Pe... pe... pero... ¡Eso lo cambia todo! ¡Hay más drow rondando por ahi! ¿Y como han podido causar esta catástrofe?
Kwava agita la cabeza, asombrado y consternado. Después se echa las manos a la cabeza, hundiendola en su pecho.
Esto cambia las cosas... Al menos nadie más sabe que los drow están aqui, y así debe seguir. Debo informar de nuevo a mis superiores, necesitamos que envien a más agentes aqui, aunque... no sé cuanto tardarán...
Kwava se pone en pie y se dispone a marcharse.
Podéis decirle algo antes de que se vaya :-)
- Estamos planificando ir nosotros al Codo del Diablo por lo que cualquier ayuda de parte de tus jefes sería bienvenida, deja caer el hechicero
El-Rohir mira a su congénere totalmente sorprendido. ¡Pero si él era el que no quería que fueramos sino que fuera la guardia!
Pero por supuesto, se guarda mucho de decir nada.
El ulfen mira con cara adesina al mago.
- bueno, lo estará planificando el ... Al resto esté asuntó no nos va ni nos viene - dijo intentando quitar esperanzas a Kawa de que alguien arreglara el tema de los drow.
- ¿Qué? , pregunta mirando a sus compañeros. Después de los discursos de El-Rohir y Erion creía que estaba decidido.
-En absoluto, a mi me parece una muy buena idea.-sonríe el otro elfo a las palabras de sighvat.- Yo al menos quiero ir en unos días. -Comenta El-Rohir cuando interviene Eleanâil.
Ya te saliste con la tuya en contárselo todo... al menos déjanos ir a la isla... donde seguro habrá más riquezas...
- En fin.... - miro con resignacion a sus compañeros - diles a tus superiores cuales son nuestras intenciones, pero si estan interesados en saber algo de alli, o que les traigamos algo en concreto.... estamos abiertos a recompensas....
"Igual podemos sacar algo de todo esto...." penso.
- Pues más vale que no tarden mucho en decidirse, Kwava, el meteorito ya ha caido y con ello parece que la primera fase de su plan ha concluido, y creo que todos coincidimos en que las intenciones de los drow no son buenas. Toda ayuda será poca.
- Sighvat - miro al bárbaro y a su flamante armadura nueva - llevas sobre el cuerpo una magnífica recompensa, y solo había una drow con mucha suerte. Los dioses recompensan las acciones audaces y desinteresadas, pero aún así, apelaré a tu lado codicioso: Mira el botín que hemos sacado de una drow. ¡Imagínate lo que puede haber en el Codo del Diablo!
Iomedae, perdóname por lo que estoy haciendo ¡Tentar a un buen hombre con riquezas para que me ayude! Pero si él tenemos muy pocas posibilidades.
¡NO!, no puedo hacerlo ...
- Perdóname Sighvat - pongo mis manos sobre sus hombros y le miro a los ojos -. No voy a ocultar que te necesitamos para esto, pero si vienes, no quiero que sea pensando en riquezas, sino por que tu corazón así lo quiere. ¡Te necesitamos, amigo!
Aleena está a punto de partir para traerse a su marido... y a sus hijos. Esto último es algo que le preocupa, y mucho. Pero tal como se está poniendo la cosa no hay ningún sitio donde pueda tenerlos a salvo. Sin embargo está presente en la taberna y, por supuesto, pone a Kwava la cerveza...y pone otra al resto del grupo
- Tómatela - le dice al elfo- Te vendrá bien. - luego mira a Erion con cara de... puf... con esa cara exactamente. Luego mira a Sighvat y... empieza a reir. Finalmente mira a Kawa- Como ves nuestro paladín lucharía gustoso contra todos los males del mundo, con recompensa o sin ella. El resto... bueno... somos menos espléndidos. Estamos predispuestos a ayudar, por supuesto. Pero nos vendria bien ayudas. Aunque solo fuera para darnos una mínima posibilidad de éxito. Incluso nos vendría bien algun apoyo que asegurase nuestra posada mientras no estamos aquí, y a nuestros amigos que se quedarán aquí mientras luchamos en otra parte... por el bien común y todo eso. Y si, artefactos que nos ayuden en esa lucha por el bien común también serían de agradecer - Aleena se bebe su cerveza- piensalo y vuelve pronto. Y yo voy a por mis hijos y el inñutil de mi marido. ¿Alguien se apunta a un paseo por los pueblos cercanos?
Y así ocurrió como que Aleena trajo a su marido y a sus hijos al trasgo y todos los amigos juraron a los guardias que como les ocurriera algo tendrían sus pelotas, los colgarían ante la justicia, los ahogarían en un tonel de vino o les harían cosas semejantes. Y todos lo hicieron a espaldas a los demás.
Aleena y Erión se encargaron de los trabajadores nuevos y antiguos que había que contratar, de volver a poner en marcha el trasgo, a la vez que Eleanâil conseguí que el bar fuera más rentable que antes, aunque quedándose con los mejores caldos para él mismo. Sighvat encontró a los mejores guardias que se podía encontrar y El-Rohir rehabilitó el pequeño santuario a Desna en su concepto de Diosa de la Suerte que presidía el lugar, para después ocuparse de las cuentas y de las reformas de las habitaciones del piso superior, donde iban a vivir todos... había que sacar mucha porquería de Saúl y aparejarlas para una familia y alguna gente decente más...
Y todo eso en dos días, hasta que...