Partida Rol por web

Agarre una cuerda enrollandola previamente entre mis brazos, si alguno caia tendria que mover varios kilos de enanos antes de caer de culo, aunque la altura no era demasiado era una manera de evitar tropezones y ser mas agiles. Asenti a las ordenes mientras afianzaba los pies a un saliente para tener mas sujeción. Estaba preparado, y por los dioses enanos que iba a partir craneos de esos malnacidos.

La que se pudo haber convertido en un "-Pum! Splash!-" fue en realidad un suave descenso, en ordenados grupos fueron descendiendo como el barbahierro indico, sin quejas sin magulladuras y en orden como una polea bien engrasada que se mueve suavemente.

Mientras esto ocurria, Kurdrim y Garrim oteaban el tunel de donde venian las voces pudiendo ver como las sombras se iban marchando después de unos segundos en silencio. La curiosidad los comia por dentro, pero hasta caminar por allí entre tanto chapoteo les ponia las barbas de punta pensando en ser descubiertos. Desde su posición privilegiada en la retaguardia, y en las alturas Bemlir oteaba el lugar, el olor a garrapato muerto comenzo a ser insoportable tapandose la nariz para evitar oler aquel desastre, hizo gestos con la mano cuando vio que se fueron pero aquella quietud le molestaba en exceso, había algo raro allí.

Una vez todos abajo, menos Bemlir, los enanos bastante limpios metian sus botas en el fango hasta por encima del tobillo. Era un buen momento de cargar, pero no tenian visión directa hacia el odiado enemigo así que tocaba moverse Kurdrim levanto uno de sus guanteletes armados para dar ordenes -Dos conmigo ...- comenzo a decir antes de que un atronador sonido lo tapara todo, fue un rugido animal un rugido que llega desde el mismo estomago y sale con fuerza y rabia.

http://www.youtube.com/watch?v=jHUEwcOQjjI (no recuerdo donde meter el codigo para que salga solo la barra y escuchar el sonido)

Aquel sonido los dejo a todos paralizados por unos segundos, y echando miradas a un lado y al otro no vieron nada. Pero sintieron el miedo primitivo en las bocas de sus estomagos, por culpa del agua al caer y de las diferentes grutas que entraban y salian de aquella enorme sala, la procedencia del sonido quedo en duda aunque los mas expertos hicieron zoco con sus manos en sus orejas, descubriendo fuertes pisadas de algo que se movia.

Bajamos sin problemas, una vez abajo le dije a Kurdrim, Bemlir dice lo correcto, EL ultimo pasillo donde están las sombras están los enanos, los demás túneles están anegados, aunque no tienen pinta de ser muy profundos. A pesar de todo intento captar en que dirección podría estar el portador de la magia, concentrándome y dejando a mi piel sentir los flujos, se que es difícil pero debía intentarlo si quería saber mas cosas y dar mas oportunidades a estos enanos destetados, pero no logro nada, quizás sean estas paredes o que el foco de la magia de alguna manera ha anulado su emisión momentánea, si fuera así debo hablar con mi tío-abuelo para saber como hacerlo. De repente escucho un rugido terrible, algo suena en la caverna pero no identifico de donde viene, ni tampoco que es. Por lo que acercándome a las cuerdas permanezco allí a la espera de ordenes por si hubiera que subir rapidamente.

El descenso a la gruta se realizó en completo silencio y con suma diligencia, tal y como se esperaba de una unidad como la nuestra, dejando a un lado las chapuzas típicas de barbilampiños. Éramos parte de la élite de nuestro karak y por Grugni que así actuaríamos

Una vez todos abajo, salvo Bemlir, descubrimos como aquellos malnacidos se largaban, dejándonos solos en la caverna ... ¿o no tan solos?

Un rugido primigenio acompañado de los pasos de un ser realmente grande, a juzgar por los temblores que se producían en el suelo, se acercaba hacia nuestra posición, no sabiendo exactamente desde donde fruto de la reverberación de la gruta y el sonido del agua al caer

¿Será casualidad o esos cerdos prefieren lanzar contra nosotros a sus bestias sometidas en vez de probar el acero dawi?- dije para mi mismo mientras el fétido hedor a garrapato muerto golpeaba mis sentidos - No hay tiempo que perder, esa cosa podría venir de cualquier lugar y los dawis caóticos se alejan. Bemlir, baja. Nos vamos tras ellos- dije sin elevar la voz mientras el resto se arremolinaban entorno a mi posición - Formación de defensa, escudos en alto. Si esa cosa nos encuentra y nos ataca se va a llevar una indigestión de gromril- anuncié, desafiante, mientras el filo de mi hacha relucía a la tenue luz de las runas del martillo de Girthal

Superadas tiradas de idioma e inteligencia:

En el idioma entiendes varias palabras, perros, sucios, retirada y "que se encargue"(derivado de una frase hecha)

Sobre la tirada de inteligencia, sabes que es un gigante.

El olor a garrapato muerto impregno mi garganta sin que mis intentos por taparme la nariz pudiesen evitar su fétido toque.

Uno a uno los rompehierros fueron bajando mientras yo cubría el lugar con mis armas de fuego, estaba solo cuando escuché el rugido, un rugido proveniente de una bestia que no supe reconocer ni identificar.

Escuché las órdenes de Kudrim, coloqué las armas en sus fundas para dejarme libre los brazos y comencé el descenso.

Un olor característico me lleno las fosas nasales entonces, por encima del hedor de los cadáveres... eso, junto con el rugido y el estruendo, añadido a los retazos de conversación que capté de los enanos caóticos me hizo abrir los ojos de par en par. 

¡Gronti*!- alerté al resto mientras apretaba el hacha con rabia .... y miedo - Esas aborrecibles pantomimas de enano han preferido retirarse y lanzar contra nosotros un temible gronti. Daos prisa, hay que intentar evitar enfrentarnos con él. Girthal, por ser el mas veterano tomas el mando ahora. Yo intentaré distraerlo mientras vosotros continuáis ¡no hay replicas! Tenéis que encontrar la runa...- dije viendo claro cual era mi cometido en todo aquel asunto

Y así fue, como tres segundos despues aparecio la silueta de un menir inmenso atravesando la cascada delante de ustedes. Poco despues aparecio una sombra que quedo justo debajo del agua, el efecto del agua en la fea cara del gigante hizo como si este salibara profusamente, mientras despistado se relamia el exceso de flujo. El tiempo se detuvo.

Dio varios pasos intentando enfocar los ojos, era grande, realmente grande y se podia ver que estaba tocado por el caos, no tenia miembros extras o unos tentaculos, pero parte de su piel era escamosa y otra parte como petrificada, tenia un olor fuerte que no era simplemente excrecia en la piel, era un olor que producia picor en los ojos y malestar en el estomago. La criatura portaba un enorme menir a modo de cachiporra, esta estaba rematada con un aro de hierro claveteado con pinchos, en medio del pecho tenia una rueda con 8 puntas que sobresalian en parte de su cuerpo atravez de su propia carne, agarraba este armatoste unas gruesas cadenas. Todo esto le proporcionaba una eficaz defensa, rustica pero eficaz. Tenia una sola bota remachada con miles de aros, y aquel paso lento, confuso, pesado era solo una escusa aquel ser podia moverse a una velocidad endiablada. Portaba innumerables tatuajes, pero había algunos que eran imposible de mirar sin sentirse abochornado o comenzara a dolerte los ojos, por el influjo de algún tipo de magia oscura. Uno de los tatuajes en concreto parecia moverse sicodelicamente formando objetos o siluetas sin sentido. Se hurgo la nariz, de la que colgaba una cadena amarrada a una arandela, que a su vez recorria parte de su cara hasta la oreja. Esta cadena estaba rematada en la oreja con espadas y hachas de toda clases, una verdadera colección de armas colgadas de una oreja.

En estos segundos, el gigante miro al grupo y dio un resoplido haciendo que ligros de agua tomaran una dirección aleatoria al resto del fluido, tenian al objetivo delante pero el objetivo se acercaba lenta e inexorablemente como una montaña baja que se mueve. Era grande.

La maniobra de bajada resultó ser mejor de lo que esperábamos. A pesar de todo, nuestro afán por entablar batalla con nuestros enemigos ancestrales se veía nuevamente retrasada. Al parecer aquellos bastardos preferñian retirarse como unas malditas ratas a enfrentarse a nosotros, lo cual dejaba claro que tipo de viles criaturas eran.

Ya estábamos preparando nuevamente la estrategía a seguir cuando un rugido ensordecedor nos hizo detener por unos instantes. Algo se acercaba!!! Y era algo grande… Como haciendo eco de mis pensamientos, Jurdrim, siseó lo que todos ya nos temíamos. Un gigante!!!

En aquellas grutas teníamos la ventaja de la movilidad. Él, por sutamaño, no podría hacerlo con tanta destreza, pero por el contrario, si nos dejaba bloqueados, la posibilidad de que nos destrozase serían bastante altas. Aún así no pude por menos que dejar de respirar unos segundos cuando lo vi aparecer por entre la corriente de la cascada. Era enorme!!! Y aunque no poseía ninguna arma especialmente llamativa, se notaba que estaba tocado por el maldito Caos.

No quedaba otra que aguantar o salir corriendo por el túnel por el cual se habían escapado los mezquinos Enanos del Caos. Decidiese lo que decidiese Kurdrim, así se haría, pero no estaba preparado para su comentario.

- Solo no tienes probabilidades Kurdrim, y lo sabes!!!! Y también sabes cual es mi promesa!!! Y aún así me mandas que te abandone… Un gran pesar caerá sobre mi si tú caes solo aquí hoy!!! – y dicho aquello me preparé para acatar las órdenes del herrero. Mi código de honor enano me instaba a seguir las órdenes de mi superior… pero mi cerebro y mi corazón me gritaban todo lo contrario…

Demasiado tarde... -susurre entre dientes, bajando la cabeza ligeramente abatido al ver a la bestia, no por miedo a la propia criatura en si, sino por vaticinar la muerte de alguno de los que me acompañaba bajo aquella criatura imbuida del poder de los Dioses Oscuros.

Alcé la cabeza desafiante. Ya no había vuelta atrás. Nuestros enemigos sabían que estábamos allí y, no solo eso, sino que además nos habían lanzado a una criatura más que capaz de reducir a escombros una ciudad completa... lo que no contaba es que había un escollo en el camino. Nosotros

Garrim, toca el cuerno. Sopla. Con todas tus fuerzas. Como si no hubiera un mañana - le dije pensando que, quizás, así fuera

Gurka, haz ondear nuestra bandera. Que el emblema de nuestro clan sea visto por esa malsana criatura - añadí a mi leal amigo, asintiendo ante sus palabras de lealtad desmesurada

¡Dawis! Enarbolad hachas y martillos ¡Vamos a matar a esa bestia o a morir en el intento!¡Atacad al pie desprotegido!¡Vamos a talarlo como si fuera un roble!- les indiqué

Alzando el hacha imbuida de poderes rúnicos clavé mi mirada en el ser y, dejando ir todo el aire de los pulmones, bramé mi gutural grito de guerra mientras me lanzaba a la carga

 ¡¡BARUK KHAZÂD! KHAZÂD AI-MÊNU!! -grité para espantar los miedos y enardecer a quienes me seguían, enfrentando a aquella bestia salida de las peores pesadillas

Nunca había visto nada así en toda mi vida. Aquel ser era grotesco, sus dimensiones escapaban de la cordura y la razón. Por mucho que pensara no podía imaginarme cómo habrían podido meterlo nuestros primos malnacidos dentro de los túneles.

De todas formas ya habría tiempo para buscar esas explicaciones, temblaba como nunca había temblado y tenía la boca tan seca que me era imposible pronunciar palabra, pero tenía que recuperarme lo antes posible para ayudar a acabar con aquel engendro del caos y limpiar nuestros túneles de su presencia.

Gigante... Pensaba Garrim mientras hacia unos nud
s en su cuerda.
Tenía pensado enganchar los dos extremos de la cuerda en cada uno de los zapatos del gigante, para asi hacerlo tambalear. Si conseguia que cayera de espaldas, el gigante estaba muerto. Lo abrasarian a golpesY el cuerno volvio a sonar. Un sonido fuerte y hosco, desencajado al principio por la excesiva presion a la que estaba siendo sometido. Antes de empezar .
Marchaban contra el gigante, y seguro que no.iban a mantener la formacion, asi que tras el primer golpe del gigante, se lanzaría a por sus pies, para llevar a cabo su plan.
Esperaba redimirse, o morir en el intento.

Afiance las botas sobre el lodazal, para comenzar una carrera en formación. Si todo salia bien la cantidad de golpes que ibamos a recibir seria realmente a tener en cuenta, pero acabar con aquella amenaza seria todo un logro a agradecer a futuros encuentros.

 ¡¡BARUK KHAZÂD! KHAZÂD AI-MÊNU!- grite siguiendo a mi barbahierro.

La cantidad de agua que desplazo la criatura, baño por completo al grupo de enanos que se avalanzaban sobre él. Era algo comico, como si un baul flotante intentara parar la embestida de un trasatlantico. Como si un grupo de hormigas intentara mover un carro. Pero por unos segundos así fue.

El pequeño animal se acerco hasta ustedes a una velocidad endemoniada intentando sacar de la formación al joven Garrim que al parecer había puesto un pie mas adelantado que el otro, y que vociferaba con su cuerno tanto que el gigante lo tomo como objetivo. Su manaza tiro de él con fuerza, obviando el resto de ataques que hacian mella en sus dedos.

Bañados de pies a cabezas, los enanos atacaron al unisono sobre el pie descalzo del gigante que levantaba toneladas de barro y agua por todos lados. Algunos cadaberes de garrapatos se estrellaron sobre las paredes y sobre la perfecta formación enana que aguantaba el envite. Y mucho miraron preocupados como su músico estaba apunto de desaparecer, aunque en el fondo de sus almas sabian que era un traidor, un cobarde, un Umnaraki aun así era parte de la unidad y lo defenderian ante cualquier mal por orden de su barbahierro y por el honor que corria por sus venas. Por eso eran enanos, y por eso estaban allí.

La bestia nos enfrentó como si no fuéramos más que insignificantes insectos, apenas molestándose en prestarnos atención ante nuestra furibunda carga... o eso pensé hasta ver como el toque de cuerno de Garrim atrajo la bobalicona mirada de la criatura agarrándolo con su manaza

¡SUÉLTALO!¡A MÍ!¡ES A MÍ A QUIEN DEBES ENFRENTAR, BESTIA!- rugí con amargura y rabia viendo al músico en serios problemas después de seguir mis órdenes

No dejaría que aquel descerebrado muriera por hacer lo que se le había ordenando

Aquella era, sin lugar a dudas, la criatura más grande que Dorg había visto nunca. El nombre de "gigante" estaba justificado. Un temor invadió al enano cuando vio aquella enorme roca que la criatura utilizaría para aplastar a los enanos. No creyó que ninguna armadura fuera capaz de salvar a los enanos cuando aquella pesada roca cayera sobre ellos.

Le temblaban las piernas.

Un temor aún mayor surgió cuando su hermano fue el desgraciado que se interpuso frente al gigante, quien ya cerraba su puño sobre él.

¡Hermano!

Aquello se habia convertido en un desproposito, el miedo que producia aquel ser era descomunal y asi parecio suceder si alguno hubiera visto las caras de aquellos pobres enanos, paralizados como simples humanos. La formidable criatura, cogio al músico y lo lanzo contra una de las paredes como si tal cosa, el arco que describio fue tremendamente obvio, pero mientras volaba aun sonaba el cuerno con fuerza, hasta que se estrello contra una de las paredes, quedando alli por unos segundos para luego precipitarse contra el suelo, tenia que haber quebrado mas de un hueso al músico. Allí quedo entre el fango y los garrapatos, medio hundido y sin moverse.

Aquello parecia no poder empeorar, pero no era así,  pronto escucharon un millar de gritos de diferente indole, algunos parecian goblins riendo desesperadamente, otro como de ratas con su infantil y maliciosa risilla, pero otro eran muy humanos quizas de masiado en este mar de locura desatada. Por el tunel por donde se había retirado los primos caoticos de los enanos, escucharon un mar de cuerpos eran esclavos de toda indole, que se acercaban a la carrera.

Con la formación rota la desesperanza no fue total, algunos ya tenian las armas ensangrentadas al atacar al gigante y este hubiera chorreado si no fuera porque parte del agua aun se escurria por su enorme cuerpo. El gigante miro como de soslayo al grupo y sin aparente esfuerzo estrello su garrote contra la frontal del grupo haciendo que sus escudos y armadura quedaran cubiertos de una fina pelicula de barro. El dolor de soportar terrible golpe lo soportaron como un grupo, pero eso no hizo que fuera menos doloroso, con sangre en las bocas y con los brazos doloridos como si hubieran estado todo el dia arrastrando piedras descomunales, parecia que de mejor o peor manera había aguantado todo el golpe. Viendo de frente a la amenazante figura, y temiendo una carga por el flanco en unos segundos.

Aquel ser contra el que nos enfrentábamos era una bestia sacada de las peores pesadillas de cualquier enano pero no pensaba dejar que mis días acabarán en una gruta de mala muerte muerto de miedo.

Sacando el valor que todo enano lleva dentro me recompuse, escupí al suelo el cigarro que se me había quedado al pegado al paladar cuando se me secó la boca por el miedo y apunté con mi fiel pistola a la bestia, solo podría hacer un disparo pues en cuanto disparara mi primera bala mi atención debería centrarse en llenar de fuego el túnel por que deberían entrar los esclavos de nuestros cien veces malditos primos.

Pensando en cuales serían mis siguientes movimientos descuidé mi objetivo y a pesar de ser de un tamaño monstruoso mi disparo salió bastante desviado.