Eh, respóndeme a algo de lo que te he preguntado. O llévame ante alguien que sepa responderme. Y tú, te vienes -dijo hacia John.

Notas de juego

Perdón, vacaciones.

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23/03/2009, 04:36
[Milo Notara]

Milo, que se había sentado una vez Rewell se había llevado al dormitorio a las niñas y a Jolene, se cruzó de brazos, hastiado, cansado y dolorido.

- Taylor: Es Milo, y en cuanto a... -Suspiró. No iba a dar lecciones paternales, sobre todo si él podía hacerse cargo. Su casa empezaba a parecer un centro de servicios sociales con tanta menor desatendida y en situaciones precarias... Pero no le importaba lo más mínimo. A juzgar por el orden y la pulcritud de aquel lugar, al griego le gustaba tener el control, ocuparse de las cosas- Estoy deshecho. Me acaban de quitar una bala de la pierna y tengo que ahorrar energías para ir a por los de Miklosvar en cualquier momento. Ve a pedirle a Emma o a su hermana que te lleve... -miró a Dorian entonces. Estaba profundamente desconcertado, y no terminaba de asumir que fuese el actual cigoto que moraba en el vientre de Jolene. Su mente interpretaba la presencia de aquel chico como una especie de resonancia o reflejo de Balaguer, era fácil gracias al parecido- Muchacho, tranquilízate. Estar en guardia y estar preparado para lo que sea son dos cosas muy distintas... -los ojos se le cerraban solos, pero levantaba las cejas, como si con ello pudiera tirar de los párpados, y los abría de nuevo- Tiene visiones del pasado, el presente y el futuro de cada uno de nosotros si se concentra, creo -miró a Taylor, esperando confirmación durante una décima de segundo- Siempre suda. No debe ser fácil ver algunas cosas... Pero si quieres solucionar algo que sólo él conoce... Te aconsejo que vayas con él tranquilamente.

Notas de juego

Fin de semana movidito.

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23/03/2009, 12:07
John R. Dryden

Una arcada me sobrevino nada más concluir la visión. Todo había ocurrido tan rápido, tan similar a como ocurría con su padre, que prácticamente no tuve tiempo ni de hacerme a la idea. Parpadeé un par de veces tras llevarme la mano a la boca. Casi no había reaccionado ni a su primera intervención, ni al paso de Amber hasta la cama de su madre... Demasiado para la mente, maldita sea. Demasiada mierda. Era lógico que Tay acabara en aquél estado tras sus visiones, porque por muy relajadas que fueran hacían algo en la cabeza. Demasiada información de golpe, supongo.

Salí de la habitación donde dejé a las niñas atropelladamente, jadeando incluso y más pálido que antes. Miré a Milo, Dorian y Taylor, en ese orden, antes de cerrar la puerta. Mi futurístico sobrino parecía haber sacado la vena violenta de la familia... De qué familia exactamente no lo sabía, pero había sacado una vena violenta. Lo peor de esas cosas, en realidad, es que sólo se calman a hostias. Es decir, todo ese rollo de la supervivencia y el instinto animal... Macho alfa contra macho beta, etc, etc... En alguna parte lo leí y no lo recordaba bien. Sólo sabía que el macho alfa era el guay.

Qué suerte para Dorian que no fuéramos animales... Ya no había cabida para la amabilidad. Ahora sólo quedaba un lugar: el de la autoridad.
-Bien, vale... -comienzo a decir, reponiéndome de la sorpresa y efectos secundarios de la visión-. Dorian, seguramente tú seas bien consciente de lo que eres capaz, pero te olvidas de una puta cosa: no sabes de lo que somos capaces el resto -y ahora sí estaba verdaderamente serio. Y hasta los cojones. Y con la imperiosa necesidad de que Dorian viera a Victoria-. Así que amenazas ni una, ¿me oyes? Relaja esos puños, que aquí NO HAY por qué ponerse nerviosos...

Y entonces me crucé de brazos y me acerqué al chaval, mirándole desde arriba.
-Esto va así... ¿Hemos sido maleducados contigo? No. ¿Te hemos tratado mal? No. ¿Estamos tan nerviosos y desconcertados como tú? SÍ -más alto aquella vez-. ¿Entonces por qué nos tratas como si fuéramos putos lacayos o putos tirados, Dorian? Hemos estado intentando ayudarte o ponerte sobre aviso en todo momento. Hemos tenido una paciencia cojonuda, y hasta tú tienes que admitirlo... Y nos has respondido con órdenes y nada... NADA de tu parte para hacer las cosas más fáciles.

Una pequeña pausa dramática, hecha de forma natural. Observé al muchacho ceñudo, mucho más serio de lo que le había visto hasta aquél momento. Pero claro, el chico ya se estaba pasando.
-Así que, ¿quieres ir a ver a Isenhall? Muy bien. Te llevaremos a ver a Isenhall. Pero ahora da la casualidad de que soy yo quien no confía en ti. ¿Y sabes por qué? Porque no me has dado ni una PUTA razón para hacerlo.

Me acerqué un poco más a él, a medio camino de la intimidación y el diálogo. -Y da la casualidad de que quiero confiar en ti. Para eso tenemos que ayudarnos mutuamente. Así que, ahí va: échame una mano con una cosa que, te aseguro, no te va a costar una mierda, y después verás a Isenhall, a Sanuye y a quien a ti te pase por los santos cojones. Pero sobre todo piensa que no vas a ayudarme a mí... Sino a alguien mucho más importante que yo y a alguien que, sin duda, lo merece mucho más que nadie: a Victoria Hawkins, la hija de Taylor. ¿Hace o no hace?

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Influencia - A ver qué pasa contigo, Dorian...
Dificultad: 85-
Resultado: 73 (Exito)

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23/03/2009, 18:06
[Dorian A.]

Frases recurrentes, frases recurrentes, frases recurrentes... No pensaba una porque no supiese que decir. Se había comportado de las dos maneras que le habían enseñado y aprendido a desarrollar, tranquila y apática una, y violenta y malhablada la otra. Isenhall prefería la segunda, pues aunque le resultase ofensivo, parecía disfrutar de los desplantes del chiquillo. Su hermana por el contrario parecía más cómoda con la tranquila y sosegada. Ahora sus "anfitriones" habían denotado cuál era más apropiada para la situación. Por ese motivo intentó recordar de entre todas las películas, documentales e imágenes vistas algún tipo de frase que sosegase aquella situación.

- Siempre me he negado a ser un muñeco movido por los hilos de los poderosos -se limitó a responder recordando una película oscura, negra, pero vista en numerosas ocasiones-. Sois mi única vía para encontrar a Amber, haré lo que sea por ella. ¿Qué tengo que hacer?

Mucho más calmado y tranquilo. Un perro al que habían sacudido en el hocico cuando se había puesto demasiado pesado al pedir la comida debajo de la mesa. Había aprendido la primera respuesta de sus nuevos "amos". Un muchacho inexperto pero cargado de sentimientos, todos relacionados con su hermana. Su respiración seguía siendo agitada, aún no había desarollado totalmente el control de su cuerpo, y aunque tampoco se había visto intimidado por los presentes, sí había comprendido que el cordero viviría más que el lobo.

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23/03/2009, 19:43
Taylor Hawkins

Aquella actitud era costumbre en la comunidad. Se trataba de algo que inherente al grupo, aplicable desde el principio y propio de veteranos y noveles: imposición de voluntad, ése era el síntoma. La enfermedad se llamaba Cohesión Cero...y, escarbando un poco, se encontraban los agentes patógenos: miedo y desconfianza, generados el uno por el otro.

Taylor estaba definitivamente harto de todo aquello, cansado de un don que causaba justo lo contrario de lo que se pretendía: era como controlar el milagro del diluvio y provocar una sequía al ejecutarlo. Lo que veía cada vez agravaba más su ceguera...

-Haced lo que os salga de los huevos...- dice entre lágrimas y babas, limpiándose ambas con el dorso de la mano. A Milo, en su estado, lo daba por inútil. A John, por traidor. Y a Dorian...

a Dorian...un momento...Rew ha visto algo. Victoria le ha enseñado...¡¿qué demonios?!...a fin de cuentas no deja ser hijo de Balas...¿Transmisión genética padre-hijo?. ¿A qué nivel?. Me cago en la puta...

Si se puese estar más blanco, Taylor ahora lo está. Abre los ojos, como si un rayo de esperanza le hubiese entrado por la boca y salido por el culo. Precaución. Sin prisa. Sin pausa. Traga orgullo, vaquero...es por el bien de tu hija...

-¿Puede hacer lo que hacía su padre?.- le pregunta a Rew señalando a Dorian con el mentón. La mano abandona el pomo de la puerta y busca otro asidero, más cerca del muchaco. Arrastra los pies y avanza con paso errático.-No sé si eres Tarzán, un jodido Morlock o el puto Vito Corleone. Da igual. Lo único cierto es que mi culo es tuyo si puedes hacer algo por Victoria...

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23/03/2009, 21:56
John R. Dryden

-Pues claro que puede, cabrón cascarrabias -respondí a Taylor, sonriente y feliz tras haber escuchado la aceptación de Dorian-. Y aunque no pudiera, Arthur Hayes conserva el poder de Alejandro, así que no te preocupes, coño... Hay esperanza todavía -y, sin más, cogí al rockero del cuello con cierta brusquedad pero, sobre todo, con mucho cariño, tras lo que le revolví el cabello como si fuera un chaval... Aunque de hecho es bastante mayor que yo. O eso parece... No sé bien cuál es la edad de Tay. En aquellos tiempos menos.

-Es sencillo, Dorian: necesitamos que, simplemente, uses tu poder de curación sobre Victoria. Extrae toda la energía que necesites tanto de mí como de su padre. Yo estoy perfectamente, aunque un poco cansado, así que supongo que con eso dormiré como un bebé... -abrí la habitación de las niñas, mirando un momento en su interior-. Vicky... Ven aquí, pequeña, ya estoy con papá y con Dorian -pedí, sonriente, a la pequeña, antes de susurrar para los "mayores"-. Después, sobrino, podrás ver a Isenhall y a quien quieras... Y hasta tener el culo de este mamón si quieres. Te lo ha prometido.

Una nueva sonrisa, brillante y sincera. Podía hacerse. Había esperanza.

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24/03/2009, 15:09
[Dorian A.]

Habían averiguado de qué era capaz con tan solo mirarle, tocarle o simplemente con estar a su lado. Sabían que podía sanar las heridas a costa de su propia salud o la de otros más cercanos. Siempre lo había usado para sanar el cuerpo de su hermana, de Amber. Nunca lo usó para si mismo o para Isenhall o Sanuye. Ellos jamás lo necesitaron, no como ella, de frágil y hermoso aspecto. Ahora pedían que él lo usase con unos extraños que podían darle respuestas a tantas y tantas preguntas formuladas en los últimos minutos.

- ¿Ahora? Aún no me encuentro bien después del salto temporal. Si con eso conseguiré que me deis algún tipo de respuesta o ayuda, sea. Pero será a costa de vuestro cuerpo, o de cualquier otro que no sea el mío -dijo dando dos palmadas. Luego miró a Amber y retomó la palabra-. Ni de ella. Podemos hacerlo aquí, aunque no aseguro nada, o hacerlo luego cuando esté más recuperado.

Esta vez puso sus manos frente a él cruzándolas lentamente para observar con la cabeza ladeada a los presentes. Observar a otros seres humanos tan de cerca resultaba fascinante. Pasaría horas y horas en la misma posición, pero ya no disponía de ese tiempo. De hecho, ya no sabía de qué tiempo disponía.

- No quiero tu culo. Os lo dejo a vosotros. Decidme qué hacer y lo haré.

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24/03/2009, 17:06
Taylor Hawkins

Taylor debería sentirse contento. Más que eso: debería estar exhultante cuando las cosas habían dado un giro que colocaba a su hija en una posición que hace un minuto no podía siquiera soñar. Sin embargo su rostro sigue pálido. Sus movimientos, torpes. Y sus pensamientos, confusos.

-No hagas eso, ¿quieres?.- le suelta a Rewell de mala manera cuando deja de menearle el pelo. Se pasa una mano por los cabellos, "desautorizando el peinado", y chasquea la lengua. Algo no marcha bien. Algo en su interior...que le impide disfrutar del momento e incluso agradecer aquel gesto amistoso. Muy al contrario, lo paga con una mirada de asco difícil de describir.
En cualquier otro momento, incluso en los más duros, Hawkins le habría dado un abrazo a su amigo. Ahora siente ganas de pegarle una hostia. A él, al puto gilipollas viajero del tiempo, a la mamarracha de su madre y al carajaula del griego. Destrozar aquella casuca de niño bien y dejarla para que entrasen albañiles. Gritar hasta romperse la garganta...

...pero se contiene, y nadie sabe lo que le está costando. Taylor se muerde el labio y respira hondo. Ni así.

- Hagámoslo ya. Estoy harto de cháchara...

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24/03/2009, 19:06
John R. Dryden

-Ah... Claro... -respondí a Taylor, confuso por su carácter. No entendía sinceramente el por qué de su cabreo... No me cabía en la cabeza, directamente. Podía venir de la negativa que le di a lo de huir, pero había algo que fallaba en todo eso. Mierda... Luego tendría que hablarlo con él, quisiera o no. Bueno, mejor mañana. Hoy era un día duro, y después de que Dorian usara su poder me parecía que iba a ser imposible seguir en pie.

Entré en la habitación y cogí en brazos a Victoria, sacándola de ahí y entregándosela a su padre. Acto seguido me quité la camiseta que llevaba y miré a Dorian. -Ya que Tay va a ser quien te lleve al hotel a hablar con Isenhall, haz lo que tengas que hacer conmigo. Además él ya está bastante cansado por la visión como para que le quites más energía... -expliqué, sin intención de robar "protagonismo" a nadie, sino con todo el deseo de ayudar en lo posible.

-Te diré cuándo tienes que parar para no matarme, ¿de acuerdo? Empieza cuando quieras... Vamos allá, ¿eh, Vicky? -animé a la pequeña, sonriente. Sí... Vamos allá...

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24/03/2009, 20:19
Victoria Hawkins

Victoria se dejó llevar de un lado a otro estoicamente, observando a su padre a los ojos en cuanto estuvo en sus brazos. Quizás se parecía a él y era rencorosa... Quizás, también, fuera una niña esperanzada como su madre... La pobre no había tenido tiempo de demostrar cuáles eran sus cualidades, pero si algo pudiera expresar aquella desdichada criatura con los ojos, sería pena. Su padre se marchaba, no quería pasar tiempo con ella hasta que muriera, pero quizás era simple negación. Quiso comprenderle, pero también es verdad que había envidiado a Amber por, simplemente, levantarse y caminar hasta Jolene.

No obstante, Rewell había cumplido con su papel. Era un buen tipo, empezó a tenerle cariño desde que Amber le dijo que podía llamarle "tío", cosa que se avivó cuando éste lo aceptó y se consagró cuando se ofreció a darle parte de su propia vida.

Victoria debería sentirse contenta. Más que eso: debería estar exultante... Pero Taylor no lo estaba. Sólo le había visto así cuando María la vistió y peinó...

La niña hizo un esfuerzo por sonreír a Rewell, agradecida. El mero hecho de vivir le proporcionaba más oportunidades...

- Gra...cias..., tío... Rewell...

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25/03/2009, 15:09
[Dorian A.]

Miró con desdén hacia la chiquilla de aspecto demacrado. Le recordó a numerosas películas sobre muertos vivientes de Romero o cualquier otra bazofia similar. Nunca le gustaron, y estar frente a ella tampoco le apasionaba. Le indicó con su mano que se acercase hacia él lo suficiente como para pararla con su otra mano, más concretamente con la punta de uno de sus dedos. Tras eso se posicionó entre John y la chiquilla.

- No me encuentro bien del todo, y no sé cuánto debo hacer para... salvarla. Es eso lo que queréis hacer, salvarla a ella. ¿Verdad? -comenzó a decir con el montóno tono de siempre-. Te dejaré vacío, pero no te mataré.

Paladeó dispuesto a utilizar algo que había usado muy pocas veces, pero menos aún la opción de sustraer la vida de otro. Tan solo lo había usado con animales, con seres pequeños de energías limitadas. Isenhall jamás hubiese dejado que lo usase con otro tipo de víctimas. Quizá eso habría hecho que hubiese conocido demasiado el exterior... Por eso mismo se dispuso a experimentar, a probar nuevas... sensaciones, tomando a ambos sujetos como mascotas de estudio. Al fin y al cabo los humanos eran más resistentes a los animales. Podría ver cuánto podían aguantar.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d100
Motivo: Donación de vida
Dificultad: 84-
Resultado: 69 (Exito)

Tirada: 1d100
Motivo: Donación de vida
Dificultad: 84-
Resultado: 52 (Exito)

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25/03/2009, 15:32
Taylor Hawkins

Lo que podría ser un milagro, el tratamiento de choque definitivo, es visto ahora por Taylor con cierta...indiferencia. Contempla la escena sin dedicar gesto alguno de cariño, comprensión o ánimo...porque la mente se le vá a las noches eternas de L.A, a las gruppies haciendo cola para cepillárselo, al dinero, a las drogas, a las fiestas en las que se cerraban las cortinas y se requisaban los relojes, a los deportivos caros y rápidos, a los lameculos, a los directos salvajes...

Nada de Victoria, madre o hija. Nada. Y eso le irrita aún más. No le apetece dejarse las pocas fuerzas que tiene en el experimento: sólo agradecería que apareciese Emma con cuatro botellas de aquel vodka casero tan cojonudo. Y tirársela después.

¿Qué coño estás haciendo aquí, vaquero?. Estúpido gilipollas..., ¿es esto lo que quieres hacer con tu vida?. ¿Empeñarla en una...niña?. ¿Dónde está Taylor "Out of control" Hawkins?. ¿Dónde está el que se ríe del mundo y se caga en su puta madre?. Aquí no, tío. No lo veo por ningún jodido sitio...

- ¿Dura mucho esto?.- pregunta, sombrío y cansado...,consciente de que una rabia imparable crece y se lo come por dentro.

Notas de juego

O.K. Exultante sin h. Mensaje recibido. .__.

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25/03/2009, 22:23
Director

Rewell pareció cabecear en el proceso... La vida pasaba del uno a la otra como un hormigueo, un fogonazo lánguido, un torrente tranquilo de lava... El cuerpo de Dryden se resentía como si estuviesen drenándole sangre sin freno ni cuidado, mientras la niña dejaba el cuello laxo, con la barbilla sobre el pecho, la frente en el hombro de su padre, sufriendo alguna que otra convulsión y poniendo eventualmente los ojos en blanco.

Como si estuviesen borrando un maquillaje con mano invisible, las venas rotas en el rostro de la pequeña se iban borrando, y ella también parecía agotarse, incluso asfixiarse. Si no hubiese sido porque cada vez tenía mejor aspecto, cualquiera habría pensado que empeoraba.

Llegado a cierto punto, Milo temió por Rewell, que había palidecido y cuyos ojos se cerraban involuntariamente, invadido por un cansancio imposible de imaginar. Se puso en pié cojeando y justo cuando dos metros diez se venían desmayados al suelo, Notara puso la pierna mala como seguro por delante de la otra, cogiendo dolorosamente a John por debajo de las axilas y arrastrándole como pudo hasta la cama, sentándose en ella él también, cayendo igualmente rendido a continuación. Victoria se había quedado dormida también... Y aquello dejaba solos a Dorian y Taylor...

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25/03/2009, 23:04
[Dorian A.]

Dorian no respondió a Taylor, limitándose tan solo a mirarlo un par de segundos. Su mirada no expresó nada, pues cuando le observó lo hizo por inercia, y no por interés. Duraría lo que tenía que durar. Ni él mismo lo sabía, aunque el aspecto de la niña era evidentemente mejor por cada segundo que pasaba.

Sentía un hormigueo en la punta de sus dedos, sirviendo como puente entre el hombre adulto y la niña cadáver. No permitió que nada de la esencia de ambos entrase en él, pues no era esa su función. Pocas veces más volvería a usar sus habilidades de tal modo, tan solo cuando con ello pudiese salvar la vida de Amber. Amber, Amber, Amber. Tanto tiempo alejado de ella. Amber...

Ensimismado en sus pensamientos, no se percató del desmayo de Rewell hasta que dejó de tocarlo, limitándose a cerrar los puños y mirarlos nuevamente. Ahora él debía tener las respuestas. Ese era el trato, y un trato no se rompe. La palabra es lo que más vale en un hombre... Eso es lo que siempre decían.

- Ya lo he hecho. ¿Dónde está esa tal Alexandra?

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26/03/2009, 17:25
Taylor Hawkins

-No lo sé...

El pecho de Taylor oscila en una respiración dolorosamente rápida al comprobar in situ los efectos inmediatos del Milagro Balaguer: era tal como le habían contado e, invirtiendo los términos, como él mismo había sufrido. Cuando se trataba de ellos, de Balas y su hijo, el orden de los fáctores SÍ que altera el jodido producto. Por las buenas, donación o trasvase. Por la malas, drenaje.

Aquella era sólo una de las cosas por las que había que llevarse bien con Dorian.

-...pero puedo averiguarlo.

Hawkins esboza una sonrisa triste, quizá porque se sabe dominado por Ella. Aún ahora le gustaría alegrarse por la mejoría de Victoria, acunarla en sus sueños, besar su frente...Esos últimos sentimientos paternales se agarraban a él como una garrapata a un perro flaco, pero desaparecerían pronto. Era inevitable. Su voluntad no era rival para Ella.

-Te lo explico rápido y clarito para que lo entiendas: tengo visiones que me dejan hecho mierda.- y no había que ser médico para verificarlo. Tras la primera exposición, hacía escasos minutos, el cuerpo de Taylor parecía haber sido forzado a participar en cuatro episodios de "Gladiadores americanos".-Si vuelvo a hacerlo, caeré redondo...pero creo que sabes cómo reanimarme, ¿no?.

De nuevo, Hawkins estira el brazo para ofrecérselo a Little Balas. Aquella era la droga más bestialmente irresistible que había probado jamás...

-Tú mismo, colega...

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27/03/2009, 02:14
[Dorian A.]

- Quiero respuestas, y tú puedes conseguirlas. Hazlo ya. Yo me encargaré de que vuelvas a levantarte, eres útil.

Sinceras y escuetas, así fueron las palabras que el joven Dorian recitó antes de prestar nuevamente sus manos para que alguien rebuscase en su interior. Quizá debiera preguntar más, indagar sobre los posibles efectos o incluso sobre las consecuencias sobre su persona. No era necesario, eso le acercaría a Amber de un modo u otro.

Chasqueó la lengua una vez. Estaba reseca como la corteza de un árbol viejo. Su cuerpo había comenzado a manifestar cambios en los últimos minutos. Aquella misma mañana amanecía rodeado de paredes de hielo en un tiempo al que realmente pertenecía. Horas más tarde, delante de un desesperado y peculiar padre de familia capaz de visionar imágenes futuras. Quizá todo eso ahora fuese parte de una película y ni él mismo lo sabía.

- Alexandra es la llave para que recupere a Amber. Dime algo sobre ellas, por favor.

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28/03/2009, 15:44
Taylor Hawkins

-Modales...

Taylor alza las cejas y sonríe con una desagradable mueca. Las manos se acercan, pero no se tocan. Aún no. También se acercan las caras, porque Hawkins quiere escrutar a Dorian en la corta distancia...y ahí es donde una casi olvidada vena bisexual le distrae por un momento de lo que realmente importa.

-...No imagino a Isenhall dando lecciones de etiqueta.

El aliento de Taylor es el cénit absoluto de la pestilencia. Enemigo acérrimo de la pasta dentífrica y la higiene bucal, el rockero es dueño de varias caries donde la comida se almacena (after eight, como él dice...porque echa mano de esos "paluegos" como tentempié), se estanca y se pudre. Ese aliento a gloria bendita es lo que Little Balas está recibiendo como una macrohostia en toda la cara. Una puta hiena, vamos.

-No soy infalible, ¿sabes?. Creo que necesitaré de varios intentos. Podría aguantar...no sé...uno o dos viajes más antes de doblar el gorro, ¿me explico?.

Taylor se detiene en los detalles: la piel del joven, el cabello, los labios...

-Ten paciencia y...y piensa en un oso polar de ojos azules. Es broma. Ahora escúchame porque esto sí que vá en serio: si me ves chungo, chútame. Tarde o temprano lograré ver algo.

Y sin más, Taylor agarra la mano de Tarzán. Fuerte y sin rodeos. Demasiado ha dilatado ya el momento.

Bon voyage, vaquero...

- Tiradas (3)

Tirada: 1d100(-15)
Motivo: Precognición significativa (Lexy)
Resultado: 46(-15)=31

Tirada: 1d100(+15)
Motivo: Precognición significativa (Lexy)...again
Resultado: 31(+15)=46

Tirada: 1d100(+15)
Motivo: Precognición significativa (Lexy)...antes de caer doblado
Resultado: 100(+15)=115

Notas de juego

Dios...

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29/03/2009, 14:10
[Dorian A.]

- No eres capaz de imaginar nada sobre ella.

Dorian se deja hacer como si fuese un muñeco de trapo. Taylor tenía la clave para encontrar lo único que él necesitaba para no perder su cordura. Una cordura que no tenía ningún sentido vista desde fuera pues su vida era artificial, hueca y preparada desde su nacimiento.

Amber, Isenhall y el propio Dorian eran seres prácticamente perfectos, anatómicamente hablando. Por eso, cuando Taylor se acercó, Dorian apartó ligeramente el rostro, tanto por su aspecto como por su olor a gruta de algún tipo de animal. En ese momento sí encontró cierto parecido entre él y su supuesta hija, pero al menos ella no olía como si su cara estuviese siempre rebozada en queso pasado, alcohol de quemar y algún tipo de lubricante. Curiosos olores reunidos en una persona, le hicieron recordar cierta escena, aunque se vio obligado a desprenderse de ella, no fuese a interferir en las posibles visiones.

- Hazlo, yo te mantengo con vida.

Cerró sus ojos y abrió ligeramente los labios, como si eso fuese a permitir dejar salir algo de su interior. Durante todo el tiempo su mente viajó junto a Amber en los pasillos helados, en el refugio, en su prisión.

Cuando sintió que Taylor apartaba sus manos, Dorian abrió su ojos y lo tomó con una mano por la nuca y la otra la apoyó en su boca para comenzar el "proceso".

- ¡Despierta y dímelo!

- Tiradas (2)

Tirada: 1d100
Motivo: Donación de vida
Dificultad: 84-
Resultado: 37 (Exito)

Tirada: 1d100
Motivo: Donación de vida
Dificultad: 84-
Resultado: 28 (Exito)

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29/03/2009, 17:57
The Green Pharao

Un olor a sal poderoso picaba en las fosas nasales de Taylor, como si hubiese estado esnifando arena gruesa, mientras aquella humedad que calaba hasta el tuétano oprimía sus articulaciones, debilitándolas y entumeciéndolas, mezclándose con el pestilente olor del sudor y el aliento que provocaba un vaho nauseabundo con cada jadeo atragantado, probablemente, por una amigdalitis o algo de características igual de insanas y asfixiantes... Como si algunos clavos tensaran las cuerdas vocales creyéndolas cuerdas de guitarra...

El entorno recordaba a una ciudad fantasma, pero toda luz y cartel de neón brillaba para los visitantes. De todas partes salía el eco de una canción probablemente cantada por Dale, en las paredes se podían ver carteles al más puro estilo Pin-Up, con la salvedad de que también se encontraban hombres en aquellas obras, muy en contra de aquella tónica machista que se estilaba en la época...

Taylor se detuvo frente a aquel estancamiento de agua a los pies de la escalera, acuclillándose y llevándose las manos a la espalda. Algo de baba y mucosidad cayó desde su cara al agua, mientras con los ojos abiertos hasta casi salírsele de las cuencas, parecía intentar guardar silencio entre tos y tos. Vestía una camisa que quizás en su día fuera blanca, y unos pantalones de vestir que en la huída habían perdido parte del bajo. En los pies unos Martinelli negros, en perfecto estado.

Parecía mejorado físicamente: Su musculatura estaba algo más desarrollada, y aunque la barba seguía siendo salvaje y el pelo había crecido como bien quiso, asomaban más canas de las que deberían corresponderse con sus años. Las patas de gallo hacían surcos, las bolsas en los ojos eran tan exageradas que parecía que le hubiesen inyectado silicona para estar así. Tenía los labios llenos de llagas, los dedos escamados... Pero la piel brillaba como si le hubiesen untado en aceite, sin que la ropa se empapase más que en las axilas y el centro del pecho. El corazón iba a salirle por la boca.

Miró a un lado y a otro. Miró hacia atrás. Parecía una estación de trenes, pero sólo estaba ese estanque, y una enorme tela con un lema que hacía las veces de bienvenida...

Una voz aterciopelada, masculina, siseante y lastimera desafió a las leyes del eco y se manifestó hueca, casi sobre la erizada nuca de Taylor, provocándole el escalofrío que sólo el Miedo conoce...

- La verdad... -una mano fría se posaba en su hombro y le rozaba el cuello con el dedo. Aquella mano tenía unos dedos desproporcionadamente largos y finos, pero no fue un contacto hostil, sino suave y cabal- Me complace tu forma de actuar. ¡Te lo garantizo! Me resulta exótica y refrescante... ¿Tanto te gusta viajar, Taylor...?

Una figura recargada, surrealista y extraña se acuclillaba junto con Taylor, abrazándose las rodillas. Mientras la respiración del músico se repetía en aquella burbuja de sonido, en aquel enmascarado no había siquiera indicios de que el corazón le latiera. La voz de Dale parecía cantar a capella...

- Khandam está un poco lejos... No me apetece explicarte como a cuánto en un sistema de medidas más racional que el que conocéis. Hoy estoy cansado. Victoria lo conoce, conoce muchas cosas. Es muy lista. Pero... -aquella cabeza enmascarada se torció sobre su hombro- Tú, como elemento de poca fertilidad y valía genética, no mereces ser conservado. Me parecía una pérdida de tiempo matarte, en realidad... Y tu vida por motivos emotivos e intrínsecos motiva a nuestra Polly.

- Victoria... -un desafío, porque sí, con la voz rota por el terror.

- El nombre es irrelevante... -aquel tipo hablaba como si se estuviese muriendo, pero su forma de moverse delataba que estaba en perfecta forma... Quizás fuese perezoso, pero sabía moverse- ¿Es por la castración? Comprende: Con Victoria la mezcla genética fue positiva, pero con nuestras habitantes... ¿Cómo decírtelo? No saldría nada bueno, de verdad. Asimismo me molestaba sobremanera (aunque comprendía perfectamente) tu forma de observar a la faraona... -al faraón le gustaba tocar a la gente, era evidente: No había quitado la mano del hombro de Taylor, y cuando al fin lo hizo, fue para acariciarle el pelo de la nuca cariñosamente- Es que las mujeres tienen un número limitado de óvulos... Y los embarazos son una verdadera salvajada para sus cuerpos, aunque sean como aquí, que sólo deben contenerlos un par de semanas.

- Por mucho que lo quieras pintar bonito, Atreides, eres un sectario, un totalitarista, un caudillo y ante todo un endógamo cabrón... Lo único que te diferencia de los tejanos es que eres más guapo.

- ¡Me complace tu humor! -fue su única reacción. Ni una risa, ni una muestra de desagrado. Estiró un dedo de su mano libre y arañó el agua. Ésta formaba ondas triangulares, como quien hace rebotar guijarros para pasar el rato- Es que en toda civilización hay ciertas fases que hay que pasar. Me he ocupado, como sabes, del efecto genético y psicológico de la endogamia. George Bush no lo haría -¿un chiste? ¿eso era alguna forma de seguirle la broma a Hawkins?- Yo nunca he ocultado mi naturaleza, ¿verdad?

- ¿Y cómo le llamas a esa puta máscara?

- Me interpretas en favor de los comentarios que deseas hacer. Me es exótico.

Una leve presión en el cuello. Taylor se puso rígido, como si no quisiera moverse... Temía que con aquella característica parsimonia, el faraón empujase su cara hasta el peldaño, donde le destrozaría la cabeza de un solo golpe, como hiciera Art con Herkus... Pero entonces miró su estómago doblado. Una aguja sobresalía entre los pliegues de la camisa... Ni siquiera sintió cuando se la clavó...

- ¿Qué coño es ésto, Atreides...?

- Es "el antídoto". Lo preparé con una solución que hará que las partes útiles de tu cuerpo sean más nutritivas para el entorno en que quedará tu cadáver. Ha sido un placer.

Se puso en pie mientras Taylor no podía cambiar de postura. Incluso torció la cabeza para observar cómo el músico empezaba a sentir como si cientos de huevos de serpientes eclosionaran en sus entrañas y empezasen a serpentear, envenenar y devorar cada órgano. La piel tomó un aspecto graso y grumoso... Se desprendía y quedaba colgante, marcando con precisión el dibujo del músculo y las líneas del sebo. Las venas se veían casi con su color original y notaba que la nuez del cuello iba a descolgársele de un momento a otro...

Sólo podía emitir un sonido angustioso y débil mientras su cuerpo parecía descuartizarse sólo desde dentro... Sonidos gástricos, guturales, extra sístoles y un repentino espumarajeo en la boca, visión desenfocada y negrura intermitente fue lo que cerró la canción de Lantana...

El principio resonaba una y otra vez en los oídos de Taylor, como un vinilo atascado o un viejo transistor que recibe mal la señal:

Hello I'm your saviour...
Hello I'm your saviour...
Hello...

...Muerto.