Partida Rol por web

- Si lo dices por lo serio, siempre he sido así, desde que mi madre y yo nos fuimos a vivir con mi padre y mi hermanastro. Lo de la foto de la boda era sobre todo pose. Sé posar muy bien cuando creo que conviene - explica sin entusiasmo alguno - No creo que yo sirva para tener pareja. Estuve muchos años con Nicole, era la persona a la que más quería y nunca llegué a amarla.

-Vaya... Entonces creo que nos parecemos más de lo que creía... Asiento, sorprendido. Yo soy así desde que me internaron. Mi personalidad cambió totalmente a raíz de aquello... Aunque cada vez que hablaba con mis hermanos por teléfono mi forma de ser cambiaba completamente, es la única situación en la que lo hace... Bueno, y cuando me llega un golpe de ira... Es la emoción que más me cuesta controlar, la verdad. Y para ser totalmente sincero, no puedo controlarla, simplemente la mantengo a raya lo suficiente como para que no salga "aquello"...

Te observa con cierto destello en los ojos... ¿Envidia...?

- Qué envidia - confirma, devolviendo la vista al mar, para luego preguntar: - ¿Ocurrió algo malo en el internado?

-¿Envidia? No sé de qué, la verdad... Asumo, exhalando humo. ¿Ocurrió algo malo en el internado? Pues todo. Me metieron ahí porque mis padres no estaban contentos conmigo... Mis notas no eran las mejores, no era el niño más guapo, ni el más amable... Me metía constantemente en líos, porque a Jolene la molestaban mucho* y yo la defendía todo lo que podía... Así que decidieron que, ya que matarme hubiera sido muy mal visto socialmente, lo mejor era encerrarme. Ese sitio era como la cárcel. Intentan quitarte la personalidad, dejarte vacío... El resto de críos eran unos hijos de puta... Ahí las novatadas son todo el año, si eres nuevo, y se inventaban cosas como: "La habitación de los cristales", un cobertizo lleno de cristales rotos, en el que te encerraban totalmente a oscuras... Tenías que encontrar la llave para salir, claro. Así que cuando crecí un poco más y empecé a tener fuerza, ellos ni se me canteaban. Lo peor era que estaba aislado de la sociedad y de mis hermanos, y el único sentimiento que cabía ahí era el odio, así que supongo que esas cosas marcan...
Hablo lenta y pausadamente. Se nota que no estoy nada acostumbrado a soltar parrafadas semejantes...

- Qué monstruosidad... Hacerle eso a un hijo... - afirma, ésta vez con toda sinceridad y convencimiento en la voz. En breve su expresión se vuelve de nuevo nula - Mis padres en cambio me llevaron a los mejores colegios, saqué sobresalientes toda mi vida y siempre fuí el "guapo", tanto en casa como en clase... Hasta que a los catorce me convertí en "el raro". Mis padres siempre han sido tan excelentes como han sabido conmigo...

Me sorprende sentirme tan identificado con alguien tan diferente tanto físicamente como por historia. Por eso, aunque la curiosidad nunca ha sido un punto que me caracterice, me veo obligado a preguntar: -¿Qué ocurrió para que cambiases? Aunque, de hecho, descubro que no es curiosidad sino interés lo que me corroe ahora mismo.

Sven traga saliva, sus ojos se transforman en un espejo de horror por un momento...
Junta las manos, un tanto nervioso...

- Allen... Mi hermanastro... - concluye, sin dar un sólo dato más, mientras te fijas en que se pone completamente rígido y en que incluso al cruzar las manos éstas le tiemblan...

Entrecierro levemente los ojos, observando su reacción con sumo detenimiento. Era justo como pensaba, un suceso traumático... Y esta vez parece algo verdaderamente grave... Igual que me ocurre a mí, hay cosas que no puede ocultar... Alargo la mano y agarro su hombro, apretando ligeramente, dándole un poco de compañía. Mientras, asiento con un movimiento de cabeza.
-Tranquilo, Sven... No tienes por qué seguir... Intento sonar tranquilizador, aunque no se me de nada bien.
Pero caigo en la cuenta de algo... Ese Allen tuvo que hacer algo horrible, por cómo tiembla ahora Sven y por cómo hablaba de él cuando comentó sobre su muerte.
Y la relación continúa... Ese tío acabó estando con mi hermana y seguramente la violó y le hizo a su hija... Qué suerte tiene... Qué suerte tiene de estar muerto... Porque si nos hubiéramos encontrado cara a cara no hubiera sido rápido...

Al ponerle la mano en el hombro, notas que su reacción es mala, inmediata: Se sobresalta...
Intenta disimularlo quedándose al lado, pero su tensión es evidente... Igual que tu contienes la ira, él contiene el miedo... Un miedo que aún muerta la persona que se lo causó, sigue haciendo mella en su psique...

Aparto la mano y frunzo el ceño, extrañado. Nunca había visto algo así en nadie, por eso me sorprende sobremanera, pillándome por sorpresa, sin saber qué hacer. Desvío la vista hacia el horizonte de nuevo, echando una última calada al pitillo. Si pienso en cómo me siento cuando me invade la ira... Sí, es una sensación pegajosa... Te llena totalmente el cuerpo, inflándolo como un globo, de alguna manera extraña y retorcida, hasta que no puede inflarse más y, simplemente, sale. Es una sensación asquerosa. Si lo pienso con un sentimiento como el miedo... Bufff... Debe ser terrible, desde luego... Pasado un rato, que dejo a Sven para que se tranquilice, pregunto, más preocupado que de costumbre:
-Sven... ¿Estás bien?

- Estoy muy preocupado por nuestra sobrina... Y por tu hermana, en realidad... - contesta, sincero - Nunca he visto una chiquilla tan encantadora como Jolene. Cuando la ví, pensé en que ojalá fuera ella mi hermana y no Allen...

-¿Sí? No puedo evitar esbozar una sonrisa soñadora cuando menciona a Jolene y a nuestra sobrina. Hace mucho que no la veo, pero la he imaginado miles de veces, y guardo todas las fotos que han aparecido en las revistas... Y sí, desde luego es encantadora...
-Yo... Bueno, me siento muy orgulloso de que sea mi hermana... Aunque no haya podido estar con ella más que cuatro años de su vida... Suspiro, desviando la vista y sacando otro cigarrillo, algo nervioso... Nuestros padres hicieron muy bien su trabajo... Y lo habrán hecho todavía mejor si cuando me la encuentre me odia o, como poco, no se acuerda de mí...

- Siento decírtelo así, pero no esperes que te reconozca... - dice Sven, lanzando una bofetada de realismo al aire - Lo que debes hacer es trabar amistad con ella, antes de empezar a portarte como el hermano mayor. Puede que perdieras ese derecho desde el momento en que ella tuvo que recurrir a un programa de protección de testigos... Soy pediatra, trato a niños desde uno hasta catorce años... Era la edad que tenía Jolene cuando la ví, y estaba de cuatro meses...

Paso un dedo por la nariz, aún más nervioso, mientras mordisqueo mis pómulos desde el interior con las muelas. Nunca me había sentido tan nervioso... Y encima la furia vuelve otra vez a salir poco a poco... Me doy la vuelta y comienzo a caminar con paso rápido e intranquilo por la cubierta del barco.
-Hijo de puta... Algún día recibirá lo que merece, joder... -Digo, en alusión a mi padre. -Así que... ¿Qué me recomiendas? ¿Me presento como el hermano desaparecido o como Jack Greencoast, un mecánico de poca monta? Joder, no sé qué hacer... Échame una mano... Otra... Es acojonante, simplemente acojonante... En un tiempo récord he cogido confianza con este tío hasta el punto de llegar a mostrarle partes de mí que pensaba que no mostraría a nadie... Quizá es por el hecho de que es el tío de mi sobrina, igualmente... Quizá porque me siento muy identificado con él... No lo sé, pero es así... Y no se si me gusta o si me repugna esto.

- No le mientas o tendrá más motivos para olvidarte - dice sin entusiasmo - Ella ya es madre, y se ha quedado a la niña, así que seguramente no estará entre sus prioridades el reanudar la relación fraterna, habrá otras cosas relacionadas con la niña que le importen mucho más. Habla con tu hermano, siempre se los ha visto muy juntos en las revistas, él sabrá aconsejarte mejor que yo.

Alice está bien. Si te llama normalmente Falken, te llamaré así si no te importa.

- No, no me importa, hace mucho que no tengo compañía, así que sea como sea es un halago - dice de forma afable, para luego guardar silencio un momento y proseguir, con voz grave - Alice: No podemos entrar en un aeropuerto... Pero si viajar en barco... ¿Tienes alguna queja al respecto? Podemos ir en coche, pero imagínate el viaje... Y cuanto antes lleguemos a Estocolmo, menos avanzará la enfermedad... Hay un barco desde Newcastle hasta Stavenger, Noruega, serían dos días de viaje, y desde ahí hasta Estocolmo en coche son unas quince horas...

-Sí... Nada de mentiras... Nunca lo he hecho, y no voy a empezar a hacerlo con mi hermana... Me froto las manos, cada vez más nervioso. El posible reencuentro va a ser mucho peor de lo que siempre había imaginado, según parece. Sí, hablaré con Donovan... Además, a él también le debo todo el tiempo perdido. Me llevo ambas manos a la cara, inspirando fuerte. Bien... Vale... Al menos contigo creo que se sentirá bien, sobretodo si ya te conoce, y sé que tus intenciones son buenas.

Empieza a hacer un frío importante, o eso notas en Sven, que se arrebuja en su abrigo.

- No sé cómo encajaré en vuestra familia siendo como soy el hermano del maldito cerdo que violó a Jolene... - dice, ceñudo y afectado - Pero te aseguro que mis padres y yo estaremos encantados de ayudarla a ella y a la niña con lo que necesite... Espero que no juzgue el manzano por la fruta podrida...

-No creo que lo haga... De hecho creo que apreciará todas las molestias que te has tomado, y en cuando le expliques toda la situación sabrá apreciarte como te mereces... Comento, de forma natural y con sinceridad, pues así lo creo. Para mí mismo no guardo tantas esperanzas, por desgracia... pero eso ya es otro tema...
-Ah, y... De todos modos, gracias por todo, Sven, te estás portando muy bien... Reconozco, aunque me resulte difícil (mucho) agradecer algo a alguien.

Sorprendentemente, esboza lo que parece una leve sonrisa...

- Compartimos una sobrina, no una finca... Hay que hacer las navidades futuras lo más cómodas posibles - coge aire - Me esperaba algo mucho más difícil por parte del Dryden mayor. Debo decir que tu me has aceptado muy bien. Ha desaparecido esa envidia que tenía por que la pequeña tuviese otros tíos... Me tranquiliza que tu seas uno de ellos. Donovan... Ya veremos. Sinceramente y sin ofender: Parece un poco "play boy" - confiesa, sin inmutarse.