Partida Rol por web

La verdad es que el Ogro no aparenta todo lo que es, me parece a mi... pero es solo una conjetura.. no puedo decir mucho mas pues lo único que pudiera explicar ese tipo de muerte y por romper una lanza a favor del centauro, pero sin llegar a mas y solo por ver otras posibilidades, es que alguien con la suficiente fuerza hubiera usado el arco para incriminarla...
Pero solo es eso una conjetura, ni mas ni menos.

Escuché el argumento de aquel hombrecillo verde y simplemente me eché a reir:

-Jajajajajaja......curiosa manera de apartar sospechas de seres pequeños como artífices de tal cobardía, maese leprechaun. Sin duda algo es seguro, todos los que nos encontramos aquí somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario y no por ello debemos descartar a nadie tan a la ligera, aunque entiendo que vos querais disipar miradas furibundas hacia vos mismo, es algo inevitable en las criaturas que temen por su vida.-

Luego me acerqué de nuevo al cuerpo del centauro para examinar bien la causa de su muerte y sacar algún otro indicio de quién podría haber hecho tal cosa:

-Sin duda hasta ahora las muertes apuntan claramente a los usuarios de la ponzoña, la arquería y el fuego.....aunque los vientos suelen ser traicioneros en tierras hostiles, no podemos asegurar que estos hechos no sean otra cosa que una cortina de humo para encubrir algo más oscuro.-

Mantícora aciente ante los comentarios de Leprechaun - comparto contigo pequeño ser verde, el gordo ogro no se ha manifestado en todo el tiempo que hemos estado acá... Será mudo? para mi es sospechoso.

La serpiente en su forma gigantesca observó con detenimiento - Creo señores que olvidamos un hecho más, Atalanta es arquera y  tambien sirviente de Artemisa o Diana, cazadora de monstruos- la serpiente siseó con más fuerza - y tampoco ha pronunciado nada que le ayude a ganar nuestra confianza.

Giro mi rostro hacia el orco y la diosa, al escuchar las palabras de los presentes, -¿Podría ser eso verdad?, hay partícipes de este cónclave que aún no han mencionado palabra alguna, ¿Mantienen su silencio porque no les importan las vidas que acaban de ser arrebatadas?¿Son ellos los asesinos?-.

Me levanto lentamente y me acerco a los que han permanecido en silencio -Hablad por favor, ¿Sois vosotros los responsables de esto?, estoy segura de que si lo confesáis podremos solucionarlo sin derramar más sangre inocente-.

Atalanta suspiró con fuerza, mucho habían tardado en meterla en aquel cruce de acusaciones que no llevaba a ninguna parte pero lo que más le molestó fue la forma en la que Quetzalcoatl se refirió a su diosa: 

- Artemisa no es ninguna cazadora de monstruos, es la diosa de la caza sí, pero la que se hace con sabiduría manteniendo el equilibrio con la naturaleza y no solo eso, es la protectora de los animales salvajes, el terreno virgen, los nacimientos, la virginidad y las doncellas. Viniendo con alguien que se enfada con tanta facilidad cuando no respetan sus títulos esperaba que mostraras más respeto al referirte a otra diosa.

- Respecto a la flecha podrías haberte fijado en que la punta de mis flechas es mucho más estrecha que la que dispararon. Además, te recuerdo que en el primer cónclave un gnomo fue capaz de asesinar a un dragón, así que dudo mucho que podamos descubrir al asesino por su aspecto, o los poderes que aparenta tener. De una forma u otra te diré que la idea de ir acusando a uno tras otro solo sirve para hacerle un favor a aquellos que quieren matarnos. Yo por mi parte no acusaré a nadie salvo que me dé una buena razón para ello, prefiero hablar poco y pensar mis palabras a hablar constantemente escupiendo veneno en cada sílaba.

- Espero que otros sí que escuchen las palabras del Arcángel Azrael o de Edaith para que nos unamos ante la adversidad en vez de dejar que el temor y la desconfianza se extiendan entre nosotros.

El mágico arco ya había desaparecido hace tiempo de sus manos. Volvía a andar alrededor del cónclave, estudiando con sus hermosos ojos la barrera mágica que los encerraba. Sin detener sus armoniosos pasos y sin mirar a los demás, empezó a hablar con fría voz.

Algunos pedís que nos unamos y luchemos juntos para enfrentarnos a los traidores. Otros pedís venganza para el Minotauro y Bargas, y hasta tenéis la desfachatez de llamarme hermana.

Queridos, perdonadme, pero se me privó de la risa hace mucho tiempo, si no fuese así mis carcajadas se oirían a leguas de aquí. Vuestras vacías palabras solo es un espejo de vuestro miedo, y de vuestra debilidad. Vosotras, las llamadas criaturas benevolentes, no me vais a hacer creer que sois abanderadas de la justicia y honestidad. Y no hay en mí pena alguna por los caídos. Solo son dos posibilidades menos.

Se detuvo y lentamente tocó la barrera mágica con sus finos dedos.

Solo aquello que se arriesga a ir demasiado lejos; puede describir que tan lejos puede llegar.

Mirando a todos los presentes tras estar escuchando que tenían el resto su miras hacia aquellos que tenemos arcos, flechas y venenos, me menciono ante todos. 

Aquí todos nos miráis principalmente a los que tiene flechas, arcos y veneno, pero no olvidéis que dudo mucho que alguno diga la verdad. Lo más probable es mentir y acusar a otro, pero tampoco podemos olvidar que no tienen que ser el traidor o asesino uno de los que maneje uno de esos instrumentos.Porque puede haber sido otro robando una de estas a alguno o que tenga el y no lo sepamos...aquí todos pueden ser culpables no solo los que tenemos los instrumentos no os olvidéis...

Por primera vez, moví mis delicadas manos y aferré mi corazón.

La muerte había llegado a dos de los presentes y yo permanecía absorta pensando en la lujuría de la muerte:

El veneno, es algo que se encuentra facilmente... y un arco no es cosa dificil de buscar... creo que la descendiente de Quiron tiene razón en esto...

Me preocupa más... quien pueda destruir a un demonio a distancia sin dar señales de vida, o hacer caer al gran minotauro...

El arquero no ha tenido existo... por eso no le prestaré más atención...

Dije con voz fria y rota.

La luz del sol esta en su cenit… y toda la ciudadela estaba iluminada…

De repente… un gran remolino de viento se apresuro a levantar el polvo de las ruinas… Se centró en un único punto y elevo la arena hasta desaparecer en el cielo…

Cuando la torre de arena cayó desplomada una sonrisa amarilla volvió a brillar.

Cogió su chaqueta negra del suelo, y tras limpiarla se la colocó…

Había vuelto a la vida… sus miedos habían desaparecido y la dama de la guadaña no había podido con él esta vez…

Por primera vez las sonrisas volvieron a vuestro gesto… la esperanza teñía vuestra cara de nuevo…

Incluso la arena parecía estar viva… es más las arenas se arremolinaban y sus granos se desplazaban…. Poco tiempo pasó para que descubrierais  que no era la arena sino un ejército de escorpiones negros los que surgían del suelo…

Poco pudo hacer su víctima por esquivarlos… cuando quiso darse cuenta su gran porte se hallaba tendido sobre las ruinas y sus llamas se apagaron….

Sus garras tendidas en el suelo dejaban a la vista de todos que no hubo lucha… pues sus uñas aún estaban guardadas.

Ifrit había dado la mano a la dama oscura y ahora su vida ya no tenía cabida en su corazón…

Muertes, resurrecciones, incertidumbres y conspiraciones.
Achimallén tenia un terrible miedo, se movió entonces hacia la criatura mas dócil a sus ojos, y pegándose a sus piernas dio unos pequeños tironcitos para llamar la atención de aquella.
 

Tengo miedo…le dijo  a Edaith con una vocecita dulce…me ¿alzarías?

-Hm, asi que volviste a la vida, sospechoso, pero no indica nada.

...en principio no se si alegrarme de verte vivo de nuevo a la par que muere otro de los presentes.... esto parece un va y ven de almas inquietas en la noche de los difuntos... bueno veremos que pasa, mientras le doy una patada a uno de esos escorpiones despistaos que se me aproximaba con aviesas intenciones... quieres una cerveza humano Bargas?

-¡Ifrit ha mortuido, Bargas a revivido, todo es buenas noticias!-, exclamó el sombrerero, feliz.

-Saludos Bargas, ¿que tal te ha ido por el sepulcro? Me han comentado que allí se puede comprar pico de loro moro, ¿es cierto?- Preguntó con curiosidad. El pico de loro moro era dificil de conseguir en el mundo de los vivos, llevaba siglos intentando obtener un poco, sin éxito alguno. -Por cierto, ¡re-bienvenido a mi mundo!-

Sombrerero se dirigió hacia el cuerpo de la criatura de fuego. Se colocó de cuclillas junto a ella y sacando una lupa de su chaqueta comenzó a observarla. -Esta criatura esconde algo malo, quiero decir, escondía algo malo, estoy seguro. No desconfiéis de mi insania, porque los locos son los cuerdos y los cuerdos son los locos. Ahhh se me olvidaba; puedo revivir a esta criatura si queréis, aunque no lo aconsejo ya que el fuego solo trae caos y disrupción. ¿Lo revivo, lo revivo, lo revivooooo?- Preguntó a la multitud allí congregada.

La serpiente admiró la resurreción era obvió que el demonio sabía lso trucos para vencer a la muerte y no pudo por menos admirar lo esplendido del retorno al flujo de la vida, aunque el Ifrit hubiera fallecido - Tienes que enseñarme ese truco diablo del Xibalba, pare ser algo interesante.

Bargas con la cara seria, aunque complacido una vez mas en el mundo de los mortales, se quito un scorpion de la chaqueta antes de dar el primer paso hacia el resto de los congregados.
-Vaya vaya, parece que no habéis perdido el tiempo en mi ausencia.

-Querido Verde, decirme, porque es sospechoso mi regreso a la vida, acaso... ¿estorbo en vuestros planes? Decirnos tenéis... ¿Miedo?-Se relamio sus amarillentos dientes quitando rasco de cenizas y arena del purgatorio.

Continuo caminando para ver como alguien mostraba miedo hacia los sucedido, curioso que un pequeño como el, quien fue elegido para esta reunion se muestra tan sumiso y pida ayuda a otro ser que bien podría ser su enemigo.. aunque dicen que el subconsciente siempre te delata.

-No os confunda mi aspecto duende travieso, no soy humano soy Bargas el demonio del Miedo y siempre regreso.-Confeso al Leprechaun, quedándose de pie, observando lo que los demás habían echo en su ausencia. Ifrit era quien faltaba, su alma por la suya, supuso. La mejor elección, un traidor menos entre ellos.

-Agradecido Sombrerero, pero yo no e visto nada parecido, solo soledad y poco mas que algún arma desorientada así como un par de ojos vivos.-Respondió a su primera pregunta .-Déjalo en el infierno de donde vengo, el minotauro y quien este con el darán buena cuenta de el.-Le dio respuesta a la segunda.

Se coloco los gemelos de su chaqueta y giro la cabeza para observar al dios.
-Que clase de Demonio seria si mostrara todas mis cartas de una vez.

Sonreí a Shea, al ver que se deshacía de las pequeñas lágrimas que corrían por sus mejillas y se alzaba con fuerza y coraje...

- A pesar de tus intentos, míralos.....no dejan de discutir y de echarse la culpa, en vez de buscar soluciones...estrategias..-dije a Shea.

De la nada emergió un gran tornado de arena, levantado tierra por doquier, y como surgió se deshizo, ante nuestros ojos apareció Bargas. El silencio se hizo y algunas sonrisas se dejaron ver entre el grupo...

- No han podido con él.....no han podido con él- repetí susurrando en voz alta asombrada.

Tal expectación causó que no nos dimos cuenta que lo que realmente causó el tornado no era sino una gran multitud de escorpiones negros... demasiado tarde para actuar, demasiado tarde para salvar al ser que se descubría poco a poco al retirarse dichos seres inmundos de su cuerpo....Ifrit.

- ¿Cómo es posible? Ante nuestros ojos....no puede ser, esto es incomprensible...¿veis? mira lo que habéis conseguido con tanta discusión y tanta banalidad...perder el tiempo. Ya podréis ver con vuestros propios ojos que quienes  culpais de tales atrocidades....siguen ante vosotros... ¿Quién o Quienes son los causantes?-dije indignada

En mi estado de nerviosismo y enfado, no me dí cuenta que un pequeño ser me tiraba de mis ropas, cuando bajé la cabeza no pude evitar entristecerme al ver a Anchimallén mirándome con unos ojitos llenos de miedo e incomprensión ante lo sucedido.

- Tengo miedo, ¿me alzaríais?- me dijo-

- Pues claro, pequeño amigo- le dije ofreciéndole mis manos.

El diminuto ser, entrañable, dio un pequeño saltito hacia mis manos. Seguidamente lo alcé y lo dejé suavemente sobre mi hombro derecho.

- ¿Saldremos vivos de esta Anchimallén?- dije mirando como se hacía hueco entre mi hombro y mis cabellos.

Era sorpresa que volviera al a vida, de aquel modo. Y mas, que Ifrit, la gran criatura de fuego, cayera destruida....

No obstante, no dijo nada. Permaneció observando. Probablemente aquella criatura ahora poseería mas secretos que cuando se fue. No preguntó...Pero siguió con la mirada al demonio, atentamente.

El regreso de Bargas no traía más que incertidumbre... ¿Una vida por otra?...quizás estemos ante el traidor, su actitud, su arrogancia y su soberbia me repugnan y a la vez temo. Es imposible no darse cuenta que el comportamiento de Bargas y Medusa son similares. Es mejor estar alerta ante ellos -dije pensando entre mí.