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La 7ma puerta: El resurgir de los heroes

La batalla de la puerta.

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28/10/2013, 03:52

La batalla en la torre contra aquellos engendros parecia decantarse en favor de sus enemigos, sus garras ya habian probado vuestras carnes cuando apenas si habia logrado herirles. El odio ciego de Roargh le convertia en un fiero adversario, pero de todas formas no le permitia pensar más alla de sus ansias de matar, Korgoth no lograba ver y sufria el dolor de sus graves heridas, mientras el caballero oscuro se debatia entre ayudar a sus compañeros o enfrentarse de lleno contra la criatura que lo provocaba. 
El temblor de la torre, sucedio apenas antes de que aquellas escaleras se llenaran con el griterio de una hueste y el silbido de un par de flechas desde arriba. Duro un segundo pero con tal intensidad que los heroes no pudieron mantener pie y cayeron al vacio, sin dejar de debatirse con su fieros enemigos en el trayecto. 
Azrael hundio su hoja demoniaca en la espalda de la criatura y aprovecho su cuerpo para amortiguar el golpe, que aunque su cuerpo mortal fuera resitente de otra forma podria haberle supuesto una dolorosa muerte sin redencion. El guerrero veterano fue ayudado por Roargh quien gracias a sus felinos reflejos logro aferrarse de un saliente. Ambos quedaron colgando en el vacio, mientras veian un defile de cuerpo caer y romperse en el lejano suelo. 
Cuando finalmente los tres se reunieron en el fondo de aquella torre para enfrentarse juntos a un puñado de Gnolls mal heridos por la caida y a la abominacion restante, la voz de el hechicero les llego mentalmente. Anunciandoles que el portal ya estaba abierto, y que la tropas estaban atravesandolo, debian detener el ritual cuanto antes. 
Por eso no hubo tiempo para antender las heridas, ni llorar a los caidos. De aquella sala que irradiaba una luz infernal debia provenir la energia que alimentaba al portal, quizas habia una forma de irrumpir el flujo...
Roargh se lanzo de cabeza para con  su hacha intentar penetrar el campo magico, sin embargo la aparicion de aquella criatura alada le interrumpio la carrera. Korgoth salio en su ayuda para descubrir a una vieja conocia, la hembra aprendiz de hechicera que era la mano derecha de Grraklam. Mientras ambos se enferntaban a sus trucos, Azrael se valio de las sombras para penetrar en el pentagrama magico que custodiaba aquel artefacto que llamaban llave. Un poligono hexagonal que flotaba en medio de aquella sala, cubierta cada una de sus caras con una runa incomprensible para el demonio, que fulguraban otorgando aquellos destellos al recinto. 
Su filo habia cortado materiales de todo tipo, e incluso habia sesgado muchas vidas aun antes de convertirse en la espada que portaba en el mundo material. Descargo el golpe confiado que no habria resistencia, pero la magia que protegia aquel artefacto más la que emanaba absorbieron gran parte de la violencia de la embestida, pero al tocar la hoja del material con que se hacian las pesadillas y los tormentos, la implosion de energia magica sacudio todo el plano. El portal al instante se desintegro en aquella zona, aunque sus efectos colaterales agito miles de millas a la redonda, extinguiendo criaturas sin que estas siquiera sufrieran y dotando de extrañas caracteristicas a tantas otras. 
Cuando la ceguera, provocada por el resplandor tras la explosion, cedio los heroes comprobaron que no quedaba nada de la torre en su alrededor, a sus espaldas habia una inmensa puerta en la cual un vortice, negro como la ausencia de toda brisna de luz que existio antes de los tiempos, ocupaba su extension. 
A su alrededor se encontraba confundido restos del ejercito que hasta hace poco estaba reunido entorno al portal junto a la torre de Zul. Algunas criaturas estaban en estado de shock, habia partes de cuerpos de lo que habian sido sus compañeros, otros yacian carentes de vida con una expresion horrorifica en sus rostros inhumanos. 
Raad Ndaam los saco del estupor apareciendo de la nada y exhortandoles a ponerse de pie y dar batalla. Aquella seria una muerte segura, pero al menos asestarian un ultimo y duro golpe a los planes de la sadica mente del jefe de los Gnolls. Con suerte los restos de ejercito que le quedaran tras el enfrentamiento serian facilmente aplastados por alguna fuerza organizada antes de que consiguiesen volver a abrir el portal para traer al resto.
 

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28/10/2013, 04:26

La adrenalina se apodero de la situacion en aquel combate, el arma aunque tosca habia demostrado valer el acero en que habia sido forjada, y aunque las heridas le adormecieran un poco los sentidos Khorin no dejaba de blandir la hoja aqui y alla, secundado por Lance Simbron que le cubria las espaldas. Cuando acabo con el ultimo de los Gnolls, el enano practicamente no sentia nada, a causa de la adrenalina en su cuerpo tras esa ansiada batalla y por los deseos de liberarse que latian tan fuerte como su corazon desbocado.
El humano se ofrecio a guiarle hacia donde sabia que ocultaban las pertenencias de los prisioneros, de camino algunos otros gnolls se unieron a sus hermanos en el más alla o el infierno, donde fuera que aquellas criaturas acudian tras estirar la pata. Tras pertrecharse con sus propias armas, forjadas con los mejores aceros y en las mejores forjas, Simbron le pidio al enano que le ayudase a liberar a sus hombres, que juntos podrian escapar abriendose paso a las huestes de criaturas mejor que ellos dos solos. 
Asi fue como Simbron, Khorin y un puñado de hombres armados recorrieron los sucios y olorientos recintos en busca de una salida, encontrandose con poca resistencia de camino. Al salir de aquel cubil por una puerta lateral comprendieron que su suerte no estaba de su lado, sino que simplemente el momento crucial habia sido aplazado, pues en la llanura junto a la puerta principal yacia un ejercito de al menos 300 cabezas, entre las cuales se hallaban criaturas mucho más temibles que los gnolls. Feroces bestias cuyo tamaño solo se veia opacado por la dimension su sus afiladas garras. 
Rodeados como estaban de paredes rocosas casi imposibles de trepar, la unica forma de huir de aquel cubil era dirigirse hacia donde el ejercito se reunia, aunque eso supusiera un suicidio.

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28/10/2013, 04:42

El elfo no tardo en descubrir que aquellas runas solo protegian una franja alrededor del cubil de las criaturas, con ayuda de su don de manipular el viento, protegio a sus compañeros para permitirle acercarse hasta un lugar que pudieran ponerse a cubierto fuera de la zona donde alcanzaba aquel conjuro que anulaba la magia. 
Pero entonces las puertas que habian permanecido cerradas hasta entonces se abrieron en la roca, y como la pus de una herida infectada, comenzaron a brotar filas interminables de Gnolls pertrechados con aceros recien forjados y armaduras que les cubrian completamente. A sus espaldas, donde las criaturas parecian dirigirse podian ver una enorme puerta que lucia una negrura impenetrable e insondeable, pero que claramente era producto de una magia superior incluso a la de la natura misma. 
En torno a esta pudieron entonces comprobar para su alarma, que se hallaba otro ejercito que aunque en principio disperso comenzaba a organizarse y enfrentarse a un enemigo que desde donde estaban no podian divisar. Aquello constituia una sorpresa, y aunque se hallaban protegidos entre grandes rocas irregulares a la vera del camino que el ejercito pronto atravesaria, solo era cuestion de suerte que permanecieran sin ser detectados hasta que todas las criaturas hubieran perecido y eso, siempre y cuando los gnolls fueran derrotados por lo  que fuera que estaban enfrentando.

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28/10/2013, 10:53
Khorin

¡De la sartén a las brasas! ¿No lo crees, Lance? - El enano estudiaba con la vista de extremo a extremo aquel ejército que se levantaba frente a las cavernas de los Gnoll. La claridad le molestó por unos momentos, tan habituado estaba a la iluminación tenue de las cuevas. 

Ahora vestía su armadura completa y traía sus armas predilectas. Sintió un pequeño dolor de abandonar su última creación, pero era un arma tosca y sin refinar. En otras condiciones podría haber hecho algo mejor.

¿Alguien necesita un hacha? Está mal equilibrada y se precisa la fuerza adecuada para cargarla, pero lo compensa su buen filo. Levo horas afilando esta hoja. - preguntó a los hombres de lance, quizás alguno fuera lo suficiente fuerte para cargarla.

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29/10/2013, 05:18
Roargh

Todo había pasado demasiado deprisa, a tal punto que no entendí si había logrado mi venganza.

Me levante aturdido y me tome la cabeza, agitándola, para luego ver el gran campo lleno de cadáveres y criaturas bizarras, comprendí que tenía que seguir peleando.

Estaba aturdido como para pelear correctamente y mis compañeros estaban heridos, además de que no sabíamos que había pasado con Red Alice y quien nos guió a ese lugar, si había un momento para aparecer con sus artes mágicas, este sin duda era el más oportuno.

Miré a Raad Ndaam y me aferre con fuerza a mi hacha, tronando mi cuello y hombros antes de tensar todo mi cuerpo, esperando atacar...