El-Rohir sonrió cuando vio llegar a Kawa.
-Tenías razón en todo, amigo. Saúl nos tendió la emboscada, lo reconoció antes de morir... no encontramos al elfo del que hablabas, pero todavía no hemos buscado por todas partes. Hay un sótano debajo de la aren donde igual se oculta.
-Si puedes mandar un mensaje en un animal será mejor. De momento haz el favor de vigilar. Hay un maldito miserable llamado Bojask por ahí fuera todavía.