Partida Rol por web

La guerrera muestra otra cualidad de mujer, es impulsiva como ella sola. Pero me agrada. Aparentemente organizarnos no va a ser una opción, y siempre jugué mejor solo. Conozco muy bien esa sed de justicia, pero nunca deje de lado la paciencia.
Continúo desplazándome entre las ramas con gran agilidad adueñándome de la oscuridad para que me resguarde. Con mi visión nocturna como un felino que acecha desde las sombras me acerco agraciadamente hacia los gigantes, esperando el momento oportuno para mostrar mis garras.

Cualidades de mujeres o de hombres eran cosas que no le podían importar menos en aquellos momentos. Era curioso que seres de otros mundos hiciesen esas divisiones cuando deberían ser más innaturales, mientras que gente como él pensaban en la pragmática forma de "meh, si tiene hierro y lo sabe utilizar me corre eso más importancia que lo que tiene después de las muñecas". Curioso mundo.

Se desmontó y dejó al animal allí amarrado, casi viendo que acabaría siendo comida de los gigantes. Lo siento por tí, muchacho, eres un animal bueno y noble (¡y poco barato, además!)

"..."

Joder con el brujo. Era uno mucho más amante de cruzarse con acero que otros que había visto, pero... la brujería no era algo que mirase con amabilidad; despreciaba a la mayoría de los que utilizaban aquel arte corrupto. El bosque era cada vez más espeso y a nadie parecía habérsele ocurrido la idea de lanzar una antorcha hacia el sitio para ver exactamente lo que iban a matar que es exactamente lo que habría hecho de no lanzarse Red Alice de cabeza a la vorágine. En fin, no puedes retener un tornado, y mientras el tornado mata a todo el mundo... siempre puedes mantenerte reconociendo el terreno si no haces falta. Él sí se acercó con la prudencia adecuada, preparado para emboscar, aunque la reacción de la víbora con piel de hembra le pillase por sorpresa.

"Aficionada", mascullo cuando vio la reacción de Red Alice, a la par que arrancaba un buen trozo del tronco de un árbol que descansaba junto a él. Había olvidado durante unos instantes que sus compañeros para nada eran cazadores, y aun más importante, que su compañero de cabellos rojos tenía el gentil corazón de una mujer. Estaba realmente irritado, por valiente que fuera la joven , gritando de ese modo no conseguiría más que alertar a los monstruos, y hacer que estos estuviesen preparados cuando llegase, o peor, que provocasen algún tipo de daño a la niña.

En condiciones normales, se lo hubiera tomado con calma, y hubiera dejado que Red calmase sus ansias guerreras un buen rato, mientras gigantes y mujer ponían a prueba sus destrezas."Eso, sería divertido", pensó ensanchando la sonrisa como un lobo, pero no, por poco que le gustase la manera en que su camarada de turgentes pechos se expusiera, no estaba en su carácter quedarse al margen ni por un instante. De modo que acelero su paso cuanto pudo, tratando de no levantar demasiado ruido, lo que era mucha más distancia de la que podía cubrir un hombre tratando de ser sigiloso, o un caballo. Asió su hacha con fuerza, haciendo crujir el mango bajo su piel, y se preparó para el sprint final, con el único objetivo en mente de bañarse en la sangre de esos seres, que en apariencia secuestraban niñas.

Parece que no todo esta perdido...- susurró con voz espectral a través de su máscara y se sintió reconfortado por la sutileza de Korgoth y Roargh al actuar con prudencia.

Después de todo, el enemigo era desconocido aun y podría superar ampliamente nuestras expectativas. El impulso por impartir justicia me domina, pero nunca voy a arrojarme sin pensar a lo desconocido. Y después de todo, la peliroja podría servirnos de distracción.

Impaciente al oir los lamentos de la niña, Red Alice azuza a su montura, la cual emprende el ascenso en busca de una posicion ventajosa y al mismo tiempo eludir la oscuridad impuesta por los tupidos arboles. La tarea no es sencilla y el batir de sus alas sumado al ruido de la hojarasca asemejan una bandada de murcielagos freneticos aleteando en el lugar.
Sus compañeros alertados por su accion, deciden aprovechar la distraccion y posicionarse tacticamente. Azrael se teletransporta entre las sombras hasta quedar en lo alto de una rama al borde de un pequeño claro y desde alli puede ver dos figuras desgarbadas, tan altas como los arboles que les rodean y con una apariencia entre rocosa y arborea. Sus largos miembros cuelgan a un lado casi tocando el suelo. A un lado de ellos yace un pequeño bulto que gimotea y se retuerce.

La claridad de Selene, la custodia nocturna, le permite a Korgoroth y Red Alice visualizar lo mismo. La luminosidad del claro es algo escasa pero el tamaño de las criaturas les hace blanco facil, sumado a que en cuanto el ruidoso corcel alado de la she demon aparece en el aire ambos seres  voltean a mirar en su direccion sin percatarse del acecho de los otros tres.
Roargh se acerca al claro silencioso como un felino y observa el derredor analizando la escena, la niña esta tirada a los pies de las enormes criaturas y se encuentra amordazada y atada de pies y manos, junto a ella en un bulto de inmundicias se encuentra un torso desmembrado a mordiscones a juzgar por los girones de piel, tendones, huesos y carne que lo componen.

Las enormes craturas lanzan un grñido que suena como un arbol cayendo y toman unos troncos con espinas que descansaban a sus lados a modo de armas.

Observa a su alrededor y las piezas ya están en su sitio, es hora del combate. Parece que todavía los gigantes no advirtieron su presencia, nunca se lo verán venir como de costumbre...

El manto de la noche cubre sus pasos, la muerte silenciosa se llevara un alma esta noche. Entre ramas se desplaza la voluntad del guerrero, decidido a cumplir con su meta. Un resplandor en la oscuridad, solo para los ojos de los más perspicaces, es precedido por el filo metálico que corta el aire. Como el estandarte de un caudillo se extiende su largo mandoble, todavía resuena en los ecos del pasado. Sangre y fuego arman su voluminosa estructura, frio y muerte templan su corte.

El ultimo brinco marca el momento decisivo, sus guanteletes negros crujen sobre la larga empuñadura. Es la tensión que se acumula antes del ataque, el trueno que precede al relámpago. Se impulsa con su espada lista para atravesar la carne, no hay vuelta atrás. Una sombra lo resguarda, y su ataque no será advertido y se lanza hacia su objetivo envolviéndose en las frias llamas de la oscuridad que congelan el aire a su alrededor.

No agregue los modificadores porque todavía no los tengo muy en claro:
Close combat +9
Mandoble: Strike strenght based 8 DC 25, penetrating 8
                 Demonic Fire: Damage 10 (Demonic, cold, fire; DC 25, Improved critical 3 (17-20); alternate)

Mi idea es atacar usando el daño de frio. quiero ver bien como haces la suma para la próxima ya saber. 

tambien tengo: Precise attack ( close attack /concealment ) -4pp no se si hay un penalizador para atacar desde el sigilo... pero buen XD aclaro por las dudas. 

No hice tirada de sigilo porque supuse que contaba la anterior ya que dijiste que teniamos un turno sorpresa, pero por las dudas agrego una tirada de sigilo aca.

Tampoco use la teletransportación porque supuse que tenia que tirar un dado, y si fallaba me cagaba todo el ataque XD
 

vale, quedas primero en iniciativa, azrael ya actuo asi que ahora vas tu, tu accion va primero.

Roargh no espero más, en cuanto vislumbro en la noche el destello de la hoja de Azrael dirigiéndose a una de las gigantescas bestias, supo que no podía demorarse más. Apretó con fuerza su hacha, dejando ver sus músculos tensados como las cuerdas de un barco, unas que soportaban gran peso. Aguzó la vista, no quería dejar escapar ningún detalle de aquel ser, cualquier cosa podría indicarle su punto débil, y no solo debía contar con su intuición.

El mundo casi pareció detenerse a su alrededor, podía oler las ansias de Red por rescatar a la niña, el hambre de Azrael por hacer justicia con aquellos seres, la calma de Korgoth apuntando tras unos arbustos, el miedo de la niña, el olor a sangre y vísceras que reposaba junto a ella, prueba de una de las victimas de estos trolls, e incluso podía anticipar la confusión que durante unos instantes abordaría a esos seres. Que pudieran morir como los mortales se le antojaba ya como un detalle sin importancia, él los trocearía, los evisceraría y machacaría. Y cuando todo hubiese acabado, o las criaturas no fuesen capaces de defenderse, les abriría el pecho, rompiendo su tórax con sus propias manos para llevarse sus corazones, y romperlos sobre su cabeza, dándose así un buen baño de sangre. Todo eso, si es que resultaban ser rivales dignos.

Tenso sus piernas, y salto con furia, alzándose en el salto de manera fugaz a la altura del pecho del monstruo que no había atacado Azrael.-!!!ROARRRRRGHT.¡¡¡-Rugió en su ataque, y el sonido que produjo se pareció tremendamente al de uno de esos grandes felinos que habitaban las llanuras, uno de esos cuya cabeza era coronada por una tupida mata de pelo. Antes de que el ser pudiera advertirlo, descargó toda su fuerza en un golpe salvaje de hacha.

Había hecho todo lo posible por distraer al ser, ahora dependía de la mujer pelirroja rescatar a la niña.

Haria daño 17 XD. +5 por el ataque poderoso, y +1 por la carga XD.

Demasiado pronto a la carga feroz para su gusto; ahora tenía que ignorar en su trayectoria a energúmenos vociferantes y a... lo que fuera que fuese Azrael.

"Oh, bueno. Sería un problema si no fuesen gigantes..."

Por supuesto, seguía teniendo la ventaja de que era bastante más rápida una flecha ya preparada que alguien que tenía que correr hasta allí, incluso si era la bestialidad hecha carne que era Roargh. El salvaje podía ser tan rápido como las gacelas y tan feroz como el cruce entre un brutal oso montañés y un león enfurecido, pero Korgoth tenía su propio historial a la hora de tomarse las cosas con cierta calma y matar a todo lo que se le cruzaba por enmedio: la riqueza, el bienestar y que no te degüellen tienden a ser buenísimos estimulantes.

Una flecha, otra y otra cruzaron con rapidez el escaso lugar que las separaba de sus objetivos, buscando las grandes cabezas aquellos espetones de madera emplumados. Korgoth sonrió al ver cómo sus flechas cruzaban con verdadera puntería la distancia, y se preparó para la siguiente acometida, sabiendo que sería bastante difícil mantenerse escondido después de aquello; si no los dejaba ciegos, se entendía.

-...heh.

No estaba nada mal para empezar. Si Red sacaba a la chiquilla de allí a tiempo incluso podría ser un trabajo muy limpio sin tener que lamentar ninguna pérdida. Era la primera vez en que iba con una compañía en la que nadie sucumbía horriblemente a manos de los monstruos.

Korgoth envia una lluvia de flechas buscando hacer blanco en los gigantes arboreos, que quedan adornados por los penachos de colores de las saetas del guerrero, momento en el cual Azrael se lanza al ataque de uno de sus enemigos, la hoja impacta en el brazo de la criatura arrancando parte de su rocosa piel, casi arrancando de cuajo el miembro.
A su vez Roargh emprende una carga contra el otro gigante y tras su rugido descarga el hacha con ferocidad, tal que cercena limpia una pierna de la criatura, la cual cae cuan largo es. 
El troll que queda en pie, gruñe como una cascada golpeando contra las rocas y aferrando con su otra mano el rustico baston que lleva por arma, intenta blandirlo contra azrael pero abanica el aire.
La situacion parece estar facil para Red Alice, que desde el cielo tiene una inmejorable vision de lo acontecido en el claro. 

No te quiero romper mucho el coco, pero no me podrias desglozar los modificadores que intervinieron en mi ataque? Es para tener en cuenta que modificadores tengo que agregar en mi tirada.
Supongo que es 8 (dado) + 9 (close combat) + 8 (arma?) + 1 (fuerza) = 26?

Ademas mi arma dice que es 8 para una DC 25 eso no entiendo bien. Se supone que la DC del enemigo es desconocida. 

Red Alice intenta maniobrar entre los arboles y los trolls para llegar finalmente a la chica, a la cual atrapa y sujeta fuertemente mientras se aleja de la batalla. "Tranquila, niña. Estas fuera de peligro." Sabia que las criaturas estaban acabadas por medio de sus compañeros pero lo mas importante de todo fue aprender como ellos se desenvolvían en combate.  Roargh es un guerrero Berserker de pura furia y fuerza desenfrenadas, Azrael un asesino de las sombras y Korgoth se había convertido en un arquero excepcional.   

Como un relampago el corcel alado deciende en picado en busca del bulto chillon, Red Alice con gran destreza se estira para sujetar a la muchacha y llevarsela a vuelo de la zona de peligro.
Los combatientes pueden ver que al menos uno de sus oponentes ha caido abatido y el otro presenta una fea herida, sumada a las saetas que adornan todo su torso, en algunas de ellas un humor viscoso mana como si fuera una savia lechosa de color petroleo. De todas formas no parece estar dispuesto a rendirse sin luchar y la accion de la pelirroja arrebatandole su desayuno no hacia más que incrementar su furia hacia los furtivos atacantes.

El troll de la colina parece lanzar una sarta de maldiciones aunque a sus oidos solo llegan sonidos guturales y cavernosos.

Uno de ellos muerto, los demás asaetados con flechas, y a partir de ahora el centro de atención de todos ellos, Korgoth sabía que seguir con las flechas sería un completo suicidio. Por ello, se deshizo del arco y sacó las armas, en sus manos el hacha, porque la espada parecería poco más que un alfiler contra aquellos enormes mamelucos... y porque si quieres tajar un árbol, es lo que necesitas.

-¡Eres mío, grandullón!

Se lanzó a por él con el hacha, preparado para descargar un golpe, llamándole la atención para que dejara a Alice, que sin duda se encargaría del otro gigante. Tenía que reconocer que podría haberse quedado con las flechas y correr un cierto riesgo, pero aquello, ah, sí, aquello se le daba mejor. Y era mucho más estimulante. En realidad sólo se trataba de ver quién llegaba antes a quién, Korgoth que era de miembros cortos pero rápido o el gigante, de enormes miembros pero lento. Cualquiera podía jugarse en aquel momento.