Partida Rol por web

-Bueno, chicos, bajad del autobus y seguid al profesor Threebanks, tratar de apuntar todo lo que os diga para hacer un buen trabajo-

-Yo me quedaré aquí e iré preparando la comida, con las delicias que haya preparado el comedor del instituto...-

Me había asegurado de tomar nota de alguna que otra cosa para quedar bien, aunque me sorprende no haberme quedado frita como algunos de mis compañeros con la clasecita de marras. ¡Incluso el listillo de Moore había echado una cabezada! Y muy sobrado no debe ir si ha suspendido como los demás.

En fin; al llegar finalmente a las ruinas bajo de un salto del autobús e inspiro, habiendo sacado la gorra con visera de mi mochila. Hace un día demasiado bueno para pasarlo aprendiendo. El comentario de la profe Derriere me hace reír a carcajadas.

-¡Las delicias que haya preparado el comedor del instituto, dice! ¡Qué bueno!-exclamo entre risas. Cuando logro parar, me ajusto las tiras de la mochila para que no vaya tan caída; su peso podría molestarme. Para mi fortuna, yo ya me había traído un par de sandwiches para mi uso y disfrute.

Izzie se despierta con la voz de Derriere. Bueno, se despierta: bosteza, se acomoda aún más en su almohada llamada Annie y hace un ademán con la mano para que la profesora de biología se calle. Hasta que empieza a hablar sobre comida, claro. Es ahí cuando se da cuenta de que han llegado al destino.

Entreabre los ojos justo cuando Casey Jones se ríe del comentario de Derriere sobre lo buena que está la comida del instituto. Pues vaya mierda, piensa Izzie.

- ¿Ves? Tendríamos que haber traido bocatas de casa -empieza a quejarse, incorporándose a su ritmo. Alza los brazos para estirarse y bosteza para dar a entender que esa excursión es un asco-. Pero no, ¡no! -dramatiza, levantándose- ¿Para qué, Izzie-bear, si allí habrá comida?

En realidad no ha sido así, claro. La que insitió en que allí habría comida fue Izzie, más ocupada en mantener a Annie despierta para hacer una ficha de puntos de Dragones y Mazmorras (fichas que, por cierto, siempre se le han dado fatal) que en hacerse la merienda. Pero eso no le impide levantarse del asiento del autobús, darle un beso en el pelo a su mejor amiga y cruzar todo el pasillo para salir del vehículo escolar.

Vuelve a bostezar cuando ve el panorama. Polvo, gente cutre haciendo cosas cutres y... ¡Ja! ¡Máquinas expendedoras! La felicidad invade a una Izzie que, al ver a Casey Jones, corre hacia ella y se sube a caballito.

- ¡YIHAAAA, JONES! ¡TENEMOS COMIDA!

Viva la espontaneidad y el ser extrovertida.

Los estudiantes empiezan a bajar, detrás de Casey descienden Manuel y Juan Pablo, que estiran las piernas, seguidos de Wash y Aaron, que se colocan unas horribles gorras de rapero.

Casey, tienes a Izzie encima, afortunadamente no pesa mucho...

 -¡AAAAAAGHH!-chillo al ser asaltada por la espalda, desequilibrándome un poco cuando algo se me sube encima. Izzie...Para no caerme, tengo que sujetarla por las piernas y clavar mis pies en la tierra.-¡Pide permiso, jo! ¡Que casi me tiras, vaquera!-eso sí, no se lo espeto enfadada; de hecho, lo hago algo divertida.

El camino ha durado una eternidad y el haber llegado no le alivia demasiado. Se hace la remolona esperando que salgan los que estaban al principio del autobús y entonces se pone en pie para salir. Pero oye los gritos de Izzie y Casey y se vuelve a sentar, esperando para salir la última si puede. Guarda la libreta en la mochila donde lleva unas galletas que piensa guardar hasta después de comer, para quitar el sabor de lo que sea que les vayan a dar. Aparte de eso lleva poca cosa, su mp3, el móvil, un estuche con todo tipo de bolis y cosas para pintar y su inseparable libreta. No necesita mucho más.

Suspira ante la idea de aguantar a Threebanks, hace acopio de fuerzas y baja del autobús, achinando los ojos por el sol.

Entreabro los ojos, soñolienta todavía. Estaba teniendo un espectacular sueño donde estaba en el Centro Comercial y me había tocado el premio principal, un cheque en blanco para "comprar" lo que quisiera en sus tiendas. No podía parar de probarme ropa y zapatos monisimos, todo de la nueva temporada y a unos precios escandalosos, pero no importaba porque tenía ese maravilloso cheque que me permitía llevarme de allí, gratis, toda la ropa que quisiera. Entonces Izzie aparecía en la tienda de complementos con un plato lleno de tortitas que chorreaban jarabe de arce y comiamos hasta hartarnos...

Y todo se desvanece (para mi horror) al oir los gritos de Izzie y sus codazos para salir de su asiento. Aún tratando de desperezarme con elegancia veo como Izzie asalta a la ratita asustadiza, Casey. Bostezo levemente, recoloco mi pelo y recojo mi bolso del suelo. Lo abro un momento para comprobar que está todo y meter la libreta y el boli que se habían quedado en mi regazo al quedarme dormida: monedero de ranita, gafas de sol fashion, móvil, un par de sandwiches vegetales que mi padre me había preparado diligentemente para que le perdonara el ruido de anoche y una botella de agua natural. Respiré aliviada al verlos, sólo de pensar en esa carne grasienta, relamida y manoseada de los muy posibles bocadillos de la escuela se me ponen los pelos de punta, como escarpias, oye!

"Lo que no entiendo es que hace esta navaja suiza colgando de las llaves de casa..." me quedo pensativa. Rercordaba una similar colgando de las llaves de Johnny. Entonces veo un brillo cristalino en el fondo de mi bolso, tanteo con mis dedos en el interior del bolso hasta dar con ello. "Tampoco recuerdo haber metido 3d10 de color naranja translucido...." Sospechosamente se parecen a los de Jack...
-La madre que los pa...- murmuro por lo bajo. "Esto es por las prácticas del otro día, no es culpa mía si son unos blandos y los tiro fácilmente al suelo. Yo tengo que practicar lo que me enseñan en el Dojo!". Fijo que este está siendo su modo de vengarse, para ver si así me pillan, serán cabrones! Esta noche cuando vuelva a casa me van a oir!!

Escondo los dados lo mejor que puedo entre mis cosas del bolso, vuelvo a cerrarlo con sumo cuidado, me lo cuelgo del hombro, cruzado, y me levanto. Aliso la tela blanca de mis shorts y recoloco mi blusita verde, viendo que el pasillo está algo más libre, aprovecho para cruzarlo entero hasta llegar a la entrada del autobús y bajar con mi elegancia habitual.

El brillo del Sol me deslumbra por unos momentos, así que saco rápidamente mis gafas de sol Gucci, negras y me las pongo.
-Mucho mejor- sonrío al nuevo día y al polvoriento sitio al que vamos. Paso por el lado de la pelirroja rarita, Keks.

-Querida, harias bien en buscarte una compañía mejor, a las reinas del Rimmel corrido sólo se les da bien hacer una cosa...- le digo a ésta en voz baja, para que lo oiga sólo ella -Y dudo que seas de esas. Las Suicide Girls tienen mejor sentido de la estética que ellas...- me río por lo bajo -Siempre puedes venir con nosotras.

Tras invitarla "sutilmente", continuo caminando en dirección hacia el bulto de dos cabezas. Me acerco a Izzie, montada sobre Casey.
-Izziebitchy, no te preocupes, llevo comida por ambas, no morirás de hambre!- me bajo levemente las gafas de sol para mirar a Casey -Vienes con nosotras, bonita?- pongo mi sonrisa más cálida y brillante y fantabulosa.

 -¿Tengo que hacer de caballo?-pregunto a la animadora Evans tras lo que me dice, aún con Izzie subida encima.-Me va a convertir los sandwiches en papel para tomar apuntes.-lloriqueo un poco al pensar en mis sandwiches de mantequilla de cacahuete y pavo.

Baje del autobús el último, casi a la vez que la pequeña pelirroja con rostro angelical. La mochila colgaba de mi hombro izquierdo, bamboleándose mientras descendía la pequeña escalinata del vehículo, me coloqué las gafas de sol - típicas americanas - nada más bajar del autobús, con una pose de tío duro que no pretendía poner - salió sin mas.

Una vez las gafas estaban sobre el puente de mi nariz, retomo la marcha detrás de la animadora super-modelo, planteándome porqué había invitado a Elizabeth a ir con ellas, si era de una casta "inferior", mientras pensaba en ello - puede que no sean tan hijas de puta como pensaba - extraje un cigarrillo de manera instintiva que encendí con el zippo en un rápido movimiento - que abrió el encendedor al tiempo que se encendía - sin pensar en que probablemente a Threebanks no le gustase verme fumar en su viaje de estudios.

Dedico una mirada al profesor y veo su gesto de negación, veo sus labios abrirse para ordenarme que tire el cigarrillo, frunzo el ceño enarcando ambas cejas y le miro de soslayo por encima del puente de las gafas, pretendiendo acongojar al profesor, sin embargo un magistrado con tantos años dando clase a sus espaldas, no se acobarda por un chaval de dieciocho años que parece que desayune clavos. Así que al ver al hombre decidido a montarme un numerito - que haría que las animadoras lunáticas se burlasen de mi - tiro el cigarrillo y lo apago de un pisotón.

La animadora rubia se le acerca y se mete con las emos delante de ella. Bueno, no sería ella quien le llevara la contraria. Tiene que aprovechar todas las oportunidades para dejar patente su odio, así que antes de que acabe la frase Anne suelta un

- No-voy-con-ellas - remarcando cada sílaba, mientras las mira con el ceño fruncido, cosa que espera que sirva de algo. Pero Annie baja la voz y con lo que le dice casi se atraganta a mitad de la frase. ¿Qué vaya con ellas? ¿Con las animadoras? ¿En serio? Era una broma, ¿verdad? La rubia se aleja y ella se queda sin habla, parada delante de la puerta del autobús. De repente le sale un pequeño resoplido parecido a una risilla, que va aumentando de volumen hasta convertirse en una carcajada. - Pje... jejejejej...jajaajjaa...JAAJAJAJJAJJAAJJAAAA!- no puede evitarlo, se sale del alma, cualquiera diría que le han contado el mejor chiste del mundo. Y en parte es cierto. Animadoras, je.

Sí, uno de mis pequeños secretos ha quedado expuesto: Me encanta dormir. Además, cuando no lo hago en posición horizontal, no puedo evitar abrir la boca, de la que muchas veces, escapan algunas babillas. Como un niño pequeño, en posición fetal, en mi asiento, acurrucado y totalmente ajeno al hecho de que habíamos llegado. Hasta que las animadoras comienzan a liarla. Al principio, me parece que todo forma parte de mi sueño, así que procuro no hacer caso, continuar con lo que fuera que asolara mi imaginación en esos instantes... Hasta que unos cachetes en la cara, me despiertan. Me hecho para atrás de un sobresalto ante una situación tan inesperada. Joder, me he quedado dormido... Y además, me despierta la Srta. Derriere. Bueno, eso no está mal. Aunque seguro que ahora Threebanks me echa la bronca. En fin, por un día... Miro a nuestra profesora de Biología, esgrimiendo esa sonrisa que sé que le encantaba, era uno de sus mejores alumnos en clase, así que conocía alguna de sus debilidades. - Disculpa Tea, digo, señorita Derriere... No pretendía quedarme dormido, ha sido un desliz. - Usar su nombre, no era más que un truco para llegar más a ella. Además, de las profesoras que teníamos, exceptuando a la de Francés, ella era la que mejor estaba. Negarlo, era blasfemar. O tal vez es que a mí me gustaban las maduritas...

Con cuidado, recojo mis cosas, lanzando de vez en cuando una mirada a la Srta. Derriere acompañada de una ligera sonrisa. Procuro no tardar mucho, para no hacer esperar a los demás, sabía que al Sr. Threebanks, no le gustaba que uno hiciera esperar al resto, aunque a él le encantaba hacernos esperar. Qué incongruentes pueden llegar a ser los adultos. - Gracias, profe... ¡Hasta luego! - Le digo con una sonrisa más amplia, mientras desciendo dando saltitos por las escaleras del autobús. Una vez fuera, se puede admirar en mi rostro una felicidad e impresión gigantescas. Mis ojos bailaban de lado a lado, curiosos por descubrir lo que se cocía en aquel lugar. Lanzo una ojeada a mi alrededor, no sabiendo muy bien junto a quién situarme... Espero a que todos empiecen a andar, tras lo cual me incorporo a ellos en último lugar, quedando más o menos, a la altura de Vance, que ha sido el último en salir. Mientras damos los primeros pasos, abro la mochila, echando un ojo a ver si me había traído todo lo necesario. Parecía que sí. Menos mal que tengo a la Sra. Wildwood, seguro que Nicole no habría sido capaz de acordarse ni de la cantimplora. Guardo el bloc, que aún tenía entre las manos, para ir más cómodo, a medida que voy ganando posición entre la fila, hasta introducirme entre las dos gotiquillas y los sudamericanos. Desde que leía sobre Cuba, me gustaban captar impresiones de Manuel y Juan Pablo, aunque ellos pasaran sin más, de mí.

Los ojos de la morena hacen chiribitas cuando Annie Evans dice que tiene comida para las dos. Sí, serán vegetales y a lo mejor llevan tofu; pero ella, con tal de comer cualquier cosa que no provenga de las cocineras del instituto, le va de perlas. Es más, como agradecimiento piensa dejarle todas las pociones a Annie en la próxima partida de rol en mesa con John y Jack.

Pero, en vez de mostrar toda su alegría correteando por el lugar, pasa un brazo por los hombros de Casey Jones y alza y baja las cejas repetidas veces.

- Puede que te cabalgue de otra forma -comenta, picarona, para después echarse a reír a carcajadas-. ¡Era bromis! Ahora somos amigas -sentencia. Mira a Annie y ladea un poco la cabeza, sabiendo que estará conforme con dicha alianza.

Aunque bueno, no es sólo a Annie a la que llega a mirar. Detrás de ella, saliendo por el autobús, un Vance Miller se pone unas gafas de sol. A Izzie se le hubiera entreabierto la boca de puro vicio si no hubiera tirado el cigarro al suelo ante la atenta mirada de Threebanks, lo que le lleva a la conclusión de que Vance Miller es un pringao'.

- Pero mira que es retra el chaval -se burla, negando con la cabeza.

Aceleré el paso para alcanzar al resto del alumnado, pasando cerca de las animadoras, Izzie había montado sobre la espalda de la tímida que se quejaba en plan pijilla. El culo de la alocada animadora quedaba a la altura de mi mirada y aproveché para observarlo detenidamente, por encima del puente de las gafas. Enarqué una ceja y asentí a modo de aprobación. - Si quiere cabalgar, yo estoy dispuesto a hacer de montura... - sonreí mientras pensaba para mi mismo - Menudo culo tiene la jodía. - suspiré mientras me mordía el labio inferior y aceleré el paso para ir mas adelante.

Los alumnos van descendiendo del autobus.

La única que baja con un poco de dignidad es Anne Evans, ya que del resto Isobel se arroja encima de Casey, Elizabeth se queda patidifusa para luego reirse a carcajadas, y Vance tiene un duelo de miradas con el Profesor que, evidentemente, pierde.

Luego se dedica a mirar las hermosas posaderas de Izzie.

Por su parte Andrew...

Andrew se había quedado dormido y trató de impresionar a la profesora de biología pero ésta, extrañamente seria no se vio afectada.

-Siga con sus compañeros, alumno Moore, tengo trabajo que hacer aquí-

Sólo recordais tan seria a la profesora de Biología en las prácticas importantes de clase, por ejemplo esa en la que os sacásteis un poco de sangre cada uno y la mirasteis por el microscopio... que repelús os dio.

Luego Andrew intentó hablar con los alumnos latinos pero ellos parecían estar absortos en sus asuntos, que iban de como robar los tapacubos de ciertos coches sin que saltaran las alarmas.

-Pierdete pringaooo...-*

 No estaba siendo un buen día.

Extrañamente el bungalow estaba vacío y nadie salió a recibirlos, en la pared de la tienda un infame cartel ponía "Estamos de vacaciones hasta el sábado".

Sin embargo el profesor parecía que se lo esperaba, porque murmuró:

-Si están de vacaciones habrán dejado la llave... aquí...- y levanta una piedra del camino dejando una llave al descubierto, con la que procede a abrir la destartalada verja que rodea todo el complejo.

-Seguidme chicos, luego habrá tiempo para comprar algo en las máquinas, ahora al estudio, se calcula que hay más de diez mil indios enterrados en esta necrópolis, sólo se han desenterrado un tres por ciento de las tumbas, algunas de ellas son muy importantes ya que pertenecían a sus caciques y blablabla-

Las primeras ruinas que veis son excavaciones bastante toscas:

Pero luego empiezan a ponerse interesantes, sobre todo cuando os lleva debajo de un risco...

El profesor sigue dandoos el coñazo.