Partida Rol por web

La situación parecía estar bajo control gracias a Andrea, quien tal y como había pensado se había mostrado como un gran dialogante. Con un poco de suerte calmaría a Taylor, tal vez también a Madison, cuya faceta cabreada aún no conocía, y mande a la mierda a esos polis realmente. El problema, entonces, estaba básicamente, en el tipo gordo que tenía entre los brazos. Un enemigo desde luego no parecía... Poco le faltaba para mearse encima... Entonces, ¿quién coño era este pobre desgraciado?
Aún peor: ¿qué era ese sonido gorgoteante que venía desde mi habitación y por qué los gritos del gordito se habían disparado de pronto?

Isabella...

Suelto al asustado hombrecillo empujándole hacia el otro lado del pasillo, ordenándole silenciosamente que se marche tan rápido como pueda. Es un error: llamará a la policía... Pero sería mayor error mantenerle aquí con nosotros, pues no podría defenderse de un ataque como el que acaba de sufrir la canadiense. Sin pensarlo, me arrodillo rápidamente junto a ella, observando horrorizado las heridas provocadas por las cuchillas que han sido clavadas con crueldad en su cuello. Y no hace falta ser doctor en medicina para saber que no podrá sobrevivir. Tampoco soy capaz de restarle sufrimiento a lo que queda de su vida... Pero lo que sí puedo hacer es darle justa venganza...

Alzo lentamente la vista, ceñudo, taladrando a aquél que ha regresado de entre los muertos. No conocía suficiente a esta mujer, pero sí había una cosa clara: no merecía morir, y mucho menos así. Agacho de nuevo la vista, enfocando el suelo, sin comprender exactamente cómo puede estar ese chico ahí, en la ventana... Había muerto, le vi morir... Vi cómo arrancaban sus dientes de su boca... Y aún con todo está aquí. Intentó violar a mi hermana y ahora ha matado a Isabella... Demasiados crímenes para un solo hombre.

Me pongo en pie nuevamente, cada músculo del cuerpo tenso. Desabrocho la cremallera del mono del hotel y retiro la parte superior del mismo, dejándola colgando desde la espalda. Y lentamente vuelvo a mirar los ojos de ese maldito asesino que acaba de firmar su sentencia. O tal vez no... Tal vez sea inmortal o se regenere, y así también pueda mantener intacta mi alma mientras le machaco los huesos hasta el día del juicio...
-Thais... -mascullo entre dientes. Los ojos ahora han desaparecido, reemplazados por sendas llamas de color verde radioactivo-. Hijo de puta... Voy a acabar contigo...

Taylor buscaba un estimulante...y lo había encontrado en aquella nueva descarga de adrenalina. Lo bueno: agudizaba el instinto, tensaba los músculos y afilaba el cerebro. Lo malo: ver a una mujer hermosa degollada era de esas experiencias que llegan para quedarse, de las que dejan cicatriz.

De cualquier manera, la descarga estaba ahí (más efectiva que un tazón de café cortado con redbull y nieve en vez de azúcar)...como lo estaba aquello que aparecía por la ventana. No se había equivocado: los habían vendido... y, anclado en la moqueta, sabe que todo ese cúmulo de adrenalina no resultaba suficiente.

...Thais...?

Una de las piernas y los brazos de Isabella temblaban, empapando con sangre la moqueta del pasillo mientras palidecía y sus párpados se entornaban...
El gerente del hotel no hace sino marcharse corriendo, mientras Rewell se ha desprendido de la parte de arriba de su vestimenta, resuelto a convertirse en Emmerald Skull... Sin embargo parece que los únicos que han podido reaccionar a tiempo son aquellos que, sin saberlo o no, tienen relación directa con el agresor...

Salto por encima de Isabella en dirección a Thais mientras las llamas se extienden desde el interior hasta el exterior, quemando por completo todo salvo los huesos de color negro y lo que queda del mono del Ice Hotel. Una huesuda garra se dirige hacia el cuello del asesino con intención de agarrarle en una presa seguramente mortal, pero por desgracia el enemigo resulta ser demasiado ágil como para dejarse agarrar fácilmente.

Ni siquiera había dado tiempo a contestar a los policías cuando la voz de la jovencita canadiense me paralizó, me giré sin soltar aún al tipo que tenía agarrado, tragando saliva, cuando esperas ver a un monstruo peludo o algo así, tu mente suele estar más preparada, pero cuando esperas ver una hermosa e inocente joven convertida en algo que no sabría bien como definir, no sabes bien cómo reaccionar.

Mis manos comenzaron a soltar al muchacho, justo hasta el momento en el que aquel sonido hizo que me girara, Dios, ¡Isabella!, ¿qué cojones?, hay que ayudarla, hay que ayudarla, pero en mi mente sabía que era tarde, que estaba muerta, y entonces aquella espantosa figura, aquella presencia sacada de la pesadilla de algún esquizofrénico, jactándose de su culpabilidad, con un evidente deseo de no haber terminado aún su función.

Era curioso que no tuviera miedo, debería estar aterrorizado, pero el caso es que lo único que se me ocurre, lo único que pasa por mente, es protegerlos, terminar con la amenaza, promesas que me lastrarían, no importaba, lo hubiera hecho igual, siempre y cuando no se me permitiera pensar dando prioridad a la razón. Sin dudas, atravieso la habitación en la dirección en la que se encuentra ese engendro, con toda la rapidez y fuerza de la que soy capaz, ahora que se encuentra junto a la ventana, ni siquiera me he percatado de la figura llameante que se ha colocado junto a mí, aún no la he terminado de asimilar.

Aunque ha logrado esquivar el golpe de Rewell y las cargas de Andrea, aquel infectado sabe que no tiene mucho que hacer contra Emmerald Skull si éste le caza. Sonriente aprovecha el estar agachado para lanzar algunas de sus cuchillas contra Andrea, quien fuese el último en atacarle... No obstante la cuchilla pasa de largo, y el joven y enfermo Thais tiene otras prioridades...
Vuelve a lanzar con ambas manos cuchillas, ésta vez hacia otros objetivos y en el momento siguiente los dos policías se echan las manos al cuello, que se encuentra en el mismo estado que el de Isabella, quien ya se convulsiona tendida boca arriba sobre un charco de su propia sangre...
Un zumbido rasga la habitación, y otro peso cae al suelo... No se ve cuál desde ahí...

-TE CUBRIRÉ, LEX... FRÍELE LA PUTA CABEZA -mascullo mientras avanzo hasta la puerta de la habitación, colocándome en el marco para impedir que Thais entre en ella, pero dejando un pequeño hueco para que Lex pueda verle claramente. Este jodido asesino debe pagar por sus crímenes a toda costa... Y su número de víctimas hasta el momento ha aumentado a 4, al menos.

¿Pero qué cojones?, ¿qué era todo aquello?, apenas había tardado media hora y la situación se había vuelto caótica, el cuerpo de la rubia yacía en el suelo, desangrándose, y se oían sonidos extraños en las habitaciones, eso por no mencionar aquel hijo de puta que acaba de degollar a un tipo gordo que corría, había peligro, bien sabía cuál era mi lugar en estos casos, la triste y dura vida de una réplica, supongo que habrá tiempo de soñar con el día internacional del clon.

Dejo caer las bolsas de ropa, se movía rápido el cabrón, así que la sorpresa es la mejor de mis opciones, ¿un puto esqueleto en llamas?, ya no había tiempo para echarse atrás, de todas, formas, morir no es el principal de mis problemas.

Salido de algún del pasillo, cruzando con rapidez la distancia que me separaba del tipo vendado, consigo apresarlo con una fuerte carga, aferrándolo con fuerza entre mis brazos.

Al sentirse sujeto, Thais, conocido como I-Heart, emplea los puñados de cuchillas en sus enguantadas manos para estrujarlos entre él mismo y la zona genital de Andrea, de las siete cuchillas en cada una de sus manos, tres de ellas acaban clavándose en la carne del maltés...

El impacto es fuerte y ambos rodamos por el suelo, pero el mamonazo se mueve endiabladamente rápido, más de lo que esperaba, y entonces, un intenso dolor en una zona compleja, MUY COMPLEJA. El grito resuena por todo el maldito hotel, y se acabó el pensar, con una furia asesina, descargo mi cabeza contra la suya con toda la violencia de la que soy capaz, eso es lo último que recordaré.

El golpe es tremendo, la cabeza de Andrea impacta contra el rostro desfigurado del asesino, multiplicando la potencia del impacto y provocando un horrible sonido a hueso roto, manchando de sangre también la cara del maltés, que no satisfecho, lanza otro golpe que ya no tiene mucho sentido, pero cuando te intentan rebanar los huevos, no esperes una sonrisa como respuesta.

Tras lo cual se levanta, bueno, lo intenta, porque lo único que consigue es rodar agarrándose la zona dolorida, con el gesto contraído de puro dolor.

El tipo se mueve con mucha velocidad, esquivando los ataques con suma facilidad, la cuchilla pasa cerca, MUY CERCA, esto no es para mi, joder, no he peleado en mi puta vida, esto no es lo mío, pero una vez más, me muevo en la dirección del enemigo que acaba de matar a dos personas más.

Y aparezco por arte de magia, ya era hora, y parece todo un profesional de futbol americano, el esqueleto de fuego, Rewell, ¿qué Lex le fría el cerebro?, no, no, deja a la chica en paz y haz tu algo, y entonces sucede aquello, instintivamente me llevo mi mano a las partes nobles, me cago en la puta, como tiene que doler eso, aprieto los dientes, creo que nunca di gracias a Dios por mis poderes, este es un buen momento para hacerlo, GRACIAS DIOS MIO.

Pero parece que el golpe lo ha hecho reaccionar, joder, no me creía capaz de tanta violencia, aparto la mirada un poco, pero enseguida me muevo con rapidez cuando mi réplica rueda hacia un lado, debe estar sufriendo de lo lindo. Nada más llegar a su lado coloco una mano sobre él, haciéndolo desaparecer, espero que no tuviera nada importante que contarme, pero no es humano que te hagan esa herida.

Me incorporo, mirando el cuerpo inerte del hijo de puta, que te jodan cabronazo, escupo sobre él, que te jodan, el cuerpo de Isabella, sabían que veníamos, cabrones, Tenemos que salir de aquí, digo mirando a Rewell.

Adrián, ceñudo al ver que el combate ha acabado antes de la cuenta y Andrea ya no le agarra, estira el brazo para coger del tobillo a Madison y en ese instante ambos se funden con el suelo, como si éste se hubiese hecho líquido, dejando a Madison la sensación de que se cae...

La habitación es ahora la escena de un crimen terrible y violento, pero los policías, el gerente del hotel, I-Heart e Isabella sufren sus últimos espasmos nerviosos, tendidos sobre su propia sangre...

Parecía como estar en un ascensor, pero atravesando el suelo... Pudo ver las habitaciones vacías del hotel conforme bajaba, hasta que llegaron al garaje, donde cayeron haciéndose algo de daño en el coxis sobre los asientos de un Seat Alhambra. El muchacho, casi hiperventilando, se sacó unas llaves del bolsillo y arrancó el coche.

- Tranquila, guapa... Te sacaré de aquí... No nos van a encontrar ni con Rex, el puto perro policía - tragó saliva un par de veces y aseguró las manos sobre el volante - Joder... - no podía evitar pensar que estaba dejando a Lex atrás...

Nada más comenzar la salvaje matanza, Alex decidió contra su voluntad perder dos tonalidades de su color de piel. Las cuchillas atravesando la garganta, la sangre cayendo a borbotones de la pálida piel de la joven mujer... Era imposible ignorarla. La macabra imagen de Tarin quedaba impresa en su cerebro. Otra compañera muerta... Y ni eso: Se estaba ahogando en su propia sangre... Y peor que aquella escena era el verse incapaz de hacer algo por terminar con su sufrimiento. Una reacción rápida. Un ataque brutal pero veloz que acabaría con su ya condenada vida. Alex contemplaba su agonía sin parpadear, pero sin alcanzar a reunir el valor suficiente como para acabar con Isabella... Por piedad...

En vez de eso dió un par de pasos hacia atrás, con las piernas rígidas y temblorosas, quedándose a un lado de la canadiense viva. Se llevó una mano instintivamente a su cuello, mientras con la otra se tapaba la boca, que ahogó un grito... Los ojos enfocaban sin parpadear a Dryden y Scerri, quienes habían conseguido reaccionar al momento. Pero Lex no reunía valor para acercarse a la escena del pasillo. Ni siquiera le dió tiempo a obedecer a Rewell cuando Andrea II acababa con el malnacido después de semejante acometida... Supuestamente, la batalla había terminado.

Pero no se esperaba ni por asomo que el botones fuera a hacer lo que hizo... Ver a Madison traspasar el suelo conseguía devolverla a la acción, pero después de un triste amago de agarrarla antes de desaparecer, cayó al suelo de rodillas tras atravesarla, con la expresión desencajada del horror y la confusión...:

- ¡¡NO...!! ¡¡¡NOOO!!! ¡¡MADI!! ¡¡MAAADIII!! - gritó al borde de un ataque nervioso, golpeando el suelo con la rabia contenida - ¡¡¡Mierda...!!! ¡¡¡VUELVE AQUÍ, ME CAGOEN TODO!!!

Levantó la vista hacia el resto, apretando los dientes. Su rostro inmaculado lo decía todo, y el par de lágrimas que se escaparon de la tensión acentuaban su imagen... Ya no podían hacer nada por Isabella, ni por ella ni por el resto de víctimas de aquel carnaval de sangre... Si Taylor estaba en lo cierto, y ese muchacho pertenecía también a Gelus Vírica, ahora matarían a Madison.

Y como si esperase que el resto hiciera lo mismo, ella salió corriendo como un diablo de la habitación, tirando de la ropa de Andrea por el pasillo cuando pasó al lado suya, convencida para bajar a buscarla...

- ¡¡¡VAAAMOOOOS, JODEEER!!! - exclamó, esperando que salieran corriendo.

Mirando fijamente a Andrea, suéltalo de una vez, pero lo hace demasiado tarde, para cuando no lo sujeta yo ya estoy viendo, completamente paralizada y horrorizada, a la pobre Isabella. Aprieto los puños, bloqueada por los acontecimientos y con los pies anclados al suelo, levantando la vista a su asesino. ¿Qué es? Se parece a los enfermos del helicóptero, pero éste no da ninguna pena, más bien todo lo contrario, las prioridades han cambiado en cuestión de segundos…

Hijo de puta…. en mi mente se repite el eco de las palabras de Rewell, (es increíble las barbaridades que voy a seguir aprendiendo, pero son las únicas capaces de explicar lo que siento, “cáspita” quedó atrás, hace mucho.)

… el cuerpo no se mueve, no responde, ayudarles, usar lo que tengo, sé lo que debería hacer, lo que QUIERO hacer, pero ningún músculo me responde…. ¿Qué está pasando en ese pasillo?

Eso sí lo he oído…. Salir de aquí, bien dicho Andr….…. ¡¡Pero no sola!! Engullida de repente por el suelo, por Adrián, sin poder agarrarme a nada para evitarlo, fluyendo de la forma más rara de toda mi vida. Mientras atravesamos las plantas del hotel el pánico se apodera de mí, me separa de mis compañeros, de mi nueva vida… de…

QUÉ DOLOR. ¿Esto no va a acabar? Unos instantes tomando conciencia de nuevo, recuperando el aliento… y el maldito coche arranca mientras.. ¿Ni siquiera voy a tener un secuestro con furgoneta?...que imbécil eres….

¿Qué… qué haces? es evidente Madison… con voz cercana a la histeria continúo Para…. ¡¡PARA AHORA MISMO!! Dirijo mi mano derecha hacia la llave de contacto, para girarla en sentido contrario, poniendo la otra en el volante para evitar que siga conduciendo y que así tenga que bajar la velocidad. ¡¡Pararlo!!

Este cartagenero me cae realmente mal…

- ¡JODER! - pudo frenar a tiempo de darse un buen golpe y cerrar los seguros para evitar que Madison saliera - ¿¡Qué diablos haces!? ¿Quieres quedarte con el cabrón de arriba? Nena, te diré una cosa: Esa es la gente de Gelus Vírica. Todos esos cabrones de arriba, igual que el que estaba hecho trizas que se ha cargado a cuatro. No les importa matarse entre ellos si son de diferentes facciones, ¿lo pillas? No creas que tendrán mayor piedad por tí, por muy guapos que sean.

Parece que el muchacho no se enteraba demasiado bien de qué ocurría ahí... Pero la radio del coche parecía encenderse sola de pronto, y aunque distorsionada, sonó una voz:

- Ghost... Los criminales de China y Australia - una interferencia nubló la voz un poco - ...os de Gelus Virica. Son de la gente de Isenhall. El Faraón en persona al parecer ha tomado la de [...] sión de enviar a I-Heart. Vete cagando leches de ahí.

Cadaval frunció el ceño mirando a Madison...

- ¿Porqué coño mandan desde tan arriba a por éstos tíos...? ¿No estaban los de Isenhall con Gabriel?

- Por las niñas y el senegalés. ¿Lo has encontrado? También están en Rumanía...

- Creo que sé dónde encontrarle. Necesito tiempo.

- Olvida al jodido senegalés: El ejército está de camino a Cartagena, con esa mierda de detectores mutantes de Dirzas. Haz la maleta y vente a Barcelona echando hostias. Tienes un vuelo desde San Javier para dentro de dos horas. Date mucha prisa. Corto.