Diario Personal

He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. Me llamo Kvothe. Quizás hayas oído hablar de mí.

 Harrison Jones. Coordinador de la Unidad Estigia de S.T.A.R.S. Alias S.T.A.R.K.

 Organiza la Operación Black Sabbath. Millonario, amante de la ingeniería genética y playboy.

 No escatima en esfuerzos para destruir a los "engendros" (todo ser que tenga magia). Sueña con vivir en un mundo libre de las ataduras de la magia.

 Motivación: desconocida. Probable odio a los seres mágicos por la pérdida de algún ser querido (Suposición de Saphiro).

 Harry Wake. Oficial del Ejército de Aire del Portaaviones Intrepid. Piloto de Lady Be Good (B-24).

 Militar que perdió el control de un avión cuando se dispararon todos los detectores paranormales.

 Padre de Aaron.

 Enigmática mujer que llega a mi despacho. Dice haber soñado conmigo y con el resto de miembros de mi Coven. Parece saber quién soy, lo que siento por los S.T.A.R.S. y quién es Aaron.

 Proyecta una luz azul que emana de sus manos y mediante la que me muestra su historia, su pasado...

 Dice haber soñado con un crío que no llega a quince años pero que nadie puede encontrarle... me pide que yo lo encuentre...

Zachary Flashbender, consejero de Seguridad Nacional (Los Ángeles)

Rinko Asauchi, japonesa a la que buscan los demonios. Una warlock. O la sacrifican o arrasarán todo Tokyo.

Nueva York. 26 de Abril de 2014.

Los ecos de las noticias de la tele resuenan por toda la ciudad. Ver movilizarse a los S.T.A.R.S. no es moco de pavo. Equipos de supresión, bazookas, incluso la utilización de gente con dones sobrenaturales como si fueran meros objetos. Los S.T.A.R.S. movilizaron de todo para lograr entrar en aquella casa protegida por el escudo de energía azulada. Algo sin precedentes desde que la magia había sido erradicada del mundo. O casi.

Se supone que debía sentirme mal o algo parecido. Después de todo yo soy uno de ellos, un ser paranormal. Un warlock para ser preciso.

Abro los ojos para salir de mi ensoñación cuando la secretaria me avisa de que tengo una visita sin cita previa. Menuda sorpresa, no esperaba a nadie tan temprano. Me preparo un café, el haber dejado los cigarrillos es algo de lo que me arrepentiré el resto de mi vida.

La visión de la criatura que entra en mi despacho es algo para lo que no estoy preparado. Es una joven con la apariencia más frágil que he visto en mi vida. Todo en ella evoca ternura, ganas de protegerla. Nunca me había sentido así. Una mala noticia.

Pero las malas noticias nunca vienen solas. No, me muestra quién es. No ha venido por motivos laborales, no quiere interponer una demanda o defenderse en un juicio. Es un marrón para mi Coven, y yo seré el mensajero de alas negras que lo transmita. Perfecto.

El Luz Negra que ha sido capturado por los S.T.A.R.S. en las noticias es amigo o compañero de esta chica, Arual. Ambos intentaban proteger a un chico capaz de ocultar la magia, un tal Josh Keller. Pero lo han enviado a otro mundo y han sido traicionados. Perfecto argumento para una película. De no ser porque sé que la magia existe y que todo lo que me cuenta puede ser verdad.

Me muestra también a William Adams, un Demonio de Luz amigo suyo. Extrañamente prefiere no decir nada sobre qué es ella, aunque declara saberlo. Quizá más adelante pueda volver a preguntarle y se sienta más en confianza.

Creo que en público puede ser un peligro pues realiza magia libremente y sin ser consciente de las repercusiones. Al final la convenzo para hablar con mi Coven y para que no haga magia hasta que estemos a salvo. Ahora vendrá la parte difícil. Convencer a los míos.

Reunidos en nuestro refugio Arual comienza a exponer la situación. Habla con Kate de un tal Adrien, un demonio que al parecer conocen ambas. Creo que no estaría de más que preguntara a Kate más adelante, cuando esto haya pasado, qué demonios ha tenido ella que ver con un Demonio, y nunca mejor dicho. Hay veces que a estas chicas les falla un poco el sentido común.

Mientras hablamos y planeamos nuestro siguiente paso se me ocurre la increíblemente estúpida idea de mirar las noticias en internet. Los Demonios están arrasando Tokyo buscando a una warlock, Rinko Asauchi. Definitivamente hay días en los que es mejor no levantarse de la cama. ¿Cómo puede estar pasando todo esto hoy?

Arual nos desvela que la tal Rinko era de la otra dimensión, su contacto. Y que finalmente les traicionó y se llevó a Josh. Los Demonios buscan en la dimensión equivocada pero cualquiera se lo dice.

Arual cambia de personalidad o algo parecido. Su rostro y actitud cambian ligeramente, pero lo suficiente como para notarlo. Ahora responde al nombre de Laura. Nos muestra un símbolo arcano para llamarla, dice que en su defecto deberíamos poder divinarla y en última instancia acudir al restaurante japonés Jo Deng en el barrio chino. Una chica, una tal Tona sabe cómo contactar con Arual.

Despueś de todo ello se marcha a buscar a su Luz Blanca y su Avatar. Nosotros debemos planear cómo rescatar al Luz Negra o de lo contrario no se podrá abrir el portal para ir a la otra dimensión a por Josh.

Los miembros de Vim&Virtus hablamos un rato sobre cómo proceder. Kate y yo divinamos la situación del Luz Negra mientras Aaron sale a conseguir más información. Está en la Estatua de la Pureza, un bastión de las fuerzas opresoras.

Kate se marcha y Aaron vuelve, seguimos hablando largo rato para decidir un plan de acción y finalmente parece que Aaron da con algo. Tiene a alguien dentro de los S.T.A.R.S. Alguien que podría guiarnos una vez dentro hasta el Luz Negra. Nos enteramos de que los Demonios están atacando también la Estatua de la Pureza desde el subsuelo. Han abierto un portal. Eso es una ventaja y un inconveniente a la vez. Ventaja: nos proporciona una distracción. Inconveniente: bueno, en este caso hay dos. Que lleguen primero al Luz Negra, o que nos supongan un obstáculo más peligroso que los S.T.A.R.S.

Creo que vamos a hacer una locura. Necesaria, sí, pero una locura.

Querido diario:

Qué aburrimiento de noche. No he tenido nada que hacer y encima Steve se ha tenido que ir fuera de la ciudad. Aunque quedé con Jerry, lo cierto es que me aburre, y por mucho que lo intente nunca me voy a acostar con él: es un prepotente y un creído... y yo soy mucho mejor que eso. Esta noche pienso tirarme a ver una película y quizás a hacerme un peeling, que ya me va tocando. Tengo sesión en la peluquería pasado mañana, espero que no se me olvide, aunque me he apuntado una alarma en el móvil para acordarme. Espero que mañana sea mejor día.

El Libro de los Espejos. El diario personal de Alessa y una de sus más preciadas posesiones. En él, plasma todo su conocimiento acerca de la Wicca, las plantas, sus pensamientos, deseos y frustraciones. Sus vivencias y su experiencia. Paralelo al Libro de las Sombras, que contiene hechizos, recetas de pociones e información acerca de criaturas sobrenaturales, el Libro de los Espejos es más un pozo de privacidad y experiencia, que un diario. En muchas ocasiones, Alessa acompaña cada página dedicada a una planta con una muestra seca y aplastada en sus páginas, adornándola como más le guste y según la inspiración que le de.

Wicca

La Wicca es la religión basada en la naturaleza y la magia, tomada directamente de las prácticas paganas de la antiguedad. Al igual que otras religiones del mundo, tiene un sistema de creencias, días sagrados y rituales. Las corrientes de pensamiento pueden variar dependiendo de la región, ya que no existe un método ortodoxo ni una organización central, pese a ver publicaciones acerca de enseñanzas y prácticas a las que la mayoría de los wiccanos se ciñen.

Todos creemos en un Dios y una Diosa, que son considerados como iguales, como seres complementarios uno del otro y comúnmente representados por el Sol y la Luna. Uno de los Misterios, es la posesión de los cuerpos de los sacerdotes y sacerdotisas durante ciertos rituales por el Dios y la Diosa.

Otro Misterio, es el de la Trinidad y el aspecto de la Triple Diosa: La Doncella, La Madre y La Anciana. 

La Rede es nuestra guía, nuestro texto al que todos los wiccanos nos ceñimos con más énfasis. Resumido en la regla de "Mientras no dañes, haz lo que quieras" o "Haz a los demás lo que quieres que hagan para ti" muy unido a la regla del Poder de Tres, que dice que cualquier acción positiva o negativa que hagamos, nos será devuelta por triplicado.

Los rituales mágicos suelen realizarse en grupos de practicantes o Aquelarres, llamados también covens. 

Éstos rituales empiezan normalmente creando un círculo protector e invocando a los Atalayas de los elementos asociados a los puntos cardinales. El Norte para la Tierra, el Oeste para el Agua, el Sur para el Fuego y el Este para el Aire. Los cuatro elementos representan cada pensamiento y acción de la realidad. Los cinto puntos del pentáculo recogen estos elementos, presididos por el Espiritu y unidos por el círculo como símbolo de Unión entre ellos. 

Tras completar el círculo, se realizan las oraciones al Dios y la Diosa así como cualquier hechizo o ritual, sobretodo en algún día sagrado de la Rueda del Año. Las herramientas para tales rituales, incluyen el Libro de las Sombras, un altar, un caldero como representación de la Tierra, un cáliz por el Agua, una varita o Athame para dirigir la energía, velas por el Fuego, cristales, e incienso por el Aire.

Una vez termina la ceremonia, agradecemos al Dios y la Diosa por sus bendiciones y el coven o el practicante cierra el círculo.

Entre los días sagrados, también se incluyen los días de luna llena y en ocasiones, nueva, en los cuales, llevamos a cabo el ritual del Esbat.

Existen ocho Sabbats, divididos en dos grupos de cuatro, uno Mayor y otro Menor, cada uno representado en cruz, al cruzarse ambos, forman una rueda. La Rueda del Año. El Mayor marca las cuatro antiguas festividades de la cosecha: Samhaim, donde empieza el año y termina la cosecha y el Dios muere. Beltane, la primera festividad de la cosecha, donde el Dios y la Diosa yacen juntos, Lammas, donde la cosecha es abundante y la felicidad grande, e Imbolc, cuando empieza a decaer y el Dios comienza a envejecer. El Menor, marca los festivales dedicados a los Solsticios de Verano e Invierno así como los Equinocios de Primavera y Otoño.

1

Que se haga arriba, como abajo

2

Artemisa

La Artemisa tiene valor femenino en la naturaleza. Asociada con el elemento Tierra, el planeta Venus y la Luna. Tauro y Libra la gobiernan.

Todas las variantes de Artemisa son sagradas para la Diosa que concede confort o la muerte en piedad a las mujeres durante el parto. Está asociada a la luna y a su vez a los ciclos de la feminidad. 

Comúnmente usada para provocar el trance con su humo embriagador y facilitar la videncia así como protección en las casas. Puede fumarse sin problemas sola o con tabaco en el contexto de un ritual para mejorar el potencial de la proyección astral, sueños más lúcidos y alterar los estados de conciencia. Se dice que dejando un ramillete debajo de la almohada  o la cama, se insta al espíritu a tener sueños proféticos.

Quema siempre Artemisa para que su humo ayude en tus visiones o arroja ramilletes en las superficies donde hallarás la videncia. Sus ramas son fantásticas varitas para redirigir la energía cual áthame y para limpiar herramientas de los rituales. Lo mejor es hacer una tisana y usarla para limpiarlas.

Para su uso protector, lo más práctico es hacer saquitos con la planta dentro, sobretodo para protecciones de viajes, para alejar a los ladrones,peligros, retrasos u otras molestias relacionadas con viajar. También se pueden colgar esos saquitos de las puertas, para bloquear energías negativas y que pasen de largo.

Como uso terapéutico, es un excelente relajante, sedante, anestésico y antibiótico. También ayuda mucho a los dolores menstruales.

Evitar usarse durante el embarazo (a no ser que se desee abortar), la lactancia de un bebe o cualquiera que tenga inflamación pélvica, pues sus efectos causan contracciones del útero y sus efectos pueden pasar através de la leche de la madre al infante.

3

Lavanda

La lavanda tiene valor masculino y comúnmente asociada al planeta Mercurio. De elemento Aire, está gobernada por Virgo.

Suele usarse rociando o esparciéndola para purificar el agua o el ambiente. Cuando está seca, es un excelente incienso.

Es una buena aliada en la realización de conjuros, pues agudiza la mente, fortalece el amor verdadero e insta la fertilidad.

Su aroma relaja y desestresa rápidamente, haciéndola muy valiosa en la aromaterapia, sobretodo como aceite de masaje o en baños. 

Un poco de lavanda bajo,o dentro de la almohada ayudará a dormir fácilmente o suavizar cualquier dolor de cabeza.

4

Retazos de un pasado mejor (I) - Vida y muerte.

Amaneció un día gris, sin apenas un rayo de luz. Sólo unos pocos conseguían traspasar la gruesa muralla que las nubes formaban. Un aire frío y triste recorría la ciudad de Nueva York, mientras una fina lluvia caía desde el cielo. A lo lejos el retumbar de los truenos amenazaba con acercarse a la gran ciudad. Pero todavía estaban alejados.

Reunidos, una familia rota y abocada al llanto rodeaba un ataúd cerrado, a punto de ser sepultado bajo tierra para dar descanso al pobre desgraciado que había muerto. Tan joven, tan lleno de vida. En su mano había tenido un mundo lleno de posibilidades, de experiencias, de sentir la magia de la vida, pero ahora ese mundo se había oscurecido.
¡Cuán crueles eran las divinidades por haber apagado la vitalidad de un joven que tenía toda una vida por delante! ¡Cuán violento era ver morir a un hijo, destinado a ver morir primero a sus padres! ¡Cuántos lamentos se elevaban al cielo, rogando por un alma extinta!

La madre, apoyada sobre el hombro de su marido, derramaba lágrimas sin poder contener el dolor. Su marido con los ojos vidriosos, tratando de alejar el llanto, no dejaba de temblar, su voz estaba quebrada y su cabeza negaba, negaba que aquella tragedia estuviese pasando. La hija menor, hermana del fallecido, miraba al suelo, casi sin poder mantenerse en pie. Las lágrimas, junto a las gotas de lluvia, caían con violencia al suelo. Su hermano, su protector, su amigo ya no estaba. Todos los momentos que había pasado con él se mezclaban en su memoria mediante un torbellino doloroso de recuerdos.
La novia rodeaba con su brazo el cuerpo de la hermana, mientras vertía alguna lágrima, cabizbaja y triste. En cambio, el jefe se encontraba al lado de la novia, vestido con un traje negro y unas gafas de sol, sin ningún ápice de tristeza. Sólo contemplaba, meditando lo que iba a decir cuando le tocase hablar.

Al lado del ataúd, un sacerdote resistía los golpes de la lluvia, mientras mantenía un respetuoso minuto de silencio en memoria del fallecido. En su interior, rezaba por su alma, al tiempo que rezaba por las almas de sus familiares. Lamentándose por romper el silencio, empezó a recitar.

- Hermanos, hoy estamos aquí reunidos para despedirnos del alma y del cuerpo de Aaron Wake…

"Se hace duro… es innegable. Realmente lo es, verte convertido en un despojo. Ver cómo todo lo que habías construido se desmorona, convirtiéndose en una simple mota de polvo. Me duele dejar a los míos, pero no había otra opción. Pese a las circunstancias, siempre os querré y siempre os llevaré en mi corazón.
Pero ahora tengo que marcharme.
Adiós."

-(…)Era un buen chico. Un orgullo para la organización y para mi unidad- dijo el jefe.

-(…) A veces lamento muchas cosas y una de ellas es no haber pasado más tiempo contigo(…) y estoy muy orgulloso de ti, hijo mío-dijo el padre

La hermana y la madre no tenían la fuerza para hablar. Estaban débiles. La hermana se limitó a lanzar una orquídea roja, parecida a la que le había regalado su hermano.

- (…) pero ya nunca volveremos a estar juntos- dijo la novia.

"Eso no es verdad. Siempre estaremos juntos, por eso… yo… yo no… no puedo marcharme. Aún no."

El ataúd fue enterrado. Y la familia empezó a marcharse. Dejando atrás a su hijo, a su preciado hijo. Era un adiós, para siempre.
El jefe y la novia fueron de los últimos en quedarse solos ante la tumba del fallecido. El jefe, que también lo era de la novia, se acercó a la pobre mujer.

-Kate, tome el tiempo que necesite. Cuando se encuentre preparada, regrese a Estigia- se limitó a decir.

Ella asintió, derramando lágrimas. Después se marchó dejando a Stark (así llamaban al Jefe) a solas con la tumba. Stark cogió el teléfono.

- Si, está hecho- silencio- si, enviad una cesta a la familia Wake. Y otra cosa, vigilad discretamente a la señorita Everdeen- silencio- Por qué? Simple. No me creo que Wake esté muerto- cierra el teléfono- Te encontraré.

Stark se dio la vuelta y empezó a marcharse. Con una sonrisa en la cara, ajeno a la tristeza de una familia. Alejado de una falsa tragedia.

Y el lugar de reposo del joven muerto se quedó en silencio. Pero aún había alguien que no se había marchado. No era ni familiar ni compañero de trabajo. No… La familia no fue la última en marcharse, ni tampoco lo fue Stark.
El último fue Aaron Wake.

-Te estaré esperando.

Thanksgiving Day

Pintalabios color cereza, vestido estampado con delicadas flores amarillas sobre un fondo blanco, tacones de media altura y delantal impecable. Con un solo dedo, Cece se retocó los restos de pintura de la comisura de sus labios frente al espejo del recibidor antes de entrar en la cocina.

Los brillantes azulejos blancos reflejaban sus perfectos e inmaculados zapatos. Mientras en el pequeño televisor que reposaba sobre la encimera, el hombre trajeado de las noticias del canal 1 se reía de su propio chiste malo sobre los preparativos del desfile de acción de gracias de Newart, mientras un antinatural destello iluminaba su perfecta sonrisa.

Cece alargó la mano hasta el tirador del cajón de los cuchillos y de entre todo el arsenal escogió uno cuya afilada hoja llegaba a los 20 cm de largo por los 6 de ancho en el extremo de la empuñadura de plata.

Sobre el escurridor del fregadero, un buen montón de deliciosas manzanas rojas esperaban ya meticulosamente lavadas para ser "descuartizadas" mientras el olor de un enorme pavo de unos siete kilos asándose lentamente en el pequeño infierno del horno pirolítico, ascendía en delicadas volutas impregnando la cocina de un delicioso aroma festivo y hogareño.

- ¡Mamá! …- La voz chillona de una Dani de unos 15 años acompañada del traqueteo de unas botas bajando las escaleras de tres en tres se abrió paso entre el borboteo de la salsa al tiempo que el cuchillo de Cece descendía cual guillotina sobre la primera de las manzanas. - ¡¿Defenestrar lleva H?! -

- No… - Respondió con tranquilidad la mujer alcanzando una segunda manzana para repetir la operación.

- Já, ¿lo ves?, te lo dije … - El sonido de un cristal al romperse hizo que la mujer se detuviera por un instante, cerrara los ojos e inspirara profundamente.

- ¿Danielle? -

- Es un hechizo mamá, son deberes… -  silencio - Esto... ¿Billy?...-

- ¿Que está pasando ahí arriba? - El señor Jenkins, afamado cirujano plástico de día y hombre de negocios fraudulentos a cualquier hora, acababa de entrar en la cocina atraído seguramente por el suculento aroma de los platos de su flamante esposa. Hoy no vestía de traje, era un día de fiesta así que, como manda la tracidión, se había puesto la camiseta de los Jets.

Resultaba raro, o cuanto menos inquietante ver a un hombre de su porte y talla ataviado con una camiseta de futbol y unos tejanos, era como si algo no estuviera del todo bien en el mundo. Y es que se pusiera lo que se pusiera, William Jenkins nunca dejaría de parecer un agente de la cía, era como una especie de super-poder que hacía que la gente sintiera el impulso irracional y visceral de nunca, jamás, preguntarle por su pasado.

- Tus hijos …- Respondió esta tratando de alcanzar un molde de silicona de un armario, definitivamente parecía ser una de esas ocasiones en las que sobraban las explicaciones. William sonrió, se acercó a su mujer y poniendo las manos sobre su estrecha cintura le dió un tierno beso en la mejilla - También son tus hijos - le recordó ayudándola a bajar el molde, ignorando el cuchillo ceremonial del tamaño de un remo que seguía a lo suyo, trabajando solo por la fuerza de la costumbre, como si fuera algo totalmente habitual.

- Cuando rompen ventanas son “tus” hijos …- recalcó ella haciendo especial énfasis en el tú sin inmutarse lo más mínimo. William sonrió. - Ah, y tienes que hablar con Billy -

- ¿Que ha hecho esta vez? -

- Le ha vuelto a prender fuego a la casa del vecino - Una vez tuvo todas las manzanas cortadas, Cece las dispuso ordenadamente sobre el molde.

- Bueno mujer, tampoco es nada que no hayamos hecho ninguno de nosotros a su edad - Repuso el señor Jenkins concialiador, metiendo un dedo en un bol de salsa y llevandoselo a la boca de forma distraída.

- Pero es que esta vez había gente dentro, y que quieres que te diga William, no me parece bien. -

En ese momento alguien entró por la puerta hablando por el móvil. -Ya te lo he dicho cielo, estamos divorciados, sí … no, no… ¡no se que cojones hacía Jane en mi casa! … si, la tostadora era suya, si la mosquitera también … si cariño, se lo diré… -Joe apagó el telefono, o al menos lo intentó -Dios, como odio a las mujeres… ¿que?, No, no, claro que no era a tí princesa… ¡¿cómo coño se apaga este trasto?! - el sonido de un aparato metálico al estrellarse contra la pared llegó a los oídos de Cece y William en la cocina.

- ¿Sabes que aunque sea la hija el Rey del Taco eso no la convierte en princesa verdad?, por cierto, llegas tarde…- Y por Rey del Taco, Cece se refería sin duda a Enrique Mendoza, aunque la verdad era bastante confuso dado que ciertamente por los bajos fondos se le conocía como “El Rey del Taco” (el que la mezcla de cocaína y yeso que vendía también fuera conocida por “Taco” tampoco ayudaba).

- He tenido que pasar por china-town, ya sabes, a cazar patos… dios como odio a los putos patos... - Si, Joe podía ser muchas cosas, principalmente muchas cosas precedidas por el prefijo ex-, pero nadie diría que no era un hombre con las ideas claras. - Por cierto, ¿que hace Billy tirado entre los arbustos del jardín? - Preguntó sacando de una bolsa de papel mojada un tupper cuya tapadera aún conservaba alguna que otra sospechosa salpicadura de color rojo.

- Están haciendo los deberes - Repuso William tan campante sacando dos cervezas de la nevera y ofreciéndole una a su cuñado.

- ¿Es eso lo que creo que es? - Cece seguía con la mirada como su hermano depositaba aquel tupper sobre SU encimera.

- Me dijiste que trajera salsa cajún... -Aclaró el ex marine alzando los brazos de un modo extraño, como si se hubiera quedado a medio decidir sobre cual sería la actuación más sensata: encogerse de hombros, levantar las manos en señal de paz o darle un trago a la cerveza.

- Dije salsa de a-ran-da-nos - Declaró ella sin dejar de hacer lo que estaba haciendo, entornando los ojos y dándole ese enfasis especial a cada sílaba que solo una madre puede conseguir.

- Estoy casi seguro de que dijiste salsa cajún... -

En algún rincón de la tierra, un volcán entró en erupción.- ¡¿En qué mundo se supone que los indios les llevaron a los peregrinos un pavo con salsa cajún?! -Preguntó la mujer indignada - ¿Que eran?, ¿los puñeteros indios del Mardi Gras?, si me hubieras traido curry habría podido entender la confusión, se supone que también son indios, digo yo, pero ¡¿salsa cajún?!, ¡por el amor de dios Joe!-

William, con la peregrina excusa de que estaba apunto de empezar el partido, había iniciado ya una prudente retirada hacia el salón.

- ¿Sabes?, eso es un poquitín racista por tu parte…- repuso Joe cruzándose de brazos, armado por lo que parecía ser una inesperada y repentina superioridad moral.

- Y lo dice el que viene de … “cazar patos”.- Murmuró la mujer negando con la cabeza resignada, acercándose hasta la nevera para sacar una espléndida bandeja de sandwiches.

La voz del comentarista deportivo amortiguada por la música de la banda y las cheerleaders se abrió paso desde el comedor al tiempo que la puerta de la entrada volvía a abrirse para dejar paso, esta vez sí, a un medio atontado Billy sacudiéndose ramitas de pelo. Tenía toda la pinta de haberse pasado un buen rato fantaseando felizmente con pajaritos revoloteando alrededor de su cabeza, o puede que en el caso de Billy fueran más bien animadoras haciendo pole-dance, en cualquier caso el chico había conseguido encontrar alguna excusa para quedarse sin camiseta, cosa que junto a la risita femenina que se alejaba saltando la valla del jardín hacía que te preguntaras muchas cosas sobre la locura o la genialidad de Billy.

- ah mamá, esta noche también viene Kate a cenar -comentó casi como si no acabara de caerse desde un primer piso, abriendo la nevera para coger una cerveza antes de poner rumbo al salón.

- ¿Quien es Kate? -Preguntó Joe siguiendo a su hermana y la bandeja de sandwiches.

- Si, eso … ¿quien es Kate?. - Repitió Cece con engañosa dulzura.

Por unos instantes, Billy pareció meditar su respuesta con la sensación de que una colleja levitaba cual espada de damocles sobre su cabeza. -Es… ¿una amiga?, además, el año pasado Dani se trajo a ese tío raro, el de la guitarrita y los pantalones rotos -Billy empezó a animarse -yo también puedo... traer... a... quien... quiera…-aunque enseguida, tras la furibunda mirada de su madre, comenzó a desinflarse como un globo. La orden para pronunciar esas palabras ya había sido dada, pero claramente el comandante de su cerebro acababa de arrepentirse por completo.

- Si, me acuerdo de ese muchacho, no me gustaba nada como miraba a nuestra Danielle - El viejo Harry Macnamara subió el volumen de la televisión como si con aquella reflexión hubiera dado la conversación por finalizada. Nadie sabría decir a ciencia cierta cuanto tiempo llevaba el abuelo Macnamara sentado en el sillón de piel que ahora mismo ocupaba. Era una de sus habilidades más impresionantes a la par que espeluznantes, siempre estaba en el lugar adecuado en el momento oportuno sin siquiera pestañear.

- Es verdad… ¿como se llamaba?, Doyle, Dean ... no … o espera sí, ¡Dylan! - Joe se dejó caer sobre el sofá dejando la cerveza sobre un posa vasos convenientemente bien situado.

- Si, hiciste bien en pegarle un tiro hijo -Repuso el abuelo con total tranquilidad dándole un par de palmaditas fraternales a William en la rodilla antes de inclinarse trabajosamente hasta alcanzar uno de los sandwiches que había preparado su hija como quien comenta el tiempo.

Cece negó con la cabeza.

- No tenía que habermelo llevado a cazar el pavo… -se excusó vagamente el señor Jenkins poniendo atención al partido.

-¡¿Por eso no me ha llamado en todo este tiempo?! - Dani apareció oportunamente por las escaleras y tras recomponer la mandíbula que se le había quedado descolgada de la impresión levantó un dedo acusador -¡fuisteis vosotros! ¡le pegasteis un tiro al chico más guay del colegio! - Terminó de bajar los escalones arrastrando los pies - os odio ...¿para eso llevo todo el año llevando esa falda estúpidamente corta?-

- Dani cielo, ¿que hemos hablado acerca del perdón? -Comentó Cece dando unos golpecitos con la mano sobre el sitio libre que quedaba a su lado en el sofá - Además, fue un accidente, le podría haber pasado a cualquiera...-

Danielle se acercó refunfuñando hasta tomar asiento junto a su madre, alcanzando un sandwich de mala gana.

- Y cambiemos de tema a algo un poco más agradable, Aaron y Michael están apunto de llegar con esa chica, Rachel y no quiero que se lleve una impresión equivocada. -Concluyó Cece solemnemente.

- Gilipolleces... - Bufó el viejo, aunque después de que sacaran a uno de los jugadores de los Patriots en camilla era dificil saber a que se estaba refiriendo exactamente...

INFORME STARK (I) - Jefe

Lugar Desconocido
Día incierto.
Hora: 9:00 AM

En una sala rectangular, cuyas paredes eran de un tono oscuro y azulado, una gran mesa redonda ocupaba la mayor parte de la sala. La iluminación era escasa, pero la visibilidad era suficiente. Varios hombres, acomodados en sus asientos, discutían sobre la seguridad de la ciudad, así como del peligro de los "engendros"

Todos los hombres, excepto uno, vestían trajes negros con corbata, aparentando ser políticos o algo por el estilo. No sería de extrañar que alguno de ellos fuese alguna eminencia conocida por los ciudadanos El hombre de la excepción también llevaba traje, pero sin el mismo color. Era un traje de rayas horizontales blancas, mezclado con un tono verdoso oscuro. Además de la típica camisa blanca, llevaba una corbata azulada con lunares blancos. Llevaba puesto unas gafas de sol y en su mano sujetaba un pequeño vaso con Martini y hielo.

Le daba pequeños sorbos siempre que se producía una pausa o un silencio y siempre intentado que el hielo golpease contra el cristal. Le divertía ver las preocupaciones de los que estaban presentes. Le gustaba ver el miedo en los ojos de los hombres trajeados, los cuales temían que se desatase un caos, pese a las medidas impuestas y el grupo paramilitar creado.

Por suerte para ellos, ÉL estaba en aquella cita. Esperando el momento oportuno de enseñar las cartas de su maletín. La llave al éxito y al orden. La clave de la victoria. ÉL representaba la salvación para todos.

-¿Y cuál es su medida, Sr…- pero antes de pronunciar su nombre, EL HOMBRE terminó por él- STARK- dijo dando un último sorbo a su bebida. Acto seguido se levantó, cogió su maletín y de él dejó caer una pila de informes.
- Esta es mi medida- extendió sus manos hacia la montaña de hojas- La Creación de la Unidad Estigia y no… no pienso cambiarle el nombre. ¿Saben por qué? Porque alguien se llamaba así en un tiempo pasado y yo he decidido utilizarlo para honrar a esa persona.

-¿Y saben qué más? Esta es la mejor unidad que existe. ¿Saben por qué? Porque yo soy El Jefe- empujó la pila de hojas, para que se extendiesen por la mesa.- Ellos no necesitan presentación… de hecho, el equipo ya está formado. Todo lo que necesitan saber de ellos, lo tienen delante de sus ojos-  extendió de nuevo sus manos. Y al ver la cara de no entendimiento de sus "compañeros suspiró- Vamos, no hay tiempo que perder. Coged los informes y leedlos de una vez.

Y así hicieron.