Las costras de sangre indican que es un milagro que siga andando. No parece que vaya armado.
Me acerco hasta el centro del grupo para que todos puedan escucharme sin tener que levantar el tono de voz.
- He pasado suficientes años como agente de inteligencia en la Resistencia de Alvedara como para saber que en una guerra, aún es más importante la información sobre el enemigo que la cantidad de tropas con las que cuentes.
Hago una breve pausa para que el grupo (sobre todo los enanos) puedan captar la importancia de mi afirmación.
- Probáblemente este orco no tenga información sobre los detalles más intrincados del plan de batalla del enemigo, pero si que podemos a pesar de todo obtener información útil para vuestros hermanos de las montañas - digo dirigiéndome a los enanos - y para nosotros, si es que queremos llegar hasta allí. Necesitamos saber donde está el ejército, cuantos son, y si de verdad van a atacar a los enanos o se disponen a marchar hacia otro sitio. De esta forma podremos buscar alguna ruta para poder sortearlos y advertir a los camaradas enanos, en caso de que no sea ya demasiado tarde. Por lo tanto propongo que le tendamos una pequeña emboscada, lo interroguemos y después de que obtengamos la información que pueda darnos, terminemos con su penosa existencia.
Rhiann asiente a la palabras de Mervin.
- Dudo que haya otra raza que odie más a los orcos que nosotros por los continuos incendios de nuestros bosques y las matanzas de elfos y animales pero necesitamos saber qué está pasando.
El enano aprieta los dientes sabiendo que tienen razón.
- Está bien pero después lo matamos.
Si, en cuanto responda, lo quiero ver muerto. Me parece que sí que hay que saber que pretenden, eso es cierto, su muerte puede esperar un poco en favor de un bien mayor, sabias palabras Rhiann.
- Muy bien, pues nos distribuímos a amos lados del camino y lo emboscamos.
Bayal y Eirinn se colocan cada uno a uno lado. Dunkin, Wendell y Rhiann permanecen escondidos donde estáis ahora mientras humanos y enanos os repartís para equilibrar los bandos. Cualquiera diría que esperáis arrasar a una patrulla completa.
Tras minutos interminables de tropezones, caídas y zigzagueos el orco llega a vuestra altura. Podéis observar que tiene cortes profundos por todo el cuerpo.
Vosotros diréis
Mervin sale de detrás de un arbusto moviéndose lo más silenciosamente posible hasta colocarse tras la espalda del orco. Le coloca su espada en el cuello y le dice lentamente en lengua negra - Si te mueves te mato, sabandija.
Tirada: 1d20(+8)
Motivo: Movimiento sigiloso
Resultado: 9(+8)=17
La idea de coger al orko con vida no me hace mucha gracias, sin embargo, interrogarle puede sernos util, por lo que cedo a las exigencias de los demás y acepto su plan. Eso si, no guardo mi hacha hasta que no acabemos con él.
Me coloco al lado de Mervin, y con mi hacha en mano: vamos escoria orka, atrevete ha moverte
Sigo vigilando los alrededores por lo que pueda pasar.
Mientras Mervin sale de entre los arbustos y se coloca a la espalda del orco parece que este no le detecta pero cuando escucha las palabras en lengua negra es como si le tiraran un jarro de agua fría, su mirada antes perdida se centra y echa mano de un cuchillo que llevaba a la espalda, escondido en el ancho cinturón.
Tienes derecho a un ataque antes de que el pueda hacer nada, no es golpe de gracia porque no está indefenso pero aplicarás furtivo.
Si ves que nada, matale.. Ya he vuelto, amigos!!!
¿Que demonios ocurre? Destripalo y sigamos.
En cuanto que Mervin vislumbra el brillo del acero, arremete con una rápida estocada contra la espalda de su oponente orco.
- Tu lo has querido miserable. Mi acero pondrá fin a tu abominable existencia.
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Ataque(espada)
Resultado: 12(+3)=15
He aplicado +2 por ataque por la espalda
Tirada: 2d6(+1)
Motivo: Daño (furtivo)
Resultados: 4(+1)=5, 4(+1)=5
Esta es la tirada de daño si acierto el ataque. Tienes que restarle uno a la tirada, porque no me he dado cuenta de que el modificador de daño por fuerza solo se le aplica a la espada y no al d6 adicional por daño furtivo (el resultado final sería 9).
El orco se lleva el escudo a la espalda para intentar golpear y a la vez protegerse...pero sus ojos se abren al máximo cuando sale de su estupor y recuerda que perdió su escudo en algún punto del camino que ha recorrido hasta aquí. La espada de Mervin penetra en los riñones de su presa que comienza a tener convulsiones mientras cae al suelo. Está muerto.
El elfo sale de su escondite reprochándole a Mervin:
- Creí que íbamos a interrogarle.
Se revolvió y lo liquidaron sigamos con cuidado
El otro elfo busca a Rhiann y al comprobar que está bien se une a su compañero.
- Sorprenderle por la espalda a punta de espada en el estado que iba de aturdimiento no es la mejor manera de conseguir que se rinda.