Partida Rol por web

Miguel observa como sus compañeros lanzan. Parece sencillo y aunque en clase de exploracion ha utilizado armas a distancia, nunca habia usado una honda asi que cualquier resultado era esperable.
Se acerca y recoge la honda la toquetea un poco como examinandola y cuando esta seguro de como utilizala cige una piedra y la coloca en el receptaculo que dijo el profesor.
Comienza a girar la honda y se enfrenta a una de las dianas. cuando ha considerado que ha alcanzado la velocidad suficiente suelta uno de los extremos.

La piedra de Eliam golpeó con fuerza el centro justo de la diana, haciendola temblar y dejando una pequeña marca con la forma del proyectil en ella, antes de mirar con una sonrisa de suficiencia a DM. Parecía que los tres chicos habían logrado impactar, pero esta vez había ganado él el asalto.

- Si, creo que entre los dos los filisteos hubieran durado más bien poco.

Miguel obedece al profesor Fizban y se acerca al despacho del profesor Rhade. Llama a la puerta y a continuación, casi sin esperar entra en el mismo:

-Profesor Rhade. El profesor Fizban me envía. Ha encontrado unos rastros en los terrenos del instituto. Estábamos explorando la zona para ver si podíamos encontrar algún rastro o pista que nos ayudase a saber qué pasó con Wesley. Parece ser que ha encontrado algo bastante extraño y me ha pedido que os informase. Quizá sea la primera pista para saber qué fue de Wesley.

Con una llamada rápida a la puerta, Gaunt entró en la sala. Sabía que faltaba poco para que empezase la clase, pero quería hablar una cosa con Rhade...si es que estaba allí.

- ¿Profesor Rhade? dijo, con un tono de voz bastante controlado. No sabía si algún compañero más habría decidido adelantarse también...

Poco hacía que entraba al campo, cuando uno de los estudiantes llega con paso apresurado, simplemente me giro hacia él y presto toda mi atención. –Algo extraño dices, está bien vamos a ver al Prof. Fizban- repentinamente entra otro de los estudiantes de mi curso, era Eliam y al parecer necesitaba algo, o tenía información también quizá.

-Si Eliam, dime que necesitas- dándole un espacio para que me responda añado a la conversación… -Necesito que te encargues de cualquier cosa aquí en el despacho y el campo, parece que Halyre necesita algunos documentos, lo que ella necesita esta en el primer cajón, dile que los revise y se ponga luego en contacto conmigo- de inmediato salgo del lugar con Miguel.

Hal llegó a la puerta del despacho de Telemachus Rhade aún vendada desde los pies hasta la rodilla y los nudillos a modo de protección, pantalones cortos negros de boxeo y el top deportivo rojo.

Llamó tres veces a la puerta y esperó con la espalda recta, pies en paralelo y las manos a la espalda sujetándose los antebrazos mirando al frente.

Al oir la puerta del despacho, Gaunt se levantó con rapidez desmedida. Llevaba más de cuarto de hora, solo y aburrido, sentado en el despacho sin una puta mierda que hacer. Aquello era una puñetera bomba de relojería que ni su profesor se percataba que había puesto a detonar.

Sus pasos resonaron fuertes y rápidos a traves de la puerta, que se abrió mostrando al chico, que se quedó mirando a Halyre con una expresión...¿severa?¿tensa?. Una cara sin muchas emociones, a decir verdad.

-¿Halyre Williams?-se veía que más que una comprobación, era una norma de protocolo. El profesor me ha dicho que le atendiese en lo que necesita. abrió la puerta, invitando a la chica a pasar, señalando la mesa del despacho al fondo.

Halyre dio un ligero toque con los talones antes de entrar con aire seguro al despacho de Telemachus donde por lo visto, había dejado a uno de sus alumnos al mando. El chico era ése con cara de perro que servía en la cafetería... dioses, Hal no había visto a alguien menos adecuado para un oficio de cara al público que Eliam Gaunt, pero no sería ella la que se quejara, el chico se manejaba bien y era lo que importaba.

-Cuánto tiempo Gaunt- saludó una vez dentro- tenía que pedirle al señor Rhade los impresos a rellenar para el uso de las instalaciones cuando vosotros no estéis en clase- explicó- y comentarle algo referente a la noche que el novato desapareció, si con eso pueden acceder a las grabaciones de los pasillos monitorizados por Deathmark-no era algo oficial, pero todo el mundo sabía que Deathmark tenía cámaras en todos y cada uno de los rincones del instituto, probablemente habitaciones incluídas, aunque nunca había pensado mucho en eso- puede que adelanten algo....

Hal se giró hacia Eliam esperando algún tipo de reacción en el hombre de hielo, cruzándose de brazos por debajo del pecho ya que al tener las manos desocupadas sentía cierta incomodidad.

- Pasa al fondo. Gaunt no se molestó en responder al saludo de Halyre con más que una inclinación de cabeza mientres le guiaba a la mesa del despacho.

Nunca le habían gustado los alumnos de combate, rambos que se creían que podían cumplir con la función de seguridad del centro solo por llevar semiautomáticas. Sin embargo, en su rostro no lo mostró por dos motivos. Uno, Halyre, pese a ser el perro faldero de Dragunov, era una mujer competente. Dos, Halyre podría partirle la crisma como quién parte un melón. Ella lo sabía, al igual que él sabía que no era tampoco del agrado de la chica (al menos demasiado), pero se toleraban mutuamente porque había gente muchísimo peor que ellos. No dejaban de ser dos ayudantes de cátedras competentes y sensatos. Asi que no hacían falta demasiados formalismos.

- Rhade dejó los impresos preparados, dijo, mientras abría el cajón del despacho y se los tendía a la chica. Si quieres rellenarlo aquí mismo- añadió, con un tono más amable- te paso un bolígrafo. Aunque sus maneras fueran disimuladas, se notaba que Eliam quería compañía, y si le estaba diciendo eso a Halyre Williams, es que era extrema necesidad. Y así mientras me comentas lo de las camaras para informar a Rhade en cuanto vuelva.

Halyre se inclinó sobre la mesa sujetando con una mano el bolígrafo y con la otra apoyada sobre una de las esquinas de los formularios que más tarde habría de sellar Dragunov y , posteriormente, Rhade.

-La noche en que el novato desapareció había alguien rondando por los pasillos de la residencia, ¿no los oístes?-levantó la mirada sinceramente sorprendida, siempre había dado por hecho que pese a la extraña tensión que sentían los alumnos de Rhade porque la dirección les confiaba tareas de guardaespaldas o seguratas de centro comercial mientras que a Combate les metían en su terreno, la percepción sensorial y el instinto de éstos estaría más desarrollado que el de ella, que sólo había sido instruída enfocándose en una cosa: mata mucho y antes de que te maten.- antes de que me digas nada, no, no eran babosos ni zorritas pernoctando. Creí que estaba medio dormida y ví a un anciano de espaldas con una linterna al final del pasillo. En ese momento pensé que sería uno de los profesores...pero no tiene sentido que ellos estuvieran rondado por ahí.

- La noche en el que novato desapareció estaba en la fiesta y no volví hasta más bien tarde. Supongo que eso me pasa por intentar cumplir convenciones sociales...aunque la frase podría sonar irónica, el tono de Gaunt dejaba claro que iba bien en serio. Es más, la tensión inicial había desaparecido, y ahora la voz del chico solo reflejaba la curiosidad propia de un detective. Ese no era su despacho pero cualquiera que no lo supiera pensaría que estaba hablando con el dedicado Jefe de Seguridad Eliam Gaunt: en su salsa, incapaz de aguantarse por averiguar más.

Se recolocó en la silla, cruzando los brazos, mientras pensaba en las palabras de la chica.

- Hay profesores que no fueron a la fiesta, pero la mayoría paso por allí. Además, no tendría mucho sentido que estuviesen en la zona de estudiantes...su vista se perdió en el techo, concentrado, antes de volver a mirar a la chica inquisitivo. ¿Un anciano con una linterna, dices?* Mi habitación esta justo al final del pasillo y desde ahí no se va a ninguna parte salvo que retrocedas a las escaleras. añadió, recalcando la obviedad. Ni se llega de ninguna parte salvo por el mismo sitio. Así que estaría buscando algo en ese sitio concreto...¿Como lo viste, al entrar a tu cuarto, de reojo...?

Hal enarcó las cejas sorprendida de nuevo.

-¿En la fiesta? ¿Viendo los rituales de cortejo desesperados de siempre?-comentó como si hablara de ver un documental sobre caimanes en un pantano. Terminó de rellenar los formularios y los apiló todos dando con el canto de las hojas unos golpecitos sobre la mesa.

-No, no entraron en los cuartos... no al mío, desde luego, pero oí ruidos en el pasillo, y las horas que eran si hubiera sido algun... "ente" del instituo iría bastante tocado y haciendo bastante ruído...supongo que me dormí mentalizada a escuchar esos ruídos y el oír algo que se salía de ese parámetro me inquietó despertándome... o simplemente me desperté y dio la casualidad... el caso es que abrí la puerta con cuidado y  el haz de luz de la linterna pasó por delante de la rendija de la puerta en dirección a las escaleras... estaba todo a oscuras y sólo pude advertir que era... anciano por el reflejo de la luz  recortando la silueta.

Guardó silencio esperando escuchar la opinión de Gaunt, que parecía muchísimo más relajado, como si estuviera en su territorio (Que de hecho lo estaba desde el principio).

Gaunt suspiró con resignación ante la mirada de Hal. La chica seguro que siguió aporreando a su jefe, pero para el resto del universo el mundo había quedado colapsado con la puñetera fiesta de bienvenida. Incluido él, para su desagracia.

- Sinceramente, todo el mundo con el que podía entablar conversación o hacer algo de provecho estaba en ella o desaparecido...Se encogió de hombros ante las palabras de Hal. Opinaba igual que ella. Pero algunos novatos parece que ya han empezado el celo. dijo, antes de sonreir con suficiencia. No era algo que le importase, especialmente en el momento de la conversación en la que estaban, pero era un comentario más.

Halyre era una chica lista, y era inutil repetir y aplaudir su capacidad de razocinio eliminando la posibilidad de que fuese un alumno. La desaparición de Wesley había llamado la atención de Gaunt desde el principio, pero  ahora sabía que sería dificil quitarsela de la cabeza.

- ¿El no reaccionó cuando abriste la puerta? comentó, dejando la mano en la mesa, mientrs echaba su asiento algo hacia atrás. ¿A que hora calculas que ocurrió?

-No miré el reloj, Eliam-pasó a tutearle en lo que ocupaba una silla cruzando las piernas vendadas en lo que pasaba a ajustarse las vendas de los nudillos- oh, espera...-frunció un poco el ceño- no podía ser un viejo... era demasiado alto como para ser un anciano... pero iba encorvado... y... -le describe con más detalle como era la situación del pasillo y de la extraña figura.