Partida Rol por web

-¡Bienvenidos a la primera prueba, queridos alumnos!

La Directora McGonagall os da la bienvenida según vais entrando a un aula de tamaño moderado y con una decoración de lo más adusta. Las desnudas paredes de piedra sólo se interrumpen para dar paso a la luz de alguna ventana y el color de las vidrieras es la única decoración de la sala. En una esquina cerca de la puerta, junto a un armario, podéis observar un globo terráqueo desmontado, un puñado de pergaminos amontonados y un par de tapices polvorientos y arrugados, descansando abandonados sobre el suelo. Habían conseguido restaurar algunas zonas del castillo, pero la decoración era otra cosa. Sin embargo había algo curioso, pues pudisteis ver que sobre el escritorio de la profesora se encontraba un armadillo descansando perezosamente.

-Abrimos esta gran competición con Runas Antiguas. Serán tres pruebas, y en esta primera, deberéis utilizar todo vuestro ingenio y habilidad para resolver este Runoku. Los tres primeros en resolverlo ganarán las medallas de oro, plata y bronce, respectivamente. Sin más dilación... ¡adelante!

McGonagall hizo volar unos cuantos pergaminos hacia los pupitres y el armadillo se transformó rápidamente un reloj de arena que marcaba el tiempo límite de la prueba. 

Sonrío con suficiencia ante el desafío que nos presenta la directora McGonagall. Runas antiguas es una de las asignaturas en las que me siento más cómodo y mejor preparado.

Aún así, la prueba es demasiado difícil para que consiga superarla de cabeza, de modo que comienzo a garabatear apresuradamente estableciendo un patrón en el juego de runas a nuestra disposición y, a partir de él, infiriendo cuáles son las que deberían ocupar los espacios en blanco.

Me lleva más tiempo del esperado inicialmente pero cuando levanto la vista del emborronado pergamino tengo la agradable sensación de que mis rivales apenas han comenzado a vislumbrar la complejidad del ejercicio.

—No vemos fuera, Aaron —susurro a mi amigo cuando paso por su lado de camino a entregar el resultado de mi prueba—. Suerte, chaval.

Reconozco que la presentación estética de mi examen no está muy conseguida pero qué demonios. Soy el primero.

Acá la solución

Hola directora McGonalgall. Subo mi solución antes de rolear porque no me atrevo a empezar jaj

Cuando vi la lista de seleccionados de Hogwarts me sentí muy feliz, tanto así que no pude evitar abrazar fuertemente a Eileen.

Estamos dentro amiga, estamos dentro. Ahora manos a la obra, tenemos que ganar esas medallas para la escuela. ¿Qué crees que nos tengan preparados? ¿Quizá un antiguo ritual o desactivar una protección mágica? Espero que sea cualquier cosa menos Runoku. - digo esperanzado.

Sabes bien que ese tipo de cosas se me dan fatal. Jejejeje. Luego del espectáculo del comedor estoy lleno de energía y nada podrá desanimarme. - al menos eso pensaba hasta que McGonagall soltó aquella palabra que tan mal me sentaba.

Directora. ¿En serio Runoku? ¿No podemos simplemente traducir un antiguo texto perdido de la época de los druidas o recuperar un pergamino antiguo de la cueva de un dragón? - pregunto esperanzado hasta el momento en que McGonagall me entrega una pluma y un trozo de pergamino el cual miro un tanto deprimido.

Tras recibir mi pergamino, me acerco a Eileen.

Buena suerte amiga, aunque sé que no la necesitas. - digo antes de sentarme en mi lugar y empezar con el condenado ejercicio. Los chicos de Durmstrang no tardan mucho en entregar sus respuestas, yo me acelero con mi trabajo.

Oh cielos, esta runa no va aquí, pero si no va aquí entonces. Arghhh!!! todo de nuevo. - digo jalándome lo cabellos. 

Finalmente, tras casi media hora de trabajo, logró resolver el runoku y se lo entrego a McGonagall, esperando que alguno de mis predecesores se haya equivocado y yo estar en lo correcto para coger una medalla. 

Fue en la madrugada cuando Vitaly abrió los ojos para recibir otro día en el barco de Durmstrang; casi todos sus compañeros seguían durmiendo mientras él fue a ducharse como de costumbre, poniéndose el uniforme de Durmstrang a la vez que leía un libro que lo tenía encima de su hamaca, un libro de color carmesí cuya letra era ilegible para cualquiera que lo viese.

Caminó hacia la habitación el cual iba a darse la primera prueba; una sala modesta que se llenó de varios estudiantes, los cuales recibieron cada uno un pergamino para rellenar unas runas antiguas... Vitaly abrió los ojos al ver que la estructura de dicho acertijo se asemejaba a un juego muggle que solía jugar en su infancia en los periódicos y revistas de su país, los cuales contenían las mismas reglas para la correcta solución del acertijo pero sin la complejidad del lenguaje rúnico que se encontraba en el papiro. Vitali¿y agarró la pluma y en silencio rellenó la hoja de los signos.

Se levantó de su asiento y se lo entregó a McGonagall tras quince de trabajo; se retiró de la habitación con el mismo semblante, trayendo consigo una bolsa donde se encontraba algunos objetos de ocio. Entre ellos había un libro color carmesí que al abrirlo liberó un olor a azufre y rosas, una combinación que lo hizo estornudar. Con un pedazo carbón empezó a escribir en ella mientras esperaba que sus compañeros de equipo terminasen la competencia.

Aaron salió del barco con algunos de sus compañeros, camino a la primera prueba. La Directora McGonagall les esperaba en un aula del colegio, cuando todos tomaron asiento la profesora les explicó en que consistía la prueba de Runas Antiguas. ¿Un Runoku? se preguntó tras la breve pero concisa explicación de McGonagall.

Hace años que no hago uno de estos, pensaba cuando ante él aparecieron mágicamente los papeles y las plumas espero recordar como se hace. Hacía algún tiempo, cuando había cursado por primera vez una clase de Runas Antiguas era una de las primeras cosas que le había enseñado. No porque fuesen esencialmente fáciles, pues algunos podían tener una complicación extrema. Si no porque era una manera rápida de coger rapidez visual con las distintas runas.

Fuera como fuese, Aaron empezó enseguida a rellenar los diferentes huecos de aquella tabla. Su pluma se movía con gracia y agilidad. Hecho un vistazo al resto de contendientes algunos tenía cara de frustración pero otros de felicidad parecía que casi había acabado. El chico puso el turbo y empezó a darse más prisa. Cuando acabó le dio un rápido vistazo para repasarlo. Creía que estaba todo bien, se levantó y se acercó lo más rápido posible a entregar su prueba a la directora de Hogwarts.

Se había concentrado tanto en revisarlo que no se había fijado en cuantas personales se había levantado a entregarlo ya, pero creía que era uno de los primeros. Esperaba conseguir una medalla para Durmstrang y sobre todo para acercarse más a conseguir el premio.

Como de costumbre, Gabriel debía ir corriendo hacia el lugar donde se realizaba la primera prueba de Runas Antiguas. Siempre trataba de optimizar el tiempo en cualquier lugar para poder disfrutar de la compañía o del estudio y eso le conllevaba a tener que moverse rápidamente entre la gente y encontrar los caminos más rápidos y menos transitados del castillo, cosa difícil este año con tanto cambio arquitectónico debido a la terrible guerra.

Por culpa de uno de esos pasillos modificados llegó con un poco de demora al lugar y se sentó rápidamente para que la Directora McGonagall no se percatase mucho de su retraso, aunque sabía perfectamente que ya le había visto e incluso que posiblemente notase mi ausencia durante estos dos o tres minutos de retraso. 

Un Runoku era lo que tenía delante, no era más que una adaptación de un pasatiempos muggle al mundo mágico hecho con nueve Runas del Furthorc anglosajón. Que para el caso supongo que hubiese sido mejor usar nueve runas del Futhark antiguo o los nueve números, pero bueno, no es más que matemática y en Aritmancia ya hacemos bastante. Pensó Gabriel mientras sumergía la punta de pluma en la tinta morada.

Comenzó a hacerlo con suma facilidad, la dificultad era bastante sencilla y cuando se quiso dar cuenta ya estaba solucionado. Estaba tan concentrado que no sabía siquiera si alguien ya se había levantado y entregado el pergamino, pero se acercó a la directora y le sonrió entregándole el susodicho.

Aline se dirigió con un nudo en el estómago al aula donde iba a tener lugar la primera prueba. Cuando llegó, McGonagall los esperaba en la parte delantera de la clase. 

La directora les explicó las bases de la primera prueba. «¡Ojalá estuviese mi madre aquí!», pensó. A su madre le encantaban los sudokus, y de vez en cuando hacían algunos juntas.

Cuando terminó de resolverlo, algunos estudiantes ya habían entregado sus pergaminos. «No creo que quede entre los tres primeros, pero al menos lo he intentado».

Concentré todos mis esfuerzos en resolver el runoku. Había estudiado runas antiguas el año pasado aunque de poco me valía porque no estaban ordenadas, pero di facilmente con el patrón para resolverlo sin levantar la mirada del pergamino.

-Aquí tiene directora McGonagall-. Entregue el runoku y salí de la sala esperando encontrarme con Artemis.

Tras resolver el runoku me quede un rato por los alrededores de la sala rememorando el castillo cuando de pronto vi a Eileen salir del salón.

Eileen ¿Qué tal te fue? La verdad es que para mi fue un quebradero de cabeza. ¿Quieres dar un paseo por el lago? Necesito algo de aire fresco.

-Jajaja, pues me resultó bastante fácil-, miré a mi amigo a la cara y sonreí,-La verdad que un paseo por el lago me vendría genial, vamos. Artemis y yo pusimos rumbo al lago bajando el serpenteante camino.

Al ver que había gente que salía del aula se quedó dubitativo en el carácter de la prueba. Era imposible que fuese tan fácil ¿Es algún tipo de criba para eliminar a gente? ¿Harán la siguiente prueba de inmediato? Quizás me haya apresurado en entregarlo y hay algún tipo de mensaje oculto. Todas esas preguntas solían aparecer dentro de la mente de Gabriel justo al terminar cualquier examen.

Ante semejante inquietud no tuvo más remedio que alzar la mano sin perturbar la concentración del resto de compañeros esperando que la Directora McGonagall se percatase de su presencia y fuese para resolverle las dudas.

Mientras esperaba la presencia de la directora, que justo pocos cursos atrás había sido su profesora de Transformaciones, comenzó a recordar esos momentos en clase mientras ella enseñaba de manera estoica su asignatura, transfiguraciones inorgánicas, las orgánicas, incluso la introducción que recibieron sobre animagia eran clases que impartidas por ella eran sumamente interesantes, aunque si eras de fiestas y risas no era la clase indicada. Y ahora esa mujer es la directora, obviamente tenía que ser ella, sino de que iba a estar de subdirectora tantos años. Es la mujer indicada, aunque no entiendo porqué da ella la primera prueba, ¿No sería mejor que la impartiese...? Oh espera, ¿Dónde está la profesora Babbling? No la recuerdo haber visto, espero que no le haya pasado nada.

Elphie no había dormido bien aquella noche, las imágenes del destruido castillo le trajeron pesadillas de una guerra que no vivió. En el momento que el Señor Tenebroso golpeó Inglaterra ella aún estaba cursando sus estudios en Francia; aún así, su imaginación estuvo a la altura a la hora de crear vivas representaciones de la batalla. 

Cuando despertó, las negras sombras bajo sus ojos revelaban lo difícil que había sido la noche para la joven bruja. Tras aplicarse un poco de maquillaje, Elphie acudió al aula donde daría comienzo el Torneo de Magia de Hogwarts. Por una parte estaba un poco decepcionada al no ver dragones o vida marina entre las primeras pruebas, como le había tocado a Fleur Delacour; pero por otra, se emocionó porque sus horas de duro trabajo frente a los libros darían su recompensa ante una asignatura como Runas Antiguas.

El curioso armadillo dio comienzo a una prueba de dificultad moderada para la chica que empezó a escribir en cuanto el pergamino tocó su mesa. Un Runoku, que curioso, pensó la bruja mientras recordaba los montones de ejercicios parecidos que su profesora les ponía en clase. Era interesante ver cómo un ejercicio tan simple y complicado a la vez podía traspasar las fronteras que separaban las dos escuelas.

Al finalizar el examen y entregarle la respuesta a la directora del colegio, Elphie vio al chico que había gastado la broma de los dragones el día anterior fuera del aula. Iba a hablarle cuando justo salió su compañera de Hogwarts y ambos se escaparon por el pasillo. Mejor así, no conozco ni a mis compañeros de Beauxbatons como para empezar a hacer migas con los de la otra escuela.

El lago se veía simplemente hermoso, este lugar siempre me había gustado.

Oye Eileen gracias por lo de Bonnie, si no fuera por ti, quizá hasta ahora seguiría deprimido. Eres la mejor. - digo abrazándola mientraa arrojo una piedra al lago.

Cambiando de tema, ¿Cuál crees que sea la segunda prueba? Esto del torneo me tiene intrigado y el premio.... Bueno sólo digamos que es una locura que piensen en regalarle ese elixir. 

Nunca sale nada bueno de jugar con la muerte. Sólo se de alguien que le gano la partida, el propietario original de la capa de invisibilidad y no todos tienen la misma sabiduría. - digo con calma mientras miro el lago.