Partida Rol por web

La carrera hacia abajo era rápida. Cuando de pronto en la pared de la escalera se habrían huecos para arqueros,

Los había logrado divisar cuando Roargh, me levanto la mano mientras sacaba su hacha y empezaba a sacar su hacha. 

Le asentí con mi cabeza.

El camino empezó a ser mas lento. La tensión se apodero de mi y empecé a caminar mas lento aún atrás de mi compañero.

Azrael procura moverse como una sombra, camuflando su silueta en la oscuridad y silenciando sus pasos como un felino. Por un momento logra apreciar el tenue resplandor posiblemente de una antorcha, pero a pesar de que eso indica la posible presencia de guardias, no se preocupa mucho y decide enfocarse directamente en su objetivo. A este punto no puede darse el lujo de perder el tiempo. 

Sin embargo no estaba solo, y debía consultar la opinión de su compañero -Supongo que deberíamos continuar hacia las mazmorras, el pasaje parece bastante maltrecho, pero no tenemos tiempo de buscar un camino alterno.- Mira fijamente hacia adelante mientras espera la respuesta de Korgoth.

Los gritos de dolor y sufrimiento le recordaban al mismo infierno, y rompían con su paciencia. Una sensación incontrolable lo llama a rescatar a aquellas inocentes almas y arrasar con todo gnoll o demonio que se le cruce por el camino.

Era su hambre de justicia.

Roargh continua descendiendo aunque ya no como un guerrero sino que pareciera una fiera salvaje acechando a su proxima presa, su cuerpo reduce los movimientos a los minimos necesarios para avanzar y toda su figura pareciera almalgamarse al entorno de forma tal que aquel que no estuviera al tanto de su presencia le seria dificil poder advertir su presencia.
La guerrera intentaba seguir sus pasos sin generar ningún ruido ni atraer la vista hacia su presencia, así fueron descendiendo ambos encaminándose a aquella garita de donde pudieron observar provenía una tenue iluminación perteneciente a una fogata, el olor a humo y carne asada les llegaba empujado por la brisa impregnando sus sentidos, pero a su vez ofreciendoles un manto de ocultamiento para los agudos olfatos de aquellas bestias.
Roargh ya podia ver sus siluetas en torno al fuego y oir sus carcajadas, en lo que parecia una charla animada en aquel grotezco idioma nutrido de sonidos guturales y chasquidos. Eran apenas un grupo de 6, el brillo de las armas y el metal de sus pechos significaba que al menos estaban bien pertrechados, sin embargo su distraccion les seria fatal. No seria dificil para el savaje y la Barbara caerles y acabar con ellos sin que pudieran advertir que era lo que les golpeaba.

El guerrero Veterano no movio siquiera la boca para responder al caballero demonio, una rapida flexion de su brazo dio a entender que debian seguir descendiendo, internandose en las mazmorras- Su intuicion quizas le decia que alli no hallarian a su objetivo.
Por lo que continuaron el descenso por las escaleras, hasta el momento en que se les presento el primer escollo delante de Azrael se presentaba la ausencia de almenos 1 metro de escalera, lo cual a primera vista no resultaba ser una tarea dificil de sortear, si no fuera porque su compañero estaba completamente a oscuras detras suyo. Por dentro el demonio sabia que si no fuera por la absoluta oscuridad le bastaria con transportarse hacia la proxima sombra, pero por el contrario eso no le era posible.
Cada segundo contaba y una caida desde aquella altura era una muerte asegurada para cualquier mortal.

Apenas estuve lo suficientemente cerca me quede esperando que Red Alice me alcanzara, sabia que en cuanto yo atacara revelaría mi posición, momento que debería de aprovechar la mujer para acabar con algún otro enemigo, sin dar tiempo de avisar a aquellas malditas bestias.

Tome aire antes de lanzarme contra uno de ellos, bajando el hacha justo al medio de su cabeza... 

Como se mueve, fue lo único que pensé. 

Al llegar a el vi que tenia intenciones de atacar, por eso cuando lo hizo busque otro objetico y le lance mi espada a la altura de su cabeza.

Cuidado, aquí se termina el camino... Azrael se detiene mientras observa hacia abajo con su visión en la oscuridad. Falta un tramo de escalera... da un paso largo para tomar un pequeño envión y salta hacia el otro lado.

Mira hacia atrás y enciende el fuego de su espada para iluminar el lugar. Una luz tenue de un tono azul espectral baña el lugar, como si se tratase de una antorcha. De esa manera su compañero podrá ver donde saltar. Eso podría revelar su posición, pero pensó que sería la única manera en la que su compañero podría ver el camino.

Un salto de un metro era una cuestión muy sencilla de superar, pero en la oscuridad total podría representar un problema mucho mas grave de lo que aparentaba. 

El guerrero de las mil vidas acecha a su presa esperando que su compañera este al alcance para poder caer simultaneamente sobre ellos y que el ataque sorpresa fuera decisivo.
Hacha en mano Roargh salta sobre la espalda de uno de los Gnolls más cercanos hundiendo su arma en aquella bestia, sus compañeros interrumpen sus obscenas carcajadas y su expresion se muda de la sorpresa al terror y luego al encarnizado odio de la batalla.
Es entonces cuando Red Alice entra en escena por detras de Roargh con la habilidad que solo otorga el haber acribillado a cientos despacha a dos más antes de que pudieran voltearse a mirar siquiera.
Los gnolls toman sus armas y lanzan un grito de batalla aprestandose a no dar tregua y cobrar caro el atrevimiento de intervenir en su juerga.

LA sorpresa del primer ataque había sido exitosa, 3 de los 6 ya habían caído y no era difícil preveer el resultado de la contienda.

Malditas bestias van a morir. 

Luego de matar a aquella repugnante criatura, di un salto hacia atrás, aguardándolos antes de lanzar un nuevo hachazo sobre el cuerpo del mas cercano de ellos... 

La guerrera Pelirroja se lanza contra uno de los gnolls que parecia intentar avalanzarse sobre Roargh, su espada le atravieza el pecho traspasando su armadura antes de que este pudiera siquiera avanzar unos pasos.
Otro de las abominables criaturas decide descargar su miedo y furia contra la guerrera aunque la tosca arma del Gnoll solo corta el aire debido a un agil movimiento de la She-demon que gira al tiempo que retira la espada del cuerpo de la bestia caida.
Entonces Roargh salta hacia el gnoll que habia intentado atacar a Red Alice y descarga con furia su hacha cercenandole la cabeza y provocando que una espesa y negruzca fuente de sangre emane del cuerpo que no tarda en caer inmovil.
El gnoll que quedaba en el resinto lanza algo de su zurron a la pequeña fogata con la cual habian asado su comida instantes antes, y emprende la huida continuando el camino de la escalera por fuera de la torre.
Mientras ambos le ven correr y antes de que puedan reaccionar, las llamas estallan crepitando fuertemente y esparciendo el fuego por todo el recinto.

La muerte se habría apropiado de estas inmundas criaturas, solo faltaba una, sin embargo empezó a correr y luego de ello, algo exploto en el fuego.

Como una experta, evito las llamas y salgo disparada sobre las llamas tras la criatura, para darle muerte, no quiero que de la alarma aún.

Korgoth una vez Azrael le hubo indicado con el fulgor de su espada una leve señal de donde debia aterrizar, sin dudarlo se lanzo de un salto tomando apenas unos pasos de carrera. Pronto ambos pudieron continuar el descenso que no tardo en hacerles pasar por un nuevo descanso donde una gran puerta de madera les comunicaba con las dependencias de la torre, con la vision en la oscuridad Azrael ahora podia adivinar que les quedarian aproximadamente 50 metros de descenso aun para llegar al fondo de la torre, pero eso no aseguraba que alli estuviera lo que buscaban.
Lamentablemente Raad no les habia entregado un mapa, tenian que optar rapido si continuar el descenso o probar suerte tras la puerta. Mientras se decidian Azrael pudo escuchar un rumor del otro lado, unas grotescas voces parecian estar discutiendo aunque no podia entender lo que decian era muy seguro que se tratara de Gnolls.

Luego de que su compañero supere el pequeño obstáculo, Azrael asiente con la cabeza como gesto de aprobación y continua su camino. Con su colmillo demoníaco a mano preparado para todo, continua descendiendo por la endeble estructura, procurando moverse furtivamente como un ladrón en la noche.

El caballero oscuro se detiene justo frente a una puerta de madera, a este punto realmente no estaba seguro si seguía el camino correcto, y se encontraba en medio de una encrucijada. En ese momento le hace una seña a su compañero y susurra -shhh... escucho gnolls detrás de la puerta. Eso me da una idea.

Su vista atraviesa el velo de oscuridad, y solo veía un largo descenso hacia abajo, pero ni siquiera se preguntó que debía hacer, ya que tenia muy claro que debía hacer. Quien necesita un mapa, si conseguimos un guía, je je... golpea un par de veces el lateral de su casco con la filosa uña de su guantelete mientras sus ojos brillaban con un macabro resplandor.

-Entramos y liquidamos a todos menos uno, yo me encargo del resto...- Esta vez no esperaba la respuesta de su compañero, estaba decidido a entrar y comienza a abrir la puerta muy lentamente.