Partida Rol por web

Solo logro ver el humo y los restos de la tienda, y a un canibal que se estampa y choca contra el parabrisas mientras lo atropellamos. Cassandra da la vuelta hasta que el Chevy dice "basta", y con tanto humo y la adrenalina subiendo constantemente, no sé si arrepentirme de haber confiado en el pobre coche o preocuparme más de los sonidos que vienen detrás nuestro. A través del retrovisor puedo observar como algo grande se acerca.

Salgo disparada del asiento de copiloto y corro tosiendo por el humo hacia atrás (me bajo en Z6 -la puerta del coopiloto- y avanzo dos casillas hasta B6) para buscar donde ponerme a cubierto, pero justo alzo la vista y veo a dos de ellos ahí, con lo que levanto el arma y disparo una ráfaga larga tratando de acabar con ellos (apunto a L3 con ráfaga larga con un área de 5x5metros). 

La visión de las chicas siendo violadas golpeó con fuerza a Etain que tardo mas de lo deseable en salir de su estupor, de manera que cuando fueron sorprendidos no logro actuar tan rápidamente como lo habían hecho sus compañeros. Una vez fue descubierta, intento huir y defenderse, pero acorralada como estaba no pudo hacer otra cosa que recibir gran cantidad de golpes y dejar que la arrastrasen hasta una de las jaulas dolorida y semi inconsciente.

Cuando abrió los ojos reconoció a uno de los miembros del campamento militar y aunque solo quería encogerse y dormir para olvidarse de todo, intento incorporarse para ver lo que estaba sucediendo en el exterior.

- Es un... intento de rescate. Pero me temo que la he fastidiado dejándome coger.

Probablemente los demás decidirían que aquello era una misión suicida y no tardarían en abandonarles a su suerte. La idea del destino que les esperaba hizo que se estremeciera repentinamente.

- ¿Habéis pensado algún plan - pregunta con ansiedad -? ¿Hay alguna manera de salir de estas jaulas?

La cosa iba más o menos como planeábamos hasta que una explosión por detrás nuestra llama mi antención. Ajusto el retrovisor para ver como Emma y Cass están en el vehículo en llamas. Sin pensármelo mucho meto la marcha atrás para llegar hasta donde están ellas y doy un volantazo para dejar el coche ya encarado hacia la salida.

¡Subid! Vamos!  – Les digo mientras piso el acelerador para salir de allí cuanto antes sin esperar a que hayan subido del todo. Si los caníbales se pueden subir a los vehículos en marcha seguro que ellas también pueden.   

Esperaría a que Cass y Emma subieran y luego pisaría el acelerador a fondo para largarme de allí.  

Agarraría el bolso antes de bajar, dejarlo atrás las pocas cosas que tenía me encogía el estomago, me alejaría dos pasos del Chevy buscando a donde ir, esa cosa seguro explotaría en cualquier momento.

Sacaría la Berreta disparándole al caníbal que tenía mas cerca (v1) una vez, cuando me disponía a realizar el segundo disparó vería a Sam  a travez del humo que el Cheavy largaba así que correría al coche y me subiría por la primera puerta que pudiera lamentando la falta de tiempo para remplazar a Sam como conductora

-Gracias- Le diría una vez adentro

Entre los dos, primero la asiática y luego con ayuda del cámara, consiguieron sesgar la vida de uno de esos cabrones gracias a la maniobra conjunta. Acabaron resguardados dentro de la chabola, y cegado por la ira, la rabia, el joven no se percató de que la otra chica, la del pelo naranja, no les siguió hasta el interior. Se giró y no estaba, y desde una maltrecha tela los atentos ojos del cámara vieron la mala suerte que corrió Etain. Atrapada, golpeada, y cautiva en cuestión de escasos segundos mientras Lin y él se encontraron seguros, por el momento.

La rabia del chico creció. – “Mierda.” – Fue lo único que pronunció entre dientes. Apretó uno de sus puños con bastante fuerza en un mero intento de no perder los nervios. Así pudo descartar la absurda de idea de ir detrás. Cinco tipos custodiaron las jaulas. Y si a ella, no la liberaran pronto, correría la misma mala suerte que las otras dos chicas por culpa de aquellos hijos de la gran puta. Caníbales y violadores. Observó el fusil pesado con la basta capacidad de lanzar granadas, y tuvo sus dudas de si disparar una de esas con el único objetivo de acabar con la vida de esos….seres, junto a las pobres chicas. Un acto tan piadoso como cruel. Idea que desechó al poco.

Se giró a la asiática. - ¿Tienes armas de fuego? Habrá que derribarlos. Tengo una pistola y un rifle pesado.– Le preguntó tras mostrarle ambas armas, una Glock y un rifle pesado capaz de lanzar granadas. De fondo algo similar a una guerra, disparos por todos lados. No tendrían mucho tiempo para reaccionar. Y observó el cuerpo aún caliente del tipo. Revisó en búsqueda de algo útil, lo que fuese, armas, munición, granadas, cualquier cosa que pudiese facilitar la misión tan absurda como suicida.

Tu disparo derriba al tipo del lanzacohetes, aunque eso no evita que otro caníbal intente hacerse con el arma mientras los vehículos maniobran para escapar llevándose tras ellos a toda la multitud. Sin embargo, en momento menos oportuno el motor del Chevy empieza a liberar humo negro y acaba incendiándose. Cass y Emma salen corriendo mientras que Sam maniobra con el todoterreno para recogerlas.

Al otro extremo del campamento hay mucha menos actividad, pero puedes ver como localizan a Etain, entre varios caníbales le dan una buena tunda y la arrastran hasta las jaulas. El tipo abre la puerta y la arroja al interior de la jaula. Por suerte Lau y Lin no son descubiertos, aunque con cinco o seis tipos entre ellos y las jaulas y sin armas de fuego no se deciden a actuar.  Nuevamente tendrás que escoger a quienes ayudas.

El chico niega con la cabeza. - Si hubiera forma de escapar ya habríamos escapado. Lo siento, estamos demasiado machacados. Ellas…- Dice señalando a las chicas violadas- …casi pueden caminar. No tenemos armas, no llegaríamos muy lejos…

El coronel se adelanta, está bastante machacado pero al menos no parece tan derrotista.

-Desde aquí poco podemos hacer. Si tus amigos consiguen abrirnos las puertas lucharemos, pero desde aquí poco podemos hacer.

Etain no lograba quitarse de la cabeza la imagen de Lin dándose la vuelta, dispuesta a marcharse de allí con tal de no verse envuelta en un asunto tan peligroso como este, y aunque en esos momentos su intención parecía la mas inteligente dadas las circunstancias, que se lo replanteara implicaría que ella quedaría allí, a merced de los violadores caníbales...

Lo cierto es que no sabia porque diablos estaba allí después de tanto tiempo buscándose la vida a solas. Quizá es que había echado tanto de menos a la gente sin darse cuenta, que a la mínima oportunidad de sentirse integrada en un grupo la había aprovechado sin pensar demasiado en las consecuencias. Pues bien, las consecuencias habían llegado y no eran precisamente buenas.

- Tenemos que estar preparados entonces - dice bajando la voz mientras se ponía en pie con un quejido de dolor -, la oportunidad puede presentarse en cualquier momento. Y lo cierto es que prefiero que me maten intentando escapar a tener que... - las palabras se le trabaron en la garganta y con un gesto de furia se corrigió a si misma intentando que no percibieran las lagrimas acumulándose en sus ojos - no, lo que prefiero es escapar, así que vamos a esperar el momento adecuado.

Estaba algo desorientada por la paliza pero intento hacerse una idea de por donde habían entrado y el lugar por donde habían entrado ellos, también echó un vistazo a las puertas para ver la forma en que las mantenían cerradas, así como la presencia de guardias o vigilantes cerca de ellos. Necesitaba conocer su situación, y necesitaba tener la mente ocupada.

Al ver que Emma y Cassandra están en problemas observo como Samantha sale a toda pastilla a cubrirla mientras al fondo se empieza a montar la mundial con respecto a los caníbales, acelero un poco con el coche para acercarme a Samantha por si tiene algún problema y no puede recogerlas, si no lo tiene giro rápido para salir junto con ella por donde hemos entrado. No entiendo muy bien como vamos a salir de esta.

¡Agárrate Austin! – grito mientras acelero.

Hago tiradas por si acaso.

 Vincent tenía que confiar.

 Al ver derribado a su objetivo sintió cierta tristeza, no por aquel tipo, sino por el curso de acción a la que se habían visto obligados por la invasión. ¿Era una muestra de la verdadera naturaleza humana? El profesor había teorizado, junto a muchos a lo largo de la historia, sobre escenarios como aquellos, escenarios en los que el hombre se volvía salvaje, olvidaba parte de su cultura y se desprendía del hacer político. ¿era aquel el ejemplo a tomar? ¿Era la muestra irrefutable de que el ser humano abandonaría la recta razón en cuanto tuviera ocasión?

 Él estaba seguro de lo que creía, de lo que sabía, y se negaba a aceptar aquello, en rotundo. Había soportado palizas, desencuentros de todo tipo, era un maldito viejo, por el amor de Dios, y si seguía con vida tenía un propósito, debía guiar a las personas dispuestas a seguir creyendo en la razón, quizás no como un líder, pero sin duda, si como un apoyo en un tiempo tan oscuro.

 Confió en que el vehículo militar podría apañarselas con cualquiera que cogiese el lanzacohetes, ahora el grupo de Etain necesitaba su ayuda y no iba a fallarles también a ellos.

 Había gente aparentemente estúpida, temeraria, psicótica, pero todas aquellas personas significaban la esperanza de un nuevo comienzo para Vincent. Si duda, tenía que ayudar.

 Elegiría al tipo más cercano a Etain y trataría de quitarselo de en medio.

 Os intentaré dar una oportunidad...vamos.

Al escuchar a Lau tiro mano del subfusil para sacarlo de la mochila, aunque sin munición, la compacta metralleta de mano es casi tan útil como una cachiporra. -Tengo esto, pero gasté toda la munición en el hospital- Le digo enseñándole el arma que usa munición de 10 mm- De todas formas no se me dan muy bien las armas de fuego.

Mientras Lau registra el cadáver me acerco a la salida y aparto la cortina de la puerta para inspeccionar un poco por una rendija. Solo quedan cinco tipos de guardia pero no alcanzo a ver que armas llevan, la cosa cambia mucho si están armados con metralletas o solo llevan machetes o porras.

Ahora no creo que pueda pillarlos por sorpresa. Están vigilando -Comento mientras me muerdo el labio inferior -Que mal, que mal, que mal...    

Somos cinco contra dos pero no creo que tengamos otra oportunidad mejor. Si me dejas la pistola, podríamos salir disparando contra todo el que se mueve, con un poco de suerte y el efecto sorpresa…  -Digo medio afirmando medio preguntando, como plan es una mierda, pero ahora mismo no veo una opción mejor y hay que aprovechar la distracción que nos ofrece el otro grupo.      

El examen del cadáver no revela nada que pueda ser de utilidad, lo único de valor que encuentrais es un cuchillo medio oxidado.

Tras deliberarlo decidís salir para enfrentaros a los cinco defensores, dos de ellos van armados con pistolas, el resto llevan todo tipo de armas blancas. El efecto sorpresa juega a vuestro favor, pero estando en clara inferioridad deberéis aprovechar el efecto sorpresa si no queréis que la cosa se os complique.

Combate. Turno 1

Samantha es la primera en reaccionar dirigiendo el todoterreno para socorrer a Emma y Cass.

Austin dispara una ráfaga sobre cuatro caníbales, uno de ellos consigue evadir los disparos tirandose cuerpo a tierra. Los otros tres se desploman muertos. 

Tim acerca la camioneta también al chevy en llamas. Casss sube con Sam mientras que Emma se mete en la camioneta junto a Austin y Tim. Ir en marcha no impide a la morena disparar una ráfaga de fusil matándo a dos de los caníbales y agotando los últimos cartuchos que le quedaban.

Salís de allí quemando rueda con cientos de caníbales a pie corriendo tras vosotros y persiguiéndoos prácticamente has las puertas del campamento. Cinco vehículos y media docena de motos os pisan los talones. Habéis armado una buena, sin duda aquello les habrá dado a los prisioneros una oportunidad, falta ver si vosotros conseguiréis escapar de aquellos dementes. La única buena noticia es que circular campo a través es tan peligroso para vosotros como para ellos, aunque si la persecución se hace muy larga, los números juegan en vuestra contra. 

Más adelante podéis ver una carretera cruzándose en vuestro camino, circular por asfalto reduciría los riesgos de sufrir un accidente, seguir campo a través es más peligroso, pero también lo es para vuestros perseguidores.  

Persecución. 1er turno.

Me agarro fuerte al asiento cuando Tim pisa a fondo el volante y pienso durante un momento si abrir fuego, pero mi falta de pericia hace que no me atreva a disparar por riesgo a dar a nuestros propios vehículos.
Al ver, no obstante, cómo nuestra suerte empieza a menguar al quedar uno de nuestros coches inutilizado, sé que es el momento de actuar, por lo que me asomo por la ventanilla del asiento del copiloto y, como buenamente puedo, abro fuego sobre la gente que hay delante. No tengo una gran pericia al disparar, por lo que disparo a discreción para al menos hacer que esa gente tenga que ponerse a cubierto y no puedan ir a por nosotros.
Sé que estoy disparando a gente, pero la adrenalina, el instinto de supervivencia, el hecho de que estamos intentando salvar gente, y que han perdido la poca humanidad que les podría quedar, hace que mi pulso no tiemble más que por el retroceso del arma.
Por un momento agradezco haber sido lo suficientemnete rápido como para haber podido tomar el fusil y las balas de David, e incluso mi mochila. Espero que sirviese de algo.
—A por todas— le digo a Tim antes de que el sonido del arma disparando me haga dejar de escuchar.

-GRACIAS!! - grito al entrar en la camioneta, mi intención sería correr hacia atrás, pero por suerte nos han  recogido justo antes de que los caníbales se armaran de vehículos hasta los dientes.

La adrenalina sigue a tope mientras Tim le pisa a fondo al acelerador y atrás nuestro se oyen motores acercándose sin parar - Chicos, no tengo más balas!! - les grito en cuanto me doy cuenta del cargador vacío. Me pongo a buscar sin detenerme por la camioneta a ver si queda algo en ella que pueda servirme.