Partida Rol por web

Kegan de devolvió la sonrisa.

- A sus órdenes pues capitana.

Respondió cuando le dijo que prefería que no parase y continuó besándole el cuello, sin evitar soltar una pequeña risa con el doble tirabuzón, quizá a otra persona le hubiese intimidado más, pero él estaba más que acostumbrado a volar. Lo único que logró es que durante el giro se agarrase más fuerte a ella.

Continuó dándole besos en el cuello y eso comenzó a encenderlo, así que empezó a acariciar más su cuerpo, acercándose a algunas partes más privadas de su cuerpo, pero sin llegar a tocar nada, a pesar de quedarse cerca. Estaba empezando a dejarse llevar por la pasión, sin saber muy bien que hacer, que tenía que hacer y que podía hacer.

La diversión estaba cambiando. Kegan continuó mimándola y después recorriendo su cuerpo. Era la primera vez que nadie recorría su cuerpo, tentando a la suerte en ciertos momentos. Estaba nerviosa de pronto, pero al mismo tiempo quería que Kegan no parase antes de tocar ciertas partes. Siempre le había admirado y querido. Le parecía el chico perfecto y aquella la noche perfecta. Aminoró, sin querer, la marcha sobre la escoba, notando algo duro pegado a ella. Sonrió para sí. Aquello le daba garantías de que atraía a Kegan.

- Al final me harás caer de la escoba.- le advirtió.

O aterrizar, darme la vuelta y comerte la boca.

Kegan paró unos segundos

- Eso sería peligroso -  dijo con una voz de preocupación pero con tono de broma - En realidad confío en tus habilidades demasiado para saber que eso no va a pasar.

Y tras eso continuó besándola, cambiando de vez en cuando el lado del cuello que besaba y continuando con las caricias sobre su cuerpo, acercándose cada vez más a algunas partes con incluso alguna caricia accidental a tales partes del cuerpo de la chica.

Música

Parecían estar bailando un tango sobre la escoba. Los movimientos a veces eran suaves, otras tantas bruscos debido a los movimientos de Kegan detrás de la chica. A veces Mía cerraba los ojos, levantaba el mentón y aguantaba un suspiro.

Descendieron bruscamente unos metros antes de volver a estabilizarse. La chica suspiró. Notaba a Kegan tan excitado como ella. La escoba viró en círculos, siguiendo el ritmo del tango imaginario.

Dejó de sujetar con una mano la escoba y la pasó hacia atrás y acarició entonces el bulto de Kegan que estaba pegado a la espalda de la Gryffindor. Primera vez que hacía eso, pero se dejaba llevar. Él a veces acariciaba su pecho, en ocasiones cierta parte de la entrepierna, ella también quería. Era una chica de acción. 

- También puedo jugar a eso, Kegan.

¿Quién tendría mayor autocontrol?

Sonrió, divertida ante la pregunta del chico. 

- Sois tan salvajes como siempre he dicho.- obviamente ahora no era un comentario despectivo, sino más bien al contrario. Miró el reloj- Debería irme antes de que lleguen tus compañeros. 

Se incorporó un poco y le besó en los labios. 

- Aprovecha para mirar todo lo que quieras.

Y dicho aquello empezó, con parsimonia, a recoger su ropa del suelo.

Kegan se puso tengo al notar la mano de Mia, pero no retrocedió, sino que lo disfrutó y comenzó a acariciar con más seguridad la entrepierna de la chica y se la acercó más, mientras continuaba besando con pasión el cuello y la chica a partes iguales y con la otra mano acariciaba los pechos de la chica.

Ni si quiera pudo responder a la chica, con el subidón ya solo se dejaba llevar por los instintos sin pensar y solo quería a Mia para él, quería besarla, acariciarla y... llegar hasta el final con ella.

Nota a Lucas un poco tenso y nervioso y no sabe decir por qué. ¿Será por no haber ganado el premio del baile? Tampoco es tan importante. Se lo han pasado bien y eso es lo que cuenta y ha aprendido a bailar... así que ya no le pisará más los pies cuando lo vuelvan a hace.

Al entrar en la sala común se encuentran una escena cuanto menos... perturbadora. ¿Qué hacen haciendo esas cosas ahí? ¡Les puede ver todo el mundo. Y parece que les da igual que los demás puedan verlos... Se queda bloqueada por un momento y luego les da la espalda para no mirarlos y menos, cuando Vilma se está vistiendo tras la manta y el otro en calconcillos.

-Sí... han ganado Ian y Will... -dice, nerviosa.

Mira a Lucas.

-Iré a por el abrigo.

Se escabulle hacia los dormitorios de las chicas.

Caliente, caliente... al final acabaron aterrizando de forma algo forzosa. Rodaron por el campo, cerca del puente de madera. Hacía frío, estaba a punto de nevar, pero ninguno de los dos lo notaba. 

La chica se lanzó, besándole con intensidad. No aguantaba más. Kegan había pasado la barrera y su autocontrol estaba bajo mínimos.

- Eres un pervertido, Porcher.

Pero sonrió y procedió a quitarle la camisa con ferocidad. Alguna chica podría estar nerviosa, tener miedo... Mía no era así. Se trataba de una Gryffindor en toda regla.

Kegan rodó con Mia por el campo y cuando esta comenzó a quitarle la camisa se dejó y le bajó la parte superior del vestido, para poder ver la parte superior de su cuerpo, todo sin parar de besarla con intensidad y continuar abrazándola.

Me reí yo también, divirtiéndome, y poniendo cara de ofendida cuándo dijo que no le superaba.

- ​¿Qué me dices de esto? - dije levantando las manos y uniéndolas sobre mi cabeza, para después dar lentamente una vuelta sobre mí misma mientras movía las caderas en círculos. Cuando hube dado la vuelta entera dejé car ambos brazos sobre Sean, pegándome a él. - ¿Mejor? -pregunté divertida.

Entonces dijo algo que me chocó. Eileen le había dado su consentimiento. CONSENTIMIENTO. ¿Pero quién creía que era, mi padre? Primero tratándome cómo a una damisela en apuros con Roy y ahora dandole su CONSENTIMIENTO a Sean. ¿En serio Eileen? ¡Pero qué se creía que era nuestra amistad, un contrato entre empresas!? Me sentía realmente ofendida. Yo nunca me habría tan siquiera planteado decirle algo así, y menos aún a su pareja. Si veía que estsba con alguna gilipollas se lo comentaría como una opinión propiay por no verla sufrir, o si me pedía consejo se lo daría... ¿Pero consentimiento?¿Y que quería decir eso de que nuestra amistad era más importante que lo demás? ¿Qué demás? ¿Sus celos? Sin duda había una parte de Eileen que sólo empezaba a conocer ahora y no me gustaba nada. Controladora, celosa y tratándome cómo si fuese débil y desvalida. Si creía que le iba a agradecer algo de eso se equivocaba enormemente.

- ¿Y cómo viajas tú normalmente? - le pregunté ignorando el tema de Eileen. Iba a disfrutar la noche y sobretodo las vacaciones. - ​¿Desaparición? ¿Polvos Flu?

Me incorporé apoyándome en mis codos y la miré sonriendo. La verdad es que entendía que quisiera irse pues a fin de cuentas no dejaba de ser una Slytherin en la sala común de Gryffindor.

-¿Ya te bates en retirada?. -dije sonriendo. -No pensaba que tuvieras tan poco aguante, guapa.

Me eché a reír por lo bajo y comencé a buscar mi ropa por el suelo para vestirme mientras no levantaba la mirada del cuerpo desnudo de Lilian. En un arrebato me acerce y comencé a recorrer su espalda con un mis dedos.

-Tienes un cuerpo increíble...

Sonrei de nuevo y seguí vistiéndome, estaba de buen humor.

Ambas mujeres abrieron los ojos de par en par ante la respuesta de Eileen. ¡Era evidente que Rosemary no se imaginaba algo así! La hizo echarse en la cama, rápidamente, y empezó a hacer pruebas de todo tipo para asegurarse de que Eileen se encontraba en buen estado después de lo sucedido.

Stana, por su parte, corrió hasta el lado de la chica. ¿Pero por qué estaban sucediendo esas cosas allí?

- ¿Quién ha sido?- Stana parecía realmente preocupada. Tanto, que había olvidado la vergüenza que le daba hablar con Eileen. O quizás es que ya lo había superado.- ¿A mí? Bueno...- corrí detrás de ti para saber si estabas bien, pero tropecé con estos tacones y me caí por las escaleras mientras subía hacia el séptimo piso- Un accidente. Los tacones, ya sabes...

El chico miró hacia otro lado también, para darle la mayor privacidad a Vilma, aunque dudaba que a ella le importara mucho eso. Y mientras respondía:

- Nos vamos a dar una vuelta. Aún queda gente en la pista, pero el concurso acabó.

Asintió ante las palabras de Tabatha, dejando que subiera a por el abrigo. No parecía dispuesta a quedarse en la sala común, desde luego. Bueno, la noche podía ir bien así, sin más.

- ¿Qué haréis en las vacaciones?

Henry:- Me quedaré en Hogwarts. Total, no puedo volver a Australia para luego regresar.

Lucas:- Yo me voy con Tabatha. Me invitó a una boda.

Ambos chicos se quedaron mirando a Vilma, expectantes a que participara en la conversación.

Observó sus movimientos, parando su baile momentáneamente, llevándose un brazo a la cabeza, sonriendo y viendo lo sexy que Emily le parecía de cualquier forma.

Cuando estuvo algo más cerca, se preparó para estrecharla entre sus brazos, a sabiendas de que esos movimientos tenían como objetivo el quedar pegados. Conocía muy bien a Emily. La sujetó con las manos mucho más abajo que en el Gran Comedor y la besó. Un corto beso que llevaba queriendo dar desde que empezase la noche:

- Mucho mejor.- aceptó.

Continuaron en aquella posición peligrosa. Ambos eran demasiado atrayentes como para permanecer así por mucho tiempo sin empezar a calentar el ambiente. 

- Aparición.- le respondió- prefiero moverme así. Es instantáneo, más limpio y algo peligroso.- le explicó. Los polvos flu eran para excepciones.- Así que te esperaré en las puertas de Hogwarts, ¿vale? Llegarás a casa en nada. A no ser que quieras desaparecerte sin mí...

Agradecí el beso que haía estado esperando toda la noche. Ahora, en los brazos de Sean, apenas nos movíamos. La música seguía sonando, y nosotros parecíamos estar bailando, aunque no encajaba para nada con lo que sonaba. Era un vaivén lento que parecía seguir una melodía que sólo debía estar en nuestras cabeza.

- Aparición.  - repetí asintiendo. - Por un momento pensé que me dirías que tenías una Harley Davison o algo así... - le dije con teatrera decepción. Me reí un poco y ladeé la cabeza - Por qué no iba a querer aparecerme contigo? Y no creía que fuésemos a pasar por mi casa, aunque no creo que haya nadie de todos modos. 

Sonrió ante lo de la moto. Lo cierto es que tenía una en el garaje de la casa de sus padres. Hacía muchísimo que no la cogía y quizás aún tendría que retocarla después de la última vez que intentó ponerle el añadido de que se volviera invisible cuando volara. Pero nunca había sido capaz de lograrlo y con el trabajo de auror ya no había vuelto a tener tiempo de trabajar en ello.

- Porque vamos a casa de tus padres.-  respondió sobre el por qué el tema del por qué de la aparición conjunta- Pensé que quizás te sentirías... incómoda. Aunque seré bueno y esperaré en un lugar poco visible. Además, tendrías que verles y comentarle en persona que te vas, ¿no?- ¿No habría nadie? Era curioso porque en casa de sus padres siempre había mínimo dos personas. Quizás Emily realmente fuera a disfrutar por primera vez las Navidades en compañía.- Pero tú les conoces mejor. Tú decides. Solo lo supuse.

Que horror, no quería estar tumbada en la cama como una enferma mientras la examinaban delante de Stana, la hacía sentirse expuesta, además, seguro que no era su mejor ángulo. Parpadeó mientras la enfermera Rosmary la toqueteaba con unas manos como témpanos, haciendo que clavara la mirada en el techo, evidentemente incómoda.

- Elliot - dijo con evidente rabia antes de puntualizar -, la nueva de Gryffindor. Está como una puta cabra. Perdón, señora. Y Wilson, sigues siendo un desastre - comentó en un intento de relajar su propia tensión, esbozando una rígida sonrisa.

A pesar de que no quería hablar sobre temas sensibles delante de la enfermera, lo cierto es que no creía que tuviera nada que ver con los ataques, por lo que terminó por hablar sobre Elliot, algo que le sorprendió muchísimo:

- ¿Elliot? ¿Quieres decir que... crees que es posible que... los otros tres... los otros tres que vinieron con ella estén involucrados?

Cierto que Aengus no era de Oceans, pero fue lo primero que le vino a la cabeza al identificar a Adriana como la loca que era en realidad. Y si había conseguido una cruciatus... bueno, Aengus se limitó al Imperius, que tampoco era moco de pavo pero sin duda menos doloroso - según se mirase-.

Rosemary exclamó un "¡¿A dónde vamos a llegar?!"

Me pillaba por sorpresa lo de pasar por casa de mis padres. No lo entendía a decir verdad, así que fruncí un poco el ceño aún sonriente. 

- Bueno... Les envié una carta de que no irá por Navidad, tanto a mipadre cómo a mí madre. - ni siquiera me había planteado lo de decirlo en persona. Siempre habían funcionado las cartas en mi familia. A Eileen también le parecía raro, pero a mí me parecía de lo más normal  comunicarnos así. Había crecido con ello. - Así que supongo que mi madre no tardará en subirse a un avión para celebrar la Navidad y Fin de año con su hermana en Nueva York. No me contestó porque no le gustan las lechuzas, o ningun animal en sí... Mi padre suele viajar mucho y trabajar aún más, y con la que está cayendo... así que excepto el día de Nochebuena, Navidad y Fin de año imagino que no estará en casa. O que se irá con mi madre, claro. - le expliqué cómo si fuese lo más normal del mundo. Jess y Marian una vez me habían mirado cómo a un alien explicando algo similar. Creo que lo que les expliqué aquella vez era que había pasado esas Navidades en una fiesta-reunión con colegas del trabajo de mi padre y Fin de año en una fiesta en Milán con diseñadores de moda y semejantes (fiesta que mi padre se perdió por algo urgente y sólo pude desearle feliz año nuevo la noche del 1 de enero). Ellas siempre lo celebraban en familia, decían, porque era un día demasiado especial para estar con desconocidos. Pero yo no recordaba realmente unas Navidades en mi casa cómo las que ellas describían, o cómo las que había pasado una vez con Eileen, así que para mí lo mío era lo normal. No es que me gustase más... Pero era lo que había. - Además, no me esperarían. Y no les gustan las cosas inesperadas... 

"Cómo tú."

"¿Qué quieres decir?"

"Que no creo que tu madre planease tener un bebé tan joven."

Tragué saliva ante esa obvia verdad en la que nunca había caído. Pero era absurdo... Mi madre me quería, claro que me quería. Tal vez no era tan efusiva cómo la de Eileen, y tal vez tenía que controlarme para agradarle a veces... Pero eso le pasaba a todo el mundo. Tenía que pasarle a todo el mundo...

- ¿Cuál era la segunda parada del plan del escape?

La verdad era que ella también se preguntaba si los otros estaban implicados. No podía dejar de pensar en Bella. Su amiga Bella. Necesitaba dar con ella, necesitaba quitarse aquella espina. Lo cuál ahora le dejaba un gran interrogante pendiendo sobre su cabeza. ¿Volvería o no volvería a Hogwarts? Necesitaba alejarse de Emily, volver a recobrar la perspectiva. Pero no podía dejar el colegio cuando todo parecía ir tan sumamente mal en su interior, dejando a las personas que quería solas ante los posibles peligros que estuvieran por venir, entre ellos Jeremy.

- No lo sé, Stana - ni siquiera se dio cuenta de que la llamaba por su nombre -. Puede. Aunque parece difícil. Hoy mismo el chico de Vilma - confundía a Henry y a Lucas por los nombres, nunca sabía cuál era cuál -, se ha puesto super celoso por una tontería. Dudo que eso se pueda fingir y no creo que tenga malas intenciones si está enamorado de Vilma. A no ser que quiera "convertirla" - acabó por decir, arrugando el ceño con preocupación -. Ag, yo que sé. Necesitamos saber más.