Partida Rol por web

Maik toma con suma delicadeza el maravilloso intrumento musical cuando se lo alcanza la mediana.

- ¡Ohhhhh! Es fantástico...nunca había visto tal belleza.....

Durante unos instantes, como si de la cosa más extraordinaria del mundo, el gnomo mira y rvisa el instrumento si atreverse a hacerlo sonar. Mientras con aire distraído añade un comentario:

- Tened mucho cuidado con esos objetos, si son de los creados por mis antepasados pueden producir el Desvanecimiento...y sería una lástima que alguno dejara de existir....además ahora podemos entrar en la puerta que tenía el glifo con la letra "J" porque ese cetro es la llave.

Sin esperar respuesta alguna concentra su atención en la mandolina y comienza a tocar una canción nostálgica gnoma.

Cuando regresais a la tienda. Ghelve mira con preocupación al paladín.
Estás bien?. ¿Habeis descubierto algo? Temo por toda aquella gente secuestrada por mi culpa...

Markku se dirige en primer lugar hacia el templo de Pelor, pidiendo a Maik que espere en la puerta. Expone a su tío (el clérigo de mayor cargo, según mi historial) la situación, y le pide que tenga los ojos muy abiertos, y que tenga mucho cuidado. Dicho esto, se encomienda a Pelor, se arrodilla y recibe una bendición de su tío. El sonido del oro resuena el fondo del cuenco de las donaciones, a pesar de que Antti Vaara intenta convencer a su sobrino de que puede hacer la donación más adelante, sabedor de las penurias que pasa la casa actualmente...
Tras esto, Markku se dirige a su casa, donde pregunta cómo está yendo la situación en su ausencia (tanto en el campo como si ha habido algún percance, y se asegura de que los niños de la familia están bien) y realiza todo lo que sea necesario. Si hay algo con lo que pueda obsequiar a Maik, como una jarra de cerveza decente o similar, así lo hago.

Otro día amanece en la ciudad de Caldero. Os reunís en la trasera de la tiende de Ghelve para iniciar una segunda expedición.

Antes de entrar en la otra habitación Amras le tendió el uniforme al bardo. Si quería ponérselo y eso ayudaba en algo mejor, ya cogería su insignia de recuerdo más tarde, tampoco tenía tanta importancia en este momento.

En el túnel con escombros el elfo hizo una pequeña inspección, tratando de cerciorarse de que la excavación había sido realizada por las criaturas con las que se las vieron el día anterior.

-Cuidado, chicos, este suelo se hunde. Voy a intentar bloquearlo. Echadme una mano, agarrándome, por si acaso. No quiero acabar en el fondo de vetetuasaberdónde.- termina, mirando al bardo y guiñando un ojo, antes de ponerse manos a la obra.

Daeneris, avanza por el pasillo examinando todo los rincones de la zona. No detecta nada extraño, salvo en la puerta que tiene la típica cerradura, la letra I, y una trampa para los ladrones que intenten forzarla.

El mecanismo de la palanca parece bloquear una trampa al otro lado de la pared. La trampa del pasillo.
Daeneris examina la habitación pequeña en busca de cosas extrañas. El tunel avanza 10 pies y se bifurca en T hacia el norte y el sur.
La pared del sur de la habitación, parece pivotar sobre sí misma...

Por mucho que busca Daeneris, no encuentra nada, ni peligroso, ni valioso en este armario. Hace tiempo que está vacío.

Daeneris sube con cuidado los escalones, sin encontrar nada fuera de lo normal, cuando se coloca en el segundo nivel, en frente del gnomo con cara angelical comienza a hablar.
Si quieres una audiencia con el rey, coloca tu mejor moneda en mi boca

Dicho esto, el gnomo deja su boca abierta.

Cuando Daeneris va a tocar al monarca. ¡Se esfuma!. En cuanto la mediana aparta la mano, el monarca vuelve a aparecer.
Daeneris examina el trono ignorando al "rey" y encuentra un compartimento en reposabrazos. Lo examina con atención y ve que no tiene cerradura y no parece tener ninguna trampa.

Daeneris entra con cuidado y examina palmo a palmo la habitación, la mediana no encuentra nada extraño.

Desde donde está puede ver unas escaleras que descienden en dos tramos y desemboca en un pasillo que va a una habitación al fondo con luces titilanes, que suponeis que es la sala de la fuente.
La puerta del sur tiene una J

Maik mira a la mediana pero no le da tiempo a replicarle pues ésta comienza a echarle la bulla a Markku.

...¿Pelota?...¿yo?...no es sólo que alguien tiene que dirigir esto...y Lord Vaara a conseguido sacar a flote el negocio de su familia...y es muy respetado....y que vaya a ser mi mecenas no tiene nada que ver...

Mientras piensa con la mirada perdida, el gnomo se ruboriza.

Markku vuelve airado tras doblar la esquina, y le dice a Saphon sin ocultar su tono de enfado:
- ¿Estáis satisfecho, o queréis venir por vos mismo a comprobarlo? Cuando deseéis, amigo mío, dejaremos de perder el tiempo en pamplinas y nos ocuparemos de lo que de verdad importa.
Dicho esto, Daeneris se acerca, arrebatándole la llave de la mano, y soltándole el discurso al paladín... La pícara no parece percatarse en absoluto de la mirada de furia que le dirige mientras le sermonea, cosa que parece airar aún más a Markku, que finalmente le da la espalda y se dirige a las escaleras.

Daeneris revisa las cajas y el suelo del piso de abajo sin encontrar nada peligroso. Asciende al piso de arriba y revisa el armario, el baúl y en la zona de arriba. Todo parece segura, cuando accidentalmente da una patada a la pared, y ¡parece pivotar!, la pared suelta polvo, como si no hubiera sido usada en mucho tiempo. La mediana es precavida y prefiere no seguir moviéndola.

Cuando Markku se acerca a la siniestra piscina, una araña del tamaño de un lobo sale de sus aguas, lo sorprendente es que la araña está completamente seca.
Otras dos más pequeñas descienden de la tela de arriba.

Al percatarse del repentino ataque, la atenta Daenerys se pega a la pared sur y se desliza rauda hacia el exterior, disparando a la araña más retrasada con su honda, mientras se mueve. La araña recibe un fuerte impacto en el torso, que suena a roto y viscoso.