Partida Rol por web

Goticorrara L (Linda) llama mi atención, empanada como estaba en atender a ambos conflictos a la vez, así que me giro sobre mis rodillas y apoyo el mentón en el cabezal del asiento para mirarlas a ambas.
-¡Halaaa! ¿Si? ¿En serio?-exclamo sorprendida, abocándome el pasillo para buscar a Elisabeth con la mirada.-¡LIS! ¡LIIIIIIS!-grito. El profe Threebanks está contando algo, pero seguro que no es importante.-¡LIIIIIIIIIIIIIIIIS!-arrastro más la vocal.

Se acabó. Incluso con la música a toda ostia las oye. Son cansinas como ellas solas, y encima hacen que Casey se una a ellas. Se vuelve a su antiguo asiento y apoya la cabeza en el respaldo de ellas. Bajando la voz, les hace una confidencia:

- Shhh! Sólo os puedo enseñar a vosotras dos, Casey no lo entendería- dice guiñando un ojo cómplice- Peeero... antes tenéis que hacer algo por mi, ok? Veréis, creo que a Casey le pone Vance... pero ya la conocéis, es muy tímida. ¿Por qué no le echáis una mano para que se lo ligue? Si lo conseguís estaréis más cerca de dominar mis poderes!- añade esto con un tono muy serio y dramático. No cree que cuele, pero nunca se sabe.

-Nosotras no somos casamenteras, pasamos de esos temas banales...- dice incordiando aún más a Elizabeth

-Si, nos ocupamos de temas mucho más importantes- dice tirándote otra bolita de papel.

Tanto Vivian como Linda como Casey hacen la puñeta a Elizabeth hasta que el profesor llega con su rollo de asignatura y las hace callar.

Horror. Iba a pedirle a Lis que si me enseñaba a mí, que soy buena chica y visto mejor, pero parece que el profe se quiere poner serio y empieza a soltar el rollo.
Vuelvo a sentarme bien, abrazando la libreta contra mí y encogiéndome en mi asiento para intentar atender...Esta asignatura tengo que aprobarla por mis narices ni no quiero que papá y mamá se enfaden...

- Como el de cortarse las venas -añade Izzie, que se gira para poner su granito de arena en la conversación entre las góticas y la irlandesa.

Por supuesto, pasa de Threebanks, como ya viene siendo habitual. No en vano ha suspendido su asignatura con la nota más baja de la clase. Según ella no hay asignatura más aburrida que la historia; ¿para qué remover el pasado cuando puedes vivir el presente? Ah, la mentalidad adolescente, un gran misterio.

Cuando logra llamar la atención de Vivian y Linda, las chicas más raras del instituto, se lleva un dedo al antebrazo, como si se estuviera cortando. Murmura un "la próxima vez en vertical" que se adivina por la vocalización, y se sienta antes de que Threebanks o la de biología la pillen. Eso sí, no piensa prestar atención al profesor. Mejor dormir un rato sobre el hombro de Annie.

Maldita sea, no ha colado. Un día de estos me teñiré el pelo de negro, a ver si así se olvidan de mi...

Cuando Threebanks consigue quitárselas un poco de encima, abre su libreta de nuevo, fingiendo que toma notas, dibujando tonterías para pasar el rato. Debería escuchar la lección, pero es superior a sus fuerzas, y su mente se abre camino a la inopia...

Duermes con tranquilidad, igual tienes un sueño en el que machacas zombies y es todavía mejor.

Y evidentemente pasas de las miradas asesinas de las dos chifladas.

- Así me gusta, que os portéis bien; - respondí a los conguitos que se dan la vuelta cabizbajos - vosotras las emos, dejad en paz a la chica, todos sabemos que os da envidia porque resulta mas atractiva a los tíos que vosotras, asumidlo. - sonreí con una mueca de burla hacia ellas - Y tu, canija... Tarde o temprano, serás mía; intentas disimularlo, pero te pongo a mil... - terminé guiñando un ojo y lanzando un beso perverso a la lunática de Izzie, antes de que Threebanks llegase hasta todos nosotros y empezase a charrar de historia indígena.

El cigarrillo había volado de mis manos como si de magia se tratase, recorriendo la distancia entre el ventanuco y mis dedos indice y corazón en un abrir y cerrar de ojos. Si no fuese porque todos - menos los profesores - me habían visto fumar, jurarían que no sabían de donde había aparecido aquel humo.

Suspiré recostándome en el asiento mientras me esforzaba por escuchar y grabar en mi memoria todo lo que el profesor relataba, tenía que aprobar. Tenía que ir a la universidad, o acabaría en los Marines y allí no dejan llevar patillas.

Mientras Izzie habla, puede ver que le hago caso, peo también parezco buscar algo a mi alrededor, inttrigado. Mis ojos se mueven de lado a lado, mirando a todos mis compañeros, parece que estuviera intentando identificar algo. De igual modo, me asomo un poco por enima de los asientos, para mirar hacia el conductor y la parte delantera del autobús. Ella, puede notar perfectamente que no le hago caso, aunque desde luego me he enterado de las finezas que me ha regalado. Sacudo la cabeza rápidamente, como deshaciéndome de lo que rondaba mis pensamientos. Finalmente me vuelvo a apoyar en el respaldo de mi asiento, mirando a Isobel Morgan.

Inevitablemente arqueo una ceja cuando pronuncia esas vulgaridades sobre la Sra. Wildwood, lo que me pone ligeramente nervioso. Puede notar perfectamente cómo aprieto los dientes, los labios, los músculos de mi cuerpo se tensan, y asumo una pose más desafiante, reincorporándome ligeramente sobre mi asiento. Los ojos, clavados en los de ella... Hasta que algo parece distraerme. Mis ojos, dejan de pretender transmitir enfado, a vociferar "¿Qué coño está pasando?". No puedo evitar abrirlos como platos. Tras eso, me froto los ojos. Ella sigue ahí, aunque parece que ya no está tan atenta a mí. Bendita ignorancia... ¿Pero qué cojones era eso?. Niego para mí, volviendo la vista hacia el exterior. Sinceramente, no me interesaban sus peleas de adolescentes. No me sentía identificado con ese tipo de experiencias, o formas de relacionarse. La Sra. Wildwood, había basado mi educación en compartir y comprender, no en poseer y humillar. No, si al final el más normalito va a ser Wash... ¡Jajajaja! No puedo evitar manifestar la gracia que me ha hecho el pensamiento.

Al rato, el Profesor Threebanks, comienza con sus peroratas. A mí, personalmente, me interesaban. Lanzo una ojeada al autobús, para ver quién está atendiendo, quién no... Vaya, no sabía que a los macarras les interesaran las antiguas civilizaciones americanas. Lo que uno descubre en una excursión. Instintivamente, abro la mochila, sacando un pequeño bloc dedicado a mis dibujos. Presto atención al profesor, o lo intento, y empiezo, a medida que va contando cosas, a dibujar la entrada a un templo antiguo, hecho con pesadas rocas. Recubierto de enredaderas, repleto de símbolos extraños... Y en el interior, parece que hay un sacerdote.

Estaba a punto de darle un buen golpe en la nariz a aquel presuntuoso piojoso de Miller cuando la voz del profesor me detiene y me veo obligada a fallar, pasándole de refilón. Maldita sea! A veces, sólo a veces, odio ser animadora, ser popular tiene sus inconvenientes y este es uno de ellos, no podía pegarle bien o alguien ataría cabos y entonces sería mi ruina social... Si no fuera tan popular y jamona ahora podría pegarle como se merecería!

Tras soltarle mi coletilla y recuperar mi forma habitual de niña buena, aliso mi blusa verde y me vuelvo al asiento, sin responder nada más, al lado de Izzie, aunque ahora teniamos intercambiados los asientos. Miro de reojo como las goticas están asediando a la pelirroja sin estilo y la pequeña ratoncilla rubia se ha unido al corro. Eso me hace pensar... Pero entonces viene de nuevo el profesor de historia a la carga y se acaba toda posible idea que pueda llevar a cabo así que disimulo y con una sonrisa saco mi libreta y un boli y me pongo a tomar apuntes, como una buena chica, a sabiendas de que tanto Izzie como yo nos quedariamos dormidas en breve (o al menos yo haría ver que duermo mientras ella ronca sonoramente).

Le doy un codazo a Izzie para que vuelva a sentarse bien y disimule.

-Sientate mi crazy-bear, ya habrá tiempo de tomarnos la nuestra...- le digo en voz baja.

Lo malo? que había madrugado horriblemente esa mañana para estar perfectisima de la muerte y anoche mi padre estuvo hasta las tantas tocando los bongos y la flauta con los vecinos en el comedor de casa y no pude dormirme hasta pasadas las 2 de la madrugada y eso me pasa factura de inmediato. Por más que intento prestar atención caigo rendida, en una especie de duermevela.

-La palabra Anasazi significa "enemigo de nuestros ancestros" en el idioma Navajo, y se debe en particular a la tribu que habitó esta zona, ya que servían a caciques deificados y ofrecían sacrificios en su nombre; sacrificios involuntarios de miembros capturados de otras tribus de nativos a las que llevaron hasta la casi extinción. En esos sacrificios se cometían actos de canibalismo y cosas peores, no demasiado frecuentes entre las tribus indígenas originarias del norte del continente americano.

Al final hay testimonios que nos han llegado hasta nuestros días de que a esta tribu de Anasazis se la exterminó en un ataque conjunto por parte de las demás tribus, guiadas por una mujer guerrera, de nombre aproximado Squerra, que en las varias estelas funerarias de sus guerreros y sacerdotes parece haber sido una líder excepcional-

-Las características del Arte Anasazi en las ruinas que vamos a ver, que relamente una extensa necrópolis, fueron excavadas en el...-

Tres horas de la mañana pasan en una ensoñación para la mayor parte de los alumnos. Cuando el autobus se detiene en un aparcamiento a las afueras de un complejo vallado de ruinas.

Desde las ventanillas podéis ver un gran bungalow que debe ser donde viven los guardias y los arqueólogos, junto con una tienda de recuerdos y varias máquinas de bebidas y comida debajo de unos soportales hechos de madera.

Detrás del bungalow podéis ver como hay varias zonas de excavación.

La zona es de bosque de pinos dispersos, árboles jovenes de unos pocos metros de altura, hace algo de calor pero no os axfisia.