Partida Rol por web

Mientras esperan, Fey le trae a Crixor la otra ración, acompañandola de una jarra de cerveza.

- Esta cerveza la invita la casa -le dice, guiñandole un ojo.

-Gracias - le responde a la camarera maja.

Después Fey sirve la otra ración de comida que en teoría es para ella porque la chica se le ha olvidado antes. Antes de que Crixor le hinque el diente, le roba el planto y como un poco para poder aguar la actuación. Está realmente cansada por haber hecho todo el camino a pie... que suerte que ellos no tengan una especie de profecía mortal pendiendo de sus cabezas.

No come toda la ración pues suelen servirlas demasiado grandes para ella así que deja el plato junto a crixor que seguro que tiene más hambre y se limpia las manos con un pañuelo, que más tarde tendrá que lavar.

-Iré a prepararme... y será mejor que tú cantes... ahora no puedes echarte atrás y quiero ver ese talento que tratas de ocultar - le dice a Kalahad.

Se lleva su mochila, ahí lo tiene todo y por eso pesa tanto.

Motivo: oro

Tirada: 1d20

Resultado: 13

Motivo: plata

Tirada: 3d10

Resultado: 24

Motivo: bronce

Tirada: 3d20

Resultado: 25

- Bueno -dice el guardia, como pensando. Si ha sido el río, o el lago, supongo que no pasa nada -sigue, tomando las monedas de la mano de Lothar y guardándoselas en una pequeña bolsa. Pero yo no he visto nada, eh. 

- Escuche -le dice antes de que se aleje-, mejor que vaya a una posada, no se entretenga en las calles que han habido algunos asesinatos nocturnos y la gente está muy desconfiada. Las tres posadas que hay aquí son "El águila roja", "El brazo del Troll", y "El descanso del viajero".

Les da las indicaciones hacia las tres. La mas cercana es "El brazo del Troll". "El águila roja" queda en el centro de la fortaleza, y "El descanso del viajero" está cerca de la entrada principal, hacia el oeste.

Gracias, buen hombre. Responde Lothar... todas aquellas historias de su padre eran ciertas, el dinero hace de cualquier mentira una gran y absoluta verdad y más si el pago era generoso.

Pensó en ir al "Descanso del viajero" a buscar a sus compañeros, pero no era ni la hora ni el momento, el hambre y el cansancio no ayudaba ni un poco... por lo que decidió ir a la más cercana, pero antes debía hacer algo con sukubo, llamaría mucho la atención y aparte su olor realmente era hediondo.

Antes de irse le pregunto: ¿Sabe dónde puedo encontrar un pozo o algo para limpiar a mi amigo aquí presente?

Luego de escuchar la respuesta fue hasta "El brazo del Troll", donde primero comería.... antes de ingresar le dijo a su compañero "escondete en el callejón, sukubo... ahora te traigo algo de comer..."

Kalahad se quiere morir. Literalmente. Llega a pensar que jamás escaparon del Demonio y que está viviendo una especie de infierno. ¡Él cantando en público en una caverna! ¡Él!

Después se da cuenta que ya está en la caverna, ya ha comido carne... ya ha hecho cosas que jamás pensó que pudiera hacer. No volverá a ser humillado por cobarde ni puesto en evidencia. Solo hay algo que puede hacer

- Está bien... Cantaré... ¿Tú bailas? 

Kalahad saca su espejo para acicalarse ya que aún no ha tenido tiempo para darse una ducha. Se quita su túnica. Se siente extraño haciendo este ejercicio de bajeza con su túnica celeste. 

Después, se concentra, mira para el suelo sin atreverse a alzar demasiado la mirada... y canta

Evidentemente Kalahad no va a quedarse así. Su humillación es tan profunda que ya no se puede contener más. Ni siquiera aterrorizar a esa vulgar ladrona sirve para que esté tranquila... Llegó a pensar que sí... pero no fue suficiente. Encima se le vuelve en contra, le tildan de temoso y de pesado... Mientras ella se dedica a cortejar a Crixor y a despreciarle a él, buscando seducir al resto y robar sus miradas... Mientras eso le pone a él en el ojo del huracán... 

No. Si quiere atención, si busca copular lo tendrá

No sacó el espejo para acicalarse sino para entrar en la mente del comensal más bruto y simplón que vio y haciendo un hechizo hacerle ver que Farah se le está insinuando. Allá donde ella baile que el vea algo más, solo para él. Donde vea sensualidad que vea directamente incitación al sexo. Que allí donde ella sugiere él vea su cuerpo desnudo incitándole a tener algo ya mismo. La ilusión de los gestos de atracción y seducción es sutil. Y la mente del comensal, simple y etílica debería bastar para que la chica tenga su merecido. 

-Me llevará tiempo prepararme, así que canta tu primero y luego ya bailaré yo.

Antes de entrar del todo en la sala que le han dejado para prepararse, se queda observando en la puerta a Kalahad y su canción. Tiene una voz bonita, canta bien y la canción es triste pero hermosa... tras aplaudir su canción y animar a los demás a hacer lo mismo, se pierde tras la puerta.

La preparación no es sencilla y tarda cierto tiempo en el que los demás aun pueden disfrutar de más canciones del trovador o de los demás artistas que esperan a actuar en el escenario de la taberna. Tras unos 15 minutos, cuando es posible que la gente ya comience a pensar que ha decidido no bailar, sale de allí cubriendo su cuerpo con un gran velo blanco y rojo y con la mochila en la mano, que deja en su mesa antes de dirigirse al escenario. Les guiña un ojo a sus compañeros y se acerca a los músicos que han actuado. Una bailarina no puede bailar sin música.

Tras unas indicaciones y cuando todo está ya preparado. La música comienza a sonar.

Y nada... a ver si les consigo seducir y que caigan a mis pies! MUAJAJAJAJA

No lo sabe ella bien... 

El baile calientabraguetas que se ha marcado ya es bastante peligroso... La ilusión pretende hacerle entender que quiere algo directo y salvaje con él y lo quiere ya. 

Eso sí, como se llegue a enterar me MATA. Si ya me dio una bofetada por ser un soberbio no puedo ni imaginarme qué pensará  si la fuerzan sexualmente... 

Largos son los bostezos de Crixor mientras escucha cantar al mago, pero tiene que reconocer que lo hace bien, al menos suena mejor que la gente corriente cantando. Observa con atención la actuación de Farah, se fija en como le queda el traje y en los movimientos de su cuerpo, sobre todo su cadera. 

Todo ello no impide al guerrero seguir disfrutando de su cordero y de vez en cuando desviar su mirada a la camarera que no hace más que invitarle y halagarle. 

Crixor se deja querer pero sin quitar los ojos de la joven bailarina, a quien antes de comenzar la actuación le propuso un trato. "Si sales a bailar puedes pedirme otra cosa a cambio en cualquier momento". 

El canto de Kalahad resuena en toda la estancia. A medida que avanza la canción los murmullos de otras mesas se detienen para escucharlo.

Cuando finalmente termina, todo queda callado por dos o tres segundos interminables, hasta que una de las camareras de atrás grita un "bravo!", que es seguido de sonoros aplausos.

Luego Farah se retira a cambiarse y un cómico que se llama a si mismo Morris de Cley cuenta un par de anécdotas picarescas. Aparentemente son conocidas ya que, a pesar de que se escuchan algunas risas, no es recibido con el mismo fervor que al mago.

Entonces aparece Farah, con su túnica blanca, y es foco de todas las miradas, que la siguen hasta el escenario. Regis el trovador accede a acompañarla con su cítara, y convoca a dos hombres y una mujer que portan instrumentos. Regis los presenta a Farah, son Ilun el flautista, Mara Manoshábiles, que porta un violín, y Duruk de Andurra, un músico algo obeso que acompañará con la percusión.

La música comienza y Farah hechiza a todos con su baile. Aquí y allá se apagan algunas luces para aportar al clima reinante, y en varias ocasiones la acompañan con aplausos al ritmo del son.

Todos los ojos están clavados en ella, pero la chica comienza a ver en especial a un mercenario con la mirada vidriosa. Está acompañado en su mesa por otros 3 borrachines, pero su mirada es claramente perturbadora. Tanto que literalmente en un momento comienza a caer abundante saliva de su boca.

En un momento, hacia el final de la pieza, este hombre se levanta, se quita su chaleco y se desabrocha el cinturón, o en realidad la cuerda que sostenía sus pantalones, dejando a la vista su erección evidente. Con una rapidez asombrosa corre hacia la chica y sus intenciones son mas que claras.

Los aplausos sorprenden a Kalahad. Nunca nadie en su vida le ha aplaudido. Su madre un par de veces le acarició el pelo cariñosamente. Y él a veces se da ánimos sólo. Pero nadie le había jamás felicitado en público de esa manera, así que, no le queda sino sonreír. Su ego se ve alimentado y si no fuera porque sigue siendo tremendamente orgulloso, hubiera pelado con el humorista por seguir estando en el escenario.

Pero por hoy es suficiente. Se pone lejos de la bailarina, junto a la barra para comer lo que pidió Crixor. Observa como los hombres la miran y de repente uno salta sobre ella. 

​- Ahí tiene el aplauso que buscaba, supongo- No muy seguro tras ver a la chica bailar de si lo que acaba de pasar fuera provocado o accidental será del agrado de la chica.

Ah, las relaciones humanas son tan complejas. Piensa mientras sigue comiendo. 

Saluda a los músicos que se ofrecen para acompañarla en la actuación y les agradece su colaboración. Está un poco nerviosa porque es la primera vez que actúa sola y delante de tantos desconocidos... al menos cuando su madre la invitaba a bailar con ella, se sentía más protegida. En ese lugar, puede pasar cualquier cosa. Pero Kalahad ha cantado y ella tiene que cumplir su parte de la apuesta, ahora no puede echarse atrás porque quedaría mal.

Cuando suena la música se deja llevar por ella, realizando cada movimiento previamente estudiado y ensayado hasta la saciedad. A veces se fija en las personas que observan su actuación, a veces hace como si las mirase a ellas, pero en realidad solo está concentrada en la música. Y entonces, en uno de esos momentos e los que se fija en las personas, lo ve. Ve esa mirada turbada por el alcohol, vidriosa y falta de razón. Es mejor no mantener el contacto, es mejor centrarse en otras cosas, que no piense que ella le invita a algo que no es verdad.

Ese es el problema de actuar en las tabernas cuando ya ha caído la noche. Los hombres tienden a emborracharse, a beber de más y a actuar de forma poco decente sin comprender que ella no está disponible para calmar sus deseos más turbios. Pero no solo ella, todas las demás bailarinas cuando bailan están por encima de todos ellos.

A unos minutos del final ve como ese hombre, turbado por el alcohol y el deseo y carente de vergüenza y dignidad se desnuda delante de todas las personas de la sala y se lanza corriendo hacia ella. Se detiene en su actuación pues no va a permitir que alguien como ese desecho humano se lance sobre para calvar sus deseos sexuales reprimidos, no una cualquiera.

Se hace a un lado, lo más lejos posible de ese hombre y busca una forma de librarse de él.

Aunque Crixor no estaba usando los cubiertos para comer, éstos estaban en su mesa y viendo al borracho seboso que se lanzaba en cueros sobre Farah, deja la pata de cordero en el plato y coje el cuchillo. La segodaroa cuelga de la espalda del soldado pero no cree que merezca la pena usar un arma tan potente en estos casos. Se dirije al sujeto y lo agarra por la espalda estirando hacia atrás antes de que éste ponga una de sus orondas piernas encima del escenario. Acto seguido coloca la hoja del cuchillo bajo el miembro del tipo, y le susurra unas palabras.

-Si aprecias esta cosa, ya te estás sentando con tu amigotes y haremos como que nada ha pasado. Espera la respuesta del borracho apretando la hoja del cuchillo contra la carne. Mira a Farah y sonrie.