Partida Rol por web

Mala idea, muy mala idea el salir de vuestro agujero, fanfarrones hijos de puta. Ahora os vamos a enseñar a meteros en los asuntos de los demás. - El garra roja que hablaba, que parecía el pequeño jefe de esta diminuta patrulla, ensarta con su espada bastarda a Gimbderbar, que cae de bruces al suelo, inconsciente, y perdiendo sangre.

Los otros dos Garras Rojas cargan hacia vosotros, uno a por cada uno con una rabia salida de lo más profundo de sus entrañas, chocando un de ellos contra la armadura de Dovahkiin y golpeando e  hiriendo levemente a Norwan el otro.

Norwan no se esperaba una reacción tan rápida por aquellos mal nacidos hijos de caraperros. No se había fijado... o su cerebro aún no había conseguido relacionar el símbolo de la garra roja con aquel encontronazo. Lo que si sintió fue el golpe que atravesaba su armadura para penetrar sutilmente en su piel curtida. Viendo la diferencia sufrida ante leonardo, cuyos estoques fueron demoledores, aquel inútil no valía ni para barrer los establos. - JAJAJAJAJAJA -  Norwan no pudo parar de reir, a lo que se le olvidó volver a atacar a su contrincante mientras su risa llenaba la habitación.

-¿Esto es todo?-Pregunto lanzándome contra el garra roja que me acaba de atacar.-Bueno, ahora verás como lucha un verdadero guerrero.

Un ligero amago me permite tratar de fintar para distraer al oponente y acto seguido lanzo un golpe con mi espada contra él. No creo que baste para vencer, pero puede que sea suficiente para dejarle claro a quién se mide.

Los soldados enfilados delante de los dos aventureros juegan bien sus cartas contra los ataques de Dovahkiin y Norwan, y bloquean con su armadura y escudos los ataques de ambos dos. El primero de ellos siente el fuego hiriéndole al penetrar el escudo que rodea a Norwan y su siguiente ataque es más torpe, por el miedo a ser dañado de nuevo.

El soldado frente a Dovahkiin lanza una estocada desde detrás de su escudo, después de parar el golpe engañoso del Chamán del Dragón que consigue encontrar un hueco en la armadura completa y clavarse bien a fondo en la carne. Luego dio un paso hacia la izquierda apartándose de la trayectoria y haciendo hueco a su compañero.

El garra roja que había matado al tabernero, carga con furia por el agujero que había dejado su compañero, y encuentra el lugar perfecto para clavar su espada en el cuello de Dovahkiin, sangrando ahora por una segunda herida. - Por la garra Roja.

Esto comenzaba a ser peligroso incluso para Norwan, veía como a su compañero le habían herido seriamente en el cuello. - MALDITOS MOCOSOS os voy a enseñar como se hace.

Tras gritar las palabras intentó soltar el hacha por el costado del escudo de su enemigo. Sin saber si había acertado carne o el cuero endurecido volvió a poner su escudo por delante en espera de la acometida de su enemigo. Debía darse prisa y procurar primeras asistencias a su compañero. No podían saber que estos mal nacidos eran los únicos de la garra que les estubieran buscando.

-Creo que a este paso nos tocará esperar para pelear en condiciones más ventajosas.-Digo al clérigo aludiendo a la necesidad de retirarse.-Me temo que de otro modo no saldremos muy bien parados. Aunque es igual, el plan del mago salió adelante y la garra roja no tiene ya ninguna posibilidad de vencer a los hijos del hielo. Son unos títeres para él igual que nosotros.

Dicho esto, adopto una pose algo más defensiva e intento fintar de nuevo al garra roja al que ataqué en primer lugar.

Los tres Garras Rojas acometen, seguros de sí mismos contra los dos guerreros que se estaban viendo superados por las fuerzas de su organización. El primero, que había cargado contra Dovahkiin, se gira para atacar a Norwan y ayudar a su otro compañero, hiriendo en el brazo al guerrero y causándole una herida superficial (-4pg).

El segundo soldado, que estaba luchando contra Dovahkiin, fue engañado por éste, y se cubrió por donde no debía, recibiendo un golpe del Chamán (-8pg), y con un golpe salido de la rabia, embistió a Dovahkiin con una estocada que atravesó su armadura, directa al pulmón izquierdo (-14 pg) dejando al chaman entre la vida y la muerte.

El tercer soldado estaba luchando contra Norwan, e impulsado por el apoyo de su compañero de armas, lanzó una acometida hacia el cuello del Clérigo, que creó una herida cerca de otra herida que había sido infligida aquella misma mañana (-10 pg).

Norwan no sabía que hacer, estaban siendo superados, aún no se había recuperado del duelo producido por el maldito leonardo y sin duda su compañero tampoco estaba muy lúcido aquella mañana. - Debemos buscar ayuda, puedes correr? hay que ir a por el bastardo de Leonardo o las mujeres. - Si morían al menos que fuera con alguna moza cerca.

-Corre.-Digo al ser consciente de que no vamos a salir de allí.-Si encuentras a mi hermana, las mujeres la han visto, dile que mi último pensamiento fué para ella. Saludaré a Tempus de tu parte.

Norwan no podía creer que le estuvieran diciendo que se fuera, que huyera más dejando a un buen luchador atrás. Le había caído bien aquel hombre con el que estaba luchando, y eso para un clerigo de tempus era más que estar junto a un hermano. Ante las palabras escuchadas, la resolución de Norwan volvió a recuperarse, o salían de ahí los dos o nadie iba a visitar a tempus antes que él. - MALDITAS SEAS MUCHACHO CORRE! - Ante eso lanzó una salmodía de petición a su dios dirigida hacia Dovahkiin el cual se iluminó de fuerza. - TEMPUS!!!! - Con sus últimas fuerzas intentó detener las posible estocadas dirigidas hacia su persona con la intención de salir corriendo si éstos hijos de orcos le daban una pequeña oportunidad.

Norwan intenta conjurar una sanación sobre su compañero, exponiéndose a los violentos ataques de los Garras Rojas que no dudan en aprovechar la oportunidad. El ataque del primero de ellos es cuanto menos mediocre, y goplea lejos de su objetivo, chocando su espada contra el suelo. El segundo atacante golpea de lleno en la armadura de Norwan, creando una fisura en la misma de buen tamaño, de la cual empezó a brotar gran cantidad de sangre.

Mientras tanto la bendición de Tempus brota de las manos del clérigo y restablece a Dovahkiin (+15 pg) a la vez que la vida va desapareciendo del cuerpo del guerrero.

-Norwan.-Digo en un susurro.-Mierda. Norwan.-En ese instante el miedo se apodera de mi. Debo salir de allí.

Sin pensarlo dos veces, me doy la vuelta y corro tan deprisa como puedo.

Cuando echas a correr, el último Garra roja trata de impedir que escapes con vida, sin embargo eres rápido huyendo y esquivas con precisión el último golpe. 

Norwan comienza a desangrarse sin poder parar, las últimas estocadas habían atravesado su armadura y su debilitado cuerpo no pudo resistir más. La magia de su dios no era infalible y éste había determinado que ya iba siendo hora de reencontrarse con su clérigo. Cuando Norwan volvió a abrir los ojos, se encontró frente a su dios y señor sentado frente a él. Éste le sonreía mientras le acercaba una jarra gigante de cerveza. - Bien hallado valiente clérigo, has luchado de forma valiente y orgullosa como sólo un guerrero de Tempus debe hacerlo. Con ello has sido recibido el el banquete de Tempus desde donde lucharás junto a mis guerreros hasta el fin de los tiempos. Que tu nueva vida sea tan perfecta como la que hiciste ba jo mis servicios. - Y con una sonrisa Norwan acercó su mano hacia la jarra, bebió un trago y con ello selló su futuro. Con un último pensamiento rezó por que su compañero tuviera una buena vida y después pudieran encontrarse en los campos de guerra y poder volver a luchar espalda contra espalda contra cualquiera que estuviera tan loco como para ponerse frente al ejército de Tempus.

Corriendo hacia el exterior de la taberna miro sobre mi hombro un instante y veo al clérigo en el suelo.

-No serás olvidado.-Pienso avanzando.-Ni por mi ni por mi señor. Puede que no sea la última vez que nos vemos.

Cuando corres hacia el burdel, y tienes la primera imagen del mismo, ves como una ventana se abre y acto seguido, Leonardo salta desde una ventana de la tercera planta, haciendo una caída perfecta y evitando el daño por el salto. El guerrero vestía solamente unos pantalones manchados de sangre, mientras que la armadura de cuero y las armas las llevaba envainadas en las manos y su mochila a la espalda.

En su cara viste la expresión del miedo, el miedo que te hace no tener miedo a saltar de una tercera planta. Corrió como un loco hacia ti, y pronto descubrirías por qué, ya que de la puerta del burdel salían nueve hombres acorazados que empezaron a correr detrás de él. Te vio corriendo hacia él y desde lejos te hacía señas para que dieras la vuelta.

Da la vuelta, idiota, hay que llegar a las caballerizas de la entrada a la ciudad... Corre.

De detrás tuyo habían salido ya los tres Garras Rojas, a la carrera detrás de ti.

Huyo de la taberna en dirección al burdel. Debo pedir ayuda, debo encontrar a las mujeres y al espadachín.

En ese instante, mis peores temores se confirman. La ventana se abre y Leonardo aparece como caido del cielo, literalmente, y huyendo de una enorme masa de garras rojas. Tres habian podido con nosotros, contra doce no seriamos más que hojas de hierba.

-Han matado a Norwan.-Grito desde mi posición.-Dioses, si tu no puedes con ellos tenemos que huir. Son demasiados.

Cambio de dirección y corro como alma que lleva el diablo hacia las caballerizas que me indica Leonardo.

A la desesperada Leonardo, que sin armadura corre más rápido que Dovahkiin, no tarda en alcanzar al chamán y ponerse a su nivel, sin embargo, en el horizonte aparecía una imagen desesperanzadora, otro grupo de siete Garras Rojas, que se afanaban en sacar objetos de valor y provisiones a la calle, son alertados de vuestro intento de huída, e inmediatamente se ponen en una fila, cortando la calle. 

Leonardo piensa rápido y al ver una puerta de una casa abierta, te agarra del hombro y te indica hacia dónde dirigirte - Si tenemos que luchar, luchemos dentro de la casa, en un sitio donde su número no les beneficie en el combate, vamos. - Acto seguido cruza la puerta y lanza sus cosas al suelo, esperando a tu entrada para cerrar y apuntalar la puerta.