Partida Rol por web

La ruina del Hombre

Días de música y sombra (Nactas, 2 de Numa del 471 d.T.)

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27/09/2007, 18:32
Director

- Me llamo Evanyyr - dijo con más aplomo, al ver que a pesar de la pulcritud y el atuendo Trevor se comportaba como un sirviente más -, pero no me corresponde a mí darle nombre a este penco.

El chico se sacó un buen moco de la nariz, jugó con él un momento y se lo limpió en la pernera marrón del pantalón, dejando la mayor parte de él entre la demás mierda que allí acumulaba.

- Si quieres aprender, mira. Es así.

El chico pasó el cepillo de arriba a abajo por el lomo, a favor del corto pelo, de forma uniforme y sin detenerse, con tremenda paciencia, mucho más lentamente de lo que le había visto Trevor antes de entrar. Repasó parte de la grupa y una pata y limpió los pelos y la suciedad cuando ya no se veían las cerdas del cepillo entre la borra que había mezclada. Luego le entregó el cepillo a Trevor.

- Vale, pues ahora tú. El cuello es cosa tuya, porque el bastardo es cabrón es pendenciero y da picotazos. No te recomiendo que te pongas nunca demasiado con esa parte si el caballo no te conoce bien. Por cierto. Si se pone nervioso es que haces algo mal. Si sigue nervioso un rato, empezará a querer librarse de ti. Te acorralará y buscará patearte o aplastarte de grupas. Así que evita la parte trasera y no te entretengas allí. Mejor un mordisco y un ojo menos, o la nariz, que una coz que te envíe con la Voz de golpe. Si eso te va a pasar, levántale la cola. La mayor parte de las veces se sienten vulnerables y se apaciguan. Si no, total ya en esas te daba igual.

Hala, dale.

Notas de juego

Bien, "caballero" (que significa que tienes caballo). Tendrás que hacer una tirada con aprendizaje (+6) y...uy, no tienes conocimiento animal...te permito el modificador de +2 por conocimiento de la naturaleza...así que modificador total +8 y dificultad 10 (es el momento perfecto para sacar un uno :D).

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27/09/2007, 18:37
Director

Los restos de la fiesta eran evidentes por las calles. Suciedad, vómitos, un compendio de olores a flor y licores varios, sudor y meadas y cagadas de caballo.

La fragancia acompañó al joven señor en su periplo por las nubosas calles del recuerdo. Aquel dolor en la cabeza y en el cuello, junto con el hecho de que lo bebido la noche anterior, aunque no fuera demasiado, mermaba su capacidad para recordar, hacía que cada cruce acompañase una maldición musitada.

Afortunadamente, justo antes de rendirse conseguía dar con un lugar familiar, y luego con otro, y con otro, y así hasta descubrir en lo alto aquella vista esplendorosa rubricada de la hermosa fuente que le pareció tétrica en la noche. Inexplicable, pues era una verdadera hermosura de reflejos blancos y vetas que no pudo ver antes, oscuras como un mapa irresoluble. Al lado, junto a un callejón, estaba El Ocaso. La taberna estaba cerrada, y los pestillos de las contraventanas parecían también cerrados. Por otro lado...había guardias en el lugar...y parecían custodiar la taberna. Quizá por eso, aunque no hicieran nada, habían fijado su vista en Hans, tranquilos pero atentos. La luz que semejante mirador reflejaba en sus rostros duros no les servía esta vez para suavizarlos. Nada es perfecto...ni siquiera la luz.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d10+2
Motivo: Orientarse
Dificultad: 10
Resultado: 10+2=12

Notas de juego

A estas alturas de la fiesta veo en tu ficha que te faltan añadirte una "característica". Esto es, un detalle por el que podría caracterizarse tu pj y que puede ser mérito o defecto (uno te da puntos y otro te los quita). Mira para ello en la sección de qué hacemos, cómo lo hacemos. Primer mensaje.

Puedes perfectamente no tener méritos ni defectos, de hecho es común. Era sólo por si no lo habías considerado.

;)

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27/09/2007, 21:58
Trevor

Trevor escuchaba atentamente las instrucciones de Evanyyr, mientras que sus ojos se encontraban fijos en el porte del caballo.

No, el escudero no podía creer que ese caballo...su caballo...fuese de la forma que lo describía el chico, pero si tenía razón mejor averiguarlo ahora que lejos de cualquier atención médica que pudiese necesitar.

Intentando no mostrar ningún signo de nerviosismo, alargó la mano para recoger el cepillo de manos de su compañero de establo en aquel momento, y sin dudarlo un instante se colocó junto a la cabeza del caballo.
Su mano izquierda ascendió para acariciar al equino bajo la quijada, y con su mano derecha comenzó a peinar lentamente el cuello en sentido favorable al crecimiento del pelo.

Comenzó observando los cuartos traseros, como le habían indicado, pero al cabo de unos minutos ya sólo observaba un ojo oscuro que se encontraba fijo en él, a tan solo unos centímetros de los suyos.

Se elevó un poco de puntillas, acercándose al oído del caballo, y finalmente le susurró tan solo una frase - Te llamaré Wind ¿de acuerdo? ¿Te gusta?

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10+8
Motivo: Peinemos al caballo
Dificultad: 10
Resultado: 8+8=16

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30/09/2007, 23:39
Hans Peloreon

Otra ez aquí!!!.... Maldita sea cómo es posble que me haya vuelto a perder.... Pensaba el joven Hans mientras doblada una desconocida esquina como tantas veces había hecho atrás.

Aquella ciudad era demasiado grande para sus costumbres... demasiadas calles y recovecos en los que perderse con facilidad. Estaba seguro de que había seguido correctamente las últimas indicaciones que le dieron.... el Ocaso no debía estar muy lejos de aquel lugar.... quién sabe.

Lo que al principio le pareció un paseo agradable se había convertido en una odisea.... le dolía su magullado cuerpo.... los vendajes le daban calor.... y, para colmo, sus tripas comenzaban a protestar descortesmente. Pero todo esto era minúsculo en comparación al próximo encuentro con el Marqués de Hyss, su renombrado valedor, que, bien por infortunido bien por distracción, se había demorado bastante más de lo que se podría considerar aconsejable....

Tras la esquina, en lo alto, la fuente de la anterior noche... Una fuente que llenó de luz y admiración los extraños ojos del menor de los Peloreon, cuyo rostro se había embelesado ante semejante visión... nada que ver con su primer encuentro con ella. Sus rostro sonrió alegremente, olvidando todas las penurias que había pasado en su particular odisea. El Ocaso estaba cerca de ese emplazamiento..... cerca del lugar de encuentro con el Capitán de sector..... cerca de sus aposentos.... cerca de su destino.

El joven Hans fijó sus ojos en su añorado Ocaso... estaba cerrado, sin atisbo del ambiente de la noche anterior, y unos hombres uniformados de semblante poco amigable parecían custidiarlo. El menor de los Peloreon no pasó desapercibido a aquellos ojos vigilantes ahora centrados en él. Guardias..... El extraño aullido sobrenatural revivió en su dolorida cabeza. Algo más está ocurriendo en esta ciudad.....

La sombra del Marqués de Hyss se acrecentaba con cada movimiento del astro sol.... hasta tal punto que el joven Hans, a diferencia anteriores ocasiones, aplacó su curiosidad cediendo a sus desatendidos deberes.....

Tomó aire, y tras empaparse nuevamente con la luz que desprendía aquella hermosa fuente, continuó su camino.....

Notas de juego

Pendientes meritos y defectos..... usaré el manual de vampiro para inspirarme....

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01/10/2007, 18:28
Director

El caballo movió la cabeza en un imposible gesto de afirmación, más bien un simple bufido nervioso, cuando Trevor anunció su nombre y repasó el lomo con cuidado. El nerviosismo duró poco, y pronto Wind estaba como antes, manso y distraído, con la cabeza fuera de la valla que lo mantenía allí dentro. El olor era fuerte, a orina y heces y a pelo de caballo. El que se hacía llamar Evanyyr se quedó en la esquina, jugando con un trozo de paja en la boca, mirando con ojos curiosos bajo el tupido flequillo las evoluciones del escudero.

- No se te da mal - dijo -. Aunque eres un poco raro para ser escudero. No eres noble, eso está claro. ¿Tu señor es dom Alessian?

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01/10/2007, 18:35
Director

Un par de caminos hermosos, de piedra fina, tallada con esmero, ascendían al palacio, otros descendían hacia la muralla que separaba la ciudad alta y la baja, la última de ellas un hervidero más de noche casi que de día, con sombras inquietas y canciones ebrias...brillos afilados a veces, aunque ni mucho menos tan oscura y peligrosa como otras ciudades que había visto, y de las que había oído hablar.

Allí donde estaba, todo brillaba en un gris de piedra casi plateada, como la roca de la que nacía la colina, con sólo algún edificio muy raro que salpicaba de otro color el conjunto. Había aquí y allá gente que se movía sin un destino aparente, mas nada hacía pensar que la ciudad alta no fuera como cualquier otro lugar, donde los nobles bien sabían hacia donde llevaban sus pasos, y por donde tejían sus hilos.

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01/10/2007, 21:58
Trevor

No, no soy noble - contestó Trevor al muchacho mirándole de reojo mientras continuaba con la labor de seguir peinando al caballo - Y sí, mi señor es el dom Alessian.

Durante unos instantes, el escudero recapacitó sobre las palabras de Evanyyr, y se volvió hacia él, dejando la mano, que sujetaba el cepillo, sobre el cuello del caballo - ¿Por qué dices que soy raro para ser escudero?

En realidad, Trevor no conocía a muchos escuderos, y quizá fuese un buen momento para saber acerca de la forma en la que se comportan otros que son como él....bueno, quizá no como él, pues sí sabía que algunos escuderos provenían de familias nobles, lo cual no dejaba de ser algo extraño, pues las tareas que realizan los escuderos, muchas veces no son lo que se podría decir....honorables.

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02/10/2007, 13:34
Hans Peloreon

Cada paso que daba hacia su destino pesaba menos que el siguiente. Aquel agradable recorrido por la ciudad alta le sirvió para reflexionar sobre todo lo ocurrido... sobre qué decir.... sobre qué hacer cuando llegase el momento. No había vuelta de hoja... sus actos eran más que reprochables... una falta de respeto a su valedor y, por extensión, a su familia. Tendría suerte si el Marqués de Hyss no declinase su tutoría.... su padre, Lunder Peloreon, jamás perdonaría tal verguenza. Tendría suerte si la falta de deferencia se resolviese con un castigo ejemplar.... irónico pero cierto.... en el fondo el menor de los Peloreon buscaba siempre agradar a su padre.... y a más se esforzaba parecía que mayor sería la decepción.

Esta vez no podría ocultarse tras el flequillo, sujeto por el vendaje, debía afrontar la situación.... aceptar la responsabilidad de sus actos.... iba siendo hora de que dejase de comportarse como un adolescente... y fuese un hombre.

Aquel pensamiento pareció darle las energías suficientes para no salir corriendo y huir al regazo de su amada madre....

Notas de juego

Al principio de todo cuando llegué a la ciudad supongo que deje mi equipaje en algun lugar junto con mi yegua Bela..... alguna posesión de mi valedor en Colmillo... alguna casa noble.... pues allí espero encontrarle....

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03/10/2007, 18:23
Evanyyr

El chaval se encogió de hombros, echando hacia atrás sin resultado su rebelde pelo sucio.

- La mayor parte de los escuderos no parece que sea la primera vez que ven un caballo. Joder, igual necesitas hasta mirar por debajo para saber si es macho o hembra.

Tú vienes más de aldea que yo, seguro. Sabe la Voz por qué te habrá elegido tu maestro. Debes ser muy bueno en algo o acabaría de perder a su anterior escudero. Pues mira. No conozco bien al Alessian éste, pero la mayoría de los caballeros te van a tratar como a una mierda pegada a sus zapatos, con más saña porque tu cercanía les apesta. No sé si querrá enseñarte algo, quizá que fuerza a mozas cuando lleva mucho cabalgando, o que prende fuego a casas porque le parecen sucias, y que cobijan sólo a escoria como nosotros.

Quizá con suerte no recibas demasiados golpes y mantengas la mandíbula y los dientes intactos...no sé. Pero no esperes aprender nada bueno. Te darán una espada... y eso...bah...tanto da. Concéntrate en el caballo, coño, que no se limpia solo.

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03/10/2007, 22:06
Trevor

Trevor se quedó boquiabierto al escuchar las palabras de Evanyyr, pues no concordaba en absoluto con lo que había visto de su señor en el tiempo que llevaba con él....no, no podía ser que aquello fuese verdad, no podía creerlo....no quería creerlo.

El escudero se envaró, olvidandose totalmente del caballo que se encontraba a su lado, acercándose hacia el muchacho con los dientes apretados y los músculos de su rostro en tensión.

Se acercó amenazante hacia Evanyyr, al cual le sacaba bastantes centímetros, mascuyando entre dientes - Escucha niñato, no permitiré que vayas escupiendo tu veneno y sembrando mentiras sobre el dom Alessian...y no creo que seas capaz de hacerlo con los labios partidos y la falta de algún que otro diente.....por la Voz que te machacaré si de tu boca vuelve a salir un insulto hacia mi señor.

El cepillo cayó al suelo, junto a los pies de Trevor, pues ahora sus puños se cerraban preparados para golpear si era necesario.

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08/10/2007, 18:47
Director

Y sus pasos le llevaron al lugar donde empezó todo...el primero de ellos. Un establo, donde dejó a su montura, su querida Bela, y dio orden a un mozo para que buscara a su señor y le diera aviso de su llegada...esperando, quién iba a decirlo, que en apenas un par de vueltas curiosas terminara por reunirse con él.

Había pasado toda esa tarde, la noche entera, y buena parte de la mañana. Sumado, casi un día completo.

En el establo, joven y desgarbado, el mozo estaba junto a su Bela, revisando sus herrajes y comprobando su alimentación. Parecía ponerle buena atención, el chaval, que ya casi alcanzaba la altura de Hans, si bien no estaba tan bien alimentado como él. No vio su equipaje. Era de esperar, por tanto, que el mozalbete hubiera cumplido su encargo.

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08/10/2007, 18:50
Evanyyr

El chico perdió toda su soberbia de golpe, y de pronto, con los ojos sorprendidos, se escudó en la esquina y levantó las palmas abiertas mientras apartaba el rostro en lo posible.

- Espera, espera...que yo no he dicho nada malo de tu señor...hombre. Yo quiero decir que muchos caballeros no son...bueno...nada, nada...Por favor, olvida mis palabras, de verdad, no quería decir nada de eso...

Hubo algún amago de lloriqueo en el balbuceo del chaval, que pareció en un momento indefenso y desamparado, con los ojos observando el cepillo como si de repente sólo quisiera seguir limpiando un caballo y nada más.

- Es que...desde anoche...

Pero perdió las últimas palabras en nada...un sollozo silencioso con olor a estiércol y paja.

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08/10/2007, 20:50
Trevor

- Es que...desde anoche...

Esa única frase fué la que apagó el fuego de la furia que ardía en el pecho de Trevor...ni disculpas ni lamentos, sólo esa frase fué la causante de forzar el alzamiento de una de las cejas del escuder, mirando aún más fijamente al muchacho que tenía delante, y que había parecido encoger ante sus palabras.

¿Anoche? - preguntó con cautela, intentado eliminar el tono furioso e intimidante que había utilizado unos segundos antes - ¿Qué ocurrió anoche?

Mucho se temía que conocía la respuesta, pero tenía que comprobarlo, pues se supone que no era de conocimiento público lo sucedido la noche anterior....a no ser que fuese otra cosa...que hubiese pasado algo más.

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09/10/2007, 03:44
Hans Peloreon

Tan sólo había pasado un día desde que llegó a ese lugar.... es curioso la forma que tiene de discurrir la rueda del tiempo.... la misma rueda pero a velocidades diferentes.... quizás la voz quebró algo más que la tierra... Lo que iba ser un encuentro protocolario con su valedor se convirtió en toda una odisea de un día.... toda una aventura en la que había reído, emocionado, sufrido, amado, deseado, recordado, ilusionado, perdido, exasperado, arrepentido.... todo un abanico de colores cada cual más brillante que conforman el carácter del joven Hans, menor de los Peloreon. ¿Un día más, quizás, en la efímera vida de un hombre.... o un cambio de rumbo....? la rueda del tiempo es la única que sabe la respuesta. Un día que, curiosamente, le había traído al mismo punto de partida.... ¿Qué podría significar eso?.... ¿Una oportunidad para cambiar lo que está por acontecer?... ¿Una oportunidad perdida?.... una oportunidad que quizás no fuese lo suficientemente substancial para cambiar el devenir inminente... o que quizás lo haya cambiado todo.... ¿Para bien o para mal?.... la rueda del tiempo.... siempre la rueda... recelosa de sus secretos... Dicen de hombres, hombres y mujeres, con un don especial... capaces de discenir el tejido del tiempo permitiéndoles vislumbrar apenas un endeble resquicio del futuro.... ¿iluminados o tramposos?.... ¿quién lo decide?.... de nuevo la rueda del tiempo.... siempre la rueda...

Al menor de los Peloreon se le iluminaron los ojos al ver de nuevo a su querida Bela, siendo consciente de que la había echado de menos... no acostumbraba a separarse de ella por mucho tiempo.... y ella, por su parte, no estaba muy habituada a prescindir de su jinete. Muestra de estas palabras es su recibimiento, nervioso, con un alegre relincho llamando la atención del noble. La niña de mis ojos!!!.... Dice con entusiasmo a pesar de no estar sólo. Se acerca la nerviosa yegua de color azabache. La mano del noble se posa en sus cuartos traseros y se desliza, a modo de caricia, hasta las largas crines de un tono más oscuro. La piel del animal se estremece con el contacto. Estoy bien Bela..... sólo ha sido un pequeño encontronazo.... Como si respondiese a una silenciosa pregunta del animal. Un par de palmadas en su robusto cuello y su mano alcanza, finalmente, el suave y húmedo hocico que acaricia con mimo... la yegua da muestras agradecimiento. Has hecho un gran labor mozo. Apremia al joven y delgado mozo de cuadras. Bela golpea, sin brusquedad, con la sien el torso del noble. Ella está a gusto contigo. ¿Cuál es tu nombre? El joven Hans, mientras espera contestación, acaricia los carrillos del equino en respuesta. Te compensaré periódicamente si muestras el mismo celo cómo hasta ahora. Le dijo con la mirada firme dando seguridad a sus palabras. Una vez satisfecho alimenta con su propia mano a la yegua, que parecía habituada a este tipo de atenciones. Ahora te pido dejes momentáneamente tus obligaciones y adviertas a quién convenga, o al mismísimo dom Veeryn de Hyss, de mi aparición. Dile, con adecuada deferencia, que estoy a su plena disposión cuando el dom guste. Mi nombre es Hans Peloreon, hijo de Lunder Peloreon.... regente de la Baronía de Deerenhall. Dijo esto último con buen verso y pronunciación para no complicar la labor del mozo de cuadras. Esperaré aquí a que me traigas sus nuevas... Continuó, tras la marcha del escuálido joven, alimentando a su fiel Bela..... que una vez le había salvado la vida..... una enorme cicatriz así lo atestigua.

Yo también te he echado mucho de menos... Acaricia su hocico mientras, con cuidado, la hermosa yegua azabache da buena cuenta de lo que el Joven Hans le ofrece con su otra mano.

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17/10/2007, 00:42
Evanyyr

- eeeeh...yo...no...eeeeh...oh...mierda.

El chico miró hacia el suelo, como si recuperase el aliento después de un suspiro largo. Cuando levantó la mirada parecía como si ya todo le diera igual.

- Todo el mundo lo sabe, los caballeros, los barones...se están volviendo todos locos. A una mujer del servicio la mordió un señor, y tuvieron que reducirlo entre muchos guardias. Se dice que murió un tipo oscuro, que el mismo Woolg salió de entre las nubes del norte para llevárselo...y que estamos malditos...o algo así. Joder.

Volvió a mirar al suelo y luego a Wind. El caballo piafó ligeramente, como si se supiera observado, o como si pudiera notar el desasosiego de la voz del chico. De repente el aire se hizo más denso, y hubo más silencio, como si todo contuviera el aliento.

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17/10/2007, 00:48
Director

- Señor, mi nombre es Haalath - dijo el muchacho.

Ante las palabras del Peloreon, el tal Haalath abrió mucho los ojos, y su cara palideció. Respiraba nervioso y tragaba saliva como si fuera a decir algo verdaderamente incómodo. Nunca era buena cosa contar según qué noticias a un hombre de dineros y poder.

- Mi señor, lo que me confió está guardado aquí mismo - dijo señalando una esquina que el mozo había limpiado de paja y suciedades -. No he podido dárselo al señor de Hyss...ni avisar, señor, porque ha sido detenido por la guardia...durante la noche. No he podido saber más, sólo que no está...ni siquiera sé dónde.

Bela se movió inquieta, como si notara la sensación incómoda que se instalaba allí, entre ellos, merced a las palabras del mozo.

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17/10/2007, 22:21
Trevor

¿Qué estaba ocurriendo? - se preguntaba el escudero al escuchar las palabras del chico - ¿Acaso la locura está invadiendo estas tierras?

La memoria de Trevor retrocede apenas a unos minutos antes, a la historia de Jorgall acerca de la muerte del tipo que el muchacho ha calificado de oscuro....realmente lo parecía, desde luego.

Tranquilo - dice por fin intentado calmar a Evanyyr - seguro que no son más que hechos aislados, así que no hay por qué hacer demasiado caso a los rumores acerca de maldiciones, pues normalmente no son ciertas.

El caballo bufa, atrayendo la atención de nuevo del escudero, y una idea se afianza en su cabeza.

Ayúdame a ponerle la silla - le indica con un gesto de la mano para que se acerque - Creo que iré a dar una vuelta con él, para comprobar cómo nos entendemos.

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18/10/2007, 12:34
Hans Peloreon

Una sensacion de extraño abandono se apoderó de Hans.... que se encontró de golpe sólo en aquella gran ciudad... no dejaba de ser extraño ya que ni siquiera conocía a su valedor personalmente.... pero siempre supo que estaba allí, para lo bueno o para lo malo..... y ahora.... ahora se sentía terriblemente sólo.... huérfano. Tuvo que hacer acopio de toda su voluntad para reprimir que le temblasen las piernas cuando el muchacho acabó de hablar.

Bela, la hermosa yegua azabache, se movió inquieta a sentir la inquietud de su amo. Una inquietud demasiado evidente para ser disimulada.
Sus ojos bicolores se pierden en su interior. Vuestro propio valedor, señor de Peloreon, que si no he escuchado mal se llamaba Veeryn de Hyss, era un hombre que no gustaba de su presencia en lo más mínimo... Las recientes palabras de maese Jorgal, Capitán de Sección, acudieron raudas a su mente... claras y concisas. Ha sido detenido anoche.... pero él, el capitán de sección, debería estar al tanto y no mencionó nada al respecto.... ¿por qué no lo hizo?.... ¿acaso no lo sabría?.... ¿alguién está actuando de forma independiente?.... ¿o están ocurriendo otras cosas, ademas de la muerte del señor Rannedh, en esta ciudad?.... ¿De qué se le acusa a mi valedor, al señor Veeryn de Hyss?.... El joven Peloreon hubiese agradecido un lugar en dónde sentarse.... sentía el peso de la responsabilidad sobre él. El mozo lo observa como esperando a que dijese algo o hiciese algo...

El joven Peloreon tragó saliva con miedo a quedarse sin ella en el momento menos oportuno. Esta bien Haalath.... esta bien. Intentaba tranquilizar al muchacho... y quizás a él mismo. Aun no sabía que hacer, todo fue tan repentino. Ahora llévame a mis aposentos... Intentaba reordenar sus pensamientos obviando aquellos que le decían que se largase de aquel lugar.... retornando a los brazos de su madre que jamás debió abandonar. Necesito asearme... ponerme un atuendo más apropiado... Ya que no parecía mucho más que un lastimero hidalgo. Prepárame algo rápido para comer... Y acallar sus quejosas tripas. ... después, intentaré averiguar cuál es el motivo de la detección del Señor Veeryn..... e intentaré solucionarlo cuánto antes... Pretendió que sus palabras fuesen lo más convincentes posibles aunque por dentro estaba lleno de dudas.... no sabía a quién acudir.... en quién confiar.... aquellos tapices hilados minuciosamente en las sombras le eran absolutamente desconocidos.... se sentía muy torpe en ese terreno resbaladizo.... Su hermano Randall sabría muy bien qué hacer en esta situación.... pero él no era su hermano...

La rueda del tiempo se había pronunciado... quizás hubiese librado al joven Peloreon de la misma suerte que su valedor...

El muchacho, tras recoger el equipaje del joven noble, lo guió hacia sus aposentos...

Notas de juego

Jefe, haz como quieras.... rolea tu lo de la casa y empezamos la busqueda de informacion.... y buen sitio sería buscar a Jorgal... ¿Dónde?... pues empezar en lo que sería el cuartel de la guardia....
otra opcion es que roleemos todo los dos juntos.

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20/10/2007, 18:30
Director

El chaval obedeció, bastante contento de quitarse un lío de encima. La silla era de poca calidad, incluso un joven inexperto como Trevor podía verlo, pero Evanyyr la ajustó bien, y Wind no se quejó. Estaba bien herrado, y desde luego en buena forma, enseñado incluso, de manera que abrió pronto la boca para colocarle el bocado y las riendas, y no se resistió en ningún momento cuando Trevor por fin se animó a subir.

Con un simple esfuerzo, se vio por fin sobre el hermoso corcel manchado. De repente, todo parecía más pequeño, más insignificante, y allí, sobre el lomo recto y digno de Wind, entendió lo que siente un noble cuando se pasea entre la gente.

Con un ligero tirón, el caballo respondió y se adelantó. Trevor tuvo que agacharse para no golpearse con un madero atravesado. Se dio cuenta entonces de que no estaba hecho ese lugar para la monta, sino sólo para cuidar al caballo.

Una vez en el exterior, la claridad llenó el rostro del escudero de felicidad. No hubo pocos que se volvieron a mirar, aunque fuera sólo un instante. El viento ágil surcaba la plaza y Trevor se sintió uno más de los grandes. Allí estaba Alessian, de pie, mirando a otro lado, y frente a él la arena de la plaza de monta, con los demás jinetes ociosos, algunos festejando gestas, contando historias, y otros quitándose pertrechos para acudir a otra cosa.

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20/10/2007, 18:57
Director

Haalath se tranquilizó cuando su cometido estuvo claro y se encogió de hombros. Cogió el equipo de Hans con cuidado y le pidió que le acompañase.

Hans tuvo que dejar allí a su querida Bela. Salieron detrás del establo y en seguida alcanzaron un muro del que nacía una puerta muy oscura...casi todas las puertas eran oscuras en aquel lugar, notó Hans, como si llevaran a lugares negros y malvados, por más que fuera oro, plata y piedra pulida lo que solían encontrar detrás de ellas.

En este caso la habitación era una estancia muy amplia y muy alta. Era un acceso para los mensajeros, enviados a caballo que atajaban el camino por estos pasillos largos con suelo de tierra, donde sólo tenían que desmontar y avisar a un guardia para dar cualquier parte, y la puerta solía, normalmente, llevar a una sección bien custodiada del palacio, cerca de las dependencias del Donner o de alguien de su confianza directa.

Hans siguió en silencio. Hubiera esperado que Haalath subiera los dos peldaños y atravesara la gruesa puerta de doble hoja del fondo que cuidaban dos guardias que portaban alabardas de ceremonia, letales pero más hechas a ostentarse que a amenazar. Sin embargo, el criado se desvió y entró por una puerta de hoja simple, a un lado, mucho más pequeña, mientras era acompañado por las miradas duras de los que guardaban.

La puerta llevó a un pasillo pequeño, también lleno de tierra y piedra, que ascendía un poco y llegaba a otra puerta gruesa del tamaño de un hombre no muy grande. Golpeó una aldaba de acero contra la madera, y abrió un hombre delgado y casi fantasmal.

- Hola, Harooth.

El llamado Harooth iba a preguntar algo, pero se detuvo al ver aparecer a Hans, y escuchoó de nuevo a Haalath.

- Él Hans Peloreon, pupilo de dom Veeryn de Hyss. Debo llevarle a sus aposentos.

El hombre delgado, algo mayor ya, pareció entender con cierta torpeza, como si algo no encajara, o como si pensara en otra cosa. Pero asintió, y después se puso en marcha y ellos detrás. Llegaron a un pasillo lleno de tapices hermosos y bien conservados, lo atravesaron, y luego otro y otro, y subieron dos buenos tramos de escaleras en silencio. A esa altura Hans vio alguno de los muchos patios interiores que comunicaban los edificios principales y las torres del palacio. Puentes o balcones se abrían a la vegetación alta y baja, hermosa y tupida, algunos de ellos visitados por gente o cuidados por la servidumbre. Llamó uno especialmente su atención, donde un gran ciprés afilado apuntaba al cielo mismo con su evidente ambición.

Algo cansado ya, llegó al lugar. Desde el comienzo de ese pasillo vio que había guardia en la puerta de una de las habitaciones, y cuando Harooth se detuvo en la de al lado, uno de los guardias le llamó la atención.

- Tú, palillo. Este lugar es cosa de... - el guardia se detuvo al ver a Hans.

- Es el señor Hans Peloreon. Iba a ser pupilo de dom Veeryn. Nos pidió entrar en sus aposentos - respondió algo animado Haaroth.

El guardia pareció pensar.

- Tendré que anunciarlo. Es algo que no sabíamos.

Mientras tanto, Haaroth había entornado la puerta, y Hans vio una pequeña estancia bastante limpia y luminosa. Una ventana en la pared de enfrente dejaba entrar la luz con generosidad, e iluminaba una cama amplia y sólida, con telas de rico bordado. Al otro lado, dos buenos arcones y una silla, junto a una mesa con material de escritura.

Los sirvientes observaron a Hans esperando su decisión, si decidía algo, mientras el guardia hablaba con un compañero.