Partida Rol por web

Lo bueno del alcohol es que a la gente que suele faltarle arrojo para atreverse a hacer cosas le da valor y coraje, ese empujoncito que veces necesitamos. Lo malo... es que a veces te suelta la lengua de más.

Las pullitas iban y venían entre los chupitos y la verdad es que un ambiente así de divertido era de agradecer. Me sorprendió que Isaac confesara haberse liado con alguien de otra casa pues era alguien bastante cerrado. Que Ian y Williams lo supieran sólo hizo que mi curiosidad aumentara aún más.

-¿Con quién? No vale eso de tirar la piedra y esconder la mano. Decidnos quien es el talón de aquiles del hombre de hielo. -me eché a reír.

Que Meredith bebiera en todas las preguntas me divirtió en gran medida aunque saber que ella si que lo había hecho me dio un pequeña punzada de celos. Nada grave, pero en parte me molestaba. 

Como no quería cogerme una borrachera como un piano levanté la mano para que todos lo vieran. -A esto se le llama ahorrarse el beber un chupito. -me eché a reír y miré a Meredith. -Me gustas, Roja. -me eché a reír y bebí igualmente. -Esto ya es por vicio. 

Anwen se fijó un momento en Emily y Bella. Una quiere un poco de intimidad y parece que vaya a reunirse media Hogwarts aquí hoy. No parecía que su amiga tuviera buen aspecto, debía ver que le pasaba luego. Tras ese fugaz pensamiento, volvió a dirigir toda su atención al hombre que tenía delante. De hecho, pensó, no debía haberla apartado de él en ningún momento.

-Me halaga usted. Mi señor padre es un ejemplo a seguir aunque no sea fácil estar a su altura.- Anwen también hablaba con un tono cordial. Acercó a su interlocutor una bolsita que contenía...-Cinco galeones. Es lo esperado, si no estoy equivocada. Y le recuerdo que el éxito de los Rhys no viene de pagar más de lo que vale la mercancía.- Terminó en el mismo tono educado, y también frío.

La expresión de aquel hombre no varió ni un ápice a pesar de la frialdad de Anwen. Miró al bolsa, pero no se movió. Después miró a Anwen y exhibió una leve medio sonrisa que podría significar muchas cosas, todas ellas contradictorias entre sí.

Después sacó de su bolsillo una bolsita de cuero pequeña bien cerrada y la acercó, arrastrándola por la mesa, hasta la chica.

- Las plumas de Jobberknoll, señorita Rhys, valen eso e incluso más.- le comentó.- Dé también esto a su padre.- y le extendió un sobre cerrado- La próxima vez, será usted quien cobre y yo quien reciba.- Sacó varias monedas y las dejó encima de la mesa.- Un placer hacer negocios con usted, señorita Rhys.

Sin tener más que decir, se levantó, se colocó un sombrero en su cabeza y salió ante la mirada de los tres chicos en la barra, que hablaban de forma amistosa.

Anwen se fijó un momento en Emily y Bella. No parecía que su amiga tuviera buen aspecto, debía ver que le pasaba luego. Tras ese fugaz pensamiento, volvió a dirigir toda su atención al hombre que tenía delante. De hecho, pensó, no debía haberla apartado de él en ningún momento.

Emily llegó al lado de Anwen y Tower justo en el momento en que ésta hablaba.

-Me halaga usted. Mi señor padre es un ejemplo a seguir aunque no sea fácil estar a su altura.- Anwen también hablaba con un tono cordial. Acercó a su interlocutor una bolsita que contenía...-Cinco galeones. Es lo esperado, si no estoy equivocada. Y le recuerdo que el éxito de los Rhys no viene de pagar más de lo que vale la mercancía.- Terminó en el mismo tono educado, y también frío.

La expresión de aquel hombre no varió ni un ápice a pesar de la frialdad de Anwen. Miró al bolsa, pero no se movió. Después miró a Anwen y exhibió una leve medio sonrisa que podría significar muchas cosas, todas ellas contradictorias entre sí.

Después sacó de su bolsillo una bolsita de cuero pequeña bien cerrada y la acercó, arrastrándola por la mesa, hasta la chica.

- Las plumas de Jobberknoll, señorita Rhys, valen eso e incluso más.- le comentó.- Dé también esto a su padre.- y le extendió un sobre cerrado- La próxima vez, será usted quien cobre y yo quien reciba.- Sacó varias monedas y las dejó encima de la mesa.- Un placer hacer negocios con usted, señorita Rhys.

Sin tener más que decir, se levantó, se colocó un sombrero en su cabeza y salió ante la mirada de los tres chicos en la barra, que hablaban de forma amistosa.

La pelirroja reía ante la situación de Isaac. El pobre parecía estar pasándolo mal, pero los demás no paraban de insistir en contar aquel supuesto secreto. Meredith también quería saberlo, aunque no abrió la boca en ningún momento con respecto a aquel tema.

Y entonces Max llamó la atención de todos y ella puso los ojos en blanco mientras sonreía ante las ganas de llamar la atención de su mejor amigo. Lo que no se esperaban ninguno de los presentes era la confesión del Gryffindor. Teagan hizo un sonido de "uuuuuh", Isaac permaneció callado como siempre, Lilian abrió mucho los ojos atenta a lo que pudiera pasar, Ian bebió un poco incrédulo ante lo que estaba escuchando, Beth también estuvo atenta a la reacción de Meredith.

En cuanto a Meredith, bufó un poco y rió mientras se llenaba la copa nuevamente.

- Sí, claro. Tú también me gustas, Max- comentó. Claramente se le notaba que estaba de coña, tal y como pensaba que estaba el chico.

Katherine miró al espejo, que reflejaba mejor el aspecto de su amiga y no pudo evitar ser sincera.

- La verdad es que lo veo... demasiado. ¿Por qué no seleccionas uno más sencillo?

Lucas se acercó un poco pero no se asomó. Habló desde fuera para que le pudieran escuchar:

Lucas:- ¿Todo bien?

La confesión de Kegan sobre que aquella era su primera cita le hizo bajar la mirada y aunque podría haber pasado por un gesto de timidez lo cierto es que parecía como si de repente se sintiera un poco triste. Había respondido con un apenas audible "sí, la mía también" para dejar continuar al muchacho con las palabras sobre sus padres, prestando especial atención a la mención de su madre.

Fue entonces cuando le tocó el turno de responder sobre su familia, aunque no sin antes llevarse una sorpresa al escuchar lo que tenía que decir sobre Jeremy, algo que le sonsacó una sonrisa casi cariñosa que nunca vería su hermano.

- Es fácil para mí, mis padres han sido licántropos siempre y mi madre lo lleva bastante bien, lo ha convertido en su vida, ayuda a los que son como ella de todos los modos que puede. Mi padre lo lleva peor y creo que por eso la quiere tanto. Y nos adora a nosotros. Por eso es posible que no se perdone haber mordido a Jeremy - en aquel instante su expresión se apagó bastante pero no tardó en sacudir la cabeza y forzar una sonrisa -. Pero lo superará, seguro - sonrisa que se apagó momentos después para transformarse en una expresión nerviosa que la llevó a mirar a ambos lados -. Oye Kegan, ¿te apetece dar una vuelta? Quiero hablar contigo de un par de cosas en un lugar menos concurrido.

Mierda, mierda, mierda. ¿Le había estado alentando sin darse cuenta? Kegan parecía realmente nervioso y eso hacía que se sintiera fatal. ¡No tendría que haber dicho que era una cita! Ella se lo estaba tomando a broma y él parecía demasiado serio con aquello. Por suerte, estaba casi segura de que aún no sentía nada por ella, lo podría atajar a tiempo. Tendría que decírselo.

Iba a ser horrible.

La Voz me gritaba que me lanzase sbre Anwe y le rebuscase èn los bolsillos el veritaserm, que Anwen no se enteraría, per la verdad era que sólo lo hacía para llamar idiota a la rubia por que no se había dado cuenta de nada. Esperé pacientemente mientras escuchaba la conversación. ¿Qué clase de persona era ese tal Jimmy, vendiendo a escondidas cosas a adolescentes en n tugurio como éste? ¿En serio eran el ministro y la directora amigos suyos? Ahora entendí mejor lo que mi padre había dicho sobre el ministro al mencionar su nombre. 

Vi cómo intercambiaban algo que seguro era algun tipo de ingrediente, conociendo a Anwen, pero debería pe/nsar detenidamente para qué poción. En esos momentos estaba demasiado nerviosa para pensar en algo que no fuese nuestra fechoría. Maldita fuese, debería haber traido a Henry...Anoté mentalmente cada detalle, cada palabra del encuentro. Observé bien dónde guardaba Anwen las plumas: seguro que era el mismo sitio dónde guardaría el veritaserum, un lugar seguro.

Me moví ligeramente para dejar barra libre a Anwen en dirección a la mesa con su hermano. Debía esperar a que Bella empezase su maniobra de distracción para meterle mano a perfecta prefecta.

-El placer ha sido mio.- Comentó Anwen. Estaba un poco extrañada ante las palabras de ese hombre ¿tendría su padre algún encargo para ella? En cualquier caso se cuidó de no mostrar desconcierto ante él. Se guardó el sobre y la pequeña bolsa a buen recaudo en los bolsillos interiores de su túnica. Dejó las monedas entendiendo que era el pago por lo que había tomado.

Se dirigió entonces hacia donde estaban Aled, Alex y Bella. El prefecto debía de estar un poco molesto de que se les uniera tanta gente...y Anwen también, de hecho. Ya que no había podido ir con Henry, un paseo con Alex no hubiera estado mal...

-Ya he terminado.- Comentó simplemente.-Hola Bella ¿Qué te está pareciendo Hogsmeade? ¿Y qué le pasa a Emily?

-El placer ha sido mio.- Comentó Anwen. Estaba un poco extrañada ante las palabras de ese hombre ¿tendría su padre algún encargo para ella? En cualquier caso se guardó de no mostrar desconcierto ante él. Se guardó el sobre y la pequeña bola a buen recaudo en los bolsillos interiores de su túnica. Dejó las monedas entendiendo que era el pago por lo que había tomado.

Se dirigió entonces hacia donde estaban Aled, Alex y Bella. El prefecto debía de estar un poco molesto de que se les uniera tanta gente...y Anwen también, de hecho. Ya que no había podido ir con Henry, un paseo con Alex no hubiera estado mal...

-Ya he terminado.- Comentó simplemente.-Hola Bella ¿Qué te está pareciendo Hogsmeade? ¿Y qué le pasa a Emily?

Me costó mantener la compostura con la contestación de Meredith. No me esperaba que me tomara a broma, aunque pensándolo bien en parte era normal. Pero aún así... dolía. La verdad es que no sabía hasta que punto me gustaba pero si que me gustaba ya que yo no me liaba con alguien porque si. Y era algo más que mera atracción física.

-Pues entonces te voy a pedir para salir cuando salgamos de aquí. ¿Vale? -quería ver su reacción, ver cómo se tomaba que yo no bromeara tanto como ella pensaba.

Tragué saliva cuando Anwen pasó a mi lado. El momento de la verdad. Mi plan me parecía cada vez más absurdo. Se daría cuenta, claro que se daría cuenta. ¿Y si usaba un hechizo? No...todos lo verían, sería hasta peor. Miré a Bella. Anwen acababa de darle la excusa perfects para ser el centro de atención y distraer a todos a mi costa. Era ahora o o nunca. Esperaba que Bella fuese perspicaz y buena mentirosa, y si Anwen notaba algo nos salvase el culo a ambas. Cada vez veía más claro que robar no era la profesión de mi futuro, por mucho que a La Voz le divirtiese.

-Sí, sí... si no me queda ni bien... lo quiero más sencillo.

Está totalmente de acuerdo con Katherine. Lo habrá cogido por el color y en la percha no parecía un vestido tan pomposo. Debe tener algún conjuro para que al colgarlo se aplane, o algo, y no ocupe espacio.

-¡Todo bien! Vestido descartado antes de que vea la luz - dice desde dentro.

Mira los que quedan.

-Creo que de los otros, no hay ninguno que sea como éste. Menos mal. Voy a quitarme este y a continuar.

Sonríe. Espera a que Katherine vuelva con Lucas y se quita el vestido. Lo lanza a través de la cortina para que lo lleven a donde tenga que estar ya que ocupa mucho en el probador. Y la cosa comienza a ir más fluida. Parece que le toca el turno a los vestidos cortos después del horror que ha pasado con el espantoso vestido largo y pomposo.

La cosa parece ir bien hasta que se prueba uno de esos vestidos cortos que parecen diferentes en la percha. No es que sea como el primero, pero bueno... sale igual.

-¿Quién ha escogido éste? 

Mira a ambos. Sabe que también cabe la posibilidad de que haya sido ella misma. Katherine tiene demasiado buen gusto para escoger algo así, ¿no? Pero bueno, se lo toma bastante mejor que con el primero. Aunque no le queda nada bien la falta de tul que lleva la cosa esa.

-Bueno... espero que la cosa vuelva a su cauce...

Les mira como si quisiese matarlos, pero luego sonríe.

-Voooy a continuar...

Así que vuelve al cubil y se quita el vestido para continuar con los otros. Y aun le quedan un buen puñado... Espera no estar mucho más tiempo en ese lugar pequeño y casi cerrado con toneladas de ropa de colores.

La cosa parece de nuevo encaminada hacia vestido que le favorecen más o que son más monos, según ella.

Y de pronto...

 -Sé que éste no lo he elegido yo. Espero que estéis contentos.

No. Ese vestido queda totalmente descartado por mucho que le insistan. Y es que si le insisten con ése, es que quieren que vaya haciendo el ridículo a la boda de su prima. Es más un vestido de prosti que de boda.

 Con el siguiente vestido no hace ningún comentario. Es más, solo sale aleteando con la tela que tiene en el brazo y vuelve al interior del probador. Para hacer la gracia.

Los siguientes ya son más normales.

Escuchó atento lo que Eileen le contaba, y aunque tras escucharlo, quiso decir algo… no se le ocurrió nada que decir, así que simplemente la escuchó prestándole atención y asintiendo. Cuando de pronto, cuando le sugirió ir a otro lado a hablar en privado… Kegan se puso más nervioso y más viendo que ella también parecía haberse puesto nerviosa no ayudaba.

- Sí, claro - asintió Kegan y comenzó a incorporarse - Demos una vuelta.

Y se dispuso a ir con ella fuera del local a un lugar donde pudiesen estar solos.

Max no parecía enterarse bien del juego, bebía cuando le parecía. Aunque tampoco podías pedirle más a un gryffindor. Un tío majo, pero un gryffindor.

Le iba a explicar de nuevo las reglas del juego, cuando decidió que lo mejor era declararse.

Uyuyuyuyuyu dije en alto, mientras me reía. Se ponía divertida la cosa.

Meredith pareció tomárselo a broma, pero Max no parecía dispuesto a rendirse, continuó insistiendo.

Que poco romántico, Max. Como te va a tomar en serio si se lo dices un día de borrachera, delante de todo el equipo de quiddicth y algunos añadidos y de esa manera tan poco romántica? por no decir cutre. Empecé a reírme, en un estado normal no hubiera dicho nada, pero el alcohol me ayudaba a hablar más, incluso cuando no debía.

Bella, que hacía unos momentos estaba tan tranquila con los dos chicos, no pudo evitar bajar la cabeza cuando Anwen se dirigió a ella. Era la primera vez que aquella chica la miraba directamente y lo cierto es que imponía muchísimo.

- Hogsmead es muy bonito.- comentó. Para hablar de Emily se atrevió a mirarla a los ojos.- Emily... ya se sentía mal esta mañana y quería quedarse en el castillo, pero me empeñé en venir. Se está portando muy bien conmigo.- señaló a la zona de los baños, algo preocupada ahora.- Espero que esté bien... Yo...

Parecía que se había puesto nerviosa. Intentaba mirar a Anwen pero no era capaz. Los chicos bebían, curiosos.

- Lo siento, pero no aguanto más.- Y de pronto...

¡Se lanzó a Anwen y la besó! ¡La besó apasionadamente ante la mirada asombrada de Alex y Aled que ambos escupieron el sorbo de cerveza de mantequilla! Se le abalanzó tanto que casi le quita hasta el abrigo a la chica. Y después, de pronto, se apartó, aún más avergonzada.

- Emily me va a matar... le prometí que si me acompañaba no haría ninguna locura. Yo... ¡será mejor que vaya a ver cómo está!

Y salió corriendo hasta el baño, totalmente avergonzada.

Las cervezas ya estaban pagadas así que, apurando la suya de un trago, no tardó en levantarse junto al chico y salir al exterior, notando como la fría brisa que anunciaba el invierno la despejaba un tanto. al fin y al cabo, Las Tres Escobas estaba siempre abarrotado y eso se pagaba con un incremento considerable de la temperatura.

Se colocó el pelo detrás de las orejas y no tardó en iniciar aquel paseo, rumbo a alguna parte, invisibles entre la muchedumbre por el simple hecho de formar parte de ella.

Durante un par de minutos mantuvo la conversación casual hablando de las clases pero en cuanto el gentío se dispersó y se encontraron vagando por calles menos transitadas decidió sacar el tema. Los temas, a decir verdad. ¿Con cuál debía empezar? Ninguno sonaba bien. Pero quizás debería hablar primero del menos malos para Kegan y más malo para ella. De algún modo, si había algún orden a seguir, aquel debía ser el correcto, por más que no lo pareciera en exceso.

- Oye... - qué horror, aquello iba a ser un mal trago -...¿te...te gusta alguien, Kegan? Gustar en plan estar enamorado, quiero decir - se apresuró a añadir. Algo le decía que a Kegan le gustaban muchos "alguien".

Bella, que hacía unos momentos estaba tan tranquila con los dos chicos, no pudo evitar bajar la cabeza cuando Anwen se dirigió a ella. Era la primera vez que aquella chica la miraba directamente y lo cierto es que imponía muchísimo.

- Hogsmead es muy bonito.- comentó. Para hablar de Emily se atrevió a mirarla a los ojos.- Emily... ya se sentía mal esta mañana y quería quedarse en el castillo, pero me empeñé en venir. Se está portando muy bien conmigo.- señaló a la zona de los baños, algo preocupada ahora.- Espero que esté bien... Yo...

Parecía que se había puesto nerviosa. Intentaba mirar a Anwen pero no era capaz. Los chicos bebían, curiosos.

- Lo siento, pero no aguanto más.- Y de pronto...

¡Se lanzó a Anwen y la besó! ¡La besó apasionadamente ante la mirada asombrada de Alex y Aled que ambos escupieron el sorbo de cerveza de mantequilla! Se le abalanzó tanto que casi le quita hasta el abrigo a la chica. Y después, de pronto, se apartó, aún más avergonzada.

- Emily me va a matar... le prometí que si me acompañaba no haría ninguna locura. Yo... ¡será mejor que vaya a ver cómo está!

Y salió corriendo hasta el baño, totalmente avergonzada.