Partida Rol por web

Ameiko no sonrió, es más, defendió a Drommbar.

- Os recuerdo que estais hablando del difunto Tsutamu. - dijo tajante - No es cualquier esqueleto. Basta ya de tonterias - miró reprobatorio a Drommbar - Tu el primero. Esto no es una competición. Vamos a un lugar peligroso y, si lo que dice la carta de mi abuelo es cierto, lo cual no dudo, peligros que desconocemos y que fueron capaces de acabar con todo un séquito de valientes guerreros... ¡y con todo un castillo!... nos esperan gustosos de darnos muerte. ¡Asi que callaos de una vez!

-Pense que un grupo de avezados aventureros no se andaría con estas chanzas-bromeó el enano al ver los aires que se traían los amigos de Ameiko, desde luego ninguno la superaba a ella- pero no nos quedemos aquí de pie como pasmarotes, bebamos cerveza y comamos algo y asi nos podréis contar esa historia del dragón y hablar sobre el viaje que vamos a hacer.

Drommbar se quedó mirando a Shalelu sin decir una palabra, frunciendo sus pobladas cejas rojizas. Parecía que en cualquier momento iba a saltar sobre la elfa para propinarle un puñetazo... pero luego una sonrisa se dibujó bajo su barba y finalmente se echó a reír estruendosamente.

- ¡Buena respuesta! -exclamó, pasando un dedo por el filo del hacha-. Puede que me acabes cayendo mejor que el resto de tus congéneres. Seguro que serás una buena compañía a la hora de seguir decapitando goblins...

La elfa había dado en el clavo para ganarse la simpatía del enano. Además, la fama de Shalelu la precedía, y Drommbar estaba ansioso por verla en acción para comprobar si era cierto lo que se contaba de ella.

Debbe había permanecido en silenci tratando de asimilar lo sucedido. Entonces fue cuando reconoió a Shalelu...vaya sí la reconoció. La guardiana de la ciudad que la había perseguido incansablemente despues de verla aligerar el bolsillo a un opulento mercader. Debbe aún no sabía como había conseguido librarse de ella aquel día. Quizas porque era pequeña y escurridiza, una mozuela más entre mil, de los que los guardias finalmente dejaban huir.

Debbe miró para otro lado silbando, lo más probable es que no la reconociese, pues a diferencia de la elfa, los años si habían cambiado a la pícaro.

Me he pasado desde que me enteré que vendrías con el corazón en la gargante pensando que me ibas a echar una bronca— confesó finalmente Debbe a Sandru sonriendo a su vez y bromeando —Por cierto, veo que has engordado.... te debe ir muy bien la vida.

Con todo el jaleo que estaban montando, ignoró la advertencia de Ameiko y siguió con bastante humor la conversación entre la elfa y el enano. Finalmente se fijó en Koya, silenciosa como una tumba....

Grongar miró extrañado a Debbe. La había notado rara pero no pensaba que sería por Sandru. Se dio con la palma en el muslo y rió.

-¿Quién se atrevería a regañar a la mujer que decapito a...-chasqueo los dedos un par de veces tratando de recordar el nombre que había dicho Ameiko- Tsutamu?

Ameiko, aún no entiendo que es lo que ocurre. Lo siento, quizás es la falta de cerveza, pero no entiendo por que tu castillo ya no pertenece a tu familia. ¿Qué es lo que ocurrió? Creo que deberías contárnoslo todo desde el principio.

Debbe iba poniendose cada vez más colorada con los comentarios de Grongar. Además quería preguntar a Sandru si sabía algo de su hermano, más que nada paa mantenerse alejada de él, pero no le pareció ni el momento ni el lugar. Murmurando con voz un poco grave "Dejalo ya o te decapito a tí también" se dispuso a escuchar la historia de Ameiko

Sandru agarraba a Debbe por el hombro, pero finalmente le soltó para volverse a sentar. Su rostro era más serio. - ¿Por qué te iba a regañar? Yo lo único que te había dicho era que no te metieras en líos. Tu sabes a qué lios me refiero. - Si, lo sabía. Y Ameiko también a juzgar por su gesto - Pero a esa pregunta, Grongar, puedo darle yo respuesta. Según se dice, y sé de mis viajes, un azote de origen desconocido destruyó no solo el castillo sino la colonia entera de Brinewall el uno de Sarenith de 4687.

- Es decir, unos pocos dias después de la fecha que aparece en la nota. - dijo Ameiko levantando el papel.

- También se que Kortun, a quien se menciona en la nota, es Andril Kortun. El último comandante conocido de la colonia de Brinewall, antes de su destrucción, se entiende.

-¿Que dice exactamente la nota?-preguntó el enano mesándose la barba mientras recapacitaba sobre todo esto- todo parece muy misterioso. ¿Se sabe que ocurrió? ¿Hordas de goblins arrasaron el lugar o es que llovió fuego del cielo? Es inquietante pero saberlo nos ayudará en esta empresa.

Debbe sonrío. Tampoco a ella le hacía demasiada gracia meterse en aquellos líos d elos que hablaba Sandru pero el saber que correr aventuras no entraban en la categoria de "lios" se había sentido muy aliviada. Por primera vez en mucho tiempo esbozó una sonrisa sincera y llena de alegría. Pronto comezaron a hablar de la misión y Debbe escucho con tranquilidad. Poco sabía de ese tipo de historias.

—No creo que unos goblins consigan destruir un castillo—comentó en respuesta a Grongar—Más bien parece que sea cosa de un ejercito poderosisimo o un hechizo...

-Lo que quería decir es que no entiendo lo que dice... ¿qué es la caja de custodia? Habla de un tesoro pero también parece el origen de los problemas de Brinewall-dijo el enano con preocupación.

- Sea lo que sea, seguro que es algo valioso -intervino Drommbar, que no olvidaba la palabra "tesoro" fácilmente-. Y Ameiko no va a desistir de ponerse en marcha por esas minucias. Así que... ¿empezamos a organizarnos?

El enano pelirrojo estaba ansioso por partir y encontrar aquél famoso tesoro. Además, si había enemigos en el camino tendría la ocasión de probar sus nuevas armas. Eso no era un problema, si no otro aliciente más.

—Si, vamos—repondió Debbe animada. Por fín se iba de aventuras con Sandru, era algo que había estado esperando toda su vida.—Pongamonos en marcha, que seguro que está lejos

Eh,eh, calmaos los dos-les reprendió el clérigo- organizar un viaje como este no es como ir de paseo a las cuevas fuera del pueblo o al pantano. Necesitamos cenar, dormir, y preparar lo del viaje, no todo se hace tan rápido.

- Estoy de acuerdo con Grongar - dijo Sandru - una caravana se puede organizar en un rato, pero conseguir a la gente necesaria para que funcione no es tan rápido. Partiremos pasado mañana. Eso ya lo habíamos hablado cuando no estabais, asi tendremos un par de días para organizarlo todo. Necesitabamos dinero, pero eso también está resuelto.

- Ya te he dicho que ponía dos mil monedas de oro sobre la mesa, Sandru. Hay que partir antes. Consigamos a la gente necesaria para los puestos más importantes e incluso podemos ser nosotros algunos de ellos. No deberíamos de tardar más de un día.

-Ameiko-dijo el enano resuelto- podeis contar con las 100 monedas que yo poseo. Se que no es mucho pero espero poder ayudar en este viaje tanto como sea posible-dijo sin llegar a decir todo lo que pensaba-Recuperaremos ese castillo Ameiko-dijo sonriendola tiernamente.