Partida Rol por web

Los cuatro cazadores siguen discutiendo, bueno, en realidad, tres porque hay uno que no abre la boca, sólo permanece al lado de la chica rubia y afirma con la cabeza de vez en cuando, cada vez que habla la muchacha. Te recuerda a Dii y a ti en el Arka, mucho antes de que acabarais ambos en la Skybox…

De repente, todos se callan de golpe y el hombretón negro habla, muy serio, con una voz muy cavernosa. Te lanza una mirada, en un determinado momento, que no te gusta, como si le hubieras hecho algo a él personalmente.

Tras acabar su breve discurso parece que hace caso a tu comentario acerca del niño porque se acerca y revisa sus heridas de nuevo. Le han puesto una especie de emplaste de lo que podrías calificar como mierda de vaca o algo así. Eso hasta tú sabes que no puede ser bueno, colega.

A la petición de voluntarios de Finn responden un par de chicos y una chica, la pelirroja del día anterior. Tiene más coraje de lo que parece la hippy abraza-árboles… Traen consigo una especie de capazos hechos de cordaje de raíces y lianas, no lo tenéis muy claro, pero parecen más o menos válidos para recoger “cosas”.

-Los hemos forrado por dentro con tela del paracaídas para impermeabilizarlos…- se disculpa unos de los chicos anónimos.

-También hemos cogido algunas de las botellas vacías de la lanzadera, por si encontramos agua esta vez- sonríe Anne-Marie.

Sean está situado al lado de dos chicos con cara de pocos amigos, armados con lanzas y a saber qué más. Parece que van a acompañar a Sean en su búsqueda de plantas medicinales. Ashley de repente asoma por detrás de la espalda de Scott.

-¿Me buscabas? ¿Se te han saltado ya los puntos, culo inquieto?- sonríe sarcásticamente –Y no soy tan bajita como para que no se me vea, ¡que lo sepas!- dice medio en serio medio en broma, porque no has visto que estaba al lado de Sean. Cosas que pasan.

-Y nunca me han llamado la mujer extraña de fuera, sinceramente- dice falsamente indignada, con media sonrisa. Está claro que no tiene ni idea de a qué o quién os estáis refiriendo.

-¡Eh menos cháchara! Que dolor de cabeza me estáis dando y aún no hemos ni salido, Renzo recuérdame, ¿porque estamos haciendo de canguros de esta panda de raritos?- pone cara de agobiado y de que como lo harteis mucho va a empezar a repartir ostias. No es un tipo muy cepado que digamos, pero os huele que la falta de músculos lo suple con mala leche.

-¿Porque la Doc está buena?- se encoge de hombros el chico hispano – ¿Porque Abel manda?- hace un segundo intento, con la misma indiferencia. Murphy hace un gesto con la mano de: “ahí la has dao”. El chaval de aspecto latino caribeño sonríe con cara de autosuficiencia como si estuviera en un concurso de la tele y hubiera ganado el bote del panel final. Parecen tener cierto colegueo entre ambos, como los dos típicos matones de clase. Sólo que éste, a diferencia de Murphy, es más corpulento y alto, aunque más simplón, probablemente.

-¡Venga niñitas, moved el culo, que hay prisa!- Murphy da unas palmadas de aviso para meteros prisa e iniciar la incursión al nuevo mundo.

Salís del campamento escoltados por los dos chicos reclutados por Sean, aún no sabéis muy bien cómo ni a qué “precio”. Pero tenéis vuestra seria duda de que sea por el amor profundo en sus corazoncitos de cabroncetes…

El bosque parece estar tranquilo, se oyen los sonidos de animales pequeños moviéndose entre los arbustos y por encima de vuestras cabezas, saltando de copa en copa de árbol. El día va a ser realmente soleado, aunque la temperatura de momento no es muy elevada. Ya se verá cómo se desarrolla la mañana… Pero lo importante es que no parece haber rastro de aquellos salvajes aunque nunca se sabe si pueden volver a aparecer.

Tristan no esta de humor y no es para menos, esta excursion nuestra cada vez va a peor. Cassandra sigue sin aparecer, Grey esta moribuendo y Tier... a saber donde coño esta Tier. No sin duda las cosas estan realmente jodidas. Sin poder evitarlo me llevo otra bola de hierbas a la boca cuando Tristan mira hacia el prisionero. Yo hago lo mismo clavando mi mirada sabiendo que la unica forma de hablar es intimidarlo o hacerle la suficiente cantidad de daño como para que hable, al menos asi lo hacemos con los nuestros pero ese chico es... diferente. Masticar las hierbas me tranquiliza, aun con los moratones y el movimiento maxilar estoy mejor. Joder ese maldito gemelo parece que tenga rocas en lugar de puños.

Suspiro cuando Tristan se va tras su amenaza a cuidar de Grey y mis ojos van a mi compañera mientras me encojo ligeramente de hombros. Le hablo en nuestro idioma, puesto que el chico no parece entenderlo. - Mejor ve tu, te conoce y quizas eso le relaje mas. Mi manera de conseguir informacion seria ir cortandole falange a falange hasta que hable. - Se me nota nervioso, mi mirada se desvia cada dos por tres hacia el chico que yace entre la vida y la muerte. Necesitamos... necesito que Cassandra salve a Grey. Mi mano pasa por el mago de mi cuchillo, acariciandolo lentamente. No puedo perder a Grey, no asi al menos, otro novato muerto no... eso seria demasiado incluso para mi. Mis dedos tocan el mango ahora, con pequeños movimientos, casi planteando ir alli y emepzar a hacer alguna salvajada si realmente sabe donde esta Cassandra.

Mi mirada vuelve a dirigirse al prisionero y despues vuelve a Clover. - Ve Clover, date prisa.

Miro a Tristan y asiento ante su decisión de dejar al chico con vida por ahora. Luego me giro hacia Khan, frunciendo el ceño ante sus instrucciones.

- Sí, seguro que prefiere hablar con la persona que llevó a su hermana hasta el sitio donde la mataron... - digo encogiéndome de hombros. - Pero bueno, si hace falta yo también sé cortar falanges - añado, pese a que todos en la banda me conocen lo suficiente como para saber que esa sería mi última opción.

Pese a todo, me levanto y me dirijo hacia el prisionero.

Escuchar a Clover no ayuda. Mierda, donde tienes la cabeza Khan. Deja de pensar en Grey, tienes que centrarte, sino lo haces entonces seguro que el chico no sobrevive. Cuando Clover pasa a mi lado, la detengo con un rapido movimiento de mi brazo, cogiendola por su biceps. Un largo suspiro escapa de entre mis labios. - Si, vale... ya me encargo yo. - Mierda, iba a tener que hacer acopio de serenidad y tranquilidad a raudales. - Pero estate cerca, solo por si acaso. - La tranquilidad, la paciencia es una de mis virtudes, al menos suele serlo... aunque claro tras todo lo ocurrido sin duda mi capacidad para aguantar gilipolleces ha menguado bastante. El hecho de que este chico lleve encima una cantidad superlativa de interrogantes no ayuda.

Necesito un buen descanso y una buena hembra como poco, pero no ahora. Ahora toca ser calamdo, tranquilo y sacarle la informacion a ese chico, sea quien coño sea. Retengo un poco mas a Clover, antes de darme la vuelta y acercarme. Supongo que entre la mujer que provoco la muerte de su hermana y un tio magullado a mas no poder por una puta pelea, sigo ganando yo en simpatia.

Niego con la cabeza hacia Khan cuando me levanto; después de todo, es mi prisionero, así que me corresponde a mí interrogarle. Sin embargo, agradezco cuando el gueerrero viene conmigo.

Me acerco haica Loki, que sigue maniatado a unos pasos de distancia del grupo. Mientras camino haica él miro a Grey e instintivamente mi mano se aferra a la empuñadura de mi cuchillo, el mismo con el que acabé con la vida de la pantera casi por pura casualidad.

Por fin llego junto al chico. A penas me había acercado a él desde que salimos de la cueva, tras comprobar que su acompañante no sobreviviría al ataque. Yu gonplei ste odon, había dicho cerrándole los ojos a la chica. Prácticamente fue la última vez que me acerqué a él, pues desde ese momento había dejado que fueran Shade y los otros quienes se encargaran del prisionero.

- Estábais fuera de vuestro territorio - le digo al muchacho a modo de explicación para que entienda por qué está aquí. Aún me cuesta hablar este idioma, así que lo hago con frases cortas. - Vosotros no eres de por aquí. ¿De dónde venir? ¿Por qué no hablas Trigedasleng? - digo refiriéndome a mi lengua en mi propio idioma.

Es evidente que no es esa la información que quiero obtener de él, pero tal vez me sirva para empezara a conocerle un poco mejor para seguir interrogándole. Con suerte nos dirá algo suficientemente interesante como para evitar que el resto de la banda decida acabar con él.

Cuando me fijo en los cuidados que recibe el niño casi prefiero no pensar en que no le harán a los prisioneros, porque supongo que eso es en lo que ahora me he convertido. La verdad es que tampoco me importa mucho. Miro al chico con pena, imaginándome que pronto seguirá la misma senda que Dii.

Es entonces cuando vuelvo a caer en mi variopinto grupo de captores. No parece que mi compañía les agrade lo más mínimo, tanto que por un momento hasta creo que me van a matar en el acto, pero en lugar de aquello la chica del arco empieza a dar síntomas de comunicación. Pero aquello solo hace que algo empiece a entrar en ebullición dentro de mi.

-¿Ahora quieres hablar?- Le pregunto si conseguir retener una carcajada, pero entonces toda la bilis que retengo dentro hace que estalle por fin.- ¡Podíamos haber hablado cuando mi hermana vivía! ¡¡Qué os den por culo a ti, a tu territorio y a toda tu puta familia de salvajes!!

Una verdad absoluta se adueñó de mi mente, si no fuera por esa chica, Dii ahora estaría viva. Forcejeé todo lo fuerte que pude, quería ahogarla, aunque me conformaba con golpearla de cualquier forma.

Dormir. Cómo me gustaría dormir, ni que fuera en el suelo. Los papeles que tengo en la mano no son nada alentadores y cada vez que los leo me dan ganas de dejarlo todo en las "capaces" manos de Abel. Por más que reviso los números, las cifras no van a cambiar por sí solas. ¿Cómo vamos a mantener a un centenar de personas con tan pocos suministros? Por si fuera poco, donde podemos conseguirlos hay criaturas primitivamente violentas al acecho.

"Estoy harto de gorilas que resuelven todo con los músculos".

Salgo del puesto de comandancia al empezar a notar movimiento fuera, mirándoles mientras todos actúan como si no les preocupase la falta de comida. Me froto los ojos y busco a Tara, preguntando por novedades en el campamento. Incluso después de repetir el recuento, parecía faltar gente. "Que fastidio".

Me acerco a Abel, sólo para preguntar... sin malas o dobles intenciones. Incluso trato de mantener una actitud amistosa, al fin y al cabo, no hay nada personal en todo esto:
- Si es el gorila número 1... Qué agradable verte de buena mañana. ¿Qué haces que no estás golpeando lo que se te ponga por delante? -Borro la sonrisa para hablar ya seriamente: - ¿Qué vas a hacer respecto a los tres desaparecidos? ¿Enviarás una partida a por ellos o los abandonarás?

Se apuntan algunos a lo más importante, buscar agua. No se dan cuenta el resto de que cada uno bebemos un litro al día, y si somos 100, son 100 litros, y eso como mínimo. Vamos a pasar sed. Y eso si encontramos... Mañana vendrán más. Sean también hace los cálculos. Siempre ha sido el más listo. Asiento a sus palabras cuando llego.

Sonrío a Anne Marie y a los otros dos. Bien por ellos. Porque vienen. 

Luego llega la otra chica. —Perdona, no te saludé ayer, soy Finn, te llamaré chica guapa y médica ahora, ¿vale? —digo tratando de mejorar la situación. 

Dos gilipollas comienzan a apresurarnos y a hacernos avanzar, pero yo me quedo cerca de Anne Mary. —Menos mal que habéis traído las botellas, podemos llenarlas y meterlas en los capazos esos. Nos va a hacer falta toda el agua que queramos encontrar.

Melany se ha quedado en el campamento... y me alegro, ahí fuera es peligroso, espero que se pegue bien a la agente, a la agente que tiene nombre pero que no puedo dejar de pensar en ella así, aunque le llame Valary. Así estará más segura. 

La misión empezaba a tener mejor pinta. Al menos éramos más y la mitad del grupo no escaparía abandonándome a mi suerte a la primera de cambio. Observé cómo la médico se ocupaba de las heridas de Scott, asintiendo. Estaba bien tener algo de ayuda, no me veía capaz de tratar a todo el campamento, sobre todo teniendo en cuenta que podríamos estar al borde de una guerra.

Pasé olímpicamente de los dos capullos y su actitud de chuloputas. No merecía la pena. Al menos si nos atacaban pararían algunos golpes con suerte. Dudaba que valieran para mucho más. Escuché a Finn y admiré su forma de relacionarse con los demás. Me sentía mucho más seguro con él en la misión.

Plantas medicinales... Plantas medicinales silvestres... Murmuré, mientras empezaba a buscar entre los árboles y demás matorrales. Traté de hacerlo rápido, no quería estar más tiempo del estrictamente necesario.

Me retiro un paso para evitar los golpes del chico y empiezo a desenvainar el cuchillo. Sin embargo interrumpo el gesto a la mitad, planteándome otra forma de encarar esto antes de que Khan intervenga con sus métodos no tan sutiles.

- Si os hubiera dejado allí estaríais muertos los dos - le digo con seriedad. - Él es mucho mejor guerrero que vosotros, y aún así casi no sobrevive - digo señalando con la cabeza al niño que está a su lado. Por lo que he visto desde la hoguera, parece que el extranjero se ha interesado por él.

Me agacho para ponerme a su altura, aún guardando las distancias.

- Tu hermana murió porque no prestamos la suficiente atención. Pudo caer ella, tú o yo misma... De cualquier forma, ahora su lucha ha terminado - repito, esta vez traduciendo las palabras que dije al comprobar que la chica no seguía con vida. - Pero te lo dije ayer, no dejes que tus sentimientos te impidan pensar. - Hodnes laik kwelnes, que literalmente, significa "el amor es una debilidad". - Tú estás aquí, pero aún no estás a salvo. Puedes contestarme o dejar que ellos te saquen la información - digo señalando a Khan. - Tú decides, pero Grey no tiene mucho tiempo - añado mirando al chico malherido. No creo necesario aclarar que, si muere, él le seguirá poco después, pero mi gente se encargará de que su partida sea mucho menos agradable.

Desde atras obsevo a Clover, mi espalda apoyada en un arbol desde donde puedo observar a mi hermana de banda y a mi discipulo. Uno cuya vida poco a poco se va, en la direccion del Dios Cazador. Ojala pudiera coger a este y darle un par de mamporros para darle a entender que aun no es su hora, no lo es... y no pienso permitirlo. Mi mirada cambia, mostrando algo parecido al cariño de un hermano mayor por uno pequeño cuando miro el cuerpo de Grey y como su cuerpo apenas se mueve por su respiracion, para luego volverse fria e inmisericorde cuando se clava en el prisionero.

Sus intentos de golpear a Clover no tienen respuesta por mi parte, se que ella puede cuidarse y si realmente llegara a tocarla perderia la mano, si no por mi, por ella. Escucho su conversacion, algunas palabras me cuesta seguirlas pero entiendo el mensaje que le da y las explicaciones tambien. Cuando me nombra de pasada, refiriendo a que le sacare el nombre a golpes, no hago gesto alguno, muchas veces la indiferencia, una mirada que apenas se percibe es mas peligrosa que un intento banal de intimidacion. Si no habla por las buenas dejara de ser algo o alguien y sera unicamente un trozo de carne... y eso no es recomendable... para nadie que quiera vivir entre los arboles.

Aun asi las ultimas palabras de Clover me hacen mirar de nuevo hacia Grey, ella tiene razon, necesitamos su informacion de una manera u otra... porque aunque lla no lo diga, se entiende que si Grey muere. Bueno, lo que le espera a el es de lejos mucho peor.

Scott alzó una ceja levemente ante el ceño fruncido de Sean, extrañado por la reacción, y le habría agradecido la respuesta con una sonrisa de no ser porque Finn le había llamado la atención con su pregunta. Pero antes de poder contestar, la médico aparece y contesta por ella misma, claro. Quizás le hubiese respondido el sarcasmo con otro de vuelta de no haber estado pensando en la extraña mujer de la que había hablado su amigo, cuya aparición se le hacía cada vez más onírica, como si por segundo que pasara se convenciera más de que no era en absoluto posible, o si el gilipollas de turno y su avispado secuaz no hubiesen interrumpido la escena.

De cualquier forma, se ponen en marcha, y si no fuese suficiente con que la perspectiva de un día asoleado le traiga mala espina a falta de agua, el movimiento de los animales tras el ataque del día anterior no le parece en absoluto confiable, por lo que procura mantener el ritmo del grupo en lo posible. Menos mal era solo una herida pasada de lanza en el abdomen y no una actual en la pierna, o en el pulmón. Solo por si acaso, se quedó cerca de la doc, no fuera a ser que efectivamente se le saltaran los puntos.

¿Que era lo que decías ayer de tardar en hacer nuevas excursiones? - bromea con la chica mientras busca agua o hierbas, a ver si podía relajarse un poco y dejar de leer cualquier cosa en los ruidos del bosque.

El interrogatorio no parece estar haciendo mucho efecto, el muchacho está demasiado afectado y cabreado con la muerte reciente de su hermana como para que vuestras amenazas le hagan efecto alguno. Es un suicida en potencia, la peor situación que se os podía plantear, porque no le importa vivir o morir, vais a tener que encontrar otros medios para “convencerle” de que os ayude de un modo u otro con el tema de Grey. Mientras, Grey parece tener cada vez más dificultades para respirar, ya ni siquiera está consciente. Tristan se mantiene vigilándole, en silencio, esperando a que hagáis vuestro trabajo. Shade se ha marchado a revisar las trampas para conejos que puso al amanecer, necesitáis comer algo en condiciones tras lo pasado el día anterior…

Enarca una ceja al oír tu voz y tus comentarios sarcásticos sin venir a cuento.

-Será porque no está tu cabeza de por medio- responde mordazmente el muchacho de piel oscura. Está tallando piedras dándoles forma de punta –¿No eras tú el líder Mr. Sindicato? Haz algo tú, yo estoy muy ocupado haciendo algo útil. ¿Qué excusa tienes tú?- te lanza una mirada directa de desafío. Los chicos y chicas que están tallando piedras y fabricando lanzas y hachas alzan la cabeza y se os quedan mirando a ambos. Están muy pendientes de lo que vas a responder…