Partida Rol por web

- Su familia, es su punto debil, no podemos encontrar a su hija, de eso ya se a encargado el, pero si a su mujer-

No podia evitar mirarla a los ojos y perderme en ellos, esos ojos que siempre me hacia volver a la alegria, que tanto me gustaban, sentir sus labios pegados a los mios ya era mucho mas de lo que necesitaba, me habia dicho que no me dejaria y eso era lo mas importante, por que en el mundo ahora solo ella me importaba.

- Volvamos, seguro que ahora nos los encontramos con la oreja pegada a la puerta- trate de bromear ahora que por fin la situación estaba mejor.

 La miré con cara de pocos amigos:

 - A ver si lo he entendido, ¿tú plan es secuestrar a una mujer inocente, usarla como cebo y poder capturar así a su marido?. Prefiero el mío: Voy a buscar al músico, le hago hablar hasta poder adquirir su poder y luego lo uso para llamar a Bennet directo a mis brazos...

 Me dí la vuelta y fui a cumplir mi plan...

 - Ahora vuelvo... Pero tú y yo vamos a tener que hablar muy seriamente, señorita.

 Fuí a buscar a los músicos...

- Elle, sabes que James va a liarla... esto se nos va a escapar de las manos. - comenté. Si volvía a haber un combate entre gente con habilidades yo no tenía la intención de estar cerca para presenciarlo.

- Dejalo, no te preocupes no conseguira el poder de ese chico, aunque lo intente, no se a dado cuenta aun, pero se equivoca de objetivo, no es en el en quien tiene que fijarse, pero es mejor que se de cuenta solo, de todas formas mi plan no era secuestrar a la mujer de Bennet, solamente ir a verla y preguntarle por su marido, el vendria a por nosotros sin necesidad de hacer nada mas-

Emily y Anders salen de la habitación y se encuentran con James de frente.

James parece algo alterado, sin enbargo los otros 2 parecen felices y contentos.

 Tratando de calmarme, les saludo:

 - Hola, ¿va todo bien?. ¿Podríamos hablar un momento, por favor?.

- ¿No se tomaría Bennet como una agresión que fuesemos a ver a su mujer? - sonreí intentando quitarle hierro al asunto. - Bueno, aún así me parece mejor plan de lo que pensaba en un principio. ¿Cuánto tiempo crees que James tardará en dejar a los chicos en paz? -

- Supongo que en cuanto se de cuenta de que no conseguira nada por parte del chico, y si, se lo tomara como una agresion, pero eso hara que venga hasta nosotros y es James el que quiere verlo, asique no le pasara nada-

- Tienes razón. Además me preocupo demasiado. Bueno, creo que esto empieza a complicarse... No estoy acostumbrado, necesito desestresarme un poco. - miré a Elle. - ¿No te apetece desconectar? Podíamos ver una peli o algo así... no sé, ir al cine o a la bolera. Un poco de vida normal. Quizá a los chicos les anime y puedan desconectar también un rato. -

Me puse un poco seria al ver que algo pasaba, al menos, al ver que James estaba como un poco nervioso, así que simplemente le asentí, de manera tranquila, borrando aquella sonrisa que se me había quedado dibujada en la cara tras la charla con Anders.

Sabía que ahora sólo habría malas noticias y una tras otra, pero en el fondo, era más fuerte de lo que yo misma e reconocería, así que esperaba poder afrontar lo que fuera con una relativa calma.

- Claro. - Le respondí.

Una mirada a Anders después comencé a caminar de nuevo hacia la habitación en la que acabábamos de estar, esperando a ver qué era lo que James tenía que decir.

 Fuimos a una habitación en la que podíamos estar los tres solos y les respondí, de manera directa:

 - Veréis, no voy a mentiros ni a andaros con rodeos: La Compañía quiere raptar a la mujer de Bennet para atraerle a una trampa, pero yo me niego a meter a una mujer inocente en esto, pero la única alternativa que hay es que yo adquiera vuestro poder para usarlo para atraerlo yo mismo y que ella siga a salvo en su hogar. Se que no os hace gracias que yo lo tenga, pero es la única manera de que vosotros podáis retomar vuestra vida, sea la que sea la que queráis vivir... Porque él no parará de ir detrás de vosotros... Y si consigue echaros la mano encima, no querréis estar luego cara a cara con Sylar...

Las palabras de James eran poco alentadoras y sinceramente, no me creía ni la mitad de lo que me estaba diciendo, pues si algo había aprendido en menos de veinticuatro horas era que si alguien decía algo, seguramente estuviera mintiendo y todo sería aún peor. De todas formas, estaba viendo que aquello era como el pescado que se muerde la cola, unos buscando a los otros, que a su vez buscaban a un tercero, para que el tercero, fuera detrás de los primeros unos. Total, un lío que se resume en cazar o ser cazado.

Miré a Anders, sobretodo por la conversación que acabábamos de tener, pero luego me di cuenta de algo más, claro.

- ¿ Y por qué deberían después seguir teniéndonos vivos y en nómina si tú puedes hacer lo mismo que nosotros? No se trata de que cuanta menos gente haya a más toca cada uno... menos problemas?

 Les respondí con sinceridad y desparpajo:

 - Porque ellos saben lo que atenerse con vosotros, mientras yo soy demasiado impredecible para su gusto. Además, yo no pienso tocar para conseguir dinero para ellos, así que, en ese sentido, seguís siendo imprescindibles... Yo, en cambio, cuando me haya ocupado de Sylar, pienso ir por mi cuenta... Pero no te crees ni la mitad de lo que te estoy diciendo, ¿verdad?. Crees que estoy tratando de manipularte a ti y a tú simpático amigo...

O yo era demasiado expresiva o aquel chico parecía poder leer lo que sentía con bastante claridad, pues no era la primera vez que respondía a lo que me marcaban las sensaciones.

- ¿ Siempre lo aciertas todo? Yo que tú jugaría a la lotería o iría a un casino... - Era algo que desde luego podría dar mucha pasta. - Los jugadores profesionales de póker ganan una pasta... - No pude evitar ser un poco sarcástica, pero me resultaba un poco molesto parecer tan predecible.

- No es porque seas tú. Si me lo estuviera proponiendo cualquier otra persona hoy también desconfiaría. Ya sé que te he dicho antes que no te lo tomes a mal, pero te lo vuelvo a decir. No es agradable descubrir que nada a tu alrededor es lo que parece. - Menos mal que Anders sí lo era, porque sino ya ni siquiera tendría un clavo ardiendo al que agarrarme.

- Que mi simpático novio decida... - Miré a Anders esperando su reacción tanto por mis palabras como por las de James.

Les estaba escuchando aun que no queria hablar, por que sabia que eso solo conseguiria que el tuviera mas posibilidades de quedarse con nuestra habilidad y lo que era todavia peor, pasariamos a no ser necesarios para nada en absoluto, Emily tenia razon en eso, si tenia nuestro poder estabamos acados, pero ademas estaba la cuestión de que yo no se lo daria por anda del mundo, antes dejaria que me matase que darle mi habilidad aun hombre que robaba poderes.

- Lo siento pero no pienso hablarle ni dejar que consiga mi habilidad, y creo que ya emos estado aqui demasiado tiempo, volvamos con Elle- queria ser tajante e indicarle que no pensaba dejarle, ademas queria apremiar a Emily, tal vez junto a Elle, dejara de trarar de quedarse nuestra habilidad.

 Miré al chico, con una sonrisa bondadosa:

 - Me odias, ¿no es cierto?. Tienes los mismos temores que tu amiga, pero además prefieres morir a que yo consiga tu poder... Es una forma de pensar bastante lamentable, la verdad...