Partida Rol por web

 - ¿Llegasteis a leer el libro del doctor Suresh?. Te aseguro que os cambia la vida...

- Yo no he oído hablar de ese libro. Pero ahora entiendo por qué estás tan familiarizado con todo esto. A mí me resultaba raro que la gente asumiera lo de las habilidades con tanta normalidad... pero si llevas toda la vida estudiándolo, sabes de genética, y sigues los estudios de un profesor que trata de explicar todos estos fenómenos... pues veo comprensible que te resulte natural. - miro al resto de los presentes: - Pero normalmente la gente que tiene vidas normales y no sabe nada del tema suele reaccionar con temor ante la aparición de poderes como los nuestros. Es algo que no comprendemos, y eso asusta. -

 - Es comprensible, pero no hay por qué temerlos, forman parte de nosotros, como un brazo o una pierna. Las personas con habilidades son el siguiente paso en la escala evolutiva y debemos aceptarlo, para poder encontrar nuestro lugar en la vida de forma satisfactoria... ¿Como os va a vosotros con vuestra adaptación a vuestra nueva situación?. Aparte de peleas con otros tipos con habilidades o ser perseguidos por gafotas psicópatas...

- Jejeje... - sonrío a James. - A mí me iba genial hasta que fui al concierto. - me giro hacia Emily - No me interpretes mal, no fue culpa tuya, sólo que a partir de ahí sí que comenzaron las peleas contra tipos con habilidades, arriesgar la vida, esconderse, etc... Mi vida ha cambiado radicalmente, es un poco locura. - Me quedo pensativo unos instantes... - Aunque realmente prefiero esta vida a la que llevaba antes... siempre bajo la sombra de mi padre. Lo malo en mi caso es que no soy una persona anónima, así que no sé cuánto tiempo tardará en salpicarme un escándalo por todo esto... eso si mi padre no ha denunciado ya mi desaparición -

En ocasiones como ésta me preguntaba a mí mismo por qué no podría ser una persona normal, sin habilidades, ni famoso... alejarme del mundo... en fin.

 Solté una alegre carcajada al escucharle:

 - No me cabe duda que te iba de fábula, pudiendo causar orgasmos a las chicas con solo tocarlas...

No entendía demasiado de aquella conversación sobretodo porque ni entendía de lo que estaban hablando ni sabía quien era ese doctor que había escrito aquel libro.

- Yo me quedé en el instituto... - Pensé recordando que había dejado de estudiar para dedicarme a lo que en realidad me gustaba y quizás, porque la muerte de mi padre me había dejado sin muchas ganas de nada durante una temporada.

El muchacho se refirió al concierto como disculpándose y yo negué con la cabeza, pues no hacía falta que dijera nada, para mí aquel día tampoco fue un plato de gusto, al menos, hasta que llegué a mi casa.

- No te preocupes. Yo tampoco esperaba nada de lo que pasó antes de concierto. Saber que te han estado tomando el pelo durante tres meses no es una agradable noticia. - Lo único que habían tenido de buenos era que había estado con Anders prácticamente todos los días.

Por lo demás el resto de la conversación me quedaba bastante grande, aunque miré al chico sorprendida con aquello de los " orgasmos".

Ellos parecian disfrutar de sus habilidades, sobre todo el chico que copiaba poderes, y no me extrañanaba si podia copiar habilidades podia hacer cualquier cosa, el otro chico causaba orgasmos, eso era tal vez un poder extraño, de hecho el mas absurdo que yo habia escuchado en mi vida, nunca habia creido que eso fuera un poder, pero aun asi, no me gustaba la situacion, preferia que ellos se fueran y nos dejaran solos a Emily y a mi, aunque ella parecia mas o menos comoda con la situación.

- Por lo menos cumplimos tu sueño, el disco esta en el mercado y eso ya no podran quitarnoslo-

elle sale de la sala con el movil en la mano, no escuchais que dice.

 Después de que Elle se fuera, terminé de hacer la cena y la serví a la mesa:

 - Ir sirviéndoos, yo voy a avisar a Elle, si ya ha terminado de hablar por teléfono...

 Les dediqué una sonrisa, antes de salir de la sala.

 Busqué a Elle, intentando no hacer ruido, pero procurando que no pareciese que lo hacía a propósito, por si me descubría, para tratar de escuchar con quien hablaba y de qué... Necesitaba saber si era algo que podría interesarme.

 Manteniéndome quieto, pero adoptando una pose, para que, cuando ella saliera, pareciese que acabase de llegar, seguí escuchando lo que decía...

Me levanté y comencé a servir, empecé por el plato de James y luego el de Elle.

Luego ya me dirigí a Emily y Anders: - Decidme cuánto queréis - y me dejé a mí para el final.

Con un ojo seguía pendiente de las noticias y empecé a preguntarme con quién estaría hablando Elle y qué ocurriría.

En eso Anders tenía razón pues sí que había conseguido algo y era grabar al menos un disco. De todas maneras... ¿ Qué tiene eso de bonito si no se puede disfrutar? Ahora estábamos jodidos. Con todo lo que me había costado eludir mis ganas de cambiar mi residencia cada poco tiempo como me habían enseñado a hacer mis padres ahora tenía que dejar mi piso a la primera de cambio. Desde luego el cabrón el destino era un gracioso de mucho cuidado.

- En eso tienes razón. - Sonreí a Anders, porque me vino a la cabeza la noche anterior.

Elle salió a hablar y James, no tardó en ir tras ella.

- ¿ Son pareja? - Pregunté al hijo del actor. - O eso o el chico se ha encariñado de la rubia. - Bromeaba un poco tratando de quitar hierro a la situación, al asunto y a todo. Era mejor no pensar.

Me senté a la mesa claro, pues el olor a comida me hizo comenzar a salivar ya más de la cuenta y cuando Michael tampoco había echado demasiado le hice el gesto de que ya bastaba.

- Así es suficiente. Si eso luego repito. - Me gustaba conservar la línea pues llevaba tanto tiempo pegada a una guitarra y actuando que lo de cuidarme ya formaba parte de mi vida.

- Jeje, no tengo ni idea de si son pareja o no, pero creo que no. Ella es de trato un tanto... "difícil" aunque en el fondo es simpática. - respondí a Emily.

Aunque me moría de hambre acabé de servir y esperé a ver si James y Elle entraban, - Si queréis podéis ir empezando - comenté a Emily y Anders, después de todo lo que habían pasado seguro que se morían de hambra, no creía que fuera a importarles a los de fuera.